Entrevistas

Larrañaga: medidas del Gobierno para garantizar la seguridad son "un conjunto de vaguedades"

Larrañaga: medidas del Gobierno para garantizar la seguridad son "un conjunto de vaguedades"

El Gobierno presentó ayer un documento denominado "Estrategia por la Vida y Convivencia", en el que se establece un paquete de quince medidas para garantizar la seguridad y combatir la violencia. Para conocer el punto de vista de la oposición con respecto al anuncio, En Perspectiva conversó con el senador nacionalista Jorge Larrañaga, líder de Alianza Nacional, que expresó una "enorme preocupación", por entender que las medidas anunciadas son "un conjunto de vaguedades". Según afirmó el senador, el documento "revela que lamentablemente no hay un plan de combate contra la inseguridad pública". Consideró que si bien hay medidas "acertadas", hay otras que son "peligrosas" y "profundamente equivocadas". Una de ellas, según entiende Larrañaga, es la de la legalización controlada de la marihuana. El senador aseguró, además, que dicha medida es una "cortina de humo" para "esconder los problemas de la educación, de la salud, de Pluna y de la propia inseguridad".


(emitido a las 7.31 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"15 medidas para garantizar la seguridad. El Gobierno anunció un paquete para garantizar los derechos humanos y la seguridad de sus habitantes".

Así titula esta mañana el diario La República, que hace de este asunto su principal destaque.

Otro enfoque en la prensa de hoy, el del diario El País: "Plan global del Gobierno contra inseguridad". Hay que crear una "nueva cultura". Aumento de penas y control de contenido de los medios son algunas de las disposiciones.

Veamos como introduce El País su visión de las novedades de anoche, que viene acompañada de la fotografía tomada en la conferencia de prensa en la que se ve a quienes fueron los voceros. "El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, y los ministros Eduardo Bonomi, de Interior, Daniel Olesker, de Desarrollo Social, y Eleuterio Fernández Huidobro, de Defensa Nacional, dieron a conocer 15 medidas tendientes a combatir la inseguridad".

En un documento denominado "Estrategia por la Vida y Convivencia", el Ejecutivo fundamenta las iniciativas desde un plano filosófico. Considera que existe una "emergencia de la violencia" que va en línea con una "pérdida del respeto por la vida" y un "deterioro de la convivencia". Según el Gobierno, hay un temor colectivo en los espacios públicos. "El discurso tradicional de la izquierda sobre inseguridad hoy no es suficiente y es necesario reformular los valores construidos en dictadura y durante las políticas neoliberales de los años 90. Estas conductas están ligadas a una manera de encarar la vida desde la visión del éxito individual y la búsqueda incesante de mayores niveles de consumo", sostiene el documento.

Con el objetivo de revertir una "tendencia basada en la intolerancia", las medidas incluyen la posibilidad de controlar los contenidos de los canales de televisión que exaltan la violencia en el horario de protección al menor, mientras que, por otro lado, se endurecen las penas a menores por delitos graves, a vendedores de pasta base y también a los policías corruptos.

La lista de medidas es más larga. Incluye también, por ejemplo, el fortalecimiento del sistema de centros de mediación y negociación de conflicto en algunas zonas del área metropolitana. Se habla, además, de que en la educación media se combine una intervención que amalgame la participación y la organización estudiantil junto a la mediación de conflictos. En los liceos se instalará un dispositivo para capacitar e instalar la figura de los jóvenes mediadores.

Se introduce el concepto de las plazas de convivencia. Se propone generar nuevas centralidades en algunos barrios del área metropolitana a través de plazas de convivencia con equipamientos que tendrán infraestructura deportiva, espacios para actividades culturales y equipamiento para actividades sociales y recreativas. A su vez, se instalarán servicios públicos orientados a la integración social, realizando sinergia con programas e iniciativas que ya implementan ministerios y organismos del Gobierno.

Por otro lado está, claro, lo que quizás más ha dado que hablar, que es la legalización regulada y controlada de la marihuana.

Vamos a profundizar en este tema en distintos enfoques esta mañana, en este momento me interesa escuchar al senador Jorge Larrañaga, líder de Alianza Nacional, en el Partido Nacional (PN).

Usted tuvo tiempo ayer de observar la conferencia de prensa, pero también supongo ya ha podido leer y releer el documento de 20 páginas que se difundió luego. ¿Tiene una primera evaluación en general?

JORGE LARRAÑAGA:
Una enorme preocupación. Creo que es un conjunto de vaguedades. En 20 páginas se utiliza una sola vez la palabra "represión". Hay una visión ideologizada, la culpa es de los otros, es del neoliberalismo de los 90, de la crisis del 2002, de los medios de oposición. No hay ni una sola cifra sobre la delincuencia.

Por supuesto que hay medidas acertadas, y hay otras que son peligrosas. Frente a la necesidad de medidas de alto impacto, en un mensaje claro de que la seguridad es una prioridad, tres ministros y el secretario de la Presidencia nos dicen "vamos a controlar el tránsito y vamos a hacer plazas con el rimbombante nombre de ‘plazas de convivencia’ como la Líber Seregni", dos por año. No han podido hacer escuelas y van a hacer plazas.

Yo creo que es preocupante porque revela que lamentablemente no hay un plan de combate contra la inseguridad pública. En el Parlamento hemos presentado distintas medidas legislativas, violencia doméstica, reparación de las víctimas, agravamiento de las penas de los adolescentes... Muchas de ellas las ha presentado el PN, y los restantes partidos de la oposición, y estamos dispuestos a levantar la mano mañana ni bien se pongan de acuerdo dentro de la mayoría del Frente Amplio (FA).

Pero nos preocupa que existan algunas otras medidas que yo creo que son profundamente equivocadas, como es el tema de la liberalización de la venta de la marihuana. Es una droga contra la otra, es incontrolable. Eso va a propagarse hacia adolescentes, hacia menores. Bajo el pretexto de un tráfico ilegal va a derivar en otro tráfico ilegal, clandestino, aparte de que es una paradoja legalizar una droga más allá de que se exprese de que también están otras drogas que son legalizadas y de consumo de la población.

Y por último, como reflexión primaria, me parece preocupante todo lo que significa el control de los contenidos en los medios de comunicación, porque la Constitución prohíbe la censura previa, de acuerdo al artículo 29. Si hay un control posterior, evidentemente todos los medios de comunicación van a tener una suerte de autocensura, porque de hecho va a regir la censura previa. Si un medio sabe que de publicar determinado contenido va a tener la exposición a medidas, a penas, a multas, es evidente que se va a limitar en esos contenidos y me parece que esto afecta la libertad de prensa y todo lo que tiene que ver con disposiciones constitucionales.

EC – Usted mencionaba recién que algunas de las medidas que se dan a conocer en este paquete recogen ideas, propuestas, que desde la oposición se han planteado en los últimos tiempos. El Gobierno puede decir, y quizás diga, "sí, efectivamente, pero las incorporamos en un paquete de medidas porque entendemos –y eso se dijo ayer expresamente– que el enfrentamiento a la violencia y a la inseguridad requiere un enfoque integral, y por eso es que damos a conocer un conjunto como este, acompañado además de la exhortación a la reflexión en la sociedad uruguaya a propósito de cuáles son las causas de lo que está ocurriendo y qué puede hacer cada uno de nosotros a efectos de modificar ese escenario". ¿Qué dice usted sobre este, que en definitiva es el planteo, cuál es el problema de que se recojan algunas ideas de la oposición?

JL – No, no hay problema, lo estoy expresando simplemente como hecho compartible. Lo que me preocupa es que el desencadenante de este paquete de medidas haya sido una acumulación de hechos de violencia, de homicidios, del incremento de rapiñas, que ascendió a 16.000 el año pasado, entre otros elementos, una suerte de alarma de la opinión pública. Antes de todo ello, este plan aparentemente no era requerible ni necesario por parte del Gobierno.

Lo que creo que duele y preocupa es llegar tarde a la solución de los problemas, porque hace cuatro años que estamos proponiendo incrementar las penas a los adolescentes infractores y establecer un mínimo para evitar la discrecionalidad de los jueces.

EC – Desde el Gobierno le pueden responder: "Está bien, quizá sea tarde, pero se está reaccionando". Se supone que la oposición tiene que estar de acuerdo con que finalmente se reaccione.

JL – Sí, lo acompañaremos. Pero me parece que todo esto reactivo desde una visión con un contenido ideológico, donde la responsabilidad y la culpa nunca la tiene el Gobierno, la tienen los otros. La tiene la oposición, la tiene los medios, la tiene las políticas de los gobiernos anteriores. Eso es lo preocupante.

Vamos a estar respaldando muchas de las medidas legislativas, ¿quién no puede querer modificar el código de faltas y que existan juzgados de faltas para ello? ¿Quién no quiere llevar adelante un agravamiento de las penas como lo hemos propuesto para equiparar el narcotráfico al tráfico de pasta base? Porque la pasta base mata y hay que generar modificaciones a toda la legislación. ¿Quién no quiere llevar adelante modificaciones al Código de la Niñez?

Ahora, debajo de la piedra está el cangrejo. En lo que tiene que ver con la regulación de los contenidos en los medios, yo creo que esto es preocupante. Me parece que supervisar el contenido de los medios, de las redes sociales, del Facebook, del Twitter, es una medida que va a contrapelo de libertades garantizadas por la Constitución nacional.

Por supuesto que vamos a estar respaldando medidas policiales en cuanto a la redistribución por áreas geográficas, a la medición por resultados. Pero paralelamente, todo el tema de la marihuana significa una cortina de humo para esconder los problemas de la educación, de la salud, de Pluna, de la propia inseguridad...

EC - ¿Para usted las medidas que se plantean con respecto a la marihuana son una "cortina de humo"? ¿está pensada a esos efectos?

JL – Yo no le puedo atribuir otra consecuencia. Hay varios proyectos que se están discutiendo en el Parlamento desde hace mucho tiempo; sin embargo, no hubo un detonante de este tema con anterioridad. Se detonó ayer en los medios de comunicación para generar un amplísimo debate de antesdeayer a ayer. Y en el día de ayer se anuncian las medidas por parte de tres ministros y el secretario de la Presidencia, parece más que nada una suerte de transacción interna con algún partido que propicia precisamente ésta situación, que me parece que va a agravar todo lo que hace referencia al tráfico de drogas y fundamentalmente a algo que no se va a evitar, que es el consumo de pasta base. Una cosa son los consumidores de marihuana y otra cosa bien diferente son los que refieren en la pasta base.

EC – Pero usted dijo que era una cortina de humo para ocultar otros asuntos, sobre eso le estaba consultando.

JL – Sí. No están en el medio de la mesa todos los temas de la inseguridad pública, no está el tema de Pluna, que es gravísimo, no está el tema de la educación. No hay una sola referencia a la educación como elemento central para combatir la delincuencia y la inseguridad pública. La gran revolución en este país es la revolución de la educación y sin embargo en el mismo momento que se larga la discusión sobre la legalización de la venta de la marihuana se está incumpliendo con el acuerdo educativo que se firmó el 23 de febrero pasado, porque no se está aplicando por parte del Codicen todo lo que tiene que ver con el plan ProMejora. Creo que estos son elementos preocupantes.

No se trata de ser una oposición por la oposición misma, vamos a estar respaldando las medidas legislativas que consideremos susceptibles de ser apoyables. Vamos a estar deseándole éxito a un plan de estas características porque no estamos afiliados "al cuanto peor, mejor".

Pero no vemos detrás de esto un verdadero plan director diseñado técnicamente para luchar contra la delincuencia, para disminuir la inseguridad pública, para proteger al ciudadano honesto y que trabaja, para llevar adelante la necesidad de darle respuestas a la gente, que es lo que está reclamando.

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Foto: archivo

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