No obstante hay un plan de contingencia, una red asistencial, prevista para varios días, que incluye otros hospitales públicos y mutualistas privadas. Para el organismo la medida adoptada es desproporcionada.

El conflicto estalló porque los cirujanos reclaman el pago del beneficio de la nocturnidad para los que están en la llamada comisión de apoyo, es decir los que no están presupuestados.

ASSE tenía acordado un cronograma con las gremiales médicas, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y la Federación Médica del Interior (FEMI), mediante el cual los médicos que están en comisiones de apoyo se irían presupuestando con todos los beneficios, incluido el pago por nocturnidad.

En el caso de los cirujanos, que son los que están en conflicto, el vínculo laboral entre ASSE y la comisión de apoyo es laxo, por lo que tienen contratos de servicios, contratos unipersonales que les dan ciertos beneficios como no ir a alguna guardia.

Según supo El Espectador, los profesionales no querían la presupuestación, para así mantener esa relación de independencia, pero cobrar los beneficios, algo que la administración entiende, no corresponde y es desmedido.

Para los cirujanos la cifra implica unos 2500 pesos más en sus haberes. Las partes fueron y vinieron durante varios días hasta que estalló el conflicto.

El decreto de esencialidad que firmó el Gobierno, se aprobó porque había una medida gremial de la Sociedad de cirugía, que comprendía no solo a los médicos en comisión de apoyo sino al resto, con lo que se evitó que el conflicto fuera más grave de lo que es.

El Gobierno entiende que pocas veces se ha dado una medida tan drástica donde están en juego principios y asistencia a la gente.

La situación a la mañana de este sábado es compleja. Se presentaron unas 60 renuncias. ASSE realizó un relevamiento y estimó que había siete que debían presentarse que no lo hicieron.

En el Maciel tenía que ir uno y no fue, en el Pasteur dos y tampoco asistieron, en el Hospital Español tres y en Bella Unión otro que tampoco se apersonó.

Los cargos fueron cubiertos con un plan de contingencia, por otros cirujanos. El decreto alcanza a todos los que no tienen posibilidades de adherirse a la medida.

El vicepresidente de Asse, Enrique Soto, dijo a Espectador al día que la situación es "tranquila" y confirmó los datos manejados por El Espectador en cuanto a los cirujanos que no se presentaron.

Sostuvo que el plan permitió que las situaciones que se presentaron fueron resueltas y dijo que la red asistencial está funcionando, incluida la disponibilidad en el sector privado.

"Nos tomó por sorpresa esa medida cuando se habían generado posibilidades de resolver el conflicto. Les pedimos unos días para analizar la propuestas y ayer en la tarde nos dijeron que mantenían lo resulto por la asamblea en todos los términos. Entendemos que es desproporcionado que habiendo posibilidades de sentarnos y discutir se haya optado por este tipo de medidas que los que terminan siendo afectado son los usuarios a los cuales nos debemos todos los médicos".

Soto explicó que más allá que se comparta o no el reclamo de los cirujanos, ASSE está impedida de poder concretarlo:

Hay limitaciones jurídicas, el proceso de presupuestación fue aprobado en el Parlamento hay leyes que regulan específicamente este tipo de situaciones. ASSE no tiene la libertad como para generar leyes menos en el corto plazo que puedan tener una salida rápida. Además hay limitaciones presupuestales, ASSE tiene un presupuesto que esta acotado a las necesidades establecidas. En lo jurídico y en lo presupuestal tiene sus limitaciones".

El presidente José Mujica dijo este viernes que si no les pagan más es porque no pueden y calificó el tema como una "cuestión de vida". Les pidió "acordarse de la gente"  y les dijo que "sujeten un poco el matungo" porque la gente "los precisa".

El mandatario agregó que se "encuadren dentro de las necesidades de la sociedad".

Desde el gremio de los cirujanos se entiende que los médicos no están obligados a trabajar a quienes renunciaron.

Así lo dijo su vocero, Alejando Abal,  en declaraciones a Canal 12, agregando que en Uruguay no hay "trabajos forzados":

"El decreto de esencialidad no puede obligar a trabajar a los que renuncia. En Uruguay no hay trabajos forzados, pero además en este caso se da una peculiaridad que es que el decreto esta referido a los profesionales que tienen vínculos contractuales con ASSE y todos los que han renunciados no son funcionarios públicos ni tienen vínculos contractuales con ASSE, si con la comisión de apoyo de ASSE que es una figura totalmente distinta".

Desde ASSE, su vicepresidente, Enrique Soto, dijo a El Espectador que ese punto de vista es "discutible":

"Puede ser discutible aquellos que tengan contrato por comisión de apoyo estén incluidos en el decreto de todas maneras esto fue planteado como medida gremial de la sociedad de cirujanos. En el instructivo de la sociedad de cirugía hace referencia de que otros profesionales cubran la asistencia de los cirujanos que no cumplen la función. El resto de los profesionales deberían acatar lo resuelto por el decreto de esencialidad. Los que están presupuestados en ASSE el decreto los obliga a cubrir los puestos que dejan los renunciantes".