Ramón Méndez (MIEM): planta regasificadora "nos abre al mundo" al permitir una mayor "soberanía energética"
Si los tiempos anunciados se cumplen, a fines de 2014 Uruguay contará con una fuente permanente y propia de gas natural, un energético de alta ductilidad y bajo impacto ambiental. La semana pasada, el Gobierno presentó la "convocatoria para la calificación de empresas" que quieran participar de la construcción y puesta en funcionamiento de una planta regasificadora que funcionará en la zona de Puntas de Sayago, en las costas de Montevideo. Para conocer más sobre el proyecto Gas Sayago SA, En Perspectiva conversó con el director nacional de Energía en el Ministerio de Industria, Energía y Minería, Ramón Méndez. Según explicó Méndez, la instalación de la regasificadora permitirá reducir en "cientos de millones de dólares" los costos del gas natural y estabilizarlos. Destacó que el proyecto habilitará a Uruguay acceder a múltiples proveedores y comprar el gas licuado de distintos países, lo que permitirá que no dependa solo de Argentina como proveedor.
(emitido a las 8.55 Hs.)
EMILIANO COTELO:
"Hay que apurar el paso, los tiempos apremian."
Con esa exhortación a sacudir "la modorra" que muchas veces nos identifica a los uruguayos, el presidente de Ancap, Raúl Sendic, presentaba el jueves pasado, junto con otras autoridades de Gobierno, la "convocatoria para la calificación de empresas" que quieran participar en la instalación y puesta en funcionamiento de una planta regasificadora en las costas de Montevideo.
Desde hace tiempo Uruguay busca contar con una fuente confiable y permanente de gas natural que le permita consolidar el desarrollo que ha venido manifestándose en los últimos años. La intención inicial era encarar un proyecto de este tipo en asociación con Argentina, pero como el tiempo pasaba y el acuerdo no se concretaba, el Gobierno del presidente José Mujica decidió emprender su propio camino y poner en marcha el proceso solo del lado uruguayo.
¿De qué se trata este proyecto? ¿Qué ventajas se espera traiga su concreción?
Vamos a conversarlo con el doctor Ramón Méndez, director nacional de Energía en el Ministerio de Industria, Energía y Minería.
Comencemos por la definición: ¿para qué se usa una planta regasificadora? Trato de hacer un resumen, usted me corrige: en un punto del planeta muy alejado de Uruguay se extrae gas natural del subsuelo, ese gas pasa por un proceso que lo licua (es decir, se convierte el gas en líquido), lo que permite reducir 600 veces su volumen, y esto facilita el transporte de ese gas a distancias largas, por ejemplo utilizando barcos. Ese gas llega entonces como gas natural licuado a una planta regasificadora que lo vuelve a su estado original para que pueda ser empleado como combustible.
¿Algún detalle para añadir ahí?
RAMÓN MÉNDEZ:
Que estoy de más, porque el periodista describió perfectamente de qué se trata una planta regasificadora.
EC - Entonces, este proceso (el de licuado, transporte y regasificación), ¿es económicamente más conveniente que el transporte más tradicional a través de un gasoducto desde algún país cercano, desde algún país de la región que tenga reservas de gas?
RM - Sí, claro. Por ejemplo, hace un tiempo analizamos, con la financiación de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la posibilidad de tener un gasoducto desde Bolivia hasta Uruguay, y vimos que el costo que habría que terminar incluyendo en las tarifas con las que llega el gas a Uruguay sería carísimo en este caso. El costo de licuar el gas, colocarlo arriba de un barco y pagar el transporte es relativamente menor. Toda esa maniobra no supera el 10% del costo final del gas puesto aquí en destino. Además esa técnica usual de enviar gas por gasoducto está limitada a regiones más o menos cercanas, de unos pocos miles de kilómetros, no mucho más que eso. Y globalmente en nuestra región no hay abundancia de gas en este momento. Argentina lo trae de miles de kilómetros, del sur o del norte del país, Bolivia eventualmente, pero no hay mucho gas. Habría que irse a Perú, donde tampoco los yacimientos son muy importantes, y si no, Venezuela, pero ya queda muy lejos y estamos hablando de costos exorbitantes.
EC - ¿Y si comparamos con el gas que hoy recibimos vía gasoducto, que viene de Argentina?
RM - Argentina es el único proveedor que tenemos.
EC - Está el gasoducto Cruz del Sur, que cruza en el departamento de Colonia. El gas que llega por esa vía, ¿es igual al que recibiríamos vía planta regasificadora?
RM - Absolutamente, el gas natural básicamente es metano con alguna mezcla de otros gases también energéticos. El gas es exactamente el mismo.
EC - ¿Y sobre la comparación de precios qué dice?
RM - Estimamos una reducción de costos, más allá de que mucho más importante que la reducción es la estabilización de los costos y la abundancia del energético. Si uno no tiene la certeza de que va a tener el energético que precisa, no puede hacer planificación a largo plazo. Eso fue lo que le pasó al país, en los 90 se apostó al gas natural exclusivamente argentino, con un único proveedor, y cuando uno depende de un único proveedor está sujeto a las eventuales dificultades de ese proveedor. Argentina tuvo dificultades con su mercado interno y naturalmente, como es totalmente comprensible, priorizó ese mercado y tuvo dificultades para cumplir sus contratos de exportación.
Eso llevó, entre otras cosas, a que se pusieran importantes impuestos a la exportación, para desfavorecerla. Esos contratos han ido cambiando con el tiempo y eso ha llevado a que nosotros nunca sabemos a qué precio entra el gas a Uruguay. Entonces, además de la reducción de costos, sobre todo se va a dar una estabilización de costos porque el gas natural licuado se puede comprar sobre la base de contratos de largo plazo, con lo cual uno puede tener mínimas certezas de a qué valor va a ingresar el gas al país por lo menos durante 10 años. Eso, asociado con la reducción de costos, la estabilización y la sobreabundancia, es lo que da mayor sustento a este proyecto.
EC - De hecho, quedó contestada la pregunta que pensaba hacerle, que era para qué, porque este tema de la planta regasificadora es un acuerdo multipartidario, forma parte de los compromisos que alcanzaron en conjunto los distintos partidos políticos. ¿O no?
RM - Sí y no. Ayer repasaba con un colega suyo todos los acuerdos multipartidarios, y creemos que se han cumplido todos, o están todos en proceso de concreción, y en particular lo que se decía en ese punto era "garantizar el abastecimiento de gas natural en el país". No se tomaba posición específicamente sobre la regasificadora, porque estaba la posibilidad de conseguir gas de Bolivia, del gasoducto Bolivia, pasando por Paraguay para llegar a Uruguay. Lo que se planteaba era la necesidad de asegurar el suministro, y se planteaba como una opción la planta regasificadora, pero no fue una definición allí. Sí en cambio lo fue a posteriori, porque recordemos que más allá de que hace poco perdiéramos, lamentablemente, a los representantes de un sector del Partido Colorado los representantes de la oposición forman parte de los directorios de UTE y Ancap, y estos toman la decisión de ir hacia la planta regasificadora. Por lo tanto, podemos decir que es una extensión de los acuerdos multipartidarios del 2010.
EC - ¿Por qué Uruguay necesita una planta regasificadora?
RM - Tal vez tengamos que preguntar primero por qué precisamos gas.
EC - Ahí está, usted señalaba que con una planta regasificadora Uruguay logra estabilidad y volumen para tener la tranquilidad de que se puede hacer una apuesta a esa forma de energía a los efectos del consumo domiciliario, el desarrollo industrial, la generación de energía eléctrica también.
