Entrevistas

Pasquet (PC): "Nadie puede negar que Vamos Uruguay ha producido propuestas casi en cantidades industriales"

Pasquet (PC): "Nadie puede negar que Vamos Uruguay ha producido propuestas casi en cantidades industriales"

Durante el más reciente encuentro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado (PC), el líder de Vamos Uruguay (VU), Pedro Bordaberry, dijo que esta es una etapa en la que deben "ser muy positivos", "muy de propuesta" y "tener una organización más fuerte a nivel nacional". Esta visión es compartida por quien hasta esta semana ha sido el secretario general del PC, Ope Pasquet, que además anunció que VU se prepara para "proyectar al PC" hasta la última instancia de las próximas elecciones nacionales en 2014. Entrevistado por En Perspectiva, Pasquet expresó que aunque algunos pueden estar de acuerdo y otros no, "nadie puede negar" que su sector ha estado "produciendo propuestas casi en cantidades industriales. Aquellas 50 para la seguridad, 50 para la educación y distintas iniciativas". Por otra parte, dijo que se encontraron con "una fuerte demanda popular de que la oposición fuera más enérgica", por lo que intentaron "responder a esa demanda planteando más insistentemente y con más energía las críticas a la gestión de Gobierno". En relación a la organización, el senador relató: "Se acerca gente y no tenemos hasta hoy estructuras capaces de contenerla. [...] En algún momento habrá que organizar esto y decir quiénes están dentro y quiénes no, porque si no se hace caótico e ingobernable".


(emitido a las 8.32 Hs.)

EMILIANO COTELO:
A cinco años de su nacimiento, Vamos Uruguay (VU) se prepara para "proyectar al Partido Colorado (PC) hacia la segunda vuelta en las elecciones del 2014".

Para el senador Ope Pasquet, ese es el objetivo que debe trazarse el sector que hoy es ampliamente mayoritario dentro de su partido. Para eso, VU se dispone a cambiar la forma en que ha venido haciendo oposición hasta ahora. Su líder, el senador Pedro Bordaberry, lo explicaba así este sábado, al término del encuentro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), en la ciudad de Trinidad.

(Audio Pedro Bordaberry.)

"Creemos que ahora viene la etapa de volver a ser muy positivos, muy de propuesta. Y sobre todo tener una organización a nivel nacional más fuerte, que pueda recibir la gran cantidad de gente que está viniendo a VU. Creo que ahí está en el debe en este momento. En el nivel organizativo y en el nivel de volver a ser de propuesta como fuimos desde el principio y no quedarnos tanto –como lamentablemente nos hemos quedado en los últimos tiempos– en señalar errores. Esa es parte de la tarea desde la oposición."

(Fin.)

EC - Estamos con el senador Ope Pasquet, uno de los fundadores de VU, que además hasta esta semana ha venido ocupando el cargo de secretario general del PC.

Ayer usted renunció a la Secretaría General del partido, cargo que ocupaba desde el año pasado cuando sustituyó al senador Bordaberry. Por lo visto, han decidido mantener la idea que lanzaron el año pasado de ir rotando dirigentes de VU en el cargo máximo dentro del partido.
    
OPE PASQUET:
Efectivamente, esa es la idea, y a mí me correspondía renunciar ahora para habilitar la rotación. Eso fue lo que hice, y este jueves vamos a elegir al nuevo o la nueva secretario general.

EC - ¿Cuál es el argumento para operar de esta manera?

OP - Nos parece importante fortalecer las instituciones partidarias y demostrar que pueden y deben funcionar sin que esté el líder político, que todos reconocemos como tal, cumpliendo esa función. El CEN es un órgano colegiado, tendría que poder funcionar –y efectivamente funciona– sin que esté la figura más votada del partido, que es Pedro Bordaberry, a su frente. Así ha ocurrido en este año que ha pasado y no tenemos dudas de que así volverá a suceder en los años próximos.

