Entrevistas

Embajadora Julissa Reynoso: para la Casa Blanca "es una prioridad" que "exista una reunión pronto" entre Obama y Mujica

Embajadora Julissa Reynoso: para la Casa Blanca "es una prioridad" que "exista una reunión pronto" entre Obama y Mujica

La reelección de Barack Obama abre la posibilidad de una nueva etapa en la relación entre Estados Unidos y Uruguay, que podría implicar, según trascendió la semana pasada, una visita del presidente estadounidense a nuestro país. Para conocer más sobre cómo será el vínculo entre ambos países en este nuevo período, En Perspectiva entrevistó a la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, quien afirmó que "hay un gran respeto hacia el presidente Mujica por parte de la Casa Blanca" y que si bien aún no es posible confirmar una posible visita de Obama, sí existe "un gran interés" en que se concrete una reunión formal entre ambos mandatarios en el corto plazo. Con respecto al vínculo entre Estados Unidos y América Latina, la embajadora dijo que "no es" y "no debe ser la relación de antes", pues el "importante" crecimiento de la región obliga a que la relación ya no sea "un asunto de ayuda", sino un intercambio "más complejo".


(emitido a las 8.45 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Durante el primer período de Barack Obama al frente de la Casa Blanca, América Latina no figuró entre las prioridades de su gobierno. Fue así que se enfrió la relación intensa que había existido entre Uruguay y Estados Unidos en los años anteriores.

Ahora, luego de que Obama fue reelecto y que llevará adelante una segunda presidencia, las cosas parecen cambiar. Según informó el semanario Búsqueda el jueves pasado, el gobierno de Estados Unidos le transmitió a su par uruguayo que Obama se fijó como prioridad en el caso de las relaciones con América Latina una visita que incluya a Uruguay y a Brasil.

¿Cuán cerca está de concretarse esa visita de Barack Obama a Uruguay? ¿Qué puede pasar en su segunda administración con el vínculo entre los dos países? ¿Cuáles son los principales aspectos comerciales por resolver? ¿Volverá a pasar el tren del TLC (tratado de libre comercio) por estas costas?

De estos y otros temas vamos a conversar con la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, que está aquí desde hace poco tiempo, porque asumió su cargo hace apenas seis meses, en mayo.

Empecemos por ubicarla a usted, que se diferencia bastante del perfil de los últimos embajadores que tuvo Estados Unidos en Montevideo, como Frank Baxter o David Nelson. Repaso: primero, obviamente, es mujer, la primera embajadora de Estados Unidos en Montevideo; segundo: la edad, usted tiene apenas 37 años, pero sobre todo, usted no nació en Estados Unidos, sino en República Dominicana y recién a los siete años emigró con su familia y se instaló en el barrio Bronx de Nueva York. Brevemente, ¿cómo es esa historia suya?

JULISSA REYNOSO:
Es la historia de muchas personas que llegan a Estados Unidos que tuvieron muchas oportunidades para estudiar y tener una carrera profesional bastante importante. Tuve acceso a las mejores universidades y pude conocer a través mi trabajo –fui abogada en Nueva York por varios años– a la secretaria Clinton, que en esos tiempos era la senadora de Nueva York. Y vía esa amistad y ese trabajo que hice con ella, cuando ella se lanzó para ser presidenta yo entré al círculo de su mundo profesional y ella me invitó a participar en su administración en el Departamento de Estado. Duré allí dos años y medio como subsecretaria de Estado encargada de América Central y el Caribe, y ella y su equipo me invitaron a ser embajadora, a representar al país. Y aquí estoy.

EC - Usted decía que estudió en las universidades más importantes, en Estados Unidos estudió en Harvard y en Columbia y en el caso del Reino Unido estudió en Cambridge. ¿Cómo fue esa experiencia para una inmigrante latina que venía del Bronx? ¿Tuvo que enfrentar prejuicios por ese motivo?

