EP-FA presentó "Uruguay productivo"
Asesor de Tabaré Vázquez, economista Walter Cancela: El comercio, los servicios, la industria, el agro, son actividades productivas: ahí se genera el trabajo de la gente y el trabajo crea valor. Para eso, el EP-FA instrumentará líneas de promoción de inversiones. En lo inmediato, un plan de emergencia.
(Emitido a las 09.09)
EMILIANO COTELO:
El doctor Tabaré Vázquez presentó ayer el documento "Uruguay Productivo", que incluye algunas de las principales medidas de política económica a las que se compromete el Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) en caso de ganar las elecciones.
¿Qué se puede esperar en temas como el fomento a la inversión, el acceso al crédito, las políticas industriales, las formas de estimular la creación de empleo...?
En este último punto, justamente, el doctor Vázquez prometió ayer que un gobierno del EP finalizará con una desocupación estructural de sólo un dígito.
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Vamos a abordar algunos de estos conceptos, repasando los pasajes fundamentales de este documento presentado ayer en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo en el marco del seminario titulado "La transición responsable".
El diálogo será con el economista Walter Cancela, asesor en temas económicos de la presidencia del EP, quien además integró ayer el panel que acompañó a Vázquez en esta actividad. Una pregunta para comenzar, brevemente, ¿podemos definir con un poco más de precisión ese concepto tan utilizado de "Uruguay productivo"? ¿Cuál es la apuesta?
WALTER CANCELA:
Esta expresión es una especie de contraposición con lo que pueden ser otras visiones, por ejemplo un Uruguay volcado a la especulación, más que nada el Uruguay rentista, para definirlo con una sola palabra más precisa. Frente a un Uruguay que pudiera pensarse que puede vivir de la renta que le generan sus recursos, la apuesta es a un Uruguay basado en el trabajo de su gente; de allí que se utilice la expresión "productivo".
EC - ¿Implica una contraposición con actividades como el comercio o los servicios, por ejemplo?
WC - No, de ninguna manera; quedó muy claro que el comercio, los servicios, la industria, el agro son actividades productivas, ahí es donde se genera el trabajo de la gente y donde el trabajo de la gente crea valor. No es pensable un Uruguay agropecuario sin servicios que introduzcan calidad en la producción agropecuaria, sin un comercio capaz de llevar esa producción a los puntos de consumo o de utilización en la industria... De ahí que pensamos el Uruguay productivo organizado en cadenas, en redes de empresas que producen, que hacen funcionar el trabajo humano y que viven de generar valor a través del trabajo humano.
EC - Para comenzar la recorrida por este documento elijo el capítulo referido a las inversiones. El doctor Vázquez detalló una serie de criterios que se inscriben en lo que llamó "un proceso dinámico y equilibrado para que sea posible fomentar inversiones". ¿Cuáles son los criterios y las características de esas inversiones?
(Grabación)
TABARÉ VÁZQUEZ:
Los criterios serán:
que las inversiones generen empleo directo e indirecto, porque la inversión que no beneficia a la sociedad no es inversión: es otra cosa y se llama especulación;
que generen o ahorren divisas o, dicho en otras palabras, que generen exportación o sustituyan importaciones;
que contribuyan a una desconcentración territorial equilibrada y sustentable. Que integren ciencia y tecnología;
que fomenten cadenas y redes productivas de alcance regional.
(Fin de la grabación)
EC - ¿Esto quiere decir que habrá un apoyo directo o concreto del Estado a los proyectos de inversión que cumplan con los requisitos que detallaba Vázquez?
WC - Vamos por partes. En primer lugar, el proceso de inversión se realiza fundamentalmente en el sector privado, sin desconocer que el sector público necesariamente tiene un gran papel, pero básicamente la inversión dinámica es la que realiza el sector privado, y para eso necesita ciertas condiciones.
Las condiciones básicas son, como todo el mundo sabe, que existan estabilidad y previsibilidad en el ambiente económico y en el marco jurídico; eso constituye el marco general para la inversión, cualquiera sea, que apunte a generar mayor valor.
Sin perjuicio de ello, el Estado realiza actividades mediante políticas económicas y genera incentivos para que se invierta con algunos objetivos importantes desde el punto de vista del proyecto de desarrollo. En ese sentido Uruguay ya cuenta con una ley de inversiones que establece como criterios a tener en cuenta a los efectos de promover inversiones algunos de los que fueron mencionados ayer por el doctor Vázquez. Colocamos en primer lugar de importancia la generación de empleo productivo, directo e indirecto, la generación o ahorro de divisas y todos los criterios que mencionaba Vázquez (como incorporación de tecnología y descentralización territorial), criterios que permiten evaluar proyectos. En función de la contribución de cada proyecto a los objetivos se graduarán los incentivos que prevé la Ley de Inversiones vigente, a la cual probablemente haya que hacerle algún retoque por vía legislativa, pero en principio es una buena base para operar con una política activa de inversiones.
