El FA evalúa "otras hipótesis" tras aplazar el remate de Pluna, mientras que para el Partido Nacional se "evitó un gran papelón"
El Gobierno postergó para el 1° de octubre la subasta de siete aviones Bombardier que pertenecían a Pluna S.A. El ministro de Transporte, Enrique Pintado, explicó en conferencia de prensa que la decisión se tomó porque tres de los siete interesados habían desistido de seguir adelante, de los cuales uno alegó falta de tiempo. Para conocer cómo se analiza a nivel político este episodio, En Perspectiva dialogó con el senador nacionalista Carlos Moreira y con el senador frenteamplista Daniel Martínez, presidente de la comisión de Transporte del Senado. El escenario de que no hubieran suficientes interesados para la fecha de la subasta era, según Martínez, "posible y esperable". El legislador agregó que "nadie garantiza" que en la nueva instancia esto no se repita, por lo que es necesario "ir manejando otras hipótesis". Entre ellas, deslizó la posibilidad que el Estado vuelva a hacerse cargo de la aerolínea de bandera. Moreira, en cambio, reafirmó su crítica a la forma en que se manejó la crisis de Pluna y afirmó que la postergación de la subasta "evitó un gran papelón y una gran decepción".
(emitido a las 8.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Vamos a lo que ayer era la principal expectativa.
La hora: el mediodía; el lugar: el aeropuerto de Carrasco. Allí se iba a desarrollar la subasta de siete aviones Bombardier pertenecientes a la empresa Pluna, en liquidación. Pero lo que probablemente pocos aguardaban era que las novedades surgieran mucho más temprano que eso, antes de las nueve de la mañana, cuando el fideicomiso responsable de esa operación notificó que se había resuelto suspenderla y dejarla para una nueva instancia el próximo 1º de octubre.
El País: "Fracasa el rescate de Pluna: mercado le dio la espalda"
La Diaria: "Vuelo cancelado. Se postergó la subasta de aeronaves de Pluna para buscar más participación de interesados".
El Observador: "Falta de oferentes por Pluna dejó al Gobierno sumido en el desconcierto".
La República: "Suspendieron subasta para captar más interesados. Mujica: Pluna nos cuesta 25 millones de dólares al año".
Búsqueda (contratapa): "López Mena no mostró interés en la subasta y obligó al Estado a aplazarla para mover más el espinel en busca de un candidato".
La nota de Búsqueda cuenta que el martes por la noche, en la Torre Ejecutiva, se realizó la reunión en la que se definió el aplazamiento. Allí estuvieron hasta las 23 horas el presidente José Mujica, el ministro de Transporte, Enrique Pintado, y el director general de Secretaría del Ministerio de Economía, Pedro Apezteguía, entre otros altos jerarcas cercanos al tema. Durante ese día, el Gobierno recibió los golpes de dos notificaciones de empresas que estaban entre los posibles oferentes y anunciaban que no participarían, lo que los llevó a tomar la resolución. A la mañana siguiente (ayer), recibieron la nota de otro inversor que solicitaba más tiempo y que terminó de confirmar lo decidido. Fuentes oficiales dijeron a Búsqueda que planeaban en principio fijar la subasta para el 3 de octubre, pero debieron dejarla para el 1º, porque ese es el plazo máximo de postergación que permite la Ley 18.931, la que creó el fideicomiso e instrumentó esta subasta.
¿Cómo se analiza este episodio de ayer a nivel político? Vamos a escuchar el intercambio entre dos legisladores, dos senadores de la República. Por un lado Carlos Moreira, de Alianza Nacional, Partido Nacional, que ha trabajado muy de cerca en todo este tema en los últimos tiempos, y por otro el senador Daniel Martínez, del Partido Socialista, Frente Amplio, presidente de la comisión especializada en estos asuntos en la Cámara Alta.
Senador Moreira, comencemos con sus primeras conclusiones.
CARLOS MOREIRA:
Esto se había anunciado con bombos y platillos, tuvo una enorme publicidad. Se nos dijo en reiteradas oportunidades que había infinidad de interesados en estos aviones. Yo he escuchado declaraciones del ministro Pintado, recuerdo en la comisión de Transporte integrada cuando el ministro dijo que estos aviones valían 20 millones de dólares cada uno, y antes había dicho que valían 25. Ahora parece que no valen ni 100 millones los siete. Me parece que ayer se evitó un gran papelón y una gran decepción. Esto se suma a un proceso de desaciertos, porque esto comenzó hace cinco años y pico. El 15 de junio se hizo un fideicomiso de administración cuando se fue Campiani y se le dio una suculenta indemnización por despido porque se lo consideró un trabajador. Se pasó a un fideicomiso de administración a cargo de la Bolsa de Valores de Montevideo para que negociara en ese momento con una empresa canadiense, Jazz, que había sido socia accionista de Pluna con un 25% del paquete.
Nada de eso se concretó. Jazz no hizo ningún tipo de oferta, y luego a ese proceso de vender Pluna en funcionamiento también se le decretó la muerte súbita cuando una noche se nos convoca al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y los ministros de Economía y de Transporte nos informan que hay que bajarle la cortina a Pluna SA porque se venían 7.000 juicios por 3.500 millones de dólares de Brasil, de extrabajadores de Varig. Después se inventa el tema de esta ley 18.931 que crea un fideicomiso para adquirir los siete aviones Bombardier y se modifica la ley de concursos en evidente perjuicio de los acreedores comerciales quirografarios comunes de Pluna, para cubrir al menos esa responsabilidad del Estado uruguayo que deriva de un pacto de garantía que se había hecho en el año 2007, en el cual el Estado uruguayo, titular del 25% del paquete accionario, garantizó en forma soberana una deuda entonces de 178 millones con el ScotiaBank, que es lo que genera todo este lío de hoy.
Porque acá se trata de liberar al Estado uruguayo de su responsabilidad como garante del ScotiaBank, deuda de la cual todavía quedan 136.800.000 y pico de dólares, que era la base inicial del remate de ayer. Y que nadie estuvo dispuesto a pagar, esa es la verdad. Ni tampoco estuvo dispuesto a pagar los 100 millones de la segunda subasta a la baja que se hubiera producido una hora después. Usted vio la imagen de las sillas vacías en el aeropuerto; la verdad es que no había interesados reales, porque además quien se presentara ayer en la subasta no solo tendría que haber comprado el pliego, las condiciones, por 5.000 dólares, sino que tendría que haber dado un aval bancario para garantizar su oferta, y eso eran más de 13 millones de dólares. Y nadie entendió que era pertinente hacerlo y así tuvieron que prorrogar la subasta hasta el 1º de octubre. No tenían más remedio, porque se vence el plazo de 60 días que marca la ley para proceder a la subasta.
EC - Senador Daniel Martínez, su colega el senador Moreira se remite a las últimas épocas de manejo del caso Pluna, incluso va al Gobierno anterior cuando se decidió la asociación con Leadgate, pero sobre todo cuestiona el proceso en estas últimas semanas cuando Pluna entró en crisis y se fueron dando estos pasos que hubo que ir corrigiendo sobre la marcha y que ahora terminan en esta subasta frustrada. ¿Usted cómo defiende lo hecho?
DANIEL MARTÍNEZ:
Ante todo, en lo que no coincidiría de lo que dijo él puedo tener muchos puntos de acuerdo con la parte descriptiva es en que no fue con bombos y platillos. A mí como presidente de la comisión me tocó argumentar la posición del Gobierno sobre la salida y nunca se dijo con bombos y platillos que esta era la salida, sino que era una salida posible. Es más, recordemos que en la propia exposición y en el propio debate yo planteé que si por este camino no había salida habría que volver al Parlamento para explorar otras alternativas. O sea que el escenario de que esto no pasara era totalmente posible. No fueron demasiados medios de prensa los que me entrevistaron en este período, pero a los seis o siete que me preguntaron qué opinaba sobre el posible éxito de la subasta ya que había tantos "interesados" yo les decía que en estos casos mucha gente "franelea", muchos intermediarios buscan información tratando de buscar una oportunidad de negocio, pero la verdad se ve cuando se levante la mano.
Me parece imposible predecir qué va a pasar, tal como pasó, que si bien había de ese grupo 15, 20 personas o empresas que se acercaron no tengo el número real, no he tenido contacto con el Ejecutivo, objetivamente algunos de los que parecían un poco más interesados a último momento se bajaron. Era un escenario absolutamente posible y esperable, al menos para algunos, y así lo dijimos. Tampoco nadie garantiza que este corrimiento para el 1º de octubre vaya a tener éxito. Ojalá que sí y sea con un buen resultado. Hay mucha gente que opera y hace declaraciones buscando resultados, y estoy seguro de que también el Gobierno o miembros del Gobierno hicieron declaraciones para contrarrestar las que hacían quienes estaban especulando con obtener el menor precio posible en esta situación. Acá hay mucha gente que juega intereses, esto nos tiene que quedar claro, nadie juega a las muñecas cuando se trata de estas cifras y en el mundo de los negocios, todo el mundo busca sacar su ganancia y su máxima ganancia.
Obviamente, cuando de mañana temprano gente de uno de los sindicatos me avisó que suspendían no me alegré, creo que nadie puede alegrarse. Esta fue una salida que encontró el Ejecutivo y que los miembros del Parlamento respaldamos buscando darle una salida a una situación dramática. Se puede discutir si se podía haber esperado un mes más o menos, pero fue la salida por la que se optó. Creo que todos tenemos interés en terminar con esta historia que trae 20 años de fracasos en la participación del Estado como socio minoritario de Pluna. Yo iría preparando un plan B.
EC - A eso iba. Porque lo cierto es que este fracaso, si se lo puede considerar así, patea la pelota para el 1º de octubre, fecha en la que, como usted señalaba, tampoco es seguro que vaya a haber la cantidad conveniente de interesados como para que la subasta se desarrolle de manera provechosa para los intereses que están en juego. De por medio está la próxima temporada turística, fuertemente jaqueada, porque Uruguay tiene problemas serios a efectos de conectarse por vía aérea con destinos regionales, sobre todo, que son muy importantes para que venga el flujo de visitantes que esperamos en el verano. ¿Qué se puede hacer? ¿Cómo están manejando en el Gobierno la variable tiempo, muy asociada de manera crítica a todo este proceso?
DM - Entre ayer y hoy no hablé con el Ejecutivo, más que un contacto indirecto con algún miembro del Ejecutivo no tuve. Incluso ya hace semanas algún grupo de compañeros hemos venido conversando el tema y por supuesto tenemos algunas iniciativas y algunas posibilidades a manejar. Durante toda la campaña interna me pasé diciendo que entre frenteamplistas tenemos que decir las cosas primero cara a cara, mirándonos a los ojos, y después a la prensa, así que creo que ese es el camino. No hay mucho secreto tampoco. Uno de los elementos que debemos poner sobre la mesa en cualquier solución es reconocer que las líneas aéreas del mundo, y en particular determinadas líneas del mundo, salvo que tengan negocios conexos o que logren generar una cadena de actividad y trabajar en varios rubros, uno de los cuales que sea funcional a esa cadena, ninguna da ganancia. Eventualmente en ese caso o requerís un socio que tenga un negocio mucho más amplio, que tenga varias patas, al cual la línea aérea le permite rentabilidad y compensar las eventuales pérdidas en otro negocio. O te metés tú asumiendo que vas a tener equis peso de pérdida por año, hasta de repente lo podés limitar.
EC - Sí, el presidente Mujica dice hoy: "Pluna nos cuesta 25 millones de dólares al año". Y alguien puede pensar que de repente 25 millones de dólares de pérdida comparado con lo que el turismo y en especial la temporada de verano significan para el país, es un buen negocio.
DM - La línea de pensamiento que algunos tenemos no descarta esa posibilidad. El país tiene una serie de externalidades producto de una línea aérea, no es solo el turismo. Tanto los uruguayos para salir a colocar productos como los inversores que sirven no los chantas que venían en una época al Uruguay, aquellos árabes que iban a invertir en el Anglo o los Rohm o los Peirano, los inversores serios, necesitan tener una conectividad. Si tú requerís tres días para llegar a un país, lo pensás tres veces. Y lo mismo los uruguayos que salen a colocar productos. O yendo a algo mucho más humanos, que es la cantidad de gente uruguaya que hay en el exterior y el flujo hacia dentro y hacia fuera del país conectando la gente de adentro con la de afuera, es estar fuera del mapa. Demorar tres días, dos días y pico en llegar al país es estar fuera del mapa. Por muchos sentidos es importante, así que me gustaría sentarme con tranquilidad, y llegado el momento una hipótesis puede ser: tenemos que perder tanto, pero esto nos genera tantas externalidades que son favorables para el país, de repente lo decidimos.