JR - El Bronx me hizo, me formó, ahí aprendí todo lo bueno y lo malo del sueño americano. También aprendí cómo resolver conflictos y trabajar con gente diferente, porque en el Bronx se ve todo, se veía todo, particularmente en los 70 u 80, cuando era esencialmente la capital del crimen en Estados Unidos. La discriminación obviamente existe y es institucional, pero a mí personalmente no me ha tocado de manera tan directa. Yo no estoy tan pendiente de esas cosas, sigo la marcha como si todo fuera normal. Para mí todo es normal, en términos de las posibilidades que me ha dado la vida.

EC - Hablemos de alguna particularidad más. El martes pasado, el día de las elecciones de Estados Unidos, la embajada en Montevideo organizó una recepción, como ocurre tradicionalmente, que se hizo en su residencia. En determinado momento usted sorprendió a varios de los asistentes cuando dijo: "Gracias por celebrar esta democracia, que es la de Estados Unidos. Que la pasen bien, beban mucho, gocen mucho, quiéranse mucho". Digamos que no fue una exhortación típica del protocolo diplomático. ¿Cómo se lleva con el protocolo de un embajador, de una embajadora?

JR - Yo soy quien soy y trato de comunicar esa esencia de quien soy en todo lo que hago, desde ser diplomática, abogada, cuando era profesora universitaria. Soy muy respetuosa de la manera del trabajo, pero al fin también soy quien soy y trato de ser alegre y traer un poco de alegría y felicidad a todo el mundo, a quien trabaja conmigo y a los colegas y los amigos que tengo también.

EC - ¿Se tiró a la piscina para festejar al final? Había anunciado esa posibilidad en caso de que Obama fuera reelecto.

JR - Al final estuvimos ahí hasta tan tarde que creo que estábamos demasiado cansados para tirarnos a la piscina.

EC - Usted es una embajadora con designación política.

JR - Sí.

EC - Es raro eso, porque entonces llegaba casi en el final del período Obama, si Obama no era reelecto usted iba a tener que irse. ¿Cómo incidió eso en sus primeros pasos, en estos primeros seis meses de gestión?

JR - Yo soy funcionaria, represento a Estados Unidos, no represento a un partido, pero fui designada en el cargo por el presidente, basado en mi estatus político. Entonces sí, si hubiera habido un cambio de presidente yo tendría que haberme ido también. Yo trabajo en la embajada y trabajé en los últimos meses en forma normal. Tenía cierta incertidumbre, porque podría haberme ido más pronto de lo que hubiera querido, pero en la gestión y el trabajo del día a día marchaba como si nada fuera a pasar, porque al fin si yo me voy la embajada sigue, el trabajo continúa, eso es lo principal.

EC - ¿Ya se amoldó al Uruguay?

JR - Sí, sí, he estado conociendo bastante el país y ya tengo muchas amistades acá. Me gusta, la gente me cae muy bien.

EC - Usted es muy musiquera, le gusta la música.

JR - Sí.

EC - ¿Y de la música uruguaya qué es lo que le gusta?

JR - Tengo muchos amigos músicos, entonces he podido escuchar su música en vivo en mi casa y me gusta, porque es muy diversa. Algunas de las músicas tienen elementos afro que para mí son muy interesantes y me recuerda mucho a la música caribeña.

EC - ¿Un par de ejemplos de sus preferencias acá?

JR - Tengo la colección de Rada, que me gusta mucho, soy muy amiga de Samantha Navarro, que también viene a mi casa y toca su instrumento. Hay mucho talento acá, he tenido la fortuna de conocer muchos de los buenos cantantes de acá.

