Entrevistas

Ernesto Agazzi (MPP): "La tarea más importante del presidente del FA es de articulación" y "yo soy un gran articulador"

Ernesto Agazzi (MPP): "La tarea más importante del presidente del FA es de articulación" y "yo soy un gran articulador"

El próximo 27 de mayo se realizarán elecciones en el Frente Amplio (FA) para determinar quién ocupará el cargo de presidente de la coalición. Los aspirantes serán Mónica Xavier, Enrique Rubio, Juan Castillo y Ernesto Agazzi. Para conocerlos más a fondo, En Perspectiva entrevistará a los cuatro candidatos. En esta oportunidad, el diálogo fue con el senador Agazzi, quien es ingeniero agrónomo, fue ministro y subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca y hoy en día ocupa un lugar en el Senado por el Espacio 609. Agazzi opinó que "el presidente del FA no es alguien que venga con una serie de carpetas abajo del brazo con nuevos proyectos a impulsar", sino que "las decisiones se toman en el conjunto del FA". En este sentido, dijo que "la tarea más importante que tiene el presidente es de articulación y de coordinación", y señaló: "Me veo [como presidente]. Yo soy un articulador".


(emitido a las 8.42 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Entretejer acuerdos; llegar a consensos a partir de opiniones bien disímiles; mejorar los mecanismos de participación; involucrar a los jóvenes; y mejorar la relación entre la fuerza política y el Gobierno.

Esa variedad de desafíos está arriba de la mesa para quien asuma como presidente del Frente Amplio (FA) luego de las elecciones que se llevarán a cabo el próximo 27 de mayo. Esta será la primera vez que esa fuerza política designe ese cargo por voto directo en las urnas.

Los candidatos son la senadora Mónica Xavier, que tiene el apoyo de su partido, el Partido Socialista, y del Frente Líber Seregni; el senador Enrique Rubio, que cuenta con el respaldo de su sector, la Vertiente Artiguista, pero también de las listas 711 de Raúl Sendic y 5005 de Diego Cánepa; el dirigente sindical Juan Castillo, impulsado por el Partido Comunista, y el senador Ernesto Agazzi propuesto por su sector, el Movimiento de Participación Popular (MPP).

Con el senador Agazzi iniciamos hoy en En Perspectiva la serie de cuatro entrevistas con los candidatos.

El senador Agazzi es ingeniero agrónomo, fue subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca durante la primera parte del Gobierno de Tabaré Vázquez y luego ministro en el final de ese período cuando Mujica dejó el cargo para encarar su candidatura presidencial. Actualmente es senador elegido por el Espacio 609, pero se encuentra en uso de licencia para dedicarse a esta campaña. Tiene 69 años.

¿Usted se ve a sí mismo como presidente del FA, le gusta el desafío, o asume esta candidatura por disciplina, para cumplir con lo que le pidió su sector, el MPP?

ERNESTO AGAZZI:
Me gusta el desafío, pienso que es muy importante. Si me decís qué me gustaría hacer en la vida, de repente no elegiría esto como primera función, pero la gente que en la vida hace lo que le gusta es muy poca, yo digo que son los cantores y los jugadores de fútbol, los demás tenemos que ir transitando por la vida asumiendo las responsabilidades que la realidad nos pone delante. Pero es una cosa muy importante, el FA es una estructura política de nuestra generación, es una estructura muy particular, no hay otro partido así en América Latina –no sé en otros lugares, yo conozco bastante bien los distintos países de América Latina–, y requiere un esfuerzo importante. Hay situaciones nuevas en el país, en el Gobierno y en la propia fuerza política, su propio crecimiento, sus propias definiciones nuevas en materia estratégica, estamos en una situación totalmente distinta de la que hubo cuando se generó el FA y aquellos creadores que dieron lugar a esta arquitectura política tan particular la diseñaron.

EC - Se lo pregunto porque hace pocos meses esto de ser eventualmente presidente del FA no figuraba para nada en su horizonte. Es más, el MPP no pensaba llevar un candidato propio.

