Arana aspira a defender a un gobierno progresista desde el Senado
El intendente de Montevideo puntualiza que en ningún momento consideró asumir al frente del anunciado "megaministerio" de asuntos sociales. La Vertiente Artiguista enfatiza en la necesidad de capacitación, pensar la riqueza del país no sólo en bienes materiales sino apostar a las neuronas, que están muy subvaluadas.
(Emitido a las 09.10)
EMILIANO COTELO:
El intendente de Montevideo, Mariano Arana, es ahora el primer candidato al Senado por la Vertiente Artiguista (VA). Y, según algunos trascendidos, es también la carta que jugará la izquierda para encabezar un megaministerio dedicado a los asuntos sociales. ¿Qué hay de cierto en eso? Pero además, ¿por qué resolvió asumir un papel tan activo en esta campaña electoral?
Vamos a conversarlo en los próximos minutos con arquitecto Mariano Arana. Usted ya fue senador en el período 1990-1995; después intendente de Montevideo durante dos períodos. ¿Qué edad tiene?
MARIANO ARANA:
71 años.
EC - ¿No estaba pensando más bien en apartarse de la política?
MA - La verdad es que siempre pensé que hay que dejar espacio a la muchachada joven que, por lo menos en el ámbito político uruguayo, no parece tener siempre las mejores oportunidades. Traté de dar un posible mensaje con la designación de Laura Fernández -una persona de 28 años que terminó su carrera de Derecho-, una vez que María Julia Muñoz (que fue un puntal muy fuerte, muy importante en todo lo que tiene que ver con el gobierno municipal de Montevideo) , como es sabido ganó el concurso al que se había presentado en su área específica, que es la medicina; todo el mundo suponía que era abogada.
EC - Ganó el concurso en el Casmu.
MA - Efectivamente. Después de algunas dudas, porque pensé que era un cargo muy expuesto, para el que quizás se requería otra experiencia, pero finalmente dije: después de estar cuatro años en la Junta Departamental como una de las personas referentes de nuestro grupo político, ¿por qué no darle una oportunidad? Y la verdad es que lo está haciendo muy pero muy bien.
EC - Yo le preguntaba si usted efectivamente pensaba en retirarse, en dejar la actividad política.
MA - Yo pensé que se podía dejar más opciones a gente de menos edad, con mucho empuje. Las cosas se dan de pronto como se dan.
EC - ¿Por qué vuelve a ser primer candidato al Senado por la VA?
MA - Tratando de ser consecuente y de alguna manera asumir un compromiso colectivo muy insistente de todos mis compañeros de una organización que surgió precisamente en un momento en que el Frente Amplio (FA) tenía una crisis muy significativa, después de la separación de la lista 99, quince años atrás. En aquel momento vino a verme gente muy respetada, muy querida por mí, con la que hemos estado muy juntos desde hace un tiempo: gente como el senador Rubio, Martín Ponce de León... Y vino a mi propia casa nada menos que el referente para mí muy admirado, desde que era un muchacho en la FEUU, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, ese gran ciudadano y ese gran militante sindical, excelente componedor y tejedor, como le llamaba el hoy senador Eleuterio Fernández Huidobro, que fue Héctor Rodríguez. Ese compromiso frente a mis propios compañeros, ese compromiso que también asumí, vamos a decir la verdad, para mí también muy fuerte, con una de esas personalidades a las que me tocó conocer con gran satisfacción personal hace ahora veinte años, que fue el general Seregni.
EC - Usted ha hablado de un compromiso que asumió con el general Seregni poco tiempo antes de que falleciera. ¿Qué tipo de compromiso?
MA - Bastante antes de su fallecimiento, muchos de nosotros sabíamos que tenía una vida acotada, afectado como estaba por una enfermedad terminal. Desde bastante antes de trasladarme a acompañar la delegación encabezada por el doctor Tabaré Vázquez a Washington (que para nosotros fue absolutamente trascendental) me había pedido enviar un mensaje personal a nuestro compatriota Enrique Iglesias, a quien por otra parte conozco desde antes de que se recibiera de contador. Sabido es que había un respeto mutuo y una muy buena amistad entre Enrique Iglesias y Seregni. Aparte de eso me insistió mucho: "Mirá, Mariano, tendrías que hacer tal cosa; no dejes, por favor, de ayudar en esta circunstancia muy particular que parece darse en Uruguay", lo que creo que efectivamente se va a dar el 31 de octubre. Para mí Seregni fue una especie de padre, uno casi lo sentía como un abuelo, por más de que no habría una diferencia de edad como para eso; un consejero, para mí una referencia no solamente política sino verdaderamente ética. Me tocó mucho eso, y ...