***

EC - En el período 2001-2009, cuando en Washington era presidente George W. Bush y acá se sucedían las administraciones de Jorge Batlle y Tabaré Vázquez, hubo un acercamiento muy importante entre Estados Unidos y Uruguay. Resultados de aquel acercamiento: la asistencia que Estados Unidos dio a nuestro país en el momento más complicado de la crisis bancaria, en el gobierno de Batlle; después se negoció y se firmó el Tratado de Protección de Inversiones; se estuvo a punto de negociar un TLC, que finalmente se descartó y en su lugar se firmó un Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA). Los presidentes construyeron relaciones personales muy estrechas: Batlle visitó a Bush en Washington, Tabaré Vázquez hizo otro tanto, y Bush viajó a Uruguay, donde se quedó dos días, estuvo en Montevideo y en Colonia; funcionarios de alto rango de Estados Unidos venían frecuentemente al país. Después, con la asunción de Barack Obama allá y José Mujica acá, se produjo un enfriamiento en la relación. ¿Usted conoce las causas? ¿Por qué pasó eso?

JR - No estoy de acuerdo con el planteamiento de que hay un enfriamiento de la relación. Tenemos una relación muy cercana con Uruguay, el presidente Obama ha viajado a la región, la secretaria vino a Uruguay, el secretario Gates vino a Uruguay el mes pasado, y estamos en contacto continuo con funcionarios acá a muy altos niveles de mi gobierno. Entonces no estoy de acuerdo con el planteamiento. Entiendo que ese contacto con el gobierno del presidente Bush fue muy importante y lo respeto, pero las visitas y ese tipo de contactos para mí no son suficientes para decir que fue otro nivel de relación.

EC - ¿Con la segunda administración a cargo del presidente Barack Obama el vínculo puede cambiar?

JR - Puede continuar siendo como es, una relación muy cercana y muy amplia. La idea sería continuar para seguir expandiendo ese contacto y profundizar esa relación.

EC - ¿Qué ejemplos puede de lo que usted llama mantenimiento, fortalecimiento, lo que yo diría entibiamiento, mejorarle la temperatura a esa relación?

JR - Tenemos varios proyectos, estamos tratando de avanzar en asuntos comerciales, en asuntos de intercambio en educación, cultura, defensa. Estamos tratando de concretar y mover varios temas diferentes en los próximos meses, en los próximos años.

EC - Ahora, pocos días después de la reelección de Obama, se maneja la posibilidad de que visite Uruguay. Usted leyó Búsqueda del jueves pasado. ¿Cuánto de concreto hay?

JR - Esperamos que el presidente viaje en el futuro a la región. Cinco días después de las elecciones todavía no tengo fecha de este tipo de asuntos ni detalles concretos, me imagino que el presidente ahora está tratando de manejar la transición de personas en su gabinete, pero en el futuro va a haber un interés en que viaje a la región. No te puedo decir concretamente cuándo, y no te puedo decir con toda firmeza que viene a Uruguay, todos esperamos que sí, pero no te puedo confirmar eso.

EC - La otra posibilidad que se había manejado era que Mujica viajara a Washington.

JR - Obviamente tenemos un gran interés –el presidente lo ha expresado– de tener una reunión más formal con el presidente Mujica, hay un gran respeto hacia el presidente Mujica por parte de la Casa Blanca. Ya tuvieron una reunión en Colombia y la idea sería tener otra reunión en persona.

EC - Usted alude a una conversación mano a mano que tuvieron en abril cuando coincidieron en la Cumbre de Cartagena de Indias.

JR - Exacto.

EC - Dice el embajador uruguayo en Estados Unidos, Carlos Pita, que Obama quedó "muy impresionado" con Mujica.

JR - Sí.

EC - ¿Usted sabe a qué se debe esto?

JR - Cenaron juntos y el intercambio fue muy personal, el presidente Obama aprendió mucho de la historia del presidente Mujica, lo impresionó mucho la trayectoria del presidente Mujica, y también su sabiduría.
    
EC - ¿Esa conversación influyó en esto que estamos hablando de los vínculos en el futuro?

JR - Si una persona le cae bien a otra usted se puede imaginar que eso ayuda para seguir esa relación. Entonces la Casa Blanca –y esto lo digo porque lo sé, lo manejo– quedó muy impresionada con el presidente Mujica, con Uruguay como país y nación, y es una prioridad buscar la manera de que exista una reunión pronto entre el presidente Obama y el presidente Mujica. Es una prioridad ahora mismo para la Casa Blanca.

EC - Hablando más en general, en el primer mandato de Obama claramente América Latina no fue una prioridad. ¿Eso va a tener un cambio de rumbo ahora?

JR - De nuevo, no estoy de acuerdo con el planteamiento, pero entiendo por qué lo dices.

EC - Ahora no estoy hablando de la relación con Uruguay, estoy hablando de la relación con América Latina.

JR - Sí, te copié. Siempre estamos buscando maneras de fortalecer la relación, la relación con América Latina no es la relación de antes, no debe ser la relación de antes, los países son mucho más sofisticados, se están desarrollando de manera muy importante y rápida, entonces es una relación mucho más sofisticada y a otro nivel.

EC - ¿Qué quiere decir? ¿Cuáles serían las diferencias? Me llama la atención el término "sofisticado". ¿Por qué es una relación más sofisticada?

JR - La palabra que siempre se usa es "socios", pero no es un asunto de ayuda o de decir "déjame darte la mano por esto o aquello". Ahora mismo estamos trabajando con muchos países de América Latina y el Caribe en un mano a mano, buscando soluciones a problemas globales, ya no es una cuestión de que uno da más que el otro. Eso es más complejo que una simple relación de una vía.

EC - Más temprano, cuando anunciábamos la entrevista, una de las preguntas que yo dejaba planteada era de qué manera va a atender la administración Obama a América Latina, creo que esa era la palabra que utilizaba, "atender". Y a los pocos minutos llegó un mensaje de un oyente, Guillermo, que dice: "¿Qué se entiende por ‘atender’? Cuando se pide que el gobierno de Estados Unidos atienda más a América Latina, ¿a qué se refieren? Sería bueno que lo aclararan, porque en un medio en papel he leído que en los últimos años Estados Unidos había desatendido el sur de América y por eso habían surgido varios gobiernos progresistas. Sería lamentable si un cambio en ese sentido, si el atender mejor a América Latina, fuera para corregir ese tipo de desatenciones".

JR - Como acabo de plantear, la relación con América Latina es una relación de respeto mutuo. Eso quiere decir que estamos trabajando juntos para resolver problemas que nos afectan a todos: de inseguridad, de cambio climático, de comercio, todo. No estamos en ninguna posición de decir "este gobierno es mejor que el otro" por razones de ideología, entendemos que son procesos democráticos y podemos decir, basados en un cierto criterio, que algunos países hacen mejor trabajo en asuntos democráticos que otros. Nada que ver con si se identifican con izquierda, derecha o lo que sea. Lo que vale es la manera en que los países de la región se manejan en términos de la participación de sus ciudadanos y los respetos a los derechos humanos, el respeto al derecho básico y cívico de esos ciudadanos. De eso podemos hablar, pero no de esta idea de que porque un gobierno se identifica como "progresista" no estamos de acuerdo con él, eso no tiene ninguna validez.

Muchos de los países de la región tienen gobiernos ahora mismo que se caracterizan como progresistas y nosotros trabajamos cercamente con esos gobiernos. Mi gobierno de Estados Unidos, el del presidente Obama y del partido que está ahora mismo en el poder es un gobierno progresista, y obviamente estamos trabajando, yo trabajo con ellos, los represento aquí. Una identificación de esas, un poco arbitraria, no tiene nada que ver con cómo nos manejamos con los países de la región.

***

EC - Julissa Reynoso, embajadora de Estados Unidos en Uruguay desde mayo de 2012, tiene 37 años y es la más joven y la primera de origen dominicano que representa a Washington aquí en Montevideo. Es doctora en Leyes por la Universidad de Columbia, cuenta con una Licenciatura en Gobierno por la Universidad de Harvard y una Maestría en Filosofía por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. Fue subsecretaria adjunta para Asuntos de América Central, El Caribe y Cuba de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del gobierno de Estados Unidos.

***

EC - Entre las preguntas y los comentarios de los oyentes hay distintos asuntos, algunos muy puntuales, muy concretos.

ROMINA ANDRIOLI:
Por ejemplo el de Néstor, que plantea: "¿Por qué es tan complicado sacar la visa para visitar los Estados Unidos?".

JR - El proceso de recibir una visa ha mejorado bastante en los últimos años. Uruguay en particular es uno de los países donde tenemos la más alta aprobación, incluso creo que tiene la más alta aprobación de toda América Latina, estamos hablando de un nivel de aprobación de un 96% de todas las personas que aplican por una visa. Para mí no es tan complicado. La idea sería llegar a un punto, si podemos avanzar en el proceso, en que sea aún más fácil poder viajar.

EC - Usted llegó a hablar de la posibilidad de la exención de visa, lo mencionó cuando asumió como embajadora.

JR - Estamos trabajando con la Cancillería para ver si podemos cumplir los requisitos que existen para llegar a ese punto.

EC - Hay antecedentes, ya hubo un período en el que no era necesaria la visa para viajar a Estados Unidos.

JR - Sí, Argentina y Uruguay durante unos años no necesitaron visa.

EC - En los años 90.

JR - Eso cambió después del 11 de setiembre, como cambió en varios países del mundo. Pero ahora mismo sí hemos comenzado a revisar el proceso que tenemos ahora, a ver si podemos llegar a un punto en que la visa no sea necesaria. Es un proceso largo, pero quiero decir que Uruguay es un buen candidato para eso.

EC - Cuando llegó a Uruguay en mayo, usted indicó que la posibilidad de un TLC no estaba en la agenda. ¿Ha habido algún cambio en ese sentido?

JR - Tenemos un marco de intercambio que es el TIFA, el acuerdo marco para negociaciones de este tipo, y para nosotros ese es el principal proyecto para mover la relación bilateral comercial. Siempre hay posibilidad de expandir los proyectos, en Estados Unidos estamos muy enfocados en avanzar en las negociaciones hacia un acuerdo para el Pacífico, con los países del Pacífico estamos negociando un acuerdo muy importante.

EC - ¿Un acuerdo de qué tipo?

JR - Un acuerdo de comercio, un TLC con varios países del Pacífico, Estados Unidos participa, pero también participan Chile, México, Canadá y Colombia. Y otros países, como Uruguay, han indicado el interés de ser observadores, tener esa apertura para ver si hay una manera quizás en el futuro de ser parte más concreta de la negociación. Para mí esas negociaciones con varios países son más importantes que buscar tratados bilaterales uno a uno con los países. El mundo ha avanzado y ahora mismo el interés es tener acuerdos entre varios países.

EC – La negociación de un TLC con el Mercosur, ¿también tendría dificultades?

JR - Eso no está en la mesa. El Mercosur está negociando acuerdos con la Unión Europea y otros países, no sé cómo está avanzando, pero ahora mismo los Estados Unidos no son uno de esos países que están negociando con el Mercosur.

EC - Usted dijo que era complicado debido a la variedad de personajes y países.

JR – El Mercosur es una organización de países sudamericanos y nosotros obviamente respetamos esos acuerdos, pero ahora mismo no tenemos acuerdos bilaterales con países individuales del Mercosur y creo –me imagino, no lo puedo decir con toda certeza–, dada la manera en que la organización está funcionando y los miembros que participan, porque no tenemos esa relación bilateral ahora mismo en términos de TLC, que va a ser difícil entrar en negociaciones con el Mercosur. Pero yo nunca digo nunca a nada, porque siempre existe la posibilidad de que las cosas cambien.

EC - Volviendo al TIFA, usted dijo que en la relación lo que existe es el TIFA, que en realidad fue una especie de premio consuelo que se firmó durante el gobierno de Tabaré Vázquez cuando no prosperaron, por resistencias dentro de nuestro país y también del Mercosur, las otras tratativas, las que apuntaban a un TLC. Se optó por un TIFA. De todos modos, se cargaron expectativas en torno a las posibilidades que abría, se señaló que tenía su potencia, que todo dependía de cómo se lo utilizara. La experiencia indica que ha habido pocