El artículo tres de la convención de Viena prevé que lo países firmantes deben penar "la producción, la fabricación, la extracción, la preparación y la oferta para la venta" de cualquier sustancia estupefaciente.

Si Uruguay viola el tratado no será sancionado, pero lo pondrá en una situación delicada a nivel internacional, según publicó este domingo  El País.