EC - ¿Qué tipos de contribuciones haría el Estado en caso de proyectos de inversión que cumplieran con estos requisitos?
WC - Tabaré Vázquez mencionó ayer algunos instrumentos que están disponibles para este tipo de promoción, más que fomento de la inversión (habría que distinguir un poco los conceptos: promoción implica ayudar a dar el impulso inicial para que luego la inversión, la empresa, la actividad privada se desarrolle por sus propias fuerzas; mientras fomento implicaría acompañarla permanentemente). Estamos pensando en promoción. Para eso el doctor Vázquez señaló algunos instrumentos, por ejemplo la asistencia técnica, que resulta sumamente importante. Tenemos una larga experiencia en el país de asistencia técnica para las inversiones agropecuarias; hay menos en materia industrial y mucho menos en materia de servicios, auque se están desarrollando en algunos ámbitos, sobre todo por impulsos del sector privado. También hay instrumentos fiscales que tienen que ver con exoneraciones tributarias, eventualmente con subsidios, tales como los que se han aplicado en los sectores turístico y forestal. También tienen que ver con instrumentos crediticios, líneas especiales de crédito con características adecuadas para un proyecto de inversión, que es un proyecto que tiene una maduración de largo plazo, necesita seguridades en cuanto al valor del crédito, que éste no esté sujeto a riesgos cambiarios... Aquí tenemos la unidad indexada (UI), que permite trabajar con mayor tranquilidad, así como mecanismos de fondos de garantía y demás, que son muy importantes a los efectos de promover inversiones en la pequeña y mediana empresa, sobre todo.
EC - Vázquez habló de contraprestaciones que se debería exigir a cualquier proyecto de inversión que se instale en el país.
WC - Efectivamente.
EC - ¿Cuáles?
WC - Por ejemplo, un proyecto de inversión que acceda a beneficios de promoción... En todo caso, es importante señalar que esos beneficios de promoción serían transitorios, no durarían para siempre, porque tendrían la finalidad de ayudar a nacer para que luego las empresas caminen solas. Y las contraprestaciones se refieren a que, si el proyecto es promovido porque genera empleo, porque general divisas, hay que hacer un seguimiento (esto también está previsto en la ley, es bueno decirlo, aunque a veces no se hacen los seguimientos adecuados) para corroborar si efectivamente genera el empleo o las divisas que se suponía que iba a generar cuando se aprobó; si efectivamente incorpora la tecnología que iba a incorporar. Tiene que haber un mecanismo de seguimiento y evaluación de resultados periódicos que revaliden o cancelen los beneficios incorporados.
EC - Sobre el último punto que aparecía en los requisitos, en los criterios que mencionaba el doctor Vázquez, "que fomenten cadenas y redes productivas de alcance regional", ¿qué pasos se piensa dar, cuán factible es lograr esa integración con cadenas y redes de la región? Sobre todo teniendo en cuenta la inestabilidad que caracteriza a esta parte del continente.
WC - Este tal vez sea de los aspectos más difíciles y delicados en el sentido de que no responde necesariamente a la acción del Estado. El Estado puede ayudar generando los marcos institucionales adecuados, pero requiere una acción decidida y en algunos casos incluso un cambio de cultura por parte del empresariado en cuanto a la relación con sus contrapartes de los países de la región. Más allá de pensar muchas veces que del otro lado de la frontera existe un competidor, que está bien que exista, es necesario pensar que también es posible realizar alianzas estratégicas, acuerdos privados de articulación productiva, como de alguna manera ya se hace en algunas partes del país en forma muy limitada, en la frontera con Brasil e incluso sobre el río Uruguay en conexión con Argentina. Implica sobre todo articular producciones internas uruguayas con procesos que tienen alcance regional, puesto que, como todo el mundo sabe, el mercado uruguayo es muy reducido y determinado tipo de producciones, por ejemplo en la industria automotriz, resultaría bastante difícil de localizar en Uruguay en su totalidad. Pero Uruguay puede participar en procesos de producción de escala regional a través de sus empresas en la medida que sus empresarios encuentren los caminos para realizar los acuerdos estratégicos correspondientes.