EA - Exactamente, el MPP trabajó para tener otro tipo de candidato, pero a veces las cosas se logran y a veces no, y al final el MPP terminó proponiendo un candidato de sus filas, que cayó en esta humilde persona.

EC - ¿Usted lo vio bien? ¿Se ve en ese lugar?

EA - Sí, me veo. Yo soy un articulador, mi vida ha sido de articulador, yo estuve contigo acá varias veces por distintos temas, recuerdo los de la sequía, los de los impuestos en el agro, que son actividades que requieren todas diálogos con grupos de personas, con organizaciones, con gremiales. Mi vida laboral ha sido universitaria, he integrado organismos cogobernados de la estructura universitaria donde siempre estuvimos discutiendo cosas en grupo. Me gusta hacer eso. Quizás una de las cosas que la vida me ha permitido aprender más es la formación y la articulación de grupos. Así que me veo desempeñándome ahí, es un escenario nuevo, no lo conozco de adentro porque no trabajo ahí, pero quizás en el punto en que estamos se requieran miradas internas y miradas un poco de afuera para enfrentar los problemas que tiene el FA ahora.

EC - Hablemos de eso. Hace años que está claro que la estructura del FA tiene que aggiornarse, está cargada de muchos problemas que terminan siendo un lastre para el funcionamiento de una fuerza política que ahora es además el oficialismo. Sin embargo, pese a que se coincide en ese diagnóstico, esos cambios demoran, demoran y demoran. Ahora se da un paso, esto de elegir el presidente del FA por voto directo en las urnas es una reforma, pero falta muchísimo más. Entonces, si usted es elegido presidente, ¿entiende que esa transformación pendiente puede acelerarse?

EA - Sí, creo que sí. Si yo soy presidente o si otro de los compañeros es presidente, vamos a entrar con un viento a favor muy importante, porque estos temas se vienen discutiendo desde las últimas elecciones y el FA tomó cuatro decisiones capitales en este período. Una de ellas fue discutir, redactar y acordar –cosa que no es menor– un nuevo documento de estrategia política que sustituye al del 5 de febrero del 71. Tan atrasados estábamos como era el mundo en el 71, como era América Latina en el 71, como era el Uruguay. Esta es una cosa sustantiva, porque teniendo en la mano los acuerdos ya producidos se facilita mucho la tarea de articulación, porque no es cambiar la persona del presidente para que haga lo que pueda, el FA no es una empresa que elige un gerente nuevo, hasta las potestades del presidente deben verse en el marco del funcionamiento político, de los estatutos y los acuerdos políticos del FA. El presidente del FA no es alguien que venga con una serie de carpetas abajo del brazo con nuevos proyectos a impulsar como si fuera la época Agazzi. No se trata de eso, las decisiones ahí se toman en el conjunto del FA.

La tarea más importante que tiene el presidente es de articulación, de coordinación. Ahora tenemos discusiones que se han dado después de las últimas elecciones absorbiendo algunos golpes que no esperábamos. Por ejemplo, se terminó el crecimiento automático, porque podías hacer una curva de crecimiento del FA con abscisas y ordenadas y te daba casi una recta, y nosotros íbamos cómodos subidos arriba de esa curva.

EC - Hasta que el FA llegó al Gobierno.

EA - Seguro, hasta que hizo su primer período de Gobierno y los frenteamplistas tuvimos este dilema: ¿qué pasó, hicimos un excelente Gobierno, el presidente de la República sale con el apoyo como presidente mayor en los últimos años del Uruguay y resulta que para ganar de vuelta precisamos un balotaje? Aquí parece que hay un escenario de calidad de Gobierno y otro escenario de votación en las elecciones que no tienen una correlación directa.

EC - Quizás a la gráfica que usted mencionaba le faltaba la variable FA en la oposición, quizás esa gráfica no tenía por qué seguir en caso de que el FA llegara al Gobierno.

EA - Estás mencionando uno de los puntos claves que hemos acordado, que el FA tuvo una estrategia opositora, y en el Uruguay, al menos en estos años, no sé cómo va a ser en el futuro, es más fácil juntarse para protestar que para construir una cosa, lo vemos en la sociedad todos los días. Hasta en el propio FA tuvimos un reflejo opositor siendo el Gobierno nosotros, tuvimos que discutir estas cosas con mucho detalle, porque somos el Gobierno, ya les ganamos a los partidos de la oposición sumados, probablemente ganemos de nuevo las elecciones, entonces tenemos responsabilidades que son muy distintas de las que tuvimos antes.

EC - Usted decía recién que el presidente del FA no resuelve por sí mismo en estos cambios que hay que encarar. Supongo de todos modos que usted trae propuestas, tiene ideas.

EA - Sí.

EC - Voy a preguntarle a propósito de uno de los capítulos críticos. Por ejemplo, el FA tiene la Mesa Política, el Secretariado Ejecutivo, el Plenario Nacional, el Congreso, las bases, los comités de base... ¿Entiende que se necesita una estructura organizativa más liviana, menos burocrática que esa?

EA - Hay algunas cosas importantísimas en la estructura organizativa. Primero, más conectada, todas esas instancias que mencionaste hoy tienen un grado importante de desconexión, y eso redunda en una cosa que para el Frente es vital, que es la conexión con la ciudadanía. Los comités de base, que creo que no fueron nuevos en el Uruguay, porque el Partido Colorado ya en los años 30 y 40 había tenido sus baluartes que capacitaban a la gente, se hacían reuniones –me acuerdo porque mi padre me contaba– explicando lo que es la Constitución, lo que son las leyes. Pero quizás el ingrediente nuevo del comité de base es que fue la inserción en el territorio, en el barrio, en el vecindario, en el centro de trabajo. Eso perdió vitalidad, creo que nos acomodamos mucho porque el Gobierno estaba transformando las cosas y dejamos de militar en forma importante los militantes de los comités y los militantes de los partidos políticos. Esto que le pasa al Frente le pasa también a cada uno de nuestros partidos político, no es un mal del Frente, es un mal de todos nosotros los que queremos transformar el país. Hicimos nuestro programa, fuimos a las campañas electorales y ahora estamos contentísimos con las cosas que está haciendo el Gobierno, pero cada uno de nosotros está trabajando menos que antes.

EC - Usted dice "estamos contentísimos"; no todos los frenteamplistas están contentos, la cosa está llena de matices.

EA - Sí, seguro. Y hay algunos que no son frenteamplistas... Tú decías al principio que Castillo es respaldado y presentado por la 1001, Mónica por Asamblea Uruguay y el Partido Socialista y yo por el MPP, pero en realidad el Plenario Nacional del Frente resolvió que nosotros somos candidatos del Frente. Va a haber mucho voto cruzado, yo conozco militantes frenteamplistas de otros grupos que me van a votar a mí y conozco militantes frenteamplistas de mi grupo que van a votar a otro, y sus razones tienen. Y como la elección se organizó en función de la mayor libertad del elector se va a poder cruzar lo que se quiera, no necesariamente hay que votar lo mismo en lo departamental y en lo nacional, y los presidentes y los representantes de los sectores y de las bases son elegidos el mismo día pero son fenómenos independientes, te lo digo en términos matemáticos porque a vos siempre te gusta ver las cosas desde este punto de vista. Va a haber voto cruzado. Hay mucho frenteamplista que todavía no tiene clara la importancia de estas elecciones, por eso te agradezco este espacio que dedicas para ello. Por primera vez el presidente del Frente no va a salir de un acuerdo entre los sectores más importantes, sino que se va a dar lo que reclamaban muchos desconformes del FA, participar en las decisiones.

EC - Pero estábamos hablando de la estructura.

EA - Sí.

EC - ¿Qué tipo de cirugía hay que aplicarle a esa estructura? Porque usted empezó hablando de los comités de base y de cuán alicaídos están, cómo la gente ya no se entusiasma por concurrir y asistir a las discusiones en ellos, etcétera. Pero ese es un engranaje nada más.

