La relación entre ambos sectores no pasa por su mejor momento. En las últimas horas Danilo Astori reunió a su grupo político en la agencia Perfil, donde participaron Esteban Valenti, Rafael Michelini, Fernando Lorenzo, Enrique Pintado y Rodolfo Nin Novoa.

Allí analizaron las dos remociones realizadas por el presidente José Mujica, la de Héctor Lescano y la del director Gerardo Rey.

Si bien no trascendieron detalles, se supo que existe malestar y dolor con las decisiones que, afirman, no fueron comunicadas al sector.

Astori espera la llamada de Mujica para reunirse.

Según pudo saber El Espectador, esa reunión no está prevista para este sábado.

La senadora Lucía Topolansky afirmó que el mandatario trabaja en su tractor desde la mañana y no tiene en agenda nada previsto.

"Con Astori se ven todos los lunes en el consejo de Ministros" fue lo único que declaró.

En el MPP, fuentes consultadas confiaron que hay malestar con dirigentes del FLS porque utilizar el Twitter como "confesionario" y dicen cualquier cosa.

Agregan que hay varios que están "embarrando la cancha" y que no dan la cara.

Aseguran las fuentes que los cargos no son para eternizarse y que la postura adoptada por Mujica es novedosa.

Sobre inminentes cambios en el BROU, donde hay dirigentes del FLS hace siete años, como su presidente, las fuentes dijeron que no se puede comprarar el Ministerio de Turismo con la importancia del Banco.

También señalaron que la encuesta de Factum fue encargada adrede, mostrando que Lescano es el ministro con mejor imagen, pero aseguraron que "le tocó una cartera livianita" y que es "fácil destacarse en ella".

No obstante afirmaron que con esos números, Lescano puede iniciar una campaña y le va a ir muy bien.

A Lescano le fue ofrecida la Embajada en los EE.UU pero declinó el ofrecimiento.

Desde el MPP se resta trascendencia al malestar que se aduce del FLS pero se recuerda que hay dos motivos que se "bancaron": pPor un lado las agresiones en la campaña electoral interna del FA, y por otro que Astori incumpliera el acuerdo de no hacer campaña, tal como lo pidió Mujica.