Ignacio de Posadas: el Gobierno ha "llegado a unos niveles de incapacidad alarmantes"
Hace pocos días, Ignacio de Posadas, exsenador del Partido Nacional y exministro de Economía durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, publicó una carta abierta dirigida al presidente José Mujica en donde se queja de la falta de respuesta del mandatario ante una propuesta sobre educación que le acercó en el mes de agosto. En ese entonces, De Posadas había sugerido que se elevaran los topes que en la actualidad rigen para las donaciones con devolución parcial de impuestos que las empresas pueden realizar a instituciones de enseñanza de zonas carenciadas. En diálogo con En Perspectiva, explicó la mecánica de su propuesta y aclaró que es un régimen que "se ha usado" en Uruguay, por lo cual "no es un invento ni tiene nada extraño". Si bien admitió que esta medida no resolvería el conjunto de problemas al que se enfrenta el sistema educativo, aseguró que sí es una solución para "miles de chicos" de zonas carenciadas. "Empecemos por ahí, porque el conjunto del problema no lo van a resolver ni el día del golero", afirmó.
(emitido a las 8.47 Hs.)
EMILIANO COTELO:
"¿Qué pasó, presidente? ¿Acaso fue todo camelo? Es obvio que esta carta busca presionarlo. Convendrá conmigo en que es legítimo. Uno de los pocos recursos que un ciudadano tiene (sobre todo si es de los que respetan las leyes y aun el tiempo ajeno). Podría cruzar la plaza y armar uno de esos batuques con calle cortada, que tan a menudo se ven desde su edificio y el nuestro. Pero prefiero este camino."
Las palabras pertenecen al doctor Ignacio de Posadas, y forman parte de una carta abierta al presidente José Mujica que publicó el domingo 25 de octubre. Al comienzo de la misiva De Posadas dice:
"Señor presidente: Sin duda recordará un almuerzo con empresarios, allá a comienzos de agosto, auspiciado por el Council of the Americas, en el cual usted se refirió al tema de la educación pública, gravísimo problema para el país y de frecuente mención en sus discursos. Fue usted en esa ocasión tan franco como contundente, al describir no solo la crisis educativa que vivimos, sino también la impotencia del gobierno para cambiar esa realidad. Subrayando que ni los sindicatos aceptan cambiar nada ni su partido tiene ganas de dar la lucha ("no me la llevan", fueron sus palabras).
La contundencia de su diagnóstico fue lo que me llevó a aceptar la bolada de la mesa a formular preguntas o comentarios para ofrecerle una iniciativa posible, concreta y positiva, que consolida y mejora sustancialmente el acceso a educación de excelente calidad a algunos miles de niños de hogares carenciados. La idea pareció interesarle, ¿recuerda? Y quedamos en que se la haría llegar por escrito: Hoy mismo, le dije, añadiendo, en broma pero bien en serio: dígale a Cánepa (que estaba presente) que me atienda. Tan auténtica y receptiva pareció su actitud que pocos minutos después usted atajó la crítica de otro comensal diciéndole por lo menos tráigame cosas concretas como Posadas. Y así, la gente creyó que, efectivamente, usted consideraría la sugerencia, nada quimérica ni revolucionaria, por otra parte. En definitiva consiste en elevar los topes de las donaciones con devolución parcial de impuestos que los empresarios pueden hacer a las instituciones de enseñanza ubicadas en zonas carenciadas, para que puedan sobrevivir económicamente".
Más adelante recuerda que "esa misma tarde y de mano", le hizo llegar un informe escrito a la Torre Ejecutiva. Cuenta que "pasaron varios días" y mandó preguntar si había noticias, a lo que le respondieron pidiéndole redactara la norma necesaria para poner en práctica la sugerencia. Tres días después, el 24 de agosto, entregó en mano el proyecto de decreto al doctor Cánepa. "¿Después?", se pregunta De Posadas y se responde: "Silencio. Total y absoluto. No salió nada, ni se me dijo más nada".
A continuación, el exministro de Economía reconoce que su carta abierta es una presión pero termina diciendo: "Lo expone a usted a quedar mal ante quienes fueron testigos de sus palabras y expresiones aquel 9 de agosto, ya que con su silencio y pasividad, probablemente, sea visto como un político hablador pero sin palabra. Pero en definitiva, evitarlo está en sus manos. Porque solo precisa ponerle la firma al proyecto de decreto para hacer realidad un cambio sustancial en la vida de muchísimos niños. En esta no hay excusas de que no se puede. No precisa ni de las corporaciones ni de los políticos. Basta decidir y firmar. De usted depende no solo su prestigio sino el futuro de miles de niños".
¿Qué pasó después de esa carta tan directa? ¿Cuál es el problema que está planteado hoy con las donaciones? ¿Qué se podría lograr si el gobierno accediera al planteo?
Vamos a averiguarlo con el propio doctor Ignacio de Posadas.
Usted le propuso al presidente que se aumenten los topes que hoy rigen para las donaciones con devolución parcial de impuestos que los empresarios pueden realizar a instituciones de enseñanza, siempre que estas estén ubicadas en zonas carenciadas. Le pido que recordemos la historia de ese régimen de donaciones, porque no es nuevo, viene del segundo gobierno Sanguinetti.
IGNACIO DE POSADAS:
No, me parece que tal cual está viene o del presupuesto o de una rendición de cuentas del gobierno de Vázquez. Creo que es una iniciativa que salió del Ministerio de Economía.
EC - Se lo pregunto porque veo que el borrador de decreto que usted remite al Texto Ordenado de 1996 que regula el régimen de donaciones especiales.
I de P - Todas las modificaciones tributarias se incorporan a Texto Ordenado versión 96, pero esto viene de una ley posterior.
EC - ¿Cómo es ese régimen?
I de P - Es algo que existe en otros países. Reitero, creo que es una iniciativa del primer gobierno del Frente, y la mecánica es que contribuyentes de IRAE y de impuesto al patrimonio que quieran hacer donaciones a una lista de entidades aprobadas por ley pueden deducir el 85% o recibir en certificados de impuestos, como quiera llamarle de la donación. Quiere decir que al donante le cuesta efectivamente un 15% y el resto es un beneficio tributario que recibe el donatario, aprobado por ley, con toda una serie de requisitos, tiene que presentar proyectos que tienen que ser aprobados, después tiene que rendir cuentas, etcétera.
EC - Ese es un régimen que se ha usado en Uruguay.
I de P - Es un régimen que existe, que se ha usado. Como tantas cosas, es un poco complicado siempre, los papeleos y los mostradores y demás, pero existe. El tema es que, también muy típico nuestro, la idea fue fenómena pero enseguida empiezan esos temores, el famoso legislar por la patología, entonces le metieron una piedra encima, un tope del 5% de la renta, lo cual es mínimo.
EC - ¿Puede explicar qué significa? ¿Qué cambió con ese tope?
I de P - El contribuyente de IRAE no puede destinar para estos fines más que el 5% de su renta fiscal. Esto es para todo el universo de donatarios. Y todavía encima el Ejecutivo podría poner topes por actividad o por donatario, termina borrando con el codo parte de la iniciativa.
EC - ¿Qué propone usted? ¿Cómo corrige ese cambio que se introdujo?
I de P - Básicamente dos o tres cosas. La primera es que levanten el tope, que lo dupliquen, que lo lleven a 10, para que tenga entidad. En segundo lugar, que le saquen algunas regulaciones inútiles, porque las normas ahora dicen que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), en el caso de las instituciones que se dedican a zonas marginadas, tiene que decir si efectivamente se trata de una de las instituciones contempladas en la ley. El ministro ya ha dicho que no tiene ni personal ni capacitación para eso, y lo que hace cuando aparecen solicitudes es mandárselas al Mides (Ministerio de Desarrollo Social), con lo cual la escuela interesada tiene que andar correteando de ministerio en ministerio para que le digan que efectivamente atiende a zonas carenciadas, cuando la dirección que pone en el expediente está en el barrio Marconi, en el Borro o la cuenca del Casavalle. Es ridículo. Además nadie va a ir a instalarse ahí para tratar de garronear beneficio fiscal, es un disparate.
EC - Entonces usted propone dos reformas.
I de P - Básicamente elevar el tope y eliminar este requisito de la intervención del MEC, que es inútil. Sustancialmente es eso lo que está en el proyecto que le mandé al presidente.
EC - ¿Qué impacto fiscal pueden tener este tipo de cambios? Supongo que esa consideración está detrás del análisis que se hace de una medida como esta.
I de P - Primero, el empresario que quiera donar también tiene que poner plata de su bolsillo, entonces ahí ya hay un cierto freno, no va todo a costillas del fisco. Segundo, estamos hablando del 10%, como máximo, del IRAE. Tercero, hay toda una serie de controles, así que esto no va tirado a la marchanta en beneficio de cualquiera. Pero además, si uno hace un análisis exclusivamente fiscal, que yo sé cómo es esa historia porque lo tuve que hacer, está bien, esto implica por un lado que va a haber una recaudación mínima que no queda en Rentas Generales sino que va a parar a determinados beneficiarios. Pero si esto no existe, la realidad es que prácticamente ninguna de las escuelas que están en las zonas marginadas puede subsistir. Ya se han dado casos, entonces ahí hay una cantidad de chiquilines que van a parar al sistema público, o sea que implican en ese análisis fiscal aumento de costos, cuando no van a parar al INAU, y ahí los costos son mucho mayores, o cuando no al Comcar, con costos también mayores. Entonces el ahorro fiscal es bastante evidente. El costo-beneficio acá no da ni para discutir, máxime que si uno analiza las cifras, si uno toma las cifras de costo por cabeza de un niño en el sistema público y un niño en alguna de estas escuelas, la diferencia es abismal. Yo tengo ya unos cuantos años de experiencia en esto, la fundación Niños con Alas, que ayuda a cinco escuelas en cinco barrios marginados de Montevideo, funciona con cuatro pesos.
EC - ¿Cómo es eso de que "funciona con cuatro pesos"? ¿A qué se refiere?
I de P - No tienen recursos, o sea que hace maravillas con muy poca plata y está atendiendo un universo de 1.500, 1.600 chicos, que si no existiera irían a parar al sistema público con las consecuencias que ya conocemos.
EC - Ya que mencionó Niños con Alas, ¿a qué tipo de instituciones pueden ir estas donaciones de las que estamos hablando?
I de P - La lista de entidades que se pueden beneficiar es muy larga, abarca educación terciaria, primaria, las universidades, incluso la del Estado, el Claeh, el Pasteur, Aldeas Infantiles, Gurises Unidos y demás. Pero lo que yo le planteé al presidente era subir el tope exclusivamente para la categoría de instituciones de enseñanza en barrios marginados.
EC - Pero por ejemplo, ¿una ONG como Niños con Alas también se beneficiaría de esta situación nueva?
I de P - Está en la lista de beneficiarios, pero el aumento de los topes que yo propongo sería solo para el rubro de redacción específica que ya está en la ley, instituciones privadas cuyo objeto sea la educación primaria, secundaria, técnico-profesional debidamente habilitadas y que atiendan efectivamente a las poblaciones más carenciadas. De toda la lista de posibles beneficiarios de la ley, es a esta a la cual propongo que se le aumente el tope.
EC - ¿Por qué eligió este tema para realizarle sugerencias al presidente sobre cómo enfrentar los problemas que hoy padece la educación en nuestro país?
I de P - La historia fue lo que usted leyó. Él, con ese estilo que tiene, empezó a hablar, pasó por una serie de temas y en determinado momento aterrizó en el tema educación, y fue lapidario: "No se puede hacer nada, no se puede hacer nada, no se puede hacer nada y no se puede hacer nada". Específicamente habló de los sindicatos, de su propio partido político. Un desastre, no se puede hacer nada, chau, se terminó, cerremos el tema. Entonces me pareció que si bien son ciertas las dificultades que él menciona, hay cosas que específicamente se pueden hacer.
EC - Son cosas que no resuelven el conjunto del problema.
I de P - Pero si resuelven miles de chicos empecemos por ahí, porque el conjunto del problema no lo van a resolver ni en el día del golero, ya está claro.
EC - ¿Usted conoce de la disposición de un conjunto de empresas y particulares a efectuar esas donaciones?
I de P - Pero sí, ya estamos pidiendo colaboraciones. No solo nosotros, lo pide el Jubilar, supongo que lo piden todos los que están en esa lista de posibles donatarios.
EC - Usted relató que el mismo día en que habló con Mujica, unas horas más tarde, le envió un informe a la Torre Ejecutiva, y que tres días después, a solicitud del despacho del presidente, le entregó al doctor Diego Cánepa un borrador del decreto que sería necesario. Pero, según denuncia en la carta abierta del 25 de octubre, pasaron dos meses y nunca más tuvo noticias del tema. ¿Tampoco tuvo novedades después de la carta abierta?
I de P - Nada, absolutamente nada.
EC - ¿A qué atribuye ese "silencio" del que habla en la carta?
I de P - Es horrible, porque por lo menos [podría] llamar por teléfono o mandar una nota diciendo: "Lo quiero mucho, usted es un genio, pero no le voy a dar bolilla". No cuesta nada. Hemos llegado ya a unos niveles de incapacidad alarmantes.
EC - ¿No será que a usted se le fue la mano en el tono que eligió para dirigirse a Mujica en esa carta?
I de P - ¿Qué mano, si estamos viviendo un relajo en materia de normas y respeto brutal? Yo estoy cruzando la calle de donde está el presidente de la República y veo los desórdenes que hay todo el tiempo. Esto es de las cosas más corteses que debe de haber recibido en su vida.
EC - De las cosas más corteses que debe de haber recibido en su vida.
I de P - Y sí, y además abierta y de frente, yo no le escondo nada.
EC - ¿Qué tipo de diálogo mantiene con el presidente Mujica?
I de P - Cuando me lo encuentro tengo muy buen diálogo, además es el presidente de la República, no le falto el respeto. Me parece que la carta tampoco le falta el respeto. Es cierto que le mojo la oreja, pero también se lo digo abiertamente, para ver si con eso provoco alguna reacción.
EC - ¿Ha tenido ya otras ocasiones en las que le ha presentado ideas y estas eventualmente han sido tomadas?
I de P - No, la verdad es que no. Hemos sí conversando algunas veces cosas, pero que concretamente haya surgido algo, desgraciadamente no.
EC - ¿Qué pasa ahora, entonces? Está esperando a ver qué ocurre con este asunto.
I de P - Y sí, qué sé yo, si da la oportunidad trataré de chusearlo un poco más, porque esto no es un deporte en beneficio mío, hay muchos niños que están en juego con esto. Usted lo sabe, porque usted me ha dado una mano en dar a conocer lo que es el trabajo de Niños con Alas, lo que es el trabajo de estas escuelas. Ahí se está haciendo una obra maravillosa, de nuevo, con cientos de niños, y esto no cuesta nada. Creo que por lo menos descarga su conciencia en hacer lo que puede hacer, si es que no consigue hacer cosas más abarcativas, como se dice hoy en día. Yo lo invité a que fuera, a que conociera los colegios, cuando fue electo, me dijo que sí y no vino. Lucía Topolansky sí fue. Es una cosa que no es un invento ni tiene nada extraño, está ahí y está a la vista, es palpable la obra que se está haciendo, y no tienen recursos.
Además hay una concepción en el Uruguay... hay muchas, pero vinculado con esto tenemos metido en la cabeza que la educación pública es un derecho pero la privada es un privilegio. Eso es una estupidez mayúscula, porque toda persona, todo oriental formado beneficia a la sociedad, ¿de dónde sacamos que el que está formado en el sistema público lo vuelca a la sociedad y el que está formado en el sistema privado lo guarda para sí mismo? Es una estupidez. Es un tema que interesa a la sociedad. Y todo este invento del laicismo, que ahora a raíz de esta carta algunos que están muy inmersos en algún tipo de ideología sacan como argumento para que esto no se haga, si agarran la Constitución de la República no van a encontrar en ningún lado que diga educación pública sí y educación privada no. La Constitución habla de educación, ese es el tema.
EC - De todos modos, su planteo no va dirigido a todas las instituciones privadas de enseñanza, que es un asunto que también puede debatirse, sino específicamente a estas, a las que brindan sus servicios en ese tipo de zonas.
I de P - Claro, aun para los enfermos que razonan por la patología que los hay muchos en nuestro país nadie va a suponer que el British pone sucursal en la cuenca del Casavalle para beneficiarse de cuatro pesos de exoneraciones tributarias. Es una estupidez. Hay que ver lo que es estar enseñando en esos lugares, y aun viviendo, como es el caso de la gente que lleva adelante esas escuelas.
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EC - A raíz de lo que estamos conversando llegan varios mensajes de los oyentes, y uno de ellos plantea lo siguiente: "Esa medida, la de permitir una ampliación del tope que rige para esas donaciones de empresas a instituciones educativas en zonas carenciadas, saca dinero a la educación pública". ¿Qué dice de ese argumento?
I de P - Es una locura. ¿Por qué? ¿Quiere decir que hay billetes que imprime el Banco Central que dicen "destino Anep"? Es una estupidez eso. Todas esas cosas van a Rentas Generales, y el dinero es fungible, no tiene por qué sacar nada. ¿Por qué se saca de ahí y no de lo que va al Ministerio de Relaciones Exteriores? Es una estupidez eso.
EC - Otros preguntan: "¿Cuando fue usted ministro manejó iniciativas de este estilo?".
I de P - No había, esto fue una iniciativa del Frente Amplio...
EC - Usted dice que es una iniciativa del Frente Amplio, y cuando empezamos la entrevista yo le hablaba del año 96, que es el año que aparece mencionado en el proyecto de decreto, pero no me resultaba tan disparatado ir hacia atrás, porque recuerdo una iniciativa de este tipo del senador Alejandro Atchugarry.
I de P - Puede ser, mi recuerdo es que esto viene del ministerio de Danilo Astori. Pero no importa, si viene de más atrás es lo mismo. La pregunta queriendo embretarme a mí es ¿por qué te hacés el generoso ahora con la plata de Lorenzo y no pusiste cuando estabas tú en el ministerio?
EC - Sí, podría ser ese el planteo.
I de P - Está clavado que va por ahí, por supuesto. Hay una pequeñísima diferencia, nosotros recibimos el gobierno con 6 puntos de déficit fiscal, más 2 que se sumaban por la reforma de las jubilaciones. Era un país que venía en recesión y que tenía un problema ya no de reserva sino de caja en el Banco Central. Había urgencias enormes que hoy no existen, felizmente.
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EC - En aquella reunión del Council of the Americas de principios de agosto usted le presentó a Mujica dos inquietudes, la otra era que se habilitara a los institutos privados a participar en la formación de docentes. ¿Por qué incluyó ese otro tema?
I de P - En realidad eran tres, el tema de elevar los topes de que veníamos hablando, el de la formación de docentes y un tercero que era aprovechar el mecanismo de exoneraciones para aquello que decía san Pablo, entrar por la de él para salir por la tuya, para conseguir que los institutos de enseñanza pública sean más transparentes, más descentralizados y hagan públicos los resultados instituto por instituto, para que se pueda comparar y se pueda exigir.
EC - ¿Cómo era este punto en particular?
I de P - Lo que yo proponía era: utilice este mecanismo de beneficios para exigirles a las escuelas que se van a beneficiar que publiciten sus resultados y utilícelo después para comparar con los resultados de entidades equivalentes en el sistema público, exigiéndoles también a ellos para poder controlar a los privados que hagan públicos sus resultados. Era un camino para llegar a descentralizar, comparar, evaluar y exigir, que es una de las enormes carencias que tiene la educación pública en el Uruguay. Ese era el segundo punto.
Y el tercero, uno de los tantos problemas que tiene la educación en el Uruguay es que la formación de docentes es casi monopólica del Estado. En todas partes del mundo el establishment educativo es conservador y resistente a los cambios, pero si además sale todo del mismo aljibe es prácticamente imposible que haya innovación, que es lo que sucede en el Uruguay.
EC - Cuando se conoció este planteo suyo, inmediatamente el gobierno puntualizó que lo que usted está pidiendo ya existe. Ayer mismo consultamos al subsecretario de Educación y Cultura, Óscar Gómez, quien dijo que son varios los institutos privados que están habilitados a dictar cursos de formación docente y magisterio, y que otorgan títulos reconocidos por ANEP, Codicen y el MEC.
I de P - Varios son dos.
EC - Uno de los ejemplos es el Instituto de Educación Superior de la Universidad de Montevideo.
I de P - Y hay otro más, son dos nomás, y con un espectro bastante limitado. Hay otra cantidad que podrían hacerlo, la ORT, la Universidad Católica, el Elbio Fernández anda atrás de eso desde hace mucho tiempo y no se lo han dado. Es muy restrictivo, otra vez, porque está toda esa visión patológica de "¿qué irán hacer?, tené cuidado, es un privado, la laicidad".
EC - Usted dice que teóricamente la posibilidad existe pero que en la práctica después se complica la tramitación.
I de P - Es así.
EC - Que hay filtros operando. ¿Esa es la sensación que usted tiene?
I de P - Sí, está la máquina de impedir en eso también.
EC - Con esta parte de sus sugerencias, ¿qué ocurrió? ¿Tampoco ha habido diálogo?
I de P - No, absolutamente nada. Ahí, que había público y qué sé yo, la reacción fue: "Ah, qué interesante, hágamelo llegar", pero después cero.
EC - Me llama la atención que en la carta abierta que publicó el 25 de octubre no incluya este tema.
I de P - No, porque en lo que me pidieron avanzar fue en lo otro. Por eso redacté el decreto y se lo di a Cánepa de mano, que era lo que yo sabía del tema, lo dominaba. Eso fue lo que me pidieron y eso fue lo que hice.
EC - Mirando más en general todo el problema que está pendiente con la educación en Uruguay, y dejando de lado estos aportes o estas ideas que manejó, ¿qué impresión tiene de lo que otras instituciones o jerarquías de gobierno podrían hacer de manera concreta ahora?
I de P - Tengo la impresión de que es un tema que está liquidado en lo que queda de este gobierno. Además, si alguna duda alguien podía tener, escucharlo al presidente aquel día era una cosa lapidaria: "No se puede, no se puede, no se puede, no se puede" y se acabó el partido. Yo no espero nada, ningún intento de fondo.
EC - Por ejemplo, ¿el Instituto Nacional de Evaluación Educativa para usted no es un paso adelante?
I de P - Vamos a ver, ojalá que lo sea, pero siempre son cosas dentro del establishment. Ojalá que sea, la persona que está al frente es una persona que tiene prestigio. Pero ya vieron las reacciones inmediatamente: "Ahora hacemos esto, que es el manómetro yorugua para medir, entonces no utilizamos ningún instrumento internacional". Esa fue la primera reacción.
EC - Hubo quienes reaccionaron así, las autoridades del instituto dicen que vamos a seguir participando en las pruebas PISA.
I de P - De acuerdo, y ojalá que les vaya bien.
EC - ¿Qué impresión tiene de los cambios que ha habido de directivos del Codicen, el presidente y el consejero nuevo?
I de P - No los conozco, no puedo juzgar, no los conozco y les deseo lo mejor. Pero usted es un observador de la realidad y estoy seguro de que se da cuenta de que este año prácticamente se terminó, quedan dos, descuente el último que es un año electoral, queda uno, y yo no veo a este gobierno reinventándose en el año que queda. Ha pasado tres años con la mayor inoperancia en virtualmente todos los temas. Dios quiera que tuviera una especie de conversión el año que viene, pero no la veo.
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Transcripción: María Lila Ltaif
Foto: archivo
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