EC - Pasemos al capítulo referido al acceso al crédito. El doctor Tabaré Vázquez decía lo siguiente.
(Grabación)
TV - En materia de accesibilidad al crédito, es necesario superar los pesados obstáculos actualmente existentes mediante cambios en el sistema financiero -principalmente en el ámbito bancario- que apunten a la estructura y gestión de las instituciones estatales, la definición de nuevas modalidades de operación, así como la renovación de instrumentos y productos financieros.
(Fin de la grabación)
EC - ¿Cuáles son los instrumentos a aplicar para lograr estos objetivos?
WC - El acceso al crédito tiene dos partes: por un lado el tema de la oferta, al que se refería el doctor Vázquez en este fragmento que estuchábamos; y por otro la demanda, que está signada por el endeudamiento del sector privado, otro aspecto que también tocó Vázquez.
A efectos de concretarme a la pregunta voy a referirme a la primera parte, a la oferta. Vázquez señaló que era necesario básicamente atender tres líneas. Una primera sería una reestructura, una reforma de la banca estatal -una banca estatal que está desquiciada por efecto de malas políticas, malos manejos (no me refiero a sospechas de corrupción ni nada por el estilo, pero sí a malos manejos empresariales), en algunos casos afectados por la práctica clientelística que ha caracterizado a buena parte del Estado de muchos años para atrás. Una reforma básicamente del Banco República (BROU), que en alguna medida está en marcha pero creemos que sería necesario reorientarlo en el sentido de colocarlo en posición de operar como verdadero banco de largo plazo, banco de fomento a la producción generando liderazgo. El BROU tiene cerca de 40 por ciento del mercado de crédito y puede generar liderazgo, marcar líneas al resto de los bancos, pero para eso hay que hacerlo eficiente, tiene que tener costos adecuados, porque hoy tiene costos excesivamente altos para operar en un liderazgo efectivo en materia de créditos.
En segundo lugar, ajustar y mejorar la regulación bancaria. Si bien esta regulación también está en un proceso de avance, todavía cuenta con problemas que hacen que los bancos privados, en general todos los bancos que operan en el mercado comercial, incluso los públicos y las cooperativas de ahorro y crédito, tengan restricciones importantes para operar en un mercado que tiene características diferentes de las de los mercados para los cuales se establecen las regulaciones de Basilea, por ejemplo, que constituyen la base de nuestra regulación bancaria.
EC - Dice Vázquez: "Renovación de instrumentos y productos financieros".
WC - Y esa es la tercera línea, renovación de instrumentos y productos financieros. En Uruguay estamos muy acostumbrados, toda la estructura económica del país está acostumbrada, a trabajar con el crédito bancario exclusivamente. El intento de desarrollar nuevos instrumentos, como los fondos de inversión y las obligaciones negociables, han tenido dificultades porque las regulaciones no han sido suficientemente efectivas y han generado situaciones que prácticamente mataron al nacer a estos instrumentos. Creemos que hay que revitalizarlos, en algunos casos están retomando vitalidad.
Pero también contamos con instrumentos nuevos, como por ejemplo el fideicomiso... Quiero hacer un paréntesis: al fideicomiso le está pasando algo parecido a lo que le pasó a la Corporación Nacional para el Desarrollo: una buena idea para fomentar la inversión se transforma en una especie de mecanismo de CTI para empresas en dificultades. El fideicomiso tiene una potencialidad importante para desarrollar nuevos proyectos, junto con otros instrumentos cuya reglamentación a nivel legal se ha aprobado recientemente, como por ejemplo la securitización, que de alguna manera va articulada con el fideicomiso, o puede irlo; lo mismo que el warrant u otros instrumentos que hay que desarrollar, por ejemplo los mercados de futuro de cambio o de productos agropecuarios.
EC - Vázquez habló de "dar prioridad a los negocios en moneda nacional, lo que implica recuperar la confianza en nuestra moneda". ¿Efectivamente creen que eso es algo que se puede prometer, que se puede lograr con políticas económicas de mediano plazo? ¿O simplemente es una expresión de deseo?
