"Poner en juego" la presidencia del FA en las internas fue un "estímulo" al aumento de la votación
El domingo se realizaron las elecciones internas del Frente Amplio (FA), en las que votaron unas 170.000 personas, en comparación con las 223.000 que lo habían hecho en los últimos comicios internos, en 2006. Todavía no se sabe quién será el nuevo presidente del partido, que por primera vez se definirá por la votación directa de los frenteamplistas. En Perspectiva conversó con el politólogo Daniel Chasquetti, integrante de las tertulias del programa, quien manifestó que los comicios internos del FA "más que elecciones son actos de movilización" y agregó que, si bien la votación descendió con respecto a la de 2006, "juntar 170.000 personas en este momento no es una cosa que deba ser pasada por alto". Chasquetti consideró, además, que el "poner en juego" la presidencia del partido fue un "estímulo" a la votación. Con respecto al nuevo presidente, aseguró que "va a ser un actor político de consideración" y tendrá "gran legitimidad" debido a la forma en que fue electo.
(emitido a las 7.45 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Autoridades del Frente Amplio
(FA) valoraron positivamente el resultado primario de las elecciones
internas que se realizaron en el día de ayer. Si se toma en cuenta la
participación tanto dentro como fuera del país, se estima que en total
sufragaron unas 170.000 personas. En los comicios internos anteriores,
los del 2006, habían votado 223.000 frenteamplistas.
Hoy a las
once de la mañana habrá una conferencia de prensa para dar información
oficial sobre la jornada. Ayer, durante la noche, se fueron sucediendo
distintos reportes en las consultas que la producción de En Perspectiva
efectuaba. Según los datos extraoficiales, en Montevideo sufragaron algo
más de 76.000 personas, mientras que en Canelones lo hicieron unas
23.000, en el resto del interior alrededor de 68.000 y en el exterior
unas 2.500.
Dentro del país había más de mil circuitos
habilitados en comités de base y locales de los sectores políticos.
Inicialmente estaba previsto que las mesas cerraran sobre las 19.00, sin
embargo hubo que mantenerlas abiertas hasta las 20.00 y en algunos
casos se votó hasta las 21.30 horas.
¿Quién es el nuevo
presidente del FA? ¿Es Ernesto Agazzi, Juan Castillo, es Enrique Rubio,
es Mónica Xavier? Todavía no se sabe. Por supuesto, tampoco se sabe cómo
queda conformado el nuevo Plenario Nacional y cómo quedan conformados
los Plenarios Departamentales.
El escrutinio recién se
desarrollará a partir del miércoles según algunas versiones, jueves
dicen otras. Lo cierto es que insumirá una semana.
Estamos con el politólogo Daniel Chasquetti, integrante de nuestras tertulias aquí en En Perspectiva.
Los
números son todavía provisorios, tentativos, son los más seguros que
hemos podido obtener. Con esa salvedad, ¿qué consideraciones te merecen?
DANIEL CHASQUETI:
Es
muy poquito todavía. Cuando analizamos una elección normalmente nos
centramos en el resultado y el hecho de no tenerlo limita un poco el
análisis. Lo que tenemos es participación, podemos comparar con
elecciones anteriores, podemos mirar como se distribuye esta votación.
Si lo comparamos con la última elección de 2006, lo que vemos es un
pequeño descenso, lo cual admite múltiples interpretaciones...
EC - Lo de "un pequeño descenso" es relativo. Estamos hablando que en 2006 votaron 223.000 y ahora habrían votado 170.000, o sea 50.000 votos menos.
DC - Es pasar de un 10% del electorado a un 7,5%.
EC O, si se puede medir de otra forma, una caída del 25%, o más.
DC
Claro. Lo primero que tendríamos que pensar es que las elecciones
internas del FA normalmente más que elecciones son actos de movilización
y hasta ahora habían tenido un éxito muy grande. Yo no conozco en el
mundo ningún partido que en sus elecciones internas movilice un 10% del
electorado. Habían llegado a niveles muy altos, y tal vez uno podría
pensar que este descenso suene hasta lógico. Sin embargo deberíamos
agregar otros elementos al análisis: aquí hay un estímulo al aumento,
que era poner en juego la presidencia del partido.
EC - Esa era una novedad de estas elecciones internas.
DC
Exacto. Cuando el premio en disputa aumenta, uno debería esperar más
interés y más participación. Por tanto, si eso no se hubiese hecho tal
vez la participación hubiese sido todavía menor.
EC Sí,
dirigentes del FA que consultó anoche la producción de En Perspectiva
decían que la cifra de votantes terminaba siendo mayor a la que ellos
esperaban, si bien se está lejos de los números de 2006 todos coincidían
en que no se podían comparar las circunstancias, porque en aquel
momento el FA acababa de llegar al Gobierno.
DC Bueno, en
verdad esos son hechos contingentes también. Lo cierto es que lo que
parece bastante claro es que el FA hoy está menos movilizado que en las
anteriores ocasiones y que aun agregando la disputa de la presidencia
como un incentivo para la participación, esa participación cayó. Aquí
tenemos, en cierto modo, fenómenos que no son buenas noticias para el
FA, sobre todo cuando uno empieza a abrir y a mirar la votación.
(...)
De
todas maneras yo no quisiera tampoco poner el grito en el cielo porque
juntar 170.000 personas en este momento no es una cosa que deba ser
pasada por alto. Creo que descendió respecto al momento anterior pero
sigue siendo una buena votación.
EC Ahora, ese número de
170.000 votos, con todas esas consideraciones, ¿cómo juega a la hora de
validar al nuevo presidente del FA, al que por primera vez surge
justamente de las urnas?
DC No lo sabemos todavía. En
principio yo creo que es un presidente con una gran legitimidad. Si se
hubiese llegado a los 220.000 votos o más probablemente esa legitimidad
sería más alta. Esto creo que lo discutimos en cierto momento en una
tertulia, hablábamos de si el presidente del FA electo en forma directa
iba a pasar a ser una figura bastante más fuerte, importante, que la que
por ejemplo había sido hasta ahora Brovetto, porque tenía en sí mismo
algo así como un mandato de los votantes del FA, de los adherentes, que
Brovetto o los anteriores tal vez no podían mostrar. Lo cierto es que
ahora, al ser votado por menos gente, tal vez esa legitimidad o ese
poder simbólico de carácter político disminuye, pero va a ser una figura
importante. Es toda una novedad, nunca ningún partido lo había hecho y
yo creo que quien salga electo va a ser un actor político de
consideración.
EC Para terminar, ¿cómo viste la reunión del
viernes en la que los cuatro candidatos a la presidencia del FA
concurrieron al domicilio de Tabaré Vázquez, se reunieron y tomaron
fotos con él? Al mismo tiempo, Vázquez realizó declaraciones a la
prensa, muy cautas, en las que en definitiva el resumen fue que sigue
evaluando la posibilidad de su regreso a la política activa.
DC
En primer lugar es un reconocimiento al hecho de que Vázquez continúa
siendo el principal líder de la izquierda. Más allá de que Mujica y
Astori son muy bien valorados por la población y de que el que sea el
presidente también va a cumplir un papel, no hay con qué darle a Tabaré
Vázquez en ese sentido: es reconocido por todos los sectores como el
probable candidato a las próximas elecciones nacionales. En segundo
lugar, me parece que es una actitud cooperativa, porque todos se dan
cuenta de que la forma de seguir adelante y de mantener el Gobierno pasa
también por mantener unido al partido y me parece que ese es un acto
bastante inteligente de los candidatos. Y en tercer lugar, porque de esa
foto nadie quería bajarse, nadie quería no sacarse una foto con Tabaré
Vázquez cuando la gente está diciendo en las encuestas que sería
deseable como candidato del FA a la presidencia. El no estar con él, el
no salir en la foto, era una cosa bastante difícil.
Yo creo que
esa es una de las claves que también vamos a tener que mirar:
efectivamente el FA abría la competencia, pero esa competencia fue en
cierto modo pobre. Estas internas naturalmente siempre tienen un
componente de cooperación y otro de conflicto, cooperación porque los
candidatos entran a hacer una campaña sana, sin agresiones que destrocen
al partido, pero a la vez siempre tiene que haber un quantum de
competencia. Cuando uno escuchaba los discursos veía que la
diferenciación era bastante baja, entonces probablemente eso puede
influir en que la gente diga "pero si todos dicen lo mismo en realidad
el resultado, gane quien gane, no va a cambiar". Me parece que solamente
desde la campaña de Mónica Xavier se hizo algún énfasis en decir "acá
está en juego mucha cosa, acá entendemos de manera distinta al FA o el
futuro con respecto a los restantes candidatos". Pero en general
predominó un discurso unitario que a veces lleva a decir "¿y entonces
cuál es la importancia de esta votación?"
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Foto: archivo