Psicóloga Nancy Alonso (Manantiales): legalizar la marihuana no es "ni preventivo ni educativo"
El Gobierno defendió la iniciativa de legalizar la producción y el comercio de la marihuana argumentando que esta medida achicará el problema del narcotráfico y reducirá una de las vías de acceso a la pasta base. Para conocer otro punto de vista sobre este asunto, En Perspectiva entrevistó a la psicóloga Nancy Alonso, de la Fundación Manantiales, una institución que en la actualidad brinda tratamiento a unos 100 jóvenes con adicciones de distintos tipos. La especialista dijo que "desde el lugar de la fundación, no es para nada operativo ni preventivo legalizar la marihuana como una forma de controlar el consumo de la droga o de sustituir el consumo de pasta base". Argumentó que "la marihuana también es una sustancia que produce adicción", entonces no se evitaría "el problema, que son los adictos". Alonso opinó que "el camino es tener una educación familiar, una educación en valores, en cuanto a los medios", y añadió que "tienen que existir campañas para que la gente sepa que el consumo de sustancias es un problema". Con una "buena educación social y afectiva se reduciría bastante el consumo", sintetizó la psicóloga.
(emitido a las 9.05 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El debate está planteado. La iniciativa del Gobierno de legalizar la producción y el comercio de la marihuana con el control del Estado promete ser uno de los grandes temas de debate para los uruguayos en los próximos meses.
Para fundamentar su propuesta, el Poder Ejecutivo maneja dos argumentos básicos: por un lado, que esta medida achicaría el problema del narcotráfico en Uruguay, y por otro, que también tendría un efecto en el consumo de drogas, porque habría ahora en marihuana un consumo supervisado, controlado, y se reduciría una vía de acceso a la pasta base.
Según explicó en conferencia de prensa el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, la prohibición vigente de "ciertas drogas" le está creando al país "más problemas que las drogas en sí mismas", y situaciones similares son "visibles en países vecinos" con problemas "desastrosos". Como ejemplo, Fernández Huidobro citó la "dramática situación" de violencia que genera el narcotráfico en "México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Brasil, y ahora empieza en Ecuador". Y enfatizó: "En Uruguay no queremos que nos pase lo mismo, no queremos, por ejemplo, la acumulación de ajustes de cuentas".
Hoy en día, según el ministro, los consumidores de marihuana "conocen a los traficantes, los ocultan y los protegen" para asegurarse el suministro de la droga que precisan. Mientras tanto, aumentan los enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes, lo que está incidiendo en el crecimiento fuerte de la tasa de homicidios en Uruguay.
Esta mañana les proponemos escuchar otras opiniones, concretamente vamos a la Fundación Manantiales, que trabaja con adictos.
¿Cómo vieron esta idea del Gobierno? ¿Qué efectos entienden que podría tener? ¿Los chicos que se atienden allí ya tienen algún comentario que realizar, han hablado del asunto?
Estamos con la licenciada en Psicología Nancy Alonso.
La Fundación Manantiales atiende a unos 100 chicos actualmente en distintos tratamientos. Ustedes brindan servicios de internación, tratamiento ambulatorio, centro diurno, tratamiento diferencial. Estamos hablando de una institución en la que hay pagar por esos tratamientos, ¿verdad?
NANCY ALONSO:
Sí, claro, hay que pagar, pero a veces también hay convenios con INAU y para conseguir becas. En un principio todo tratamiento se paga, pero el dinero no es el tema para decir que no se puede acceder al tratamiento.
EC - ¿En qué lugares del Uruguay desarrollan la actividad?
NA - Acá en Montevideo. Y también hay un pequeño centro en Punta del Este.
EC - Todavía falta conocer los detalles del proyecto de ley que el Gobierno prepara para introducir la legalización de la producción y el comercio de marihuana con control del Estado. De todos modos, con la información disponible, ¿qué impresión tienen a propósito de este anuncio?
NA - El anuncio de la legalización de la venta de marihuana. Desde el lugar de la fundación no es para nada operativo ni preventivo legalizar la marihuana como una forma de controlar el consumo de la droga, como una forma de sustituir el consumo de pasta base por el consumo de marihuana. Son dos sustancias diferentes. La marihuana también es una sustancia que produce adicción, entonces no evitaríamos lo que en realidad es el problema, que son los adictos, el consumo. Si razonamos, el alcohol está legalizado y sin embargo hace poco tiempo en estudios estadísticos ha salido que es la droga que más se consume en el Uruguay. Entonces habría que cuestionar que no tiene un fin para nada preventivo ni para nada educativo ni para nada sustituto de nada ni va a alivianar ninguna otra conducta.