EA - Es uno de los elementos de la estructura, son las raíces, después la estructura interna tiene que tener cambios importantes. La conducción cotidiana del FA no puede ser una reunión de los distintos grupos políticos y cuando termina la reunión está la prensa en la puerta y cada uno dice las razones que lo diferencian del otro. Eso no es una conducción, eso es una arena para dirimir diferencias. La conducción del FA tiene que tener un ejecutivo –no digo el nombre gramatical, digo la función que tiene que cumplir– que tenga siempre presente en los análisis y en las resoluciones políticas que se tomen el estado de las organizaciones sociales con las que el Frente debe estar más vinculado, las organizaciones sociales todas, el estado de la organización del FA, cómo va la política de formación de los militantes, que es una cosa nueva que hay que empezar a hacer, cómo están la movilización y el sentimiento del pueblo uruguayo, la vinculación con el Gobierno y con los otros partidos políticos y las relaciones internacionales. Así como en la reunión del Consejo de Ministros el presidente Mujica tiene sentados en una mesa redonda a los integrantes de cada una de las áreas específicas de la gestión del Gobierno, en el FA tiene que haber una mesa que sea la conducción cotidiana con los responsables de cada una de las áreas funcionales, de las responsabilidades que tiene el Frente. Hoy eso no funciona así y mi aspiración, mi decisión es que funcione de esa manera.

EC - ¿Y los otros niveles de la estructura, por ejemplo el Plenario, el Congreso?

EA - El Plenario es una especie de poder legislativo que tiene que seguir funcionando, es un poder legislativo interno. Está bien que haya representantes de los sectores y de las bases, no estoy de acuerdo en eliminar la representación de las bases porque hay problemas de funcionamiento, que es un tema que se ha debatido.

EC - El problema es que la representación de las bases muchas veces no termina siendo de las bases genuinamente hablando sino más bien de aquellos sectores partidarios del FA que tienen mayor capacidad de incidencia y militancia en las bases.

EA - Vos sabés cómo yo razono estas cosas: cuando una planta se está secando, creo que no hay que cortarla, hay que echarle agua. Lo que hay que hacer es que la representación de las bases sea genuina, trabajar para eso, para que exista y funcione lo mejor posible respaldada por la organización política.

***

EC - Usted ya dijo algo de esto, lo manifestó también en otras entrevistas, tengo aquí una que concedió a la agencia de noticias Uypress: Los jóvenes "no van a los comités porque son aburridos, las reuniones son muy largas y la juventud no quiere dedicar tiempo a eso y preferiría otra manera de militar". ¿Qué planes tiene para acercar a los jóvenes al FA?

EA - Eso es una fotografía montevideana, es así en la parte más importante del Frente, que es la zona metropolitana. En el interior es distinto, porque hay más comunicación entre los ciudadanos, a las reuniones –ya fuimos a siete departamentos y vamos a seguir yendo– van familias, hay mucha más integración, y hay más participación de los jóvenes y hasta de los niños en las actividades del FA. En Montevideo los jóvenes están alejados, tienen otra dinámica; igual, en los aspectos centrales la juventud quiere más libertad, más justicia, ahí hay un problema que es del FA, no de los jóvenes. Y no tiene que atraerlos a sus estructuras, tiene que entenderlos y brindar espacios para su participación.

EC - ¿Qué tipo de espacios? ¿Cuáles, cómo?

EA - Vincularse entre ellos de la forma que deseen, porque hoy la vinculación con el Frente es por un comité de base, y ¿por qué no discutir un problema por internet?

EC - Han ido avanzando las llamadas Redes Frenteamplistas.

EA - Se avanzó, y las Redes se quejan y con razón de que no tienen lugar en la estructura, porque tampoco es hacer un pelotero para que los jóvenes se entretengan con las redes y no molesten a los grandes que toman decisiones.

EC - Está buena la comparación de las Redes Frenteamplistas con un pelotero. Ese es uno de los desafíos, si ese canal de participación se consolida, ¿queda ahí, queda en un costado?

