(emitido a las 7.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
A pedido del presidente de la República, José Mujica, José Seoane presentó su renuncia ayer. Se venía desempeñando como presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), de la Anep. Será reemplazado por Wilson Netto, el actual titular del Consejo de Educación Técnico Profesional, UTU.

La medida también implica la salida de la consejera Nora Castro, que oficiaba de vicepresidente del Codicen, y que va a ser sustituida por el número dos en el Consejo de la UTU, Javier Landoni.

Algunos enfoques en la prensa esta mañana a propósito de estos cambios. Por ejemplo el diario El Observador titula: "Mujica va por el control político del Codicen con este cambio de jerarcas", destaca que "el nuevo director general, Wilson Netto, es muy cercano al presidente".

La Diaria elige este otro encare: "Nos vamos poniendo tecnos. Ayer se anunció que Wilson Netto y Javier Landoni pasan de la conducción de UTU al Codicen, del que se van Seoane y Nora Castro".

El País, por su lado, dice: "Mujica resolvió mover las piezas por fracaso en gestión del Codicen" y agrega que "el presidente ya cambió el 50% de su equipo educativo".

Estamos con la senadora Lucía Topolansky, del Movimiento de Participación Popular (MPP).

¿Cuál es la razón por la que se lleva adelante estos cambios en este momento?

LUCÍA TOPOLANSKY:
Yo creo que se agotó una etapa que fue bastante difícil, y donde el doctor Seoane y la maestra Castro pusieron todo de sí para tratar de llevar adelante los acuerdos educativos que se habían elaborado en enero. Una vez que los acuerdo quedaron rotos, esa etapa se termina.

EC – Hay quienes hablan de "fracaso" de la gestión de Seoane, otros como el senador Larrañaga dicen que se trataba de un presidente del Codicen que era "obstáculo para los cambios".

LT – No comparto ninguna de las dos visiones. Se ha querido hacer una prédica sistemática que todo está mal. Quien siguió con atención la última interpelación al ministro Ehrlich, se habrá dado cuenta de todo lo que se viene realizando en este tema tan complejo como la educación, de todos los esfuerzos y los pasos dados, los logros obtenidos. Eso no tiene nada que ver, obviamente que quienes están en esa prédica es lo que van a decir, pero desde mi punto de vista no tiene nada que ver.

EC – En cuanto a las razones por las que se opta por este cambio de nombres, se manejan dos grandes motivos. En primer lugar, el impulso a una mayor descentralización en el funcionamiento de la enseñanza en los niveles primario, secundario y UTU. Y por otro, el propósito de sacar adelante la educación técnico-profesional. ¿Usted con cuál de los dos se queda?

LT – El oficialismo y la oposición comparten las dos cosas. Todo el mundo es consciente de la necesidad de una descentralización y de un énfasis en la formación tecnológica, porque es una demanda actual. Pero una cosa es decirlo, alzar la voz y gritarlo, y otra es tener la voluntad de hacerlo. Y esta voluntad se ha visto bastante entorpecida. En la Comisión de Educación del Senado recibimos un proyecto de ley que envió el Poder Ejecutivo para darle autonomía a la UTU, pero se precisan dos tercios y no estaban; ahí había un elemento claro de descentralización. Nos tomamos el trabajo de reformular el proyecto, ahora se llama "Desarrollo de las funciones de UTU", no toca temas de autonomía, pero sí de profundización de sus potestades. Eso está para ser aprobado, sucede que llegó la Rendición de Cuentas y las comisiones se suspenden.

EC – ¿Qué puede implicar el hecho de que se nombre al frente del Codicen, en los dos principales cargos, quienes hasta ahora estaban dirigiendo la UTU?

LT – La centralidad del Codicen, con 40 años o un poco más de existencia, generó un embudo que, desde nuestro punto de vista, es un obstáculo. Esto lo dijimos con total claridad el día de la interpelación, puede estar conducido por quien siga rutinariamente esa centralidad, o por una voluntad de descentralización, de modo de ir transfiriendo a los tres desconcentrados la autonomía que necesitan para su desarrollo.

EC – Para usted el Codicen no debería existir.

LT – Sí, esa fue la propuesta que hice.

EC – Para usted debería existir el Consejo de Educación Primaria por un lado, el de Secundaria por otro, y el de Educación Técnico Profesional por otro.

LT – Con una fuerte coordinación y con vasos comunicantes, de modo de hacer funcionar un sistema educativo.

EC – ¿El presidente Mujica tiene la misma opinión?

LT – Él tiene la misma opinión. Por ejemplo, ya hay acuerdos entre tres escuelas, una UTU y un liceo que comparten actividades y espacios, y eso debe ser un sistema funcionando pero con un grado de autonomía. Para mí la autonomía tiene dos componentes básicos que son la libertad de cátedra, el componente filosófico esencial, y la generación de iniciativas vinculadas a la realidad concreta, sin cuestionar un sistema educativo que tiene que funcionar. Si tengo que pasar por el Codicen para todas las cosas que hago, desde poner un tornillo hasta una cuestión curricular, tengo un gran obstáculo entro los tiempos y la centralidad.  

EC – De todos modos, estas son opiniones, no se está dando el paso de la reforma legal correspondiente que elimine el Codicen.

LT – No, no están los votos para eso, dejémoslo claro. Si hay una cabeza descentralizadora que pueda transferir fortalezas y funciones a los tres desconcentrados, va a llegar un momento en que la realidad va a ser más fuerte que la letra.

EC – Usted dice que no están los votos como para eliminar el Codicen, ¿dónde no hay acuerdo? ¿En el Frente Amplio (FA) le llevan esta idea a usted, al presidente Mujica?

LT – Esto atraviesa transversalmente los tres partidos. El día de la interpelación escuché con sorpresa que el senador Larrosa estaba de acuerdo con mi posición. Hace unos días, otro senador del Partido Nacional (PN) me dijo lo mismo. Sé que hay alguna gente del Partido Colorado (PC) que piensa igual. Y en el Frente habemos un montón que pensamos así. Pero en todos los partidos también hay gente que lo sigue viendo al Codicen como vigente.

EC – ¿Se va a nombrar en el Codicen a dos hombres de confianza del presidente Mujica para que le concedan a los consejos desconcentrados la máxima autonomía posible dentro del marco legal vigente?

LT – Exactamente. Si se lee con atención, la Ley de Educación da muchísimas posibilidades. Por ejemplo, crea las comisiones de centro, que no es una comisión fomento. Es un organismo en el que están los padres, los alumnos, los docentes, inclusive la gente del barrio, que opina sobre el centro de estudio. Eso ya está funcionando no en la totalidad de los centros, pero sí en muchos. Ha tenido un efecto muy positivo porque hay una cantidad de cosas que esa comunidad educativa empieza a visualizar y resolver para las circunstancias concretas de ese centro, y eso va en beneficio de todos. Eso es la descentralización en la práctica.

EC – Estamos hablando de manejar una doble descentralización, primero más autonomía de los consejos desconcentrados y, por otro lado, mayor autonomía de los centros educativos en sí mismos.

LT – Claro. Todo eso con una fuerte coordinación y con los vasos comunicantes. Voy a ponerle un ejemplo: si hay una escuela que está cerca de un centro universitario y genera un convenio con la UdelaR, esa escuela debe tener la libertad de hacerlo más allá de la centralidad del Codicen de modo de desarrollar ese programa, del cual tendré que dar cuentas, pero con más agilidad. Puede ser con otro emprendimiento público como Antel, una empresa privada, o el Inefop.

Hay una cantidad de cosas que se tienen que conectar para potenciar los recursos  limitados del Uruguay al máximo. Hemos hablado muchísimo de la educación, pero hemos hablado poco del educando. En estos días el presidente se va a reunir con educandos para escuchar su punto de vista.

EC – Estas ideas que usted maneja tienen bastante que ver con la filosofía del Plan ProMejora que impulsó el consejero Daniel Corbo.

LT – No, el Plan ProMejora no tiene nada que ver con esto. Este plan tuvo un titular diferencial de los otros Pro -ProArte, ProLeer; ProMúsica- planes que está bien que se hagan, pero su generalización debe evaluarse. Yo no estoy contra ninguno de esos planes, pienso que a un plan piloto hay que dejarlo fluir y después ver si sirve o no.

Con las palabras del licenciado Corbo demostré que se llamaba a la necesidad para que el ProMejora funcionara en un acuerdo con todos los componentes, y en esto el cuerpo docente es fundamental, en un plazo de reflexión hasta octubre de este año, para recién medir la primera etapa. Una vez cumplida esa etapa vendría la finalización del ProMejora, y a partir de allí la evaluación será generalizable o no. El ProMejora planteaba que cada centro hiciera un proyecto apoyado por técnicos para mejorar la performance de ese centro. No es eso lo que yo planteo, mi visualización es completamente distinta. Los centros saben exactamente las necesidades que tienen, tenemos que darles un poco más de aire para que puedan tener libertad de elección, de modo de poder desarrollar determinadas capacidades, siempre en coordinación.

EC – Preguntan desde la audiencia, ¿por qué no cambiar al ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich?

LT – El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) tiene a su cargo la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología, el arte, las radios y la televisión nacional, la investigación, la fiscalía de corte. Es decir, esto es una parte del Ministerio, que personalmente pienso que hay que seguir aliviándolo. El ministro demostró con absoluta solvencia la gestión del Ministerio en el ámbito de la educación el día de la interpelación.

EC – No está en juego el nombre de Ehrlich entonces.

LT – Desde mi punto de vista no. Esto pretende materializar la descentralización en el territorio, que las comunidades educativas que crea la Ley de Educación florezcan.

Está concentrado en el Codicen todo lo que refiere a la arquitectura de la educación, lo cual es un error. Antes estaba dividido por los tres desconcentrados y funcionaba mucho mejor. Pero esa concentración hace que si una escuela precisa cambiar las persianas porque están viejas y hay un riesgo de accidente, tiene que llamar al Codicen, el Codicen llama a Arquitectura, Arquitectura manda un arquitecto, el arquitecto va, verifica y vuelve, y tarda un año para dar la respuesta. Mientras tanto el director de esa escuela, como tiene la responsabilidad de la salud de sus alumnos, debe solucionar eso con los remiendos posibles. Esta situación debería ser un trámite corto. Y eso en una cosa material y práctica, ni le digo en otras cosas que tienen que ver con la autorización de convenios o programas, porque los organismos desconcentrados están todo el tiempo realizando acuerdos, y eso tiene que tener una agilidad.

La Auditoría Interna de la Nación esta realizando un estudio sobre el tema gestión centralizada en el Codicen. Cuando esté pronto nos va a dar algunas pautas interesantes sobre estas cosas.

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Foto: Archivo