Al tiempo que el proyecto que despenaliza la "Interrupción Voluntaria del Embarazo" entrará el lunes en su fase final de discusión en el Parlamento, el presidente José Mujica marcó en forma clara su posición sobre la iniciativa en las últimas horas.
 
En una extensa entrevista concedida en exclusiva a la Agencia France Presse (AFP), en donde habló de varios temas, el mandatario señaló que el hecho de que Uruguay tenga una población envejecida "no ayuda" a promover cambios en el pensamiento de la sociedad tanto sobre el aborto como sobre la polémica regulación estatal de la marihuana.
 
Para Mujica, la interrupción voluntaria del embarazo "debería resolverse por el voto directo de todas las mujeres del Uruguay". En ese sentido dijo que los hombres "deberíamos callarnos la boca, porque si bien tenemos cierta parte, el papel de los hombres es bastante hipócrita".
 
El presidente, que dejó en claro tiempo atrás que jamás vetaría una ley en este sentido que saliera del Parlamento, marcó su posición contraria al aborto, aunque defendió la despenalización.
 
Al respecto dijo que la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo "puede incluso ayudar a que muchas mujeres retrocedan en esta decisión".
 
Agregó que, en este y otros temas, "apostamos a las entendederas de las nuevas generaciones. Los viejos estamos todos llenos de prejuicios. De vez en cuando muestran un viejo raro como yo, abierto, pero no es lo común".
 
Mujica hizo estas aclaraciones luego que esta misma semana el expresidente Tabaré Vázquez volviera a dejar en claro su posición contraria al proyecto.
 
Respondiendo a una invitación de la comisión parlamentaria que estudia el tema, y a instancias del diputado nacionalista Gerardo Amarilla, Vázquez se negó a comparecer y pronunciarse sobre el asunto.
 
De todas formas, reiteró que su posición es exactamente igual a la expresada en 2008, cuando su veto logró frustrar una iniciativa similar, lo que desató una crisis en la interna del Frente Amplio y motivó su alejamiento del Partido Socialista.
 
Vázquez había definido entonces al aborto como un "mal social" que había que evitar al señalar que en los países donde está legalizado, aumentó la frecuencia de las interrupciones voluntarias del embarazo. Resaltó que la ciencia demuestra en forma "evidente que existe vida desde la concepción, algo que la legislación no puede desconocer".
 
Al respecto, el diputado Gerardo Amarilla dijo a El Espectador que la posición de Vázquez expresada esta semana podría hacer cambiar de parecer a algunos legisladores del Frente Amplio, cuyo voto está en duda.

El diputado de Agrupación Humanista (Salto) Andrés Lima ya anunció que su voto no estará, por convicciones religiosas, pero será compensado por el independiente Iván Posada, tras un acuerdo por el cual la bancada oficialista aceptó incorporar sus propuestas.
 
Posada dijo a El Espectador que el lunes la Comisión comenzará a votar negativamente el proyecto tal cual llegó del Senado, y a su vez incorporará como aditivo el texto consensuado.
 
Además, al proyecto se le harán algunas modificaciones, sugeridas tras la comparecencia de distintas delegaciones y especialistas en los últimos días.
 
Una de ellas será contemplar la "objeción de conciencia institucional" para no realizar este tipo de intervenciones y no estar obligadas a financiarlo, como plantearon el Círculo Católico y el Hospital Evangélico.
 
También se dejará abierto a los médicos en forma personal cambiar su postura ante cada caso en particular.
 
Según lo previsto, el Proyecto será sancionado por la Cámara de Diputados en la última semana de setiembre.