EA - Ese es el problema: no puede quedar en un costado con funcionamiento propio y autónomo, tiene que tener la oportunidad de participar en las discusiones políticas y en las decisiones del Frente de acuerdo con el nivel de compromiso.

EC - Hoy no está previsto.

EA - Pero va a estar organizado. El presidente del Frente va a funcionar con un equipo de vicepresidentes que propone él, y vamos a incluir gente que facilite esta participación de los jóvenes en la política como lo entiendan ellos, de acuerdo con los principios, los fundamentos y los estatutos del FA. Ya se hizo un cambio en el reglamento que permite y se está discutiendo la participación no presencial obligatoria en todas las instancias, que se puedan hacer aportes, que se puedan escribir documentos. Eso tiene que estar unido con algunas participaciones presenciales como en toda cosa, como en las comunicaciones. Pero es inconcebible que las nuevas maneras de comunicarnos, de discutir, de informarnos que se usan en las empresas, que se usan en la ciencia, no se estén usando en la política más allá de que las usemos nosotros para informarnos y para participar en las discusiones. Tiene que usarlas la organización política y eso tiene que permitir que los jóvenes participen.

En los sectores políticos uno ve que hay prácticas que facilitan la participación de los jóvenes, porque se está probando eso. Y me parece que esto hay que incluirlo en el FA, que tiene que ser más amigable. La disminución de la militancia, el empobrecimiento de las organizaciones políticas y la poca participación de los independientes, el enflaquecimiento de los comités, todos esos fueron fenómenos en paralelo –en disminución la curva con el aumento– a la responsabilidad del Gobierno nacional. Y no podemos tener un Gobierno fuerte con una organización política débil, eso hay que equilibrarlo.

EC - ¿Qué responde a quienes objetan las edades de algunos de los candidatos, y en particular la suya? En este sentido: ¿un presidente del FA de 69 años es una buena señal para motivar, para captar a los jóvenes a que participen más?

EA - Creo que no es una buena señal, y aspiraría a que en las decisiones futuras tengamos éxito en ser inclusivos con los jóvenes para que quienes representen a la fuerza y sean más dinámicos en las tomas de decisiones sean las generaciones que están en una edad más activa que la mía. Este país tuvo un corte generacional importante, hoy son pocas las oportunidades que tienen los jóvenes a nivel de decisión en general en muchas cosas, en la academia, en las empresas. Los jóvenes y las mujeres. Pasamos por procesos sociales que fueron muy excluyentes de la juventud, en los que se recortaron sus derechos, y eso hay que recuperarlo. En la política en general, si miramos el Parlamento pasa lo mismo, y en las empresas públicas con algunas excepciones. Un país que va para adelante tiene que tener mucha gente de 40 años que dirija la gestión. Además creo que de más de 65 no debería haber nadie –es una idea personal mía–, si un funcionario público no puede trabajar más en la función pública después de los 65 años, no sé cómo un legislador puede quedar in eternum ahí. Además un presidente puede serlo una vez sola, ¿por qué un legislador parece que fuera vitalicio? Esas cosas hay que cambiarlas, en el sentido de que eso permite una brotación natural, como las plantas, es una renovación natural.

EC - Hablando de cuestionamientos, ¿qué credenciales frenteamplistas tiene usted? Se lo pregunto a partir de preguntas con filo y con crítica que vienen de la audiencia. Por ejemplo, tengo este mensaje de Eduardo, "de 76 pirulos, fundador del FA", que pregunta: "¿Quién es este recién llegado al FA para marcarles pautas a las bases?". ¿Usted es un recién llegado al FA?

EA - Está bueno esto de la propaganda y los programas para aclarar cosas. Primero, yo no soy recién llegado al FA, quizás empecé a militar en el Frente antes que él.

EC - ¿Y por qué viene esta confusión? ¿Por qué hay gente que entiende que usted es un recién llegado?

