El texto pasa ahora al Senado, donde sólo con los votos del oficialismo se transformaría en ley. El presidente José Mujica anunció que no la vetará.

El Partido Nacional anunció que, una vez aprobada la ley que legaliza el aborto hasta las 12 semanas de gestación, realizará una campaña para interponer un recurso de referéndum contra la nueva norma.

La Constitución estable dos mecanismos para esto.

La llamada "vía rápida" requiere que se presente ante la Corte Electoral la firma del 2% de los habilitados para votar. Después se convocará a una consulta popular no obligatoria en la que, para seguir con la iniciativa, deberá concurrir y votar por "SI" el 25% del padrón electoral.

Una vez alcanzada esta meta, se convocará a un referéndum obligatorio en el que se decidirá si la ley queda o no vigente.

El otro camino es la recolección, dentro del año de la promulgación de la ley, de las firmas del 25% de los habilitados para votar. Si se consigue el objetivo, la Corte Electoral tiene que convocar entonces al referéndum. Recordemos que, en Uruguay, son 2.589.995 habilitados para votar.

"Nosotros entendemos que esta decisión no debe quedar librada a la mayoría ajustada y ocasional que se pronunció ayer. Es un tema típico para que sea resuelto por el cuerpo electoral, a través de los mecanismos que la Constitución prevé", comenzó señalando Abdala.

El diputado destacó que este tema "divide por mitades al país, a la sociedad y al propio sistema político. Si bien hay tendencias mayoritarias dentro de los partidos es evidente que hay posiciones a favor y en contra en cada uno de los mismos".

Respecto a sus objeciones al proyecto, Abdala sostuvo que "más allá del procedimiento que implica la intervención de un grupo interdisciplinario, el resultado es el mismo". "Estamos frente a una ley que conduce no sólo a la despenalización, sino directamente a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo", agregó.

Abdala indicó que la alternativa del PN "implica un camino más largo, estableciendo mecanismos de contención".

"Los abortos clandestinos, los embarazos no deseados, son situaciones que no podemos desconocer. Sin embargo, la solución que se aprobó es un atajo porque no resuelve el hecho. El camino es más largo, hay que apoyar a la madre embarazada desde el punto de vista sicológico, social y material", concluyó.