RM - Pero antes de entrar en para qué y por qué el gas natural en la matriz energética, cuál es el interés, quiero recordar el tema de la multiplicidad de proveedores. Eso es fundamental en cualquier negocio, pero en el energético más todavía, no depender de un único proveedor, como fue Argentina hasta ahora. En realidad depender de un solo proveedor no tiene nada de malo, pero es necesario saber que si tiene dificultades, ellas se resienten sobre el cliente. La regasificadora nos abre al mundo, nos permite comprar gas natural licuado a los más de 20 países que lo venden. Esa es una fortaleza más, cuando uno tiene muchos proveedores es mucho más robusta su política. Es otro elemento a tener en cuenta.
Ahora, ¿para qué gas natural? El gas natural en el mundo ha ido creciendo de manera cada vez más importante, está casi llegando a los niveles del petróleo en la matriz energética mundial global, más o menos la cuarta parte de la energía que se consume en el mundo es gas natural. Es un energético que tiene muy poco impacto ambiental, produce menos gases con efecto invernadero que los demás combustibles fósiles, y tiene una gran ductilidad, puede ser utilizado para una gran cantidad de fines.
Uno de ellos es la generación de energía eléctrica, por estas razones de su bajo impacto ambiental, la baja emisión de gases con efecto invernadero. Y por otro lado puede ser utilizado a nivel industrial, en calderas para generar vapor de muchos procesos industriales, en el hogar para calefacción, para calentamiento de agua, para cocción, y eventualmente en algunos casos puede usarse también para transporte como un reemplazante de los motores a explosión basados en derivados del petróleo tradicionales.
Entonces, tiene ductilidad, tiene bajo impacto ambiental y es uno de los pocos energéticos tradicionales cuyas reservas existentes descubiertas en el mundo se han multiplicado por un factor importante, mediante la forma de gas no convencional, el gas de esquistos o diferentes formas de gas. No los grandes bolsones que se conocían tradicionalmente, sino pequeñas burbujas dentro de areniscas o de diferentes materiales. Eso ha multiplicado por tres o por cuatro las expectativas de existencia de reservas de gas natural en el mundo, lo cual ha reducido los costos y da una perspectiva de que el gas natural va a estar en el mundo por muchos años más.
EC - Inicialmente Uruguay había buscado que la construcción de una regasificadora se llevara a cabo en conjunto con Argentina. Se habló de hacer una sociedad, una empresa binacional que llevara adelante el proyecto. Esa posibilidad finalmente se descartó, se decidió tomar un camino propio. ¿Por qué? ¿Porque Argentina no concretaba?
RM - Cuando hay que llegar a un acuerdo entre dos partes, las dos partes tienen que querer exactamente el mismo proyecto. Y somos muy diferentes, Argentina tiene un mercado desarrollado de gas natural, porque tiene pozos propios. El gas natural en Argentina está muy subsidiado, está a un precio extremadamente bajo en comparación con los valores mundiales, y precisaba un suplemento a su necesidad de gas natural. Hay momentos en que tiene faltantes de hasta 40, 50 o 60 millones de metros cúbicos diarios de gas natural. Entonces, Argentina precisaba una planta regasificadora con ciertas características diferentes de lo que precisaba Uruguay. Nuestra planta regasificadora va a ser el único puente de acceso de gas natural al país, por lo tanto, por ejemplo, va a tener que funcionar casi todos los días del año. Tiene que tener un nivel de operatividad mucho mayor que en algún otro caso, como podría ser el de Argentina, un respaldo a otras formas de ingreso del gas natural al país.
Las miradas eran diferentes, los tiempos eran diferentes y el presidente tomó esa opción, nos indicó con claridad en febrero o marzo que teníamos que tener esa planta sí o sí. Habíamos analizado suficientemente las cosas, y quiero dejar absolutamente claro que fue una separación de mutuo consentimiento. Nos pusimos de acuerdo en que teníamos tiempos diferentes, plazos diferentes, realidades diferentes, y si bien va a ser una planta que vamos a hacer 100% nosotros, va a ser una planta con vocación de integración regional. Es decir, aspiramos a poder usar el gasoducto Cruz del Sur para que Argentina tenga una puerta de ingreso a su gas natural a partir de esta regasificadora, las conversaciones siguen y están en muy buen término.