Don José Batlle y Ordóñez nunca fue secretario general del CEN. Es más, este cargo es de creación relativamente reciente, históricamente se tenía un presidente de turno, que es rotativo –como lo dice la expresión, "de turno"–, y un secretario con funciones administrativas. De manera que hasta la propia institución de la Secretaría General es de reciente data, puede perfectamente ser rotativa sin menoscabo alguno para el funcionamiento del partido, y al contrario, con un fortalecimiento en sus claves republicana que nos interesa fortalecer.

EC - En Propuesta Batllista (Proba), el otro gran sector del PC, no se comparte este camino. Ayer consultábamos al senador José Amorín, que hacía estas consideraciones:

(Audio José Amorín.)

"Yo creo que el secretario general es por los cinco años. Es una decisión que tomó VU, una decisión que tomó por mayoría. Además, la decisión que tomó fue cambiar entre integrantes de VU. No se da en ningún lugar del planeta, no se da ni en el Parlamento. En el Parlamento gana el Frente Amplio (FA) pero reparten de acuerdo a los votos. Ya el año pasado cuando se anunció esto era repartir entre VU para que surgieran más figuras en VU. Pero no tiene resultado porque en VU hay un referente principal del sector, aunque vos pongas a otro como secretario general, al que llaman es al referente del sector. Cuando Mujica llama a los líderes del PC para conversar sobre temas de educación, llama a Bordaberry y a mí por el Proba. No llama al secretario general. Es hasta incómoda la situación de un secretario general que está casi para tareas administrativas. Hay que acatar las mayorías, ¿no? VU tiene la mayoría y lo puede hacer".

(Fin.)

EC - ¿Qué responde usted a estas objeciones?

OP - Cuesta entenderlas, porque por un lado el Proba critica con frecuencia a Pedro Bordaberry, se lo acusa de verticalista, de autoritario, todo eso que hemos escuchado todo este tiempo. Pero cuando Pedro Bordaberry decide apearse de una posición que ganó en una interna en la que tuvo el 72% de los votos –no olvidemos la cifra–, ahora resulta que lo critican también por eso. Insisto, me cuesta entender. En la Carta Orgánica del PC dice que el CEN designará al secretario general, no dice por cuánto tiempo ni según qué criterio.

EC - ¿Ustedes no entienden que esto debería votarse en la Convención, como sostiene Proba?

OP - En absoluto. La Carta Orgánica establece que el órgano competente para designar al secretario general es el CEN. Está totalmente dentro de sus facultades y puede hacerlo. Y nos parece que para respetar el resultado de una elección interna que fue tan contundente como yo no recuerdo otra en el PC desde el 85 hasta acá, por lo menos, con un 72% que respaldó a Pedro Bordaberry y a su sector, VU, no tiene sentido pensar que la secretaría rote entre los distintos sectores. Me parece tan caprichoso esto como negarle al CEN la posibilidad de que designe a quien le parezca.

EC - ¿Quién va a ser el nuevo secretario general del PC? O la nueva, porque parecería que las que tienen más chance son mujeres.

OP - Hay varios compañeros que podrían ocupar el cargo perfectamente, aún no está resuelto. Justamente, habilitamos estos días para las consultas y los comentarios dentro del sector, a ver a quién proponemos, pero a esta altura se sabe, no es ningún secreto, que una de las personas cuyo nombre se menciona con más insistencia y que aparece propuesto una y otra vez es el de la diputada Marta Montaner.

EC - ¿Por qué sería bueno que fuera una mujer?

OP - No, no me adelanto, no digo que sería bueno que fuera una mujer ni lo contrario. Digo que es un nombre que aparece propuesto, repetido una y otra vez, seguramente porque se tiene en cuenta la trayectoria política de Marta Montaner, su papel relevante en el partido desde años ya, el haber sido reiteradamente elegida como diputada por Tacuarembó, y la gravitación, el peso que tiene en el funcionamiento de la bancada del partido, donde se reconocen su presencia, su experiencia, y los compañeros tienen en cuenta esos factores. No quiere decir que se la vaya a elegir necesariamente a ella, pueden surgir otros nombres, pero en estos días, en estas horas, el nombre de Marta aparece repetido una y otra vez.