EC - ¿Implicaba que usted apareciera como, no sé, un continuador, un seguidor de las ideas de Seregni? ¿Era por eso?
MA - No, no; no pretendo de ninguna manera eso, ni era ése el contenido. Me insistió: "Tú dentro de la Vertiente tenés una posibilidad de ayudar a que Tabaré Vázquez, el Frente y todas esas fuerzas progresistas puedan llegar al gobierno. Tú tenés que activar, no basta ser un ciudadano que vote, milite y acompañe, sino que de alguna manera debes contribuir..." Son esas cosas que a uno lo tocan muy profundamente. Sabiendo su situación personal, su disminución física pero no intelectual... porque eso fue lo que sorprendió hasta muy poquito antes de su fallecimiento; incluso al retorno de Washington lo primero que hice fue ir a verlo, lo vi sonreír con una satisfacción extraordinaria cuando le contamos minuciosamente todo aquello que después fue bastante conocido a nivel público.
EC - Al pasar usted mencionó algo que también ha citado otras veces: que el general Seregni le pidió que llevara al contador Enrique Iglesias un mensaje de su parte. ¿Cuál era ese mensaje?
MA - No era nada espectacular, simplemente insistirle: "Enrique, fijate que ahora, como difícilmente se hubiera dado una confluencia de circunstancias, no solamente nacionales sino regionales, se da la oportunidad de que Uruguay, pero también la región, tenga una alternativa diferente, y nos importaría mucho que tú pudieras acompañar, si fuese tu vocación, una instancia de gobierno de esta naturaleza, o por lo menos impulsar" (y descartábamos, por cierto, que era su voluntad, como la expresó), "acompañar, contribuir de alguna manera a llevar adelante muy responsablemente y con orientaciones que atiendan no solamente el crecimiento necesario que todo el país requiere y ciertamente Uruguay necesita, sino también que eso se compatibilice con una sensibilidad hacia lo social", que Enrique Iglesias manifestó reiteradamente y en época reciente aun más, desde el propio Banco Interamericano de Desarrollo.
EC - ¿Era una solicitud al contador Iglesias de que eventualmente integrara un gobierno del Encuentro Progresista (EP)...
MA - Sí, también.
EC - ...cosa de la que habló Vázquez? Y si no, ¿en qué otra cosa pensaba Seregni a propósito de Iglesias, qué tipo de colaboración podía prestar en un gobierno de Vázquez?
MA - Simplemente su consejo, su oportuna opinión, siempre respetada y bien recibida, no solamente por la fuerza progresista, sino que ha conquistado con muy buenos títulos un gran respeto en variados sectores de la población uruguaya de distintas orientaciones. Personalidades como él son realmente una garantía en cuanto a la posibilidad de que se nos perciba a los uruguayos con la amplitud de criterios que me parece está en la base misma de la concepción democrática, institucional, por lo menos de la mejor tradición, la no excluyente.
***
EC - ¿Usted quiere ser otra vez senador, le interesa volver a la tarea legislativa?
MA - Una cosa era ser senador en un contexto político muy distinto, con las correlaciones de fuerza que había hace más de diez años, en un gobierno tremendamente discutible y discutido, y otra es ser de alguna manera defensor o contribuir a ser uno de los defensores básicos de un gobierno progresista que se instalará a partir del 1º de marzo próximo.
EC - O sea que usted efectivamente se presenta como candidato con el propósito de asumir esa banca, de ejercer el cargo de senador luego.
MA - Sí, sí, sin duda. No sería razonable que estuviéramos planteando frente a la ciudadanía una propuesta que después no fuera cumplida con la responsabilidad que me parece que corresponde.
EC - Más de una vez ha pasado que alguien encabeza una lista simplemente como llamador, como referencia, y después u ocupa otros cargos o se retira; es senador un tiempo y después deja el puesto a su suplente. También es cierto que ha trascendido lo que yo mencionaba en la introducción, que si gana el EP su ubicación estará en realidad en el Poder Ejecutivo, como ministro; se ha hablado de que un gobierno de Vázquez llevaría adelante una reestructura ministerial, que se crearían tres grandes ministerios o megaministerios; se ha mencionado que Astori estaría en el de Economía, que Mujica se encargaría de las carteras vinculadas con la producción y que usted sería el responsable de ese megaministerio vinculado con los asuntos sociales. ¿Qué dice de esto?
MA - En primer lugar, si me permite un poco de humor, para una persona que mide 1,71 a la baja... me parece que lo de megaministerio me queda un poco grande. De todas maneras esto no ha sido otra cosa que posiblemente la especulación periodística, no tiene asidero en ningún tipo de conversación que se haya mantenido con ninguno de los dos referentes que llevamos como cabezas de lista en el ámbito nacional.
EC - ¿Usted dice que no ha hablado de esta posibilidad con Vázquez ni con Nin Novoa?
MA - No, de ninguna manera. Por otra parte, estando como estamos comprometidos con un gobierno transformador, absolutamente esencial para el futuro y la esperanza no solamente del país sino en buena parte de la región y de toda nuestra gente, estaremos dispuestos a todas aquellas actuaciones que entienda conveniente el doctor Tabaré Vázquez, que tiene las manos absolutamente libres para designar a las personas que considere que puedan contribuir a llevar adelante nuestro programa común, con una visión estratégica.
EC - Dicho de otro modo, ¿a usted le interesaría asumir un papel de ese tipo en un gobierno del EP-FA-NM? Dejemos lo de lado lo de megaministerio, que puede tener algunas connotaciones exageradas, pero trabajar en el gabinete en ese tipo de temas, en los asuntos sociales?
MA - Vamos a ser claros: creo que "interesarme" no es la palabra adecuada para quien está dispuesto a ponerse a disposición de quien conduzca este movimiento, que va a ser sin duda el doctor Tabaré Vázquez, sino que allí donde la soberanía popular y la propia voluntad del próximo presidente lo entiendan conveniente, trataremos de hacer lo que esté a nuestro alcance, dentro de nuestras posibilidades y limitaciones. Sin duda ninguna aspectos que tienen que ver con las transformaciones necesarias, imprescindibles para elevar las condiciones sociales de la gente, ha sido en buena medida la preocupación quizás básica de toda nuestra actuación en la Intendencia de Montevideo, más allá del mantenimiento y las transformaciones que también hemos tenido oportunidad de hacer en la estructura física del departamento y la ciudad.
EC - Estas especulaciones que yo mencionaba de algún modo se ven alimentadas por su discurso en estos días de campaña, en estas primeras actividades que ha desarrollado en el interior y algo en Montevideo. He visto las crónicas de su actividad en Salto, en Paysandú, y usted habla de este tipo de cuestiones, habla de pobreza, de exclusión social, de los problemas de la vivienda, la salud...
MA - Pero es que hace... A mí me inventaron, por decirlo así, fue el propio general Seregni cuando me viene a buscar un domingo del que no olvido nunca más en mi vida, por allá por el mes de agosto del año 1984, hace veinte años...
EC - Fue cuando le propusieron la primera candidatura a intendente, a la salida de la dictadura.
MA - Solamente la capacidad de convicción del general Seregni logró convencerme, porque la verdad es que fue una responsabilidad que me resultaba holgada. A partir de allí asumimos un discurso en que los problemas de la gente... incluso cuando defendimos la ciudad frente al embate brutal de la barbarie autoritaria en Uruguay, en plena dictadura, cuando salimos a defender la Ciudad Vieja, el patrimonio cultural, arquitectónico, urbanístico, vamos a decir la verdad: lo hacíamos porque podíamos hablar de ciertas cosas y no de ciertas otras, pero bien sabido es que lo peor de la dictadura no fueron las barbaridades que hicieron contra el patrimonio cultural arquitectónico, sino contra el patrimonio básico que era la gente. Así lo manifestamos en las discusiones que exigíamos cada vez que proyectábamos aquellos audiovisuales que tuvieron un éxito brutal.
EC - Está hablando del Grupo de Estudios Urbanos, un antecedente inmediato antes de que ingresara en la política.
MA - Exactamente. La dimensión social estuvo siempre presente, quizás por nuestra formación cristiana, por la formación artiguista, por habernos plegado desde un inicio, desde el momento mismo que pude hacer uso del voto, habiendo ingresado a la Universidad, a las opciones progresistas desde entonces hasta hoy. A esa dimensión social por otra parte la hemos enfatizado en nuestra propia gestión municipal y continuamos haciéndolo así.
EC - Entonces, dice usted, no hay que sacar ninguna conclusión de lo que es su discurso en campaña y esa posibilidad de ocupar responsabilidades en el gabinete como las que yo mencionaba.
MA - En todo caso queremos ser absolutamente congruentes.
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EC - En las encuestas, la VA aparece bastante atrás en el ranking de la interna del EP-FA-NM. Según los números de Factum que hemos manejado recientemente, la Vertiente anda entre 8 y 9 por ciento de la intención de voto, cuando el Espacio 609 lidera cómodamente con 36 por ciento. ¿Cómo observa esa situación de su grupo político?
MA - En el FA siempre hubo una multiplicidad de grupos, de sectores que contribuyeron al enriquecimiento de una fuerza que es al mismo tiempo una coalición y un movimiento, como tantas veces se ha reiterado. Eso le da esa visión de pluralidad, de diversidad que enriquece todas las propuestas progresistas a escala nacional y regional. No me inquieta que haya habido -por otra parte fue lo que José Mujica ha dicho durante varias semanas- dentro de nuestra fuerza política alternancias, movimientos sinusoidales que son la forma en que la gente expresa su opinión hacia unas y otras personas, grupos u orientaciones. Me parece enriquecedor, me parece el ámbito natural en que una fuerza dinámica -sinceramente creo que la única fuerza dinámica del Uruguay de hoy en materia de oferta política y concretamente electoral...
EC - La VA se propone defender su espacio, obviamente, en esta campaña electoral; supongo que se propone superar esos guarismos que por ahora le dan las encuestas en la interna del FA, ¿pero cuál es ese espacio en un Frente donde el Espacio 609, con Mujica a la cabeza, tiene el protagonismo que tiene, con el Partido Socialista después pero lejos, donde la Vertiente aparece en ese tercer lugar del ranking junto con Asamblea Uruguay y la Alianza Progresista? ¿Qué es la VA hoy?, ¿qué representa dentro del Frente?
MA - Es lo que se propuso ser en el momento en que surgió, en un momento muy crítico: tratar de conjugar aquella idea de pluralidad confluyente, hacia una propuesta de un Uruguay integrado. ¿Por qué, cómo se originó incluso? Convocado por personalidades de la dimensión de una persona que fue maestra de maestros, de orientación claramente batllista (subrayo el término batllista y no colorado), compañera de pronto en las lides políticas de Zelmar Michelini, que no sólo fue una maestra excepcional, docente de excepción, y estamos en este año recordando el centenario de su nacimiento, como fue Reina Reyes, que además ocupó cargos de importancia dentro del propio Parlamento; por otra parte, una personalidad como el profesor Oscar Bruschera, de contenido claramente nacionalista y un investigador en el área vinculada al pensamiento, la acción y la congruencia de una figura superior, no por ser un superhombre, sino por haber tenido en circunstancias muy críticas del país, o de lo que todavía no era país, es el caso de la gesta artiguista, a la que adherimos con mucho fervor, como ha adherido desde sus inicios el propio FA. Por otra parte el pensamiento cristiano que estuvo claramente vinculado a gente como Mario Kaplun, un académico que tuvo mucho que ver con el conocimiento, la divulgación y el análisis de todo lo que importa en cuanto a derechos básicos de la persona y fundamentalmente los derechos a la libertad de expresión y a la información. Luego unas personalidades que están vinculadas a las corrientes tradicionales, por decirlo así, de calidad intelectual superior, una de las personalidades que por otra parte fue uno de los asesores del general Seregni a la hora mismo del surgimiento del FA en 1971, como fue don Pedro Seré. Y dejo para el final para reiterar la figura para mí superior, una conducta ética intachable, como fue la de nuestro amigo y compañero Héctor Rodríguez.
EC - Usted menciona en el origen de la VA la confluencia de distintas corrientes. Pero...
MA - Nosotros queremos contribuir...
EC - Pero en el Frente hay otros grupos, otros movimientos que también incluyen ese tipo de confluencia. Sin ir más lejos, en el propio Espacio 609 hoy hay una corriente blanca, una serie de grupos de origen batllista. Entonces, para ser más precisos, ¿cuál es el perfil de la Vertiente?
MA - Tratar de contribuir desde distintas vertientes, de las subvertientes de esta Vertiente, tratar de ofrecer al conjunto de nuestra fuerza progresista, de nuestra fuerza política, y al conjunto de la ciudadanía, todas aquellas aportaciones que puedan hacer nuestros técnicos, nuestros profesionales, nuestros líderes sindicales y todos aquellos que ya tienen experiencia en cuanto al gobierno. Nosotros mismos a través de las redes que ustedes mismos han difundido, en forma muy amplia, porque creo que fue una aportación con la que quisimos contribuir al enriquecimiento del espacio común de nuestra fuerza política, esas redes que hemos denominado participar, programar y gobernar, que han tenido una muy buena difusión, no solamente a nivel montevideano, nacional y regional... con todo ello hemos contribuido a ir formulando posibles propuestas para que tenga en cuenta, si acaso, quien vaya a ser el próximo presidente de todos los orientales; se las hemos alcanzado al propio doctor Tabaré Vázquez para que las considere si entiende oportuno y para que las considere el grupo político en general.
EC - Para terminar de entender ese perfil, con respecto a Asamblea Uruguay puede pensarse que hay similitudes, que ocupan espacios cercanos dentro del Frente, ¿dónde estaría la diferencia?
MA - Nosotros no marcamos las diferencias sino más bien las formas en que desde nuestras propias modalidades y singularidades individuales podemos contribuir a toda esa correntada muy grande que hoy está surgiendo en todo el país. Similitudes tenemos con todos los grupos en algunos terrenos. Y sin duda ha habido también matices.
Por ejemplo hemos puesto un énfasis muy fuerte en todo lo que tiene que ver con la necesidad de capacitación, pensar la riqueza del país no como la riqueza de bienes materiales, sino fundamentalmente apostar a las neuronas que, dicho sea de paso, están muy subvaluadas (¿a cuánto está la neurona?)... [risas] En esa maniática obsesión de poner en primer plano todo el economicismo, todo lo que es cuantificación hemos perdido valores como poner a la persona por encima de todas las cosas. Yo no digo que no tengamos en cuenta la economía, sería una insensatez de mi parte también, pero vamos a decir la verdad, se lo he dicho a algunos amigos a los que leo o escucho: cuanto más escucho a los economistas más amo a la poesía. Lo digo un poco con sorna, ciertamente, pero hemos enfatizado ciertas líneas y de pronto no siempre hemos enfatizado aspectos que son absolutamente básicos, que son todas las propuestas sociales y culturales. Lo social y lo cultural tiene que ir unido, y la propuesta, la dimensión progresista de un proyecto político se valida cabalmente por el contenido sustantivo que es su propuesta cultural. No estoy hablando solamente de exposiciones, de óperas, de teatros y poesías, no sólo eso sino lo cultural profundo, lo que implica que de veras la gente tenga la posibilidad de ser plenamente libre y la sociedad igualitaria si tiene las oportunidades que hoy no tenemos.
Es un escándalo lo que está pasando en Uruguay, lo que está pasando en Montevideo. Recorriendo los barrios percibo que hay gente, unos meses atrás recorríamos una de las zonas aledañas de Montevideo, donde nos encontramos con un gran amigo, una persona muy caracterizada como maestro y como sindicalista dentro del movimiento de magisterio, que es el caso de Florit, viendo las personas que nos acompañaban, visitando una policlínica municipal y luego la escuela y el liceo, muy bien confeccionados en lo físico y seguramente muy bien capacitados sus docentes... que tienen una capacidad, que realmente han hecho del magisterio un magisterio, por decirlo así; muy mal pagos, muy mal considerados y sin embargo con una extraordinaria vocación para tratar de ayudar o mitigar las desigualdades sociales y las brechas que se están generando porque la marginación es lo peor, el enemigo máximo que puede tener una propuesta democrática.
Y estos últimos gobiernos, es una vergüenza que hayan dejado de lado todo lo que es investigación científica, capacitación, las posibilidades de que la muchachada tenga ciertamente la posibilidad de sentirse plenamente partícipe y ciudadana. Si esa dimensión no está considerada plenamente (de pronto diría que este es un diferencial de las fuerzas progresistas, y si usted quiere, de la propia Vertiente), no somos auténticamente progresistas. Eso quiere decir modernización, modernización solidaria en los términos que lo decían algunos de nuestros compañeros, en particular el ingeniero Rodrigo Arocena, que con una fórmula muy provocativa tanto ayudó a pensar esa posibilidad de atar la necesidad de ser solidario sin dejar de ser absolutamente consecuente con las transformaciones que el mundo contemporáneo nos exige. Así como fue preclara la actitud del padre Lebré años atrás, cuando nos visitó frecuentemente en la Facultad de Arquitectura, el propio amigo que tuvimos y gran docente, primero docente, colega y después amigo, que fue Juan Pablo Terra, cuando unió los dos conceptos, economía y humano, la economía humana, porque parece que algunos economistas olvidan que los mercados tienen algo que ver con la gente. Y también a veces también desde la izquierda olvidamos que los mercados no son para ser olvidados y darles la espalda, porque si no estamos también locos.
La verdad es que confío mucho en orientaciones confluyentes y convocar a las mejores tradiciones y a la gente, como lo hizo Seregni en aquel 26 de marzo de 1971, a los orientales honestos. Hay que abrir los brazos y saber que tenemos que coparticipar los uruguayos que de veras hayan demostrado en los hechos, no en los discursos electorales, su contenido hondamente progresista.
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Transcripción: María Lila Ltaiff
Edición: Jorge García Ramón