El ministro dijo que este jueves se dio un paso "positivo" respecto al tema de las frazadas, aunque reconoció que "hay que ser prudente porque recién es una apertura a una posible solución".

Este jueves "una delegación uruguaya integrada por los directores de los ministerios de relaciones exteriores, Industria y Economía se reunieron con sus pares en Brasilia para analizar los motivos por los cuales Brasil entiende que hay elusión. La elusión está vinculada al origen de los productos y al hecho de que tiempo atrás por parte de Brasil se le había puesto un arancel extraordinario por considerarse que estaba en una condición de dumping, o sea, de venta de menor precio en el mercado de destino que era Brasil que en el mercado de origen que era China. En este caso, el de las frazadas, fue por ese motivo, por haber entendido luego de la investigación que hay dumping".

Kreimerman explicó que lo que querían comentar las autoridades brasileñas era si existía en el caso uruguayo lo que se llama técnicamente elusión de dumping, o sea, tratar de evadir ese arancel por entrar a través de otro país.

"De parte de Uruguay teníamos que demostrar que evidentemente las normas se cumplen, de que si bien el origen de la mercadería es de distintos lugares, no ha habido un mecanismo de evasión para elusión", explicó el ministro.

El secretario de Estado agregó: "Creo que hubo un avance. Lo que se está en juego es qué contenido de valor agregado se le está sumando, entonces se abre una posibilidad para las empresas uruguayas de clarificar el proceso productivo y agregar mayor valor".

El caso del sector automotriz, explicó el ministro, es diferente. Nos tiene que ver con el dumpling sino con el cumplimiento del acuerdo Uruguay-Brasil.

A diferencia del caso textil, los casos del sector automotriz y el azúcar son los únicos dos rubros que no se rigen por los acuerdos Mercosur sino que se manejan por acuerdos bilaterales específicos.

"El acuerdo bilateral Uruguay -Brasil le da una preferencia al ingreso de autos o autoparques uruguayos cuando tienen un contenido regional -piezas y valor agregado de la región-, que para Uruguay va desde el 30 % el primer año hasta crecer hasta el 50%. Lo que estaba en cuestión aquí es si el valor agregado estaba cumpliendo con el acuerdo y por lo tanto si lo que entró sin aranceles cumplía esas condiciones, o, por el contrario, debería pagar aranceles impagos".

En ese sentido, indicó el ministro, la reunión entre el área impositiva de Brasil y la uruguaya tuvo un planteamiento también fue "muy transparente", especialmente  en la comparación de "cómo hacemos los cálculos nosotros".
 
Kreimerman explicó que uruguayos y brasileños acordaron realizar una reunión en dos semanas para intercambiar la información, y para hacer una redacción más protocolizada de los aspectos de cálculo.

Consultado respecto a los trascendidos de prensa que indicaban la posibilidad de que Brasil aplicara trabas a los productos lácteos nacionales Kreimerman dijo que no existe información oficial al respecto.