EA - Yo milité en el FA en Paysandú, vivía en Paysandú en aquellos tiempos. Soy fundador del Comité Segunda Independencia, se puede consultar a los compañeros que creamos ese comité; era en la calle Independencia, donde yo vivía, en mi barrio. Integré la Comisión de Organización en el Paysandú en el 71 cuando se formó el Frente.

EC - Pero ¿por dónde viene esta confusión? ¿Por el hecho de que usted es un hombre del MLN, y el MLN formalmente recién se integró al FA después del regreso a la democracia?

EA - Sí, bastante después. Y el MPP es una organización nueva.

EC - ¿Viene por ahí este tipo de crítica?

EA - Y quizás también por desconocimiento, porque con el MLN adentro o sin el MLN adentro, antes de formarse el MPP o después, yo siempre milité en el FA, porque por suerte el FA es una organización política que no te cobra peaje. Y siempre milité en todas las instancias que pude, cuando estuve libre o cuando estuve en el país. Por tanto tengo conocimiento del Frente, tengo conocimiento de la estructura, tengo conocimiento de los compañeros, y le quiero decir a Eduardo es que nadie en el FA les da clases de lo que tienen que hacer a las bases, por favor. Tenemos que trabajar estructuradamente, no me siento indicador de ninguna cosa a nadie más que un tratamiento fraterno y hacer caminar una cosa común entre todos.

EC - En más de una ocasión ha mencionado la necesidad de crear un sistema de comunicación en el FA. Una idea que también han manejado otros dirigentes de su sector político, por ejemplo la senadora Lucía Topolansky. ¿De qué habla concretamente, qué está proponiendo?

EA - Yo propongo que cuando el FA toma una decisión todos los militantes frenteamplistas reciban ese comunicado del FA. Porque lo que está sucediendo hoy es que, como no tenemos sistemas de comunicación, el que toma la decisión es responsable también de que eso les llegue a todos los frenteamplistas. La responsabilidad no termina cuando se toma la decisión, pero queda colgada en el aire y después eso se multiplica en la sociedad por los medios de comunicación, y cada uno lo dice a su manera, y no es responsabilidad de los medios de comunicación ser trasmisores del FA, no les pagamos un canon para que hagan eso. Es una responsabilidad del FA tener comunicada a su militancia sobre las decisiones que toma, los problemas que está tratando o de las dudas que la gente tenga. Una estructura de gestión tiene que tener la toma de resoluciones y esa resolución tiene que llegar al destinatario, que es el militante frenteamplista.

EC - Para eso el canal no es la estructura que hoy ya existe, el canal no son los comités de base, por ejemplo.

EA - Sí, hoy hay un mecanismo de comunicaciones que es Frente Amplio TV, pero existe de vez en cuando, y hoy tener un sistema de comunicación al instante no cuesta mucho dinero, al Frente le sobran recursos para hacer eso; cuesta decidirlo y organizarlo.

EC - Usted está pensando en Internet. ¿O está pensando en otros canales?

EA - Un sistema de comunicación. Quizás para algunos sectores del Frente tiene que ser escrito en papel, quizás para otros sectores tiene que ser por vía electrónica. Hay que tener un sistema propio de información del FA, interno y también de comunicación a la sociedad.

EC - Siendo el FA Gobierno como es hoy, ¿cuál es el papel del partido y cuál es el papel de esta organización política?

EA - Primero, tiene que tener una conexión fluida con el Gobierno, en el sentido de tener sobre la mesa información constante de las cosas que están sucediendo a nivel de Gobierno. Eso es obligación del Frente.

EC - ¿Y no ocurre hoy?

EA - Porque el Frente fue el que hizo el programa, los ministros todos tienen en el cajón del escritorio el programa del Frente que es lo que debe guiar la gestión, porque eso fue lo que decidió la ciudadanía, más allá de la genialidad que cualquier ministro se sienta que puede tener tiene que cumplir con lo que la ciudadanía votó, 1.200.000 almas le dijeron "lleve adelante ese programa que fue lo que propusimos". Entonces el Frente tiene que estar informado de cómo se va llevando adelante ese programa. Y además, si el Frente funciona en la sociedad y ve que hay problemas o dificultades o cosas que dice la gente que el Frente con sus termómetros no percibe, tiene que avisar.

EC - Ha estado lleno de cortocircuitos este plano de la relación FA-Gobierno en los últimos años.

EA - Sí. Eso hay que simplificarlo para que sea más eficiente. Esa es otra de las áreas –además de los comités de base, de la formación de los militantes– de la gestión del Frente sobre las hay que poner la lupa. La relación con el Gobierno es muy importante, porque además hay cosas que tiene que hacer el Gobierno en las que el FA no se tiene que meter, porque el FA no tiene responsabilidad de gestión ni tiene tiempos de gestión, porque los militantes del Frente, militantes profesionales-profesionales en política son pocos, la mayoría trabaja, hace otras cosas. Un ministro que está conduciendo la gestión en un área está todo el día analizando cuestiones, viendo problemas, resolviendo, y frente a la reacción que tiene lo que hizo hace de nuevo.

La estructura política no es una estructura para la gestión, es una estructura para la acción política, tiene que dedicarse a eso, y el Gobierno tiene que dedicarse a gobernar. Tienen que estar conectados nomás. Y el Gobierno tiene que resolver todos los problemas de hoy, creo que todos los ministros en sus ministerios tienen que resolver los problemas que tienen hoy, y el presidente de la República. El partido político en eso no tiene que entrar, lo que tiene que hacer es garantir la continuidad de su fundamento político en el futuro. Nosotros decimos: el partido es el mañana y el Gobierno es el hoy. Creo que estamos bastante enredados entre sentirnos Gobierno y a veces estar preocupados por las cosas que pasan en el Gobierno, y eso nos llevó a desatender bastante las cosas que debemos hacer, que son las del partido.

EC - ¿La gente está entusiasmada, los frenteamplistas están entusiasmados con esta campaña electoral? Da la impresión de que viene fría la cosa, ¿no?

EA - Estamos en medio de dos elecciones nacionales, nuestro pueblo a esta altura siempre tiene poca participación política, en todos los partidos políticos, pero nosotros decidimos aceptar este desafío, el Frente resolvió hacerlo ahora como Frente, dijo: si no podemos mover a los militantes, si no podemos hacer que la gente participe en la construcción de su cosa, que es su fuerza política, entonces tendremos que hacer un análisis distinto de la realidad. Por ahora vamos a trabajar, a motivarnos, a llamar a la gente, a hacer reuniones, a informar y a resolver entre todos. Veremos qué respuesta tenemos en el pueblo frenteamplista.

EC - ¿Qué meta se fija usted en cuanto a participación? El último antecedente de las internas del FA son 220.000 votos.

EA - Sí; fue en un momento determinado. Yo no tengo un número, si te dijera un número tendría que hacer una ecuación con muchas variables. Pero me parece que si fueran pocos, del orden de los 50.000 o 60.000, sería un fracaso.

EC - Pero ¿220.000 sería satisfactorio?

EA - Sería muy satisfactorio que ahora, con la temperatura política que tiene el país, 200.000 personas vayan a votar en las elecciones del FA, sería una cosa muy auspiciosa.

***

EC - Tengo varias preguntas de los oyentes y consultas como esta de María: "¿Hay forma de comunicarse con Agazzi para plantearle algunas cuestiones?".

EA - Sí, hay formas. Se puede escribir al correo electrónico, se puede ir al blog.

EC - Hay un sitio web: www.vamosdecambio.org.uy. Esa es la base.

EA - Exactamente, esa es la base, esa puede ser. También puede escribir a ernestoagazzi@gmail.com o llamar al 142, que es el teléfono del Palacio Legislativo, y pedir con el escritorio de Agazzi, ahí la van a atender, va a poder dejar su cosa planteada, y en la medida en que pueda le responderé. No podemos estar discutiendo con todos los frenteamplistas uno por uno, pero tratamos de hacerlo.

***

Transcripción: María Lila Ltaif

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