EC - ¿Podemos jugarnos a ese nombre?

OP - No me animo a tanto, me limito a decirle lo que ya le dije.

***

EC - El fin de semana pasado VU celebró los cinco años de su fundación. Usted estuvo entre quienes dieron ese impulso inicial.

OP - No, VU se fundó en marzo, y mis amigos y yo nos incorporamos en junio, julio del mismo año, dos o tres meses después.

EC - Mejor entonces para preguntarle cuál es la evaluación que hacen, en particular de esa decisión que tomaron de incorporarse a ese grupo que estaba naciendo.

OP - La evaluación es ampliamente favorable. En su momento nos incorporamos a un movimiento que se proponía la renovación del PC cuando para el PC la disyuntiva era renovación o muerte. El experimento, por así llamarlo, resultó muy exitoso.

EC - ¿En qué sentido? ¿Qué es lo que ve de saludable, de positivo en VU?

OP - Hay dos cosas: en el plano interno aquel nuevo sector de hace cinco años pasó a ser la mayoría contundente dentro del partido, y en el plano nacional, que es el que en definitiva importa, con la candidatura de Pedro Bordaberry el PC pasó de aquel agónico 10% del 2004 al 17% del 2009, y hoy aparece como un partido en crecimiento, con proyección, al que todos los días se acerca gente que nos dice que quiere incorporarse, que quiere trabajar y que va generando un clima que es exactamente lo contrario de lo que vivíamos hace cuatro o cinco años, cuando la gente se alejaba, se distanciaba y lo que se percibía era un malhumor hasta colectivo, popular, hacia el PC.

Hoy ese clima ha cambiado, yo le decía ayer en broma a un periodista con el que conversaba en la Casa del Partido Colorado: "Estamos pensando en quejarnos en Daecpu (Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay), porque últimamente las murgas atacan más a Tabaré Vázquez que al PC". El humor popular ha cambiando, y creo que es parte de la nueva imagen, la nueva actitud del PC, y todo esto es obra fundamentalmente del liderazgo de Pedro Bordaberry y de la forma como VU ha sabido interpretar el talante de la gente en este momento y la vida del país.

EC - ¿Qué dice a propósito de esa tensión que siempre existe en el vínculo entre VU y Proba, de la cual recién teníamos un ejemplo con esos comentarios del senador Amorín Batlle sobre la rotación en la  Secretaría General del partido? Es nada más que un ejemplo, hay varios asuntos en los que se han producido polémicas y pulseadas.

OP - Es natural, en todos los partidos hay discrepancias entre los sectores, que no llegan a lo fundamental, son discrepancias de matiz o contrapuntos políticos coyunturales. Nosotros entendemos que el PC necesita la presencia activa de tantos sectores cuantos sea posible, ojalá que surjan más, ojalá que la disputa interna sea más vigorosa de lo que ha sido, que haya más contienda electoral efectiva en el partido, porque eso lo va a hacer crecer. Mientras tanto, en ese panorama, hemos resuelto ser proactivos, actuar por iniciativa propia y no estar respondiendo a lo que dicen los demás. Actuamos según lo que nos parece, y si los demás entienden pertinente comentar o criticar lo que hacemos, allá ellos, pero nuestro camino es el de proponer y actuar.

EC - ¿Eso vale para la interna en particular?

OP - Sí, claro, no esperamos que otros actúen para definir nuestra posición por oposición a los demás. Decimos lo que nos parece, actuamos en función de lo que creemos correcto, y nos parece legítimo y natural que otros, si no están de acuerdo, lo digan.

EC - Con ese tipo de actitudes es que después viene la crítica de un manejo autoritario, de poco diálogo. ¿Qué responde usted?

OP - En absoluto, no es así. La prueba está en la forma en que Pedro se apartó del cargo de la Secretaría General, habilitando la rotación en ese cargo. Los temas se discuten en los órganos del partido, se discuten en el CEN, en la Convención. Le recuerdo que hemos venido sesionando en la Convención regularmente, cuatro y cinco veces por año en los años anteriores. Entre 1995 y 2005, dos períodos de gobierno colorado y en los que el PC estuvo dirigido, liderado, por los sectores que conforman Proba, yo quisiera saber cuántas veces se reunió la Convención. Si fueron dos o tres veces en esos 10 años capaz que es mucho.

Me parece que ha cambiado sustancialmente el funcionamiento del PC. Lo digo yo que sufrí la falta de funcionamiento anterior cuando era minoría, y que hoy, integrando la mayoría, me complazco al ver que el CEN sesiona todas las semanas, que no hay tema que no se trate allí. Que haya compañeros que no quieran ir al CEN, que no vayan nunca, ese es otro tema, eso no es responsabilidad nuestra. Pero Pedro Bordaberry va, yo voy, van los legisladores, van todos aquellos que pueden aportar al funcionamiento del Comité, sean miembros de él o no, porque eso también ocurre, pueden ir todos los legisladores y lo hacen. Insisto, si hay gente que no quiere ir al CEN, eso no es responsabilidad nuestra, pero no pueden quejarse después de que no hay ámbitos para tratar los temas, para discutirlos, para considerarlos, porque los ámbitos existen y se usan.

EC - En estos cinco años VU ha lanzado propuestas sobre distintos temas. Y varias de ellas tuvieron como denominador común la idea de reformar la Constitución para alcanzar algún objetivo. Por ejemplo, están recolectando firmas para una reforma constitucional que bajaría la edad de imputabilidad penal a 16 años, a efectos de enfrentar el problema de los menores infractores. También está la iniciativa lanzada hace poco para introducir el balotaje en las elecciones departamentales. E incluso estuvo la idea que manejó el senador Bordaberry –aunque después no concretó porque se firmó el acuerdo interpartidario sobre educación– de fijar en la Constitución un mínimo de 200 días de clases en la educación pública. Estas propuestas necesitan un proceso muy complicado para llevarse a la práctica. ¿Por qué ustedes han insistido con este instrumento, con esta herramienta de reforma de la Constitución?

OP - Perdón, lo de los 200 días no precisa reforma constitucional, eso es materia legal. Hemos hecho propuestas de todo tipo, algunas que pueden atenderse administrativamente, otras que requieren ley, y hemos propuesto algunas enmiendas puntuales a la Constitución. Con respecto a la edad de imputabilidad la razón es muy clara: percibimos que hay una fuerte demanda popular en este sentido, de la baja de la edad de imputabilidad, para hacer frente a un fenómeno delictivo que todos conocemos, y frente a eso una actitud de la mayoría frenteamplista de rechazar incluso la consideración del tema. Entonces tenemos dos alternativas, o cruzarnos de brazos y esperar que pase el tiempo simplemente, o movilizarnos, como lo hicimos, movilizar a la sociedad, y hacer presente este reclamo que ahora tiene por lo menos 300.000 firmas de respaldo y que esperamos plebiscitar en el 2014 si no hay disposición del oficialismo a intentar un camino que anticipe la consulta popular, que eso es constitucionalmente posible.

Lo que hay detrás de esto es nuestro propósito de incidir para cambiar las cosas tan pronto como sea posible y no esperar simplemente los cinco años para entonces volver a consultar y esperar que una nueva mayoría pueda hacer otras cosas. No estamos proponiendo reformas globales, estructurales de la Constitución, no pretendemos reinventar el mundo. Estamos proponiendo enmiendas puntuales, como tantas que se han propuesto, se han considerado y algunas se han aprobado en los últimos años.

EC - A propósito de la reforma constitucional para introducir el balotaje en las elecciones departamentales, es una idea –la conversamos hace unas semanas con usted– que ustedes impulsan para facilitar alianzas en la segunda vuelta entre PC y el Partido Nacional (PN), por ejemplo, para desplazar al FA de la Intendencia de Montevideo. En estos días el senador Gustavo Penadés de Unidad Nacional, Partido Nacional, ha iniciado una serie de reuniones en busca de otro mecanismo: la creación de un frente de nacionalistas, colorados e independientes, que se base en un lema accidental, y en el cual incluso podría ocurrir que se llegara a la elección departamental con más de un candidato a la Intendencia, uno blanco, otro colorado, otro del PI, lo que habilitaría a dejar de lado los temores de que los partidos se diluyan o los temores de quienes creen que se van a fusionar los partidos, etcétera. ¿Ustedes descartan de plano ese mecanismo?

OP - No. Le digo respecto a ese planteo del senador Penadés lo mismo que él dice respecto del planteo de VU: no lo descarto, habrá que estudiarlo, no podemos desechar en este momento, a tres años de las elecciones departamentales, ninguna alternativa, se trata de considerarlas todas y buscar la que resulte políticamente más conveniente. Pero lo que tenemos claro nosotros, tan claro como lo tiene Penadés –y lo ha dicho–, es que tenemos la obligación de ofrecerle a la ciudadanía, sobre todo a la de Montevideo, una alternativa de cambio real. En Montevideo, como están las cosas, aunque pongamos a un fenómeno de candidato es muy difícil ganarle al Frente sin el concurso de otros partidos.

Nosotros –lo decía hace unos días y lo repito– en el año 84, cuando votamos mejor en Montevideo, tuvimos aproximadamente el 37% de los votos y con esa cifra ganamos la Intendencia, fue el doctor Aquiles Lanza. El PN nunca llegó, por lo menos del 85 a ahora, al 37% en Montevideo. Pero ni aun con esa cifra hoy lograríamos ganarle al Frente, que tiene un piso de más/menos 40%. Entonces tenemos que buscar las maneras de articular esfuerzos. Puede ser lo que nosotros proponemos, la segunda vuelta a nivel departamental junto con la representación proporcional en las juntas, puede ser el lema accidental; en fin, habrá que buscar los caminos, pero tenemos absolutamente claro que tenemos que buscar ese camino porque por inercia simplemente las cosas no salen.

EC - ¿Ya han llevado adelante contactos con otros sectores por esta propuesta que largaron?

OP - Estamos conversando sin apuro, primero dentro del propio PC. Faltan tres años, lo planteamos deliberadamente con tanta anticipación porque estas cosas no hay que apresurarlas, se trata de escuchar todas las propuestas, ver hasta dónde es posible articularlas o combinarlas, y oportunamente habrá que llegar a una decisión, a una solución y planteársela a la ciudadanía.

***

EC - Después del encuentro que tuvo el Ejecutivo Nacional de VU, el fin de semana pasado, el senador Bordaberry anunciaba para el futuro una actitud más propositiva. ¿A qué aludía? ¿Cuál será el perfil de la actuación de VU en la oposición?

OP - Nosotros tenemos vocación de propuesta, la hemos tenido siempre, y hemos hecho unas cuantas propuestas, algunos estarán de acuerdo con algunas, otros no, pero nadie puede negar que hemos estado produciendo propuestas casi en cantidades industriales. Aquellas 50 para la seguridad, 50 para la educación, distintas iniciativas. Después nos encontramos, sobre todo en el año 2011, con que había una fuerte demanda popular de que la oposición fuera más enérgica, se nos criticaba a los partidos de oposición diciendo "no hay oposición", "la oposición es débil, la oposición no tiene fuerza", "la oposición esto y aquello", desconociendo muchas veces quienes así criticaban el desempeño de los partidos opositores que la aritmética es la que es y en el Parlamento siempre tiene mayoría el oficialismo. Pero intentamos responder a esa demanda popular planteando más insistentemente, con más energía, nuestras críticas a la gestión de gobierno, que por cierto las tenemos. Pero eso también tiene sus tiempos, no es que dejemos de criticar lo que nos parezca criticable, pero tenemos que atender otros fenómenos.

Lo que nos está pasando, lo que vemos, es que se acerca gente al PC todos los días, muchas veces gente muy capacitada, con muy buen nivel, con una capacidad técnica notable, que tiene propuestas, tiene ideas. Nos presenta ideas para proyectos de ley, sugerencias para esto o para aquello. Entonces nuestro desafío por un lado es incorporar a esa gente, darle un lugar en la estructura, darle la posibilidad de participar, y además utilizar los aportes que nos está haciendo. Eso se traduce necesariamente en más propuestas y en más iniciativas, porque con esa gente que se acerca estamos constituyendo esa usina generadora de ideas que todo partido político tiene que tener.

EC - Por otro lado, por lo visto también tienen pendientes desafíos en materia de organización.

OP - Sí, tiene que ver con el mismo fenómeno. Se acerca gente y, la verdad sea dicha, no tenemos hasta hoy estructuras capaces de contenerla. Hay propuestas de organización, las vamos discutiendo, las vamos peloteando, pero hasta ahora no hemos definido el punto, porque toda vez que se define una estructura hay gente que queda dentro y gente que queda fuera, y nos resistimos a dejar a nadie fuera. Pero lamentablemente en algún momento habrá que organizar esto y decir quiénes están dentro y quiénes no, porque si no, se hace caótico e ingobernable.

EC - Han tenido problemas en el funcionamiento de la bancada de VU. Incluso llegaron a organizar algún encuentro para pulir ese tipo de roces que se habían dado, cuando por ejemplo ocurría y ha ocurrido que el propio líder del sector se enteraba por la prensa de una iniciativa de un determinado legislador. Por mencionar un ejemplo. ¿Cómo viene ese frente?

OP - A mi juicio son problemas menores, problemas de funcionamiento inevitables en todo grupo más o menos grande. Siempre hay esas cuestiones de funcionamiento colectivo que hay que ajustar sobre la marcha. Por supuesto, tenemos que mejorar siempre en ese sentido, buscar más cohesión, más armonía, etcétera. Pero en el fondo no me preocupa mucho, me preocuparía más lo contrario. Tenemos algunos diputados muy jóvenes, como Juan Manuel Garino, como Fernando Amado, y es natural que sus iniciativas y sus bríos los lleven a veces a actuar sin haberlo concertado previamente como debieron haberlo hecho. Hay que señalárselo, hay que corregirlo y hay que esperar que en el futuro las cosas cambien. Pero me preocuparía mucho más tener diputados jóvenes que permanecieran inertes, sin movilidad, demasiado quietos en sus bancas, y no tener estos muchachos que empujan, que proponen, que están inquietos, que no siempre se conforman con lo que dicen ni el líder ni la mayoría del sector, sino que contestan, replican, insisten con sus razones. Eso es muy bueno y forma parte de ese cambio en el clima del PC que me parece muy saludable.

EC - El mes pasado, la Asamblea General designó nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA).

OP - No, solo un ministro del TCA.

EC - Y lo hizo por uno de los mecanismos que prevé la Constitución: la elección de un abogado o magistrado que recogiera dos tercios de votos en la Asamblea General. Se descartó, por lo tanto, el otro mecanismo posible, que era el que en los últimos años se había usado para estos nombramientos: permitir el ascenso de los miembros más antiguos de los tribunales de apelaciones.