WC - Es en primer lugar una expresión de deseo, que además es compartida, no sólo dentro de la izquierda, sino que incluso es un objetivo o una línea tendencial de la actual administración monetaria del país que procura desdolarizar la actividad financiera. Es muy difícil hacer política monetaria cuando 90 por ciento de los activos o depósitos bancarios está en moneda extranjera, cuando la moneda nacional constituye apenas un 4 por ciento, cuando mucho, del Producto Bruto Interno. Es necesario recuperar la confianza en la moneda nacional. La dolarización es producto de una larga tradición de inflación, de desconfianza en la moneda, que ha hecho que la gente se trasladara a la moneda extranjera para mantener el valor de sus ahorros. Por lo tanto es un proceso que no se puede revertir de un día para el otro y por decreto, hay que crear las condiciones para que la gente vuelva a preferir la moneda nacional.
Eso tiene que ver con instrumentos que ya existen, por ejemplo la UI, con la existencia de una regulación bancaria que castigue el riesgo cambiario que se asume cuando se presta en moneda extranjera a personas o empresas que tienen ingresos en moneda nacional, a los efectos de que después el Estado no tenga que cargar con ese riesgo, como ha ocurrido más de una vez. Pero también tiene que ver con una consistencia de la política monetaria, en términos de mantener las condiciones para que la inflación no sea alta, y en segundo lugar la consistencia con la política cambiaria. No se puede pensar que se va desdolarizar la economía si el Estado garantiza que el tipo de cambio va a estar siempre en un valor o sin fluctuar. Si hay fluctuación del tipo de cambio, como debería ser en un esquema como el que estamos siguiendo actualmente para la política monetaria, la fluctuación por sí misma va a alentar a las personas, si tienen alternativas necesarias, como la UI, a ahorrar en moneda nacional más que en moneda extranjera.
EC - ¿Cómo pesa sobre esta política de acceso al crédito la realidad hoy existente de un alto endeudamiento interno?
WC - Esa es la otra parte que mencionaba: la demanda de crédito. Un alto endeudamiento es la contracara de que hay una baja capitalización, cuando una empresa tiene poco capital tiene necesariamente poco acceso al crédito. Es una situación que se debe revertir, el doctor Vázquez fue muy claro al decir que hay que llevar adelante mecanismos para ampliar la capacidad de pago, tratar caso a caso las situaciones de sobreendeudamiento, procurar salvar o mantener la capacidad de producción y respetar la dignidad de la gente -creo que esas fueron sus palabras-. En ese sentido, para poder salir de lo que se llama endeudamiento interno (y me refiero especialmente al de las empresas) es necesario capitalizar a las empresas. Esa capitalización puede provenir de una acumulación de rentabilidades; el sector productivo después de la devaluación de 2002 ha adquirido una rentabilidad que le permite achicar su nivel de endeudamiento (los que han podido, así lo han hecho), pero se necesita también capitalización. Estamos trabajando en algunas ideas al respecto, por ejemplo transformar, aunque sea transitoriamente, parte del endeudamiento en capital, de forma tal que se pueda fortalecer la capacidad de generar rentabilidad por parte de las empresas. Esto no sería nuevo, de todas maneras...
EC - ¿Eso implica la participación de instituciones del Estado como socias en esas empresas?
WC - No necesariamente instituciones del Estado; la idea no es que sean instituciones del Estado. Es una idea que está todavía muy en borrador, estamos trabajándola. Existe el antecedente, por ejemplo, del Plan Brady, donde los Estados cambiaron deuda por capital; no sé si alguien recuerda la expresión de los años 80 "debt to equity", que significa cambio de deuda por acciones. Hay que buscar las formas (el instrumento del fideicomiso puede tener un papel allí) de inducir o favorecer que parte de las deudas de las empresas -visto desde el otro lado, parte de los créditos que los bancos privados tienen contra determinadas empresas- pueda eventualmente transformarse en participaciones de capital, que incluso pudieran tener un mercado secundario y un período de rescate a efectos de aliviar este peso que significa para una empresa endeudada tener un socio que cobra dividendos, gane o no gane.
EC - Pero Vázquez también dijo: "Ningún uruguayo que se haya endeudado trabajando y quiera pagar lo que debe, va a perder lo que es suyo". ¿Cómo se compatibiliza una cosa con la otra?
WC - No pierde lo que es suyo. La empresa endeudada tiene un socio que le cobra utilidades gane o no gane; si esto se pudiera instrumentar (repito: no es todavía una propuesta sino un mecanismo en estudio) ese socio se transformaría en un socio de riesgo, con la posibilidad de retornar la participación de capital al propietario original en la medida que la empresa pudiera generar las utilidades correspondientes y fuera de interés del empresario "deshacerse" del socio que estaría teniendo como consecuencia.