EC - Senador Moreira, usted ha cuestionado toda esta fórmula de salida de la crisis de Pluna, para empezar la propia subasta. Ahora que han avanzado las fechas y se conoce ya el resultado cero de la actividad prevista para ayer y que ahora hay que manejar una nueva fecha, ¿dónde entiende que está la alternativa?
CM - Yo he cuestionado la forma de entrada, primero, porque esto es la consecuencia de males anteriores, cómo se entró, a quién se eligió, cómo se lo eligió, y cómo el Estado permitió que se violara el contrato original, en el cual el Estado no iba a garantizar el 100% de la compra de estos siete aviones. Porque esto no es consecuencia de los errores de la salida que se imaginó hace 90 u 80 días, esto es consecuencia de los errores del 2007, cuando el actual vicepresidente era ministro de Economía y estaba Víctor Rossi en el MTOP. Estos males vienen de allá.
Claro, ahora se pergeña esta salida con esta ley 18.931 que posterga los derechos que la ley de concurso vigente les daba a los acreedores quirografarios. Porque si se hubiera aplicado la ley de concursos ni siquiera el Estado podía pretender cobrar del producido de la ejecución hipotecaria, porque la hipoteca que tenía a su favor el Estado uruguayo se hubiera cancelado. De modo que todo esto, esta salida que se imaginó, que diseñó un famoso comercialista que contrató el Estado uruguayo, se hace en perjuicio de cientos y de miles de acreedores que no van a cobrar un peso porque el activo de Pluna no tiene nada salvo estos siete aviones.
EC - Pero puede llegar a ocurrir que este camino ni siquiera pueda efectivizarse. Por eso vuelvo a la pregunta: ¿cuál es la alternativa? ¿Cómo observan otro camino posible?
CM - Es que ese camino posible lo tiene que diseñar el Gobierno, que promete una cosa y otra cosa y otra cosa. ¿Por qué cerraron Pluna? Porque ahí bajan una cortina que impide, por ejemplo, vender la empresa en funcionamiento. Esta empresa no existe más, lo que existe es un activo, estos siete aviones, que demandan un costo de mantenimiento todos los meses. Este mes va a costar un platal el mantenimiento de estos aviones, y de los otros seis que fueron comprados por un leassing, de los cuales no se habla, que también están siendo mantenidos, y vaya usted a saber cuánto cuesta esto.
EC - Usted dice que pudo haberse ingresado en concurso sin cerrar Pluna SA.
CM - Eso parecía lo más lógico en su momento. Pero ¿cuánto nos va a terminar costando esta aventura de Pluna con este señor Campiani? Cuando le pasemos raya a esto y saquemos la cuenta de lo que le costó al Estado, es decir a la sociedad uruguaya, y los perjuicios que se les causaron a miles, no solo a uruguayos, también a argentinos, chilenos, brasileños, y todos los juicios a los cuales se va a ver enfrentado el Estado uruguayo, Dios mío, cuando pasemos raya y hagamos el balance no va a bastar con que alguien diga "me equivoqué", no va a alcanzar con eso, porque estas equivocaciones se pagan muy caras. Creo que ahora hay que imaginar soluciones, si el 1º de octubre no hay interesados esto tiene que volver al Parlamento nacional, porque la subasta quedará desierta y no hay otra salida, el Estado uruguayo no va a poder negociar en forma directa. Va a tener que asumir en gran parte la deuda con el ScotiaBank ya pagó una cuota, hace 20 días el Estado pagó nueve millones de dólares, nadie dijo nada de eso, eso es otra pérdida. La diferencia entre el precio de venta y la deuda, que hoy es de 137 millones de dólares, la va a tener que pagar el Estado uruguayo. ¿Cuánto va a costar esto? Y ¿cuál es la salida? Yo qué sé.
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EC - Senador Moreira, ¿para usted es una alternativa que el Estado asuma Pluna nuevamente, incluso con las pérdidas que podrían cifrarse en 25 millones de dólares al año para asegurar la conectividad aérea del país?
CM - La conectividad va a haber que asegurarla. Esa es una de las alternativas, hay que sacar la cuenta. Pero lo que le decía antes, eso debió haberse hecho antes. El Estado había quedado con el 100% del paquete accionario, ¿para qué la cerraron? ¿Para qué se afectó la conectividad, que hoy está afectando la llegada de visitantes al Uruguay, en este momento tan difícil sobre todo de relacionamiento con la República Argentina?
EC - Senador Martínez, ¿qué responde usted sobre eso? ¿Por qué esta alternativa recién aparece ahora para la hipótesis de que fracase la segunda fecha de la subasta? ¿Por qué se tomó la decisión de cierre de Pluna, que por lo visto, dice el senador Moreira, va a agregar más pérdida a la bolsa que ya se viene acumulando en esta empresa?
DM - Se tomó esa resolución porque fue la propuesta que el Ejecutivo entendió más viable con los elementos de análisis que tenía. Esta fue siempre una solución eventual, creo que estamos perfectamente en camino de aplicarla en el caso de que fracase la subasta. Entiendo la posición de Moreira, él ha trabajado mucho en el tema, creo que lo ha hecho siempre con mucha información. Hemos coincidido en algunas cosas y en otras no, podríamos ponernos a hablar y yo podría decir "sí, pero esto empezó hace 20 años, no hace 10", no importa, es parte del anecdotario.
En este momento, ante una situación que está dada con un escenario que está dado, creo que es una alternativa a ser manejada, porque objetivamente me parece que no queda nada clara la realidad de lo que vaya a pasar con estos aviones. Por lo que me decían, alguna gente se podría haber ido con otras líneas al exterior, con otras ofertas, pero buena parte de la gente está, los aviones están siendo mantenidos sin problemas, está el recurso humano y material, me parece que no sería nada descabellado manejar la hipótesis. Estoy de acuerdo con lo que dice Moreira, puede ser que no sea la única, pero al menos no soy de los que a priori dicen "es un disparate". De repente sí, funcionar en un régimen de derecho privado como las empresas conexas como Ducsa, etcétera, para tener una flexibilidad que una Pluna estatal con derecho público no puede tener. Yo lo miraría al menos como punto de partida sin descartarlo.
EC - Senador Moreira, ¿qué pasos piensan dar ustedes en el Parlamento para abordar esta cuestión?
CM - Vamos a convocar a la agrupación parlamentaria y vamos a resolver. Todavía no hemos resuelto nada en esa materia. He convocado a los ministros de Transporte y de Economía en los dos gobiernos en reiteradas oportunidades en todos los regímenes posibles. Hemos cuestionado esto desde el arranque, y siempre se nos decía que no, que las cosas venían bien, que iban a mejorar, que los socios eran muy buenos. Y nada pudimos obtener.
EC - De la audiencia un mensaje que se repite dice: "Cero propuesta, solo pase de facturas". Alude a sus intervenciones, senador Moreira.
CM - No somos el Gobierno. Tenemos un gobierno con mayorías absolutas. Las propuestas las tiene que hacer el Gobierno, y siempre estamos con ese dicho del ministro Pintado: la alternativa B, la C, la D, y no hay ninguna realmente viable ni seria. Las propuestas, el camino, el futuro de eso lo tiene que hacer el Gobierno. Nosotros estamos para controlar y para apoyar eventualmente si las cosas están bien hechas. En este caso estuvo todo mal hecho. Entonces apoyar cosas mal hechas, no.
EC - Senador Martínez, un último comentario de su parte.
DM - Lo del principio: hay que trabajar para que el 1º de octubre haya el máximo nivel de ofertas posible, pero de todas formas ir manejando otras hipótesis.
EC - Porque cabe la posibilidad, como dicen algunos oyentes, de que se vendan los aviones pero no necesariamente para conformar una empresa que tape estos baches que tiene el Uruguay en materia de vuelos.
CM - Ahí sí, que el mercado resuelva la conectividad del país sin ninguna garantía de ningún tipo me preocuparía. Porque, insisto, no es solo un problema de turismo, que es importantísimo, es también un problema de que tenemos un 20% de la población en el exterior. Y además en el mundo de hoy por supuesto que uno hace pila de cosas por internet, negocios, compra materiales, paga por tarjeta, pero el mano a mano que en el mundo de los negocios empresarial es fundamental, es insustituible. Por lo tanto no es lo mismo estar tres días para llegar a un paisito donde aparte los negocios no son de un gigantesco porte que demorar como máximo un día desde cualquier parte del mundo.
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Transcripción: María Lila Ltaif
Fotos: archivo
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