EC - El jueves pasado el Gobierno realizó una "convocatoria para la calificación de empresas" que quieran participar en la construcción de una planta regasificadora que trabajará para Gas Sayago SA, una empresa nueva a la que tenemos que acostumbrarnos, una empresa de derecho privado conformada por capitales estatales, conformada por Ancap y UTE. Antes de entrar al tema del llamado y los detalles, dos palabras sobre Gas Sayago SA.
RM - Gas Sayago SA es un negocio conjunto entre UTE y Ancap. Como decíamos, por un lado va a ser muy útil para la generación eléctrica, va a permitir una fortísima reducción de los costos de generación eléctrica, lo cual naturalmente se trasladará a las tarifas en su momento, pero Ancap es un proveedor de gas natural. Ancap es socio de las distribuidoras de gas natural del país. Se está discutiendo eventualmente la compra de la totalidad o de la mayoría del paquete accionario que hoy tiene Petrobras en la distribución de gas natural en el país. Es vendedor mayorista a industrias, y queremos que la vocación de Ancap se fortalezca en este sentido.
Entonces UTE y Ancap son los socios, son los dueños de esta Gas Sayago. Se trata de una sociedad anónima bajo derecho privado con control estatal, que funciona mucho más eficientemente, mucho más rápidamente en una cantidad de temas. Naturalmente, se van a seguir en todos los términos el Tocaf y todos los procedimientos competitivos, en el directorio de la propia Gas Sayago hay representantes del Gobierno y de la oposición, va a haber todas las transparencias. Pero era necesario crear una nueva estructura conjunta de UTE y Ancap para llevar adelante lo más rápidamente posible este proceso y que sea la encargada, en nombre de las dos empresas estatales energéticas, de las tareas de regasificación y de inyección del gas natural en nuestro sistema energético.
EC - Ahora sí vamos al llamado del jueves, "convocatoria para la calificación de empresas". Quiere decir, entonces, que no estamos todavía en la parte de la licitación.
RM - Sí, todo esto es para ganar tiempo. Cada año que nos atrasamos con la regasificadora perdemos plata, porque una de las consecuencias de tener la regasificadora va a ser una fuerte reducción del costo energético global del país. Entonces es interesante tenerla lo más rápidamente posible y, de alguna forma, si "separamos la paja del trigo" para la competencia de empresas, luego las evaluaciones son más sencillas. Es una buena práctica cuando se quiere ganar tiempo hacer una calificación de las empresas a las que luego se les va a analizar el proyecto que presenten.
En este caso, ya en el proceso de calificación les pedimos a las empresas que empiecen a trabajar y a preparar su proyecto. A veces las empresas empiezan una vez que son calificadas, cuando saben que efectivamente pueden competir. Acá les pedimos que para el proceso de calificación presenten un anteproyecto de lo que harían, cómo lo harían, con qué tecnologías, para que ya muestren, entre otras cosas, además de su solvencia financiera y técnica y su experiencia técnica, una punta de lo que van a hacer. Entendemos que eso va a acelerar los tiempos.
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EC - ¿Cuándo termina esta etapa en la que estamos, el proceso preparatorio de la licitación? ¿Hasta cuándo rige esto de la calificación de empresas?
RM - Durante 45 días a partir del 16 de agosto pasado, las empresas tienen que presentar toda la información requerida para calificar: balances financieros, posibilidades económicas, garantías de que tienen los medios necesarios, experiencia técnica, antecedentes y el anteproyecto primario. Tienen 45 días para presentar todo eso, el plazo vence el 1º de octubre. Allí Gas Sayago se toma entre 10 y 20 días para analizar los antecedentes y seleccionar a las empresas que hayan calificado. Luego las empresas tienen 60 días más para presentar el proyecto definitivo, la oferta económica, y a partir de allí, a fin de año Gas Sayago va a resolver cuál es la empresa ganadora.
EC - ¿En qué fecha se supone que tiene que estar operando la planta regasificadora?
RM - Todo el esquema que hemos realizado es para que esté funcionando hacia fines de 2014, o sea, un par de años después de que esté firmado el contrato. En el momento de selección de las empresas se va a premiar a aquella que tenga un procedimiento más rápido y termine antes la construcción de la planta.
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EC - El proyecto define que el consorcio a quien se termine adjudicando la licitación se encargará de la construcción de una terminal de regasificación y después operará el servicio de recepción, almacenamiento y regasificación del gas natural licuado que llegue por barcos por un período de 15 años. Sería bueno definir qué obras hay que hacer, porque la regasificadora como tal en realidad no se construye, es un barco.
RM - Básicamente hay tres cosas para hacer. El objetivo es tener una regasificadora, y la regasificadora más barata, más rápida y más fácil es un barco flotante simplemente.
EC - Es un barco que se atraca en un muelle.
RM Sí, es un barco que se atraca en un muelle.
EC - Y que recibe, a su vez, a los barcos que traen el gas natural licuado.
RM - Exactamente, la regasificadora por decirlo de alguna forma, porque en realidad es más que regasificadora tiene capacidad de almacenamiento de gas natural licuado y a su vez de regasificación de ese gas a medida que lo vaya precisando el sistema uruguayo. Está conectada con la tierra por un gasoducto que a su vez se conecta con los gasoductos internos del país. Ese barco va a estar permanentemente, pero cada tanto, cada 20 días, una vez por mes, según el momento, llegará un segundo barco con el gas licuado que viene del país de origen.
Por lo tanto, la infraestructura marítima tiene que permitir que el barco regasificador esté permanentemente allí, que llegue el segundo barco, se acerque al primero, se amarre en el muelle respectivo y se haga la transferencia del gas licuado. Eso no es sencillo, por lo tanto tiene que estar en aguas protegidas. Entonces una de las obras principales es la construcción de las escolleras, una especie de puerto artificial que se va a construir en ese lugar para que estos barcos trabajen en aguas protegidas. Entonces, primera obra, la escollera, la más importante de todas. Estamos hablando de una escollera como la escollera Sarandí, solo que mucho más grande, mucho más larga.
Por otro lado está el muelle en sí donde va a estar permanentemente anclado el buque regasificador y donde va a anclar el segundo cuando llegue. Y en tercer lugar hay que hacer obras de dragado, porque los barcos tienen que poder entrar son barcos del tamaño de un crucero, incluso con mucho más calado. Tiene que dragarse esa zona de maniobra por donde va a estar permanentemente entrando y saliendo el barco que trae el gas natural licuado. Todo eso es lo que hay que hacer.
EC - También hay que construir un gasoducto.
RM - Hay que construir un pequeño gasoducto. La obra va a estar unos dos kilómetros mar adentro, no sobre la costa sino a dos kilómetros, y la escollera también estará a dos kilómetros de la costa. El barco va a estar permanentemente allí, entonces hay que hacer un gasoducto submarino de esos dos kilómetros, más o menos, y luego un tramo de conexión de una docena de kilómetros desde el punto en que entra a la costa hasta el gasoducto existente en este momento.
EC - Esas son las obras que tiene que hacer quien resulte concesionario.
RM - Exactamente.
EC - ¿De qué orden es la inversión?
RM - Estamos hablando de varios cientos de millones de dólares. No tiene sentido decir el número, porque les estaríamos dando indicaciones a los oferentes de cuánto está dispuesto a pagar el Estado uruguayo.
EC - Pero se ha hablado de 500, 600 millones de dólares, ¿puede ser?
RM - Son unos cuantos cientos de millones de dólares.
EC - Supongamos que el número fuera de ese tipo; pero en esa cifra no estamos contando el buque regasificador en sí.