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EC - En lo que refiere al empleo, al combate de la desocupación, Vázquez presentó una serie de medidas e hizo la siguiente promesa:
(Grabación)
TV - Este plan de emergencia, de empleo y salarios, con otras políticas de gobierno, puede posibilitar que al final del próximo período de gobierno la tasa de desempleo estructural sea de un dígito.
(Fin de la grabación)
EC - ¿En qué consiste ese plan de emergencia de empleo y salarios?
WC - Para empezar, es un plan de emergencia, es decir que está destinado a atender la actual situación de por un lado falta de puestos de trabajo, desocupación superior a 13 por ciento, y por otro lado la precariedad de ese empleo que afecta a buena parte, cerca de 40 por ciento de la fuerza de trabajo empleada.
Consiste, por un lado, en la dinamización de la inversión pública, hoy asignada a otras actividades que no son relevantes, y que permite tener algún tipo de financiamiento para hacerlo. Es un tipo de actividades que tienen impacto inmediato, pero de todas maneras son muy limitadas y tampoco pueden ser muy extendidas en el tiempo.
En segundo lugar hay medidas de estímulo al empleo en el sector privado por la vía de pensar en la posibilidad de reducir el costo que tiene para la empresa la contratación del trabajador mediante una exoneración transitoria, por ejemplo (como ya se ha hecho) de aportes patronales sobre el personal que ingrese en forma permanente por encima de la plantilla tradicional, es decir sobre nuevos empleos adicionales que se creen.
Existe también la posibilidad de generar empleo por la vía de crear un fondo no demasiado grande para alentar la recuperación de empresas que están detenidas. Hay ejemplos recientes: el de Funsa es el más notorio pero existen otros; también hay iniciativas en el sentido de que máquinas que están paradas y personas que están sin trabajo puedan juntarse y generar puestos de trabajo que se puedan transformar en permanentes.
EC - Con programas de ese tipo, ¿cómo se llega a ese anuncio que hace el doctor Vázquez de que al final de su período de gobierno la tasa de desempleo estructural sería de un dígito?
WC - No: con programas de ese tipo no se llega a una tasa de desempleo estructural de un dígito. Si fuera sólo eso lo que se puede hacer por el empleo probablemente no bajaríamos la tasa de desempleo sino que tendríamos más problemas de empleo en el futuro. Lo más importante para prever que es posible reducir la tasa de desempleo a menos de 10 por ciento radica en lo que hablábamos al comienzo, el plan de inversiones, porque es por la vía de la inversión que es posible generar empleos. Este plan es exclusivamente para atender la emergencia.
EC - ¿Pero por qué Vázquez utilizó el término "desempleo estructural"?
WC - La tasa de desempleo en Uruguay, como en todos los países, tiene varios componentes. Está el componente estructural, que es el que permanece aún en los mejores momentos de crecimiento de la economía. Recordemos períodos de alto crecimiento en la década de los 90 donde la tasa de desempleo no bajaba de 10 por ciento, por ejemplo; después de cada crisis hemos venido teniendo un crecimiento de esa tasa estructural, pasamos de 7 a 10 y en la tendencia de hoy, si no se hacen cambios en la estructura, estaríamos previendo que la tasa estructural se estabilice en 12 por ciento en términos de crecimiento. Nuestra intención es generar cambios que permitan en cinco años poder colocar esa tasa de desempleo estructural en 9 por ciento, sin perjuicio de que situaciones de crisis, de depresión o del propio ciclo económico que viven todos los países puedan hacer que suba o en períodos de auge puedan hacerla ubicarse por debajo de lo que podríamos llamar el nivel de desempleo estructural.
EC - Ustedes se han fijado una meta de 9 por ciento para ese desempleo estructural a fines del próximo período de gobierno, esa es la idea.
WC - Esa es la idea. Nos gustaría que fuera 4 y no 9, pero la situación estructural del país y la tendencia que traemos hacen poco probable llegar a esa tasa. Porque llegar a una tasa del orden de 9 por ciento en cinco años implica un esfuerzo de inversión muy importante, un esfuerzo como el país no ha tenido hasta ahora; implicaría, por ejemplo, que la tasa de inversión de Uruguay, que hoy es de aproximadamente 11 por ciento sobre el Producto, pudiera estabilizarse en un mínimo imprescindible del orden de 18 por ciento. Y eso implica un fuerte esfuerzo por parte del sector privado y del sector público generando las condiciones de marco macroeconómico, institucional y los incentivos suficientes para que el sector privado prefiera invertir en lo productivo antes que preservar su valor en el exterior o dedicarse a actividades especulativas.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón