Diez días después de la subasta de Pluna: el Gobierno, los privados y las piezas de una partida de ajedrez entreverada
Informe de En Perspectiva
(emitido a las 07.48 Hs.)
Ustedes, como oyentes, deben estar mareados con tantos dimes y diretes. ¡Se ha hablado tanto y han pasado tantas cosas desde el 1° de octubre, cuando ocurrió la subasta de los siete aviones que pertenecían a Pluna SA....!
En todo este maremoto de información es difícil decantar las noticias sólidas de los rumores, separar la paja del trigo, para que en definitiva podamos tener alguna certeza en lugar de tantas preguntas.
Se dice que hay varios jugadores en danza, pero hasta hace dos semanas no había ninguno y solo uno se presentó al remate.
También dicen desde el Gobierno que algunos de los interesados que se ven ahora ya estaban antes y pretendían pujar en la Rural del Prado, pero no consiguieron el aval a tiempo.
Lo cierto es que en este tablero de ajedrez tan entreverado ya no se sabe quién gana, quién pierde, quién es alfil o quién es un simple peón. Y mucho menos se sabe quién es el rey.
Las piezas se van comiendo unas a otras, van avanzando casilleros cuando pueden, retroceden cuando no les queda más remedio, y, en definitiva, la partida está trabada.
La bomba de Cosmo
Lo más espectacular de las últimas horas fue el conventillo interno que protagonizó Cosmo con algunos de sus socios saliendo a los medios uruguayos para denunciar que se les había ocultado la participación en la subasta, que no saben quién es "el caballero de la derecha" que representó a la empresa y que esa compañía no está en condiciones de pagar 137 millones por el lote de siete aviones. Paralelamente, el semanario Búsqueda reveló que Cosmo le había comunicado a la Administración Mujica que desistía del compromiso asumido en el remate y que, por lo tanto, no compraría los siete Bombardier. Si bien Búsqueda citaba altas fuentes del Poder Ejecutivo, con lo complicado que viene todo esto muchos prefieren esperar un comunicado oficial de Cosmo; se había anunciado para ayer pero todavía no llegó y lo único nuevo es que en el diario El País de hoy el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, consigna que la empresa notificó por mail su renuncia.
Muchas gestiones, poca claridad
Antes de que el problema de Cosmo estallara con todo su escándalo interno y externo, a comienzos de esta semana el Gobierno se puso en campaña para encontrar otras soluciones e intenta, a toda costa, salir de esta historia con la menor cantidad de daños. Busca el mejor destino posible para los 13 aviones que integraban la flota de Pluna SA, una solución laboral para buena parte de sus ex funcionarios y, sobre todo, la recuperación de la conectividad de nuestro país por vía aérea.
Para eso ha mantenido reuniones y conversaciones con diferentes grupos de empresarios que han manifestado su intención de participar, de alguna forma, en el negocio aeronáutico del país.
Por más que analiza como solución extrema decretar los "cielos abiertos" para que cualquier vuelo pueda llegar sin dificultades, negocia con cada interesado la forma de volver a tener vuelos regulares.
Los que se presentaron son varios, pero los nombres y los acuerdos que están de por medio resultan confusos: no se sabe verdaderamente quién está detrás de cada propuesta y si las empresas invocadas se encuentran realmente interesadas.
Un ejemplo bien concreto de información echada a rodar de manera irresponsable es lo que ocurrió con el Grupo Mondragón, del País Vasco, un movimiento cooperativo fuerte, que tiene actividad en varios sectores comerciales en distintos países.
Representantes que afirmaron pertenecer al Grupo Mondragón se reunieron el miércoles con jerarcas del Gobierno para manifestarle su intención de participar en el negocio, según dijeron fuentes gubernamentales al diario El Observador.
A raíz de ese encuentro, Pedro Buonomo, asesor personal del presidente Mujica, consultó a una de las empresas que trabaja en Uruguay con Mondragón acerca de la identidad de esos representantes, y la respuesta fue que "no los conocían", pero que de todos modos iban a intentar averiguarlo. Como resultado se conoció un comunicado de Mondragón en el que desmiente la información: "Corporación Mondragón como tal no tiene ningún interés ni ha manifestado a ninguna institución su intención de participar en este proyecto". La empresa lamentó los "malentendidos" que hayan podido causar en el asunto "las injerencias de sociedades o personas ajenas a Mondragón" y deseó que el caso se resuelva "de manera satisfactoria".
Otro ejemplo de manoseo desprolijo, aunque menos grave que el anterior, es el de la compañía Air Nostrum, de España, de la que se viene hablando hace varios días. Esta firma, que tiene un contrato de franquicia con Iberia, fue la primera nombrada como interesada en asociarse con los ex trabajadores de Pluna y conformar una aerolínea, usando los seis aviones que no se habían subastado y que la empresa uruguaya tenía en la modalidad de leasing.
Pero, ¿Air Nostrum realmente quiere asociarse con el sindicato? ¿Le interesan los Bombardier de Pluna?
Según un comunicado divulgado ayer por la compañía, un ingeniero llamado Ignacio Patricio Reges se contactó tanto con Air Nostrum como con el Gobierno de Uruguay para oficiar de intermediario.
Y veamos textualmente lo que dice el comunicado, para entender bien de qué se trata esta propuesta: En Air Nostrum, la "actividad principal es la operación regular" de vuelos, pero también ofrece "operaciones chárter, alquiler de aeronaves con y sin tripulación y otros servicios".
Más adelante, continúa diciendo lo siguiente: "Air Nostrum ha manifestado su disposición a colaborar con las autoridades, como proveedor operativo, a través de las diferentes fórmulas de alquiler de aviones con o sin tripulaciones y otros servicios de valor añadido, para la empresa que finalmente explote el mercado aéreo de Uruguay".
Esto significa que la empresa española ofrece sus propios aviones en alquiler, con o sin tripulación, además de otros servicios aeronáuticos que se precisen, para aquella empresa que se encargue de explotar las rutas aéreas. Claramente se despega de una operación directa en Uruguay pero además ofrece aviones, cuando el problema que tiene el gobierno es que ya tiene 13 aviones Bombardier parados y los tiene que colocar. En realidad, debe colocar, sobre todo, las primeras siete aeronaves adquiridas en la era Leadgate, que son las que tienen garantía del Estado frente al Scotiabank de Canadá y que, en caso de que no aparezca un comprador, se tendrá que pagar con el dinero de todos los contribuyentes.
Lo de Air Nostrum, como decíamos, no parece ir en esa dirección. ¿Esto quiere decir que no hay nadie interesado?
No necesariamente.
Los que están en carrera
Para empezar, Buquebus sigue en carrera. El secretario de la Presidencia Alberto Breccia aclaró esta semana que ese proyecto "adolece de cierta falta de detalles" y explicó que la administración Mujica pretende que "se profundicen y se afinen ciertos puntos". Para ser más precisos, hoy en Brecha una fuente cercana al ministro Lorenzo dice que López Mena "se fue de mambo". Para ese informante, el planteo de alquilarle los aviones a Cosmo y obtener la concesión definitiva, sin cargo, de todas las frecuencias que operaba Pluna, fue visto como algo "descabellado". Ahora falta saber si López Mena está dispuesto a ceder en sus pretensiones y asuma otros compromisos, por ejemplo la cantidad de funcionarios a absorber, la asunción de alguna de las deudas que dejó Pluna con Ancap o el Banco República.
Mientras tanto, hay otros argentinos en la vuelta. Un grupo de empresarios liderados por Carlos Molinari mantuvo reuniones tanto con el sindicato como con el Gobierno. En declaraciones a la prensa, reveló que en la subasta hubiera estado dispuesto a pagar hasta 145 millones de dólares pero que no pudo participar porque no llegó a obtener el aval a tiempo. Ahora, dice que está procurando ponerse en contacto con Cosmo para comprarle "la cesión de derechos al mejor postor" que la empresa española obtuvo en el 1° de octubre.
Su plan, según adelantó, tiene un horizonte de 10 años y se basa en el uso de las rutas y frecuencias que operaba Pluna, aunque luego añadirían otras. Además, Molinari enfatiza que el proyecto incluye la participación de los trabajadores en la gestión. ¿Y qué está dispuesto a negociar con el Estado? Hoy en declaraciones a La República el empresario dice: "Hay voluntad de nuestra parte de acordar con el Gobierno para que él no sea el único pagador de las deudas que contrajo Pluna".
En la agenda también se mencionan empresarios uruguayos, aunque no hay mucha información al respecto. Asímismo, se maneja la posibilidad de que aterrice Conviasa, de Venezuela. Algunas de las fuentes relacionadas con esta alternativa dicen que las elecciones del pasado domingo interfirieron con la negociación, pero que ahora el panorama cambiaría. El senador del Partido Comunista Eduardo Lorier, que ha sido intermediario en estas gestiones, tiene esperanza de que sea así. Otros entienden que el tablero político que ha quedado en Venezuela después de la elección, con una oposición fortalecida, quizás implique nuevas dificultades.
El ideal
Según las fuentes oficiales que consultó En Perspectiva, el ideal para el Poder Ejecutivo es poder dejar operativos los 13 aviones en dos compañías, de manera tal de repartir el negocio y que no haya una sola empresa que monopolice el mercado.
De acuerdo con nuestros informantes, las propuestas en todos los casos son muy similares, pero habrá que seguir conversando con cada uno para ver "qué legitimidad tienen" esas fórmulas y "cómo se avanza en el negocio".
Por ahora, el Gobierno va ganando tiempo, negociando y abriendo ventanas a la espera de fin de mes, que es cuando Cosmo -o quien se quede con su boleto- debería pagar los 137 millones de dólares ofrecidos en la subasta. Esto, siempre y cuando Cosmo no termine lisa y llanamente bajándose y el Gobierno ejecute el aval bancario, de 13,6 millones de dólares.
Por lo visto, seguiremos unos cuántos días más hablando sobre este asunto, mientras las autoridades y los empresarios mueven sus piezas en un tablero que ahora vuelve a estar muy poblado y movido, pese a que hace unas pocas horas parecía que ya se había cantado jaque mate.
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