La intervención del ministro de Exteriores este sábado ante la 67 Asamblea General de las Naciones Unidas en nombre de Uruguay generó rechazó y críticas a nivel de la oposición.

En particular se cuestionó lo que se consideró es un nuevo ataque al gobierno de Federico Franco en Paraguay, mientras se guarda silencio sobre las afrentas que el país recibe por parte de Argentina.

En un discurso de 17 minutos, Almagro hizo referencia al Estado de Derecho como una de los "pilares de la política exterior y sustento de la democracia".

En ese sentido dijo que Uruguay "rechaza cualquier medida coercitiva unilateral o extraterritorial que contravenga las reglas del Derecho Internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas, cuyo ejemplo más claro es el embargo injustamente impuesto contra la República de Cuba".

Almagro volvió a referirse a la situación paraguaya como "ruptura del orden democrático, que demuestra que el Estado de Derecho aún está sujeto a acechanzas y que a pesar de los avances, las amenazas a los derechos fundamentales y a los valores democráticos aún persisten".

En su próxima comparecencia al Parlamento Almagro deberá fundamentar su intervención.

El diputado nacionalista y presidente de la Comisión de Internacionales de la Cámara Baja Jaime Trobo dijo a El Espectador que el "discurso ideológico" de Almagro compromete la política exterior uruguaya.

"Utilizar el Foro de Naciones Unidas para hacer un agravio gratuito y fuera de lugar a la República de Paraguay es un profundo error de política exterior que además, compromete la buena imagen que Uruguay tendría que preservar en el exterior", opinó Trobo.

"Por el otro lado termina señalando el embargo de EEUU a Cuba, que todos rechazamos, pero no señala que en Cuba hay un déficit en materia de institucionalidad democrática, notoriamente el canciller Almagro tiene una posición ideológica que está comprometiendo al país", agregó.

Trobo advirtió sobre las consecuencias que tendrá para el país su alineamiento ideológico con la región.

"Uruguay debe aprovechar el Foro de Naciones Unidas para poner encima de la mesa los grandes temas del interés de la comunidad internacional. Está bien que se hable de la apertura de mercados y de la eventualidad de que haya un comercio libre, está bien que se hable de las misiones de paz, está bien que se hable del peligro que significa la intervención en asuntos internos de otros estados por parte de otras potencias, está muy bien que Uruguay aspire a ubicarse en una silla en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero está muy mal que en torno a esos grandes temas se introduzca temas menores y particulares y que a Uruguay no le hace nada bien".

Por su parte, el presidente del Partido Independiente Pablo Mieres dijo que las referencias de Almagro al caso paraguayo le "hacen sentir vergüenza como uruguayo".

"Incorporar en el mismo nivel lo que ocurrió en Paraguay que no tuvo nada que ver con una ruptura institucional junto con casos extremos que en el mundo existen de violación rotunda de los derechos humanos es un despropósito de una cancillería que está muy desencaminada. Porque por otro lado, soporta callado –y con una actitud que también merece cuestionamientos- los destratos permanentes que el gobierno argentino nos hace. Pero con Paraguay nos hacemos los grandes", opinó Mieres.