Uno de los nombres que impulsaban varios de los partidos para integrar el TCA era el de su esposa, la doctora Elena Martínez, pero ella personalmente declinó esa propuesta porque, dijo, estaba en desacuerdo con el procedimiento. "Elena Martínez, la esposa del senador Pasquet, no desea pasar por encima de sus compañeros del Poder Judicial con más antigüedad", consignó el senador Bordaberry a través de su cuenta en Twitter. Y usted coincide con esa decisión, tiene el mismo punto de vista. ¿Por qué entiende que es mejor que los jueces lleguen por antigüedad y no por designación directa a la cúspide de su carrera?

OP - Primero una precisión: yo hablo por mí y mi esposa habla por ella, ninguno es sucursal del otro, actuamos con absoluta independencia. En este tema lo que había era que yo estaba interviniendo en la negociación hasta ese momento, y a mi esposa le parecía de pésimo gusto que en esas circunstancias apareciese su nombre sin que se la consultara previamente, cosa que se hizo con otros magistrados, se les preguntó si autorizaban a que se manejara su nombre. A ella nadie le preguntó nada, simplemente apareció un día en la prensa, no porque el PC haya manejado su nombre, la propuesta salió de otras tiendas, y todo eso parecía un manoseo que tenía mucho más que ver con mi presencia en el Senado que con la carrera de ella de 30 años en el Poder Judicial. Así que entendió del caso separarse de todo ese proceso.

Ahora bien, con respecto a lo que yo pienso, creo que el sistema ideal es el la designación de los jueces de la SCJ y del TCA por la Asamblea General en el marco de un procedimiento reglado, donde se diga qué factores se van a tener en cuenta, a quiénes se va a escuchar para que opinen acerca de esto y qué oportunidades van a tener además los candidatos a ocupar esos cargos, no para hacer su propia apología, sino para contestar a los reparos u observaciones que se les formulan y que muchas veces no trascienden, de los cuales no se los pone en conocimiento a ellos, y como consecuencia nunca pueden defenderse. Me parece lo mejor.

Eso hoy por hoy no existe, hoy es un acuerdo político libérrimo, que no está sometido a regla alguna, donde no se da oportunidad ni a la SCJ, ni a la Asociación de Magistrados, ni a la Asociación de Fiscales, ni al Colegio de Abogados, ni a la Universidad de la República para decir: "Miren, nos parece que los criterios tendrían que ser estos, que el tipo de magistrados que hoy se necesita es este. Nos parece inclusive que las personas, la terna o el quinteto de personas adecuadas serían estos". No hay nada de eso, es una cuestión absolutamente discrecional y libérrima de la Asamblea General.

Y nos parece que tanta discrecionalidad no es buena, porque en definitiva estamos decidiendo también sobre la carrera de gente que tiene a veces 20, 25, 30 o más años en el Poder Judicial y de la que hemos visto que se dice "no, fulano no porque tiene mal carácter", y eso queda entre cuatro paredes, entre los cuatro, cinco o seis que estamos conversando del tema, y este fulano queda bochado porque alguien dijo que tiene mal carácter. No hay manera de respetar la carrera profesional de la gente. Entonces me parece que tenemos que llegar un día a un procedimiento reglado por la ley en el que se establezcan algunos criterios objetivos en ese marco.

EC - La Constitución establece que tanto para la SCJ como para el TCA la designación debe darse por la Asamblea General, por dos tercios de votos del total de sus componentes, y los requisitos que se marcan son ser abogado con 10 años de antigüedad o haber ejercido en esa calidad la judicatura o el Ministerio Público Fiscal por espacio de ocho años. Es lo único que está dicho en la Constitución. Usted señala que habría que reglamentar este procedimiento.

OP - El ejercicio de la facultad de la Asamblea General. Es decir, por ejemplo, que producida una vacante, la Asamblea General recibirá una lista de postulantes, así como se reciben postulantes para integrar el Instituto Nacional de los Derechos Humanos. Podríamos hipotéticamente decir "recibimos las postulaciones de quienes entiendan que pueden integrar la SCJ o el TCA". Subimos a una página web las postulaciones de cada uno con su hoja de vida, etcétera, y habilitamos un procedimiento para que quienes quieran formular –con la debida prudencia, con el lenguaje apropiado, etcétera– pueden hacerlo. Y al mismo tiempo un procedimiento de consulta a las entidades que pueden opinar acerca de esto. Yo decía recién el Colegio de Abogados, pero también los institutos, por ejemplo el Instituto de Derecho Procesal, el Instituto de Derecho Tributario, que alguien venga y nos diga "yo entiendo que en las últimas sentencias de la Corte, en los últimos 10 años, es notoria la flaqueza en el derecho público, entiendo que a la Corte debe ir un experto en derecho público, antes que un experto en derecho comercial o en derecho civil o en cualquier rama del derecho privado".

Hace unos días me encontré con un abogado que me decía: "Yo entiendo que la cosa no va por ahí, que hay que buscar alguien que tenga capacidades gerenciales, porque la SCJ además es el órgano jerarca del Poder Judicial y tiene que conducir la administración, no hay nadie que entienda nada de administración, tienen que buscar alguien con perfil gerencial". Estoy trasladando opiniones que he recibido. Pero tendríamos que tener un ámbito para discutir esas cosas, y tendríamos que tener una instancia donde recibamos en audiencia los candidatos, al menos los que aparezcan con más chance, los cuatro, cinco o 10 que figuren en primeras posiciones, y eventualmente darles traslado de los reparos que se dan contra ellos, decirles: "Mire, señor fulano de tal, de usted se ha dicho que trata mal a los abogados en audiencia y que por lo tanto no tiene la ecuanimidad necesaria para ocupar un alto cargo. ¿Qué tiene usted que decir a ese respecto?". Darle a la persona la oportunidad de defenderse, cosa que actualmente no existe.

Entonces yo digo, en el sistema actual, en que no hay nada de esto que estoy diciendo ahora y tenemos la regla supletoria de la antigüedad, si tengo que elegir lo menos malo, me quedo con la antigüedad, porque no es la antigüedad común, es una antigüedad especial, porque desde hace años la SCJ elige a los ministros de los tribunales de apelaciones de una lista que se forma con el auxilio de una comisión asesora, en la que están todas estas entidades que yo mencionaba recién, la Asociación de Magistrados, el Colegio de Abogados, la Universidad, y la lista la forman esas entidades. La Corte, cuando propone jueces para ascender a los tribunales de apelaciones, toma de la lista y pide la venia al Senado para los jueces.

Un día que la Corte se apartó de ese criterio, hace ya unos cuantos años, y propuso a alguien que no estaba en la lista, el Senado no le dio la venia porque no vio que hubiera justificación para apartarse de esa lista conformada o constituida por los mejores jueces. Entonces los jueces que llegan a los tribunales de apelaciones son, se supone según este sistema, con sus defectos, con sus insuficiencias, pero de acuerdo con esto, los mejores. Estamos hablando de la antigüedad de los mejores, porque la Constitución dice que si la Asamblea General no elige, ocupa el cargo el ministro de los tribunales de apelaciones más antiguo.

EC - En resumen, usted dice que con las opciones que hoy existen prefiere que los cargos en la SCJ y en el TCA, esos cargos de ministro, se ocupen por el mecanismo de antigüedad. ¿Va a presentar, está preparando un proyecto de ley para reglamentar la otra forma de designación por dos tercios de la Asamblea General?

OP - Estoy trabajando en eso, estoy recabando opiniones en este sentido, vamos a ver cuándo podemos presentarlo. Y más allá de que ahora se pueda utilizar –los tiempos no dan, evidentemente, porque las vacantes se van a producir ahora, ya se han producido–, que aunque sea que para la próxima tanda tengamos algo mejor que lo que tenemos.

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Transcripción: María Lila Ltaif

Foto: archivo