RM - Claro. Lo más razonable, como las tecnologías van cambiando, es que sea un arrendamiento, que el inversor que venga a hacer la obra arriende a su vez ese barco, para que pueda haber un recambio tecnológico. Todo eso se traduce en un canon, una anualidad que Gas Sayago pagará al inversor para que este por un lado recupere la inversión que hizo y se cobre, además de su ganancia, los costos de operación y mantenimiento de las instalaciones.
EC - Gas Sayago le va a pagar un canon anual a la empresa concesionaria por el servicio de regasificación. Eso implica que a lo largo de esos 15 años que dura el proyecto tendrá que cargar en el servicio de regasificación la recuperación de las inversiones que hizo, sus costos y sus ganancias. El negocio está planteado para que dure un total de 15 años. En ese tiempo tiene que hacer las cuentas para recuperar, con el flujo de caja que irá recibiendo, las inversiones que hizo, además de cobrarse los costos de operación y mantenimiento.
EC - ¿Y qué pasará al término de los 15 años?
RM - Hay dos cosas importantes. Al cabo de esos 15 años, como supuestamente Gas Sayago habrá terminado de pagarle al inversionista la inversión que hizo, pasará a ser propietario de la escollera y el muelle, así como de todo lo que se haya comprado con el pago de ese canon. Todo eso pasa a ser propiedad de Gas Sayago, o sea, de UTE y Ancap. Y un segundo tema importante es que a lo largo de todo este proceso el control de la operación siempre estará en manos del Estado, no en manos del privado. La operación en sí, el despacho del gas, como se dice normalmente, va a estar en manos del Estado. El inversor que viene a hacer la obra será simplemente un intermediario financiero y operativo.
EC - Ya que usted menciona eso, quien comprará el gas en los mercados internacionales será Gas Sayago.
RM - No, quienes comprarán el gas serán UTE y Ancap.
EC - Van a ser las empresas del Estado quienes compren.
RM - Naturalmente.
EC - Y la regasificadora simplemente regasificará.
RM - Dará el servicio de regasificación. Hay dos temas bien separados, por un lado la compra del gas natural licuado en el mundo, y por otro lado el servicio de regasificación para volverlo al estado gaseoso. Los contratos de compra de gas natural licuado son independientes de la regasificadora. Hace varios años que venimos trabajando, ya tenemos algunas ideas bien claras de cómo funciona el mercado, qué precios se van a obtener y cuáles pueden ser las condiciones. Lo que sucede es que para terminar de firmar los contratos de compra de gas natural licuado era necesario tener el proyecto arriba de la mesa. Ahora estamos entrando en la tercera etapa de las negociaciones con las empresas proveedoras de gas natural licuado. Por otro lado está esto que es en sí el servicio de regasificación, estamos discutiendo de qué manera se haría este servicio de regasificación.
EC - ¿Qué capacidad de producción de gas tendrá la planta?
RM - Eso es interesante, porque, como decía al comienzo, seguimos teniendo una vocación de integración, y además hacer una planta relativamente pequeña para la escala de Uruguay hoy tiene varias contras. Una de ellas es que no prevé el crecimiento de la demanda de Uruguay. Este es un proyecto desde el punto de vista energético para los próximos 15 años del país, pero desde el punto de vista país es un proyecto para los próximos 50 años, forma parte de lo que va a ser la expansión del puerto de Montevideo hacia esa zona del país, el puerto de contenedores de Uruguay. Más allá de que el puerto de aguas profundas va a ser un puerto maderero, de mineral de hierro y de granos, el puerto de contenedores en sí permanecerá en Montevideo. Como el puerto de Montevideo crece a un ritmo descomunal desde hace año, va a tener que expandirse hacia esa zona del país. Por tanto esto es un antecesor de lo que va a ser la expansión del puerto de Montevideo. Hay que verlo como un negocio, esa escollera enorme que se va a hacer hay que verla como un negocio para los próximos 30 o 40 años del país.
EC - Le preguntaba qué capacidad de producción tendrá la planta, porque evidentemente supera las necesidades de gas natural que hoy tiene Uruguay.
RM - Un tema importante es que cuando uno habla de capacidad de regasificación, de con qué ritmo se puede ir transformando cada día el gas licuado que está en el barco en gas en estado gaseoso nuevamente, la infraestructura necesaria es independiente de si se regasifican un millón de metros cúbicos o 10. La única diferencia es un pequeño módulo que en el valor total de la inversión es el 1%, el 2%. Hacer una regasificadora con capacidad de regasificar un millón de metros cúbicos por día sería un poco una burrada, porque estaríamos perdiendo la posibilidad de tener una capacidad mayor para dos cosas. Primero, para prever el crecimiento de nuestra demanda en los próximos 15 años, pero sobre todo para la posibilidad de esa vocación de integración que sigue estando vigente en el Gobierno, para poder venderle gas a Argentina si lo precisa o, mejor dicho, que Argentina pueda utilizar la puerta de ingreso de gas natural extrarregional a partir de nuestra regasificadora y enviarlo hacia su centro principal de consumo, que es el gran Buenos Aires.
EC - Pero supongamos que Argentina no compra gas natural proveniente de esta regasificadora.
RM - No hay ningún problema, los números cierran perfectamente.
EC - ¿Cierran igual?
RM - Cierran perfectamente. Con esta planta, si uno descuenta todos los costos que va a haber que pagar, la anualidad que van a tener que pagar UTE y Ancap para poder usufructuar de esta regasificadora, el sector eléctrico estaría ganando en un año normal por lo menos unos 100 millones de dólares por diferencia de costos entre la generación con máquinas térmicas que funcionan con derivados de petróleo, con gasoil y la generación con máquinas térmicas que funcionan con gas natural, que son más eficientes, se rompen menos, y además el combustible es mucho más barato.
Pensemos que el megavatio/hora generado con gas natural va a andar entre 120 y 130 dólares según cómo terminemos las negociaciones que están en curso, mientras que el kilovatio/hora generado con gasoil está por arriba de los 250 dólares. Por cada megavatio que generemos se estarán ahorrando 120, 130 dólares. En un año de lluvias medias la empresa eléctrica tendrá unos 100 millones de dólares de reducción de costos, y en un año seco, cuando las plantas térmicas se usan más que en los años normales, los ahorros pueden ser muy importantes, de muchos cientos de millones de dólares por la diferencia de los costos de generación con gasoil o con gas natural. Todo esto apunta a la reducción de costos y al aumento de la soberanía energética, a la posibilidad de depender de nosotros mismos. Todo esto forma parte de la visión más global, que es la transformación energética del país. El gas natural es el apoyo a las energías renovables, que van a ser el grueso de la apuesta energética que se está llevando adelante.
EC - Desde el punto de vista del consumidor domiciliario hay varias preguntas en ese sentido: ¿bajará el precio?
RM - Va a haber dos impactos. Por un lado, visualizamos que por lo menos el 80% del gas natural que ingrese al país va a ir a parar a la generación eléctrica, y ahí va a tener un impacto directo en el consumidor, porque va a bajar la tarifa eléctrica. Entre los parques eólicos, la regasificadora y el ciclo combinado que UTE va a adjudicar en las próximas semanas, estimamos la reducción de los costos de generación en 30% para 2015, 2016, cuando termine toda esta transformación. Eso naturalmente se reflejará en la reducción de la tarifa eléctrica.
En lo que se refiere directamente a la llegada del gas a los hogares, Uruguay no tiene una tradición de gas natural. Para meter el gas natural hay que picar en la casa, las cañerías no llegan a todos los barrios de Montevideo y no llegan a casi ninguna otra ciudad del país más que la zona metropolitana de Montevideo, San José, Colonia, Pando y un poco Paysandú. Pero no hay una tradición. Creemos que se va a ir consolidando con el tiempo, de a poco, con las casas nuevas que se fabriquen o si se observa que es interesante. Va a haber planes promocionales, etcétera, pero estimamos que la entrada del gas natural a los hogares va a seguir un camino más lento.
EC - Los oyentes se quejan de lo que están pagando hoy. Quienes son usuarios hoy del gas natural están pagando precios muy altos que ahora en temporada de frío se hacen sentir en la factura. ¿Eso va a cambiar?
RM - Sí, va a cambiar, porque lo que sucede en el invierno es que tenemos gas proveniente exclusivamente de Argentina, y Argentina tiene dificultades internas, por tanto coloca un impuesto a la exportación de gas que es igual al gas más caro que compra, lo cual es razonable. Si yo Argentina compro gas carísimo, te lo vendo a vos Uruguay al valor más caro que yo compro. Como Argentina en este momento para satisfacer sus necesidades compra gas muy caro, nos transfiere a nosotros ese sobrecosto y eso hace que cuando llega el invierno tengamos el gas más caro del mundo.
EC - ¿Qué mejora habrá en ese precio cuando esté funcionando la regasificadora?
RM - Eso va a disminuir, el número exacto de la disminución no lo sabemos todavía, pero va a ser de entre 20 y 50% en la globalidad del negocio. Pero para mí lo más importante tiene que ver con la estabilización de las tarifas. Porque estamos permanentemente variando las tarifas, entonces uno puede tomar la decisión en una casa de instalar una cierta caldereta a gas, y al mes siguiente el gas sube 30%, como suele pasar, porque los impuestos a la exportación del gas natural están permanentemente variando, esa es la locura. Ahora el gas va a tener una tarifa estabilizada, como la tarifa eléctrica, que aumenta un poquito con la inflación todos los años pero tiene un valor estabilizado. Entonces la gente va a poder tomar decisiones a partir de información correcta y estable.
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EC - Uruguay ha comenzado un proceso de búsqueda de reservas propias de gas en su plataforma marítima que ya está avanzado. Si efectivamente se encuentra gas en la plataforma marítima uruguaya, ¿para qué queremos la regasificadora?
RM - Esa es la visión global, el proyecto de la gasificadora se inserta en un proyecto mucho más global que pasa por la transformación profunda de la matriz energética apuntando a la soberanía y a la reducción de costos. Entonces están las energías renovables, está la energía eólica y, más allá de apropiarnos de nuestros recursos naturales, está conocer si tenemos reservorios de combustibles fósiles en nuestro país. La segunda Ronda Uruguay, que terminó el 29 de marzo, llevó a que se firmaran contratos por inversiones superiores a los 1.500 millones de dólares para los siguientes tres años, que sumados a los parques eólicos, la línea de interconexión con Brasil, la desulfurizadora, el ciclo combinado, la regasificadora y todas las inversiones que se están haciendo en este momento, van a superar los 6.000 millones de dólares de inversión en infraestructura energética en este período de Gobierno. Y ahora que se lanzó la regasificadora está toda lanzada, la mayor parte va a estar terminada en este período de Gobierno y alguna terminará en 2015 o 2016.
La búsqueda de gas natural en nuestra plataforma forma parte de esta transformación energética. En caso de que se encuentre gas natural la regasificadora no solo no pierde vigencia, sino que la mantiene y refuerza. Si se encuentra gas natural en el mar, estará suficientemente lejos de la costa como para que en lugar de hacer un gasoducto submarino hasta la costa lo conveniente será llevarlo a superficie, licuarlo y mandarlo por barco hacia Uruguay o hacia el país al que Uruguay le vaya a exportar su propio gas natural licuado. Entonces la regasificadora en sí, aun en caso de que encontráramos gas natural en nuestra plataforma marítima, va a seguir funcionando como tal. Caerían los contratos de compra de gas natural licuado que tendremos con terceros países.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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Documento: Convocatoria para la calificación de empresas que deseen participar en la instalación y puesta en funcionamiento de una planta regasificadora en las costas de Montevideo (16/08/2012)