EC - El Gobierno maneja varios argumentos. Uno de ellos es la incidencia en el consumo. Entienden que el control de la producción y la comercialización tiene una serie de ventajas. Primero, ya de pique, garantías en cuanto a la calidad del producto marihuana que pasará a consumirse de ahora en adelante. Segundo, la posibilidad de hacer un seguimiento de los consumidores que llegue incluso a impedir los excesos, los consumos problemáticos. ¿Qué dice sobre esos dos aspectos?
NA - Desde lo teórico suena bien, pero en la práctica es inoperativo, porque va a seguir existiendo tráfico, va a seguir existiendo la venta ilícita, desde lo teórico puede sonar como un argumento positivo, pero en la realidad no va a ser así.
EC - ¿Por qué dice que va a seguir existiendo la venta ilícita?
NA - Es como todo, como el tabaco, del que también hay venta ilícita. No se va a impedir que se siga comercializando, creo que quienes están en la comercialización de este tipo de sustancias no van a decir: "Ahora no lo vamos a poder hacer más porque está legalizado". Quizás se potencien otras cosas. Ya le digo, desde lo teórico puede ser interesante, pero en la práctica no se va a impedir absolutamente nada, no se va a impedir que sigan existiendo el tráfico y la venta. Además no es la única droga que se vende o que se compra, hay otras drogas que también se compran, y eso seguirá existiendo. Me parece un punto de vista teórico interesante, pero habría que verlo en la práctica, que supongo que no tendría resultado.
EC - También se señala que al separar el mercado de la marihuana, que pasaría a ser legal y regulado, del mercado de las drogas más duras, se corta un canal de comunicación que muchas veces lleva a un consumidor de marihuana a terminar consumiendo pasta base por el contacto que tiene con el vendedor. En determinado momento no hay marihuana y entonces le ofrece pasta base, o simplemente le ofrece pasta base para que la pruebe como un escalón siguiente. ¿Qué dice usted de este otro aspecto?
NA - En realidad no se va a separar, no van a desaparecer los lugares donde se venden otras drogas. La persona que elige la droga, la persona que se va a drogar, sabe qué es lo que va a consumir y elige una droga. Repito, desde lo teórico puede ser: separamos el consumo, entonces no va a haber más tentaciones, no tengo esta sustancia pero tengo esta otra, a ver si te sirve. No tenemos que olvidar que estamos hablando de personas que son adictas, y el adicto no está libre de caer en el consumo de una sustancia, entonces va a buscar la sustancia que consume, va a elegir la sustancia, no es "porque no hay marihuana voy a tomar pasta base". Porque además los efectos son diferentes, la pasta base tiene un efecto muy corto, y es superdiferente de la marihuana, la marihuana produce sueño, produce hambre, es una especie de tranquilizante.
Además hay una cosa importante que tenemos que dejar en claro: la marihuana tiene consecuencias bastante negativas sobre el ser humano, afecta el sistema nervioso, afecta los pulmones, el estado de conciencia, hay una apatía, puede provocar depresión y después de mucho tiempo de consumo se puede llegar a la psicosis o a la esquizofrenia. No es una cosa inofensiva, no es "un cigarro de marihuana no pasa nada". Si nos basamos en el derecho a la salud y el derecho a la vida, tenemos que fomentar desde todos los lugares posibles el derecho a la salud y no decir "esto te va a hacer menos daño". Desde lo teórico, porque en lo práctico no es para nada real.
EC - Está bueno que usted enfatice en los problemas de la marihuana, porque para empezar se la coloca en la categoría de drogas blandas y tiende a vérsela de una manera más condescendiente que a las otras.
NA - Claro, y después se puede argumentar también lo que dice mucha gente que consume marihuana: "No, pero si la marihuana en definitiva es menos mala que el cigarro, en realidad no es tan mala". Entonces con la legalización se estaría diciendo: "Ven que no era tan mala, porque se está legalizando". Y no es real, estamos hablando de una droga, blanda o dura, es una droga que afecta los estados de conciencia, que se utiliza. Para ser adicto y consumir una droga tenés que tener una predisposición psicológica, por lo tanto el consumo de cualquier sustancia no solo de la marihuana, pero ahora estamos hablando de la marihuana te permite enfrentar y hacer cosas, atreverte a cosas porque estás consumiendo, cuando lo adecuado, lo superbueno sería que educáramos desde edades muy tempranas a nuestros hijos en el tema de los valores, en del respeto, de la autoestima, que puedo expresar lo que quiero y lo que siento siempre y cuando respete a los demás. Habría que hacer escuelas para padres. Yo creo que la mejor manera de controlar todo el tema de la droga y el consumo de droga, y el tema de la violencia y todo lo que está pasando a nivel social sería reestructurar todo un tema de educación, pero en todas las áreas, no estoy hablando de la educación primaria o secundaria, sino de la educación para padres, la educación en valores, la educación sobre el daño real que producen las drogas.
EC - Enseguida quiero profundizar con usted en eso, porque la pregunta que surge a partir de las objeciones que usted formula es: ¿y entonces cuál es el camino?
Pero permítame pasar antes al otro gran argumento que el Gobierno ha esgrimido para fundamentar esta propuesta de legalizar con control del Estado la producción y distribución de la marihuana, que es que se estaría golpeando al narcotráfico. Ayer el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, cuando lo entrevistábamos aquí en En Perspectiva decía: "Una parte del narcotráfico va a quedar sensiblemente disminuida por la legalización de una de las drogas que más se consumen". Y efectivamente, según los datos de las encuestas de la Junta Nacional de Drogas, de las drogas ilegales la más consumida es la marihuana. Entonces se desarticularía una parte del negocio del narcotráfico y por lo tanto una parte de la problemática asociada al narcotráfico, violencia, enfrentamientos, cárteles, etcétera. ¿Qué dice usted?
NA - ¿Sabe lo que pasa? Que no es una única droga que se trafica. Desde lo teórico todo puede resultar viable, desde lo teórico uno hace una carrera también y después en la práctica se da cuenta de que es diferente de aquello en lo que uno se preparó. Desde mi punto de vista no se puede sostener que se va a cortar con el narcotráfico porque se legalice la marihuana. Como le dije, no solo se vende ni se trafica marihuana, hay otras drogas, cocaína, pasta base y otras drogas más, los ácidos. Entonces el contrabando no se modificaría en absoluto, quizás (la legalización) hasta serviría para decir que hay una parte que se hace legal y otra que se hace ilegal. Estoy pensando en otras sustancias, por ejemplo adictos a las pastillas... Se siguen vendiendo por receta médica, pero cuántas veces se encuentran laboratorios clandestinos de elaboración de pastillas. No se puede evitar eso, las trasgresiones no se pueden evitar desde lo prohíbo o no lo prohíbo, sino creo con la educación de verdad, porque si hay quien vende es porque hay quien compra, y tenemos que ir a que la gente no compre y no consuma, pero no por el simple hecho de que consumir es malo, sino porque se sepa realmente por qué no consumir y desde pequeños enseñarles a nuestros hijos a poder decir que no al consumo de cualquier sustancia, no solo de la marihuana.
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EC - ¿Ya han tenido tiempo de discutir con los jóvenes que se están atendiendo en la Fundación Manantiales este tema que se instaló con tanta fuerza en la agenda nacional?
NA - Sí, hemos hablado con algunos de los chicos. Uno de los argumentos es que se va a consumir menos pasta base porque se va a consumir más marihuana, y yo le decía a uno de los chicos que sería interesante que quien ha consumido distintas sustancias pudiera decir que eso no es así, porque es diferente el tema del consumo y el efecto que produce, no es lo mismo. Las personas que están aquí en recuperación, que lo han vivido y que pueden decir, dicen que no es lo mismo, que jamás quien consume pasta base va a decir: "Me voy a consumir un cigarro de marihuana porque no quiero consumir pasta base", porque es absolutamente diferente.
EC - ¿Y qué entienden que va a producir la legalización de la marihuana?
NA - Ellos dicen que la legalización de la marihuana no va a ayudar en nada, piensan que va a haber más consumo o se va a dejar ver más el consumo que hay, pero a niveles terapéuticos, desde el lugar de ellos piensan que no sería operativo, no aportaría nada. Y yo desde el lugar profesional digo lo mismo, creo que terapéuticamente no aportaría nada la legalización de la marihuana.
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EC - Varios oyentes que escuchan su punto de vista están impresionados porque lo ven muy negativo, demasiado cerrado. ¿Qué dice usted?
NA - La opinión es libre, a uno les parecerá cerrado y a otros les parecerá estupendo. El tema no es si es cerrado o demasiado negativo, el tema no es negativo ni positivo, es real, y me encantaría que todos los oyentes que piensan que la postura es demasiado negativa estuvieran en contacto con gente que tiene problema de adicciones, ya sea al alcohol, ya sea a la marihuana, a cualquier sustancia, ahí realmente verían que no es nada inofensivo, que no es algo que no causa problemas, sino que es algo que requiere un tratamiento. Entonces más que negativo yo diría que es realista, y para poder llegar a una sociedad que tenga una calidad de vida bastante mejor en cuanto al no consumo y a la no violencia, tendríamos que plantearnos por qué se ha llegado a todo esto y por qué ahora se ve una medida como la posibilidad de legalizar algo que además atenta contra la salud y los estados de conciencia, más que nada.
EC - Pero le preguntan: "Con el razonamiento suyo, también habría que mantener ilegal todo lo que tiene que ver con el alcohol, la producción, la comercialización".
NA - Está bárbaro el argumento, el alcohol por supuesto que está legalizado, sin embargo según las estadísticas es mayor el consumo de alcohol que drogas en el Uruguay. O sea que el hecho de que esté legalizado no ha impedido que siga existiendo gente adicta al alcohol dicho por personas que tienen problemas con el alcohol, está disponible en cualquier parte y además podés beber en cualquier parte, eso no ha evitado que se lo consuma. Es una cosa de bastante lógica y simple de ver, realmente es una problemática, legal o ilegal, no tenemos que perder de vista que el problema es el consumo de sustancias y todas las consecuencias que eso tiene en la sociedad, en generaciones enteras, en los chicos de 12, 13, 14, 15, 20 años, que tienen después una modalidad de vínculos y de relacionamiento con la sociedad bastante aceptada porque se relacionan a través de una sustancia.
EC - La pregunta siguiente es: ¿entonces cuál es la alternativa? Ustedes no comparten este camino, y supongo que tampoco comparten otro proyecto que estaba en curso de negociación en el Parlamento que es el de autorizar el autocultivo.
NA - No, claro.
EC - Entonces, si el camino no es ese, ¿cuál es?
NA - Lo que decíamos al principio, el camino es tener una educación familiar, una educación en valores, una educación en cuanto a los medios, tienen que existir campañas para que la gente sepa que el consumo de sustancias es un problema, lo que significa ser un adicto y los problemas que eso conlleva, que no solo destruye a quien consume, sino que se destruye familias, se destruye lo que está alrededor, a nivel social se destruyen los vínculos, porque las drogas también producen mucho aislamiento y alienaciones y grupos, el contacto con el resto que no consume se hace cada vez más esporádico y más aislado. Entonces lo importante es que desde temprano, desde pequeños a nuestros hijos les enseñemos los valores, les enseñemos a expresar lo que sienten, trabajemos su autoestima, trabajemos el valor de la familia. Siempre hubo gente que consumió, pero no a estos niveles de ahora, y supongo que con una buena educación social y afectiva se reduciría bastante el consumo.
EC - Pero suponiendo que la solución sea esa, la educación, la advertencia, la creación de conciencia, ¿mientras tanto?
NA - Mientras tanto, todas las instituciones que estamos dedicadas a ayudar a quienes están consumiendo sustancias, las instituciones que se dedican a las adicciones debemos tener las puertas abiertas para seguir luchando y trabajando con estas generaciones que son bastante afectadas por esta situación, tratar de ayudar y de mentalizar y de hacer como hacemos todos los días en la Fundación Manantiales, el solo por hoy elegir lo que me hace bien, solo por hoy elegir la vida, solo por hoy elegir encarar la realidad, solo por hoy creer en mí, todas esas cosas. Mientras, usemos todos los sistemas, como dicen los chicos acá, para poder salir de un problema real y grave que tiene el Uruguay.
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Transcripción: María Lila Ltaif
Fotos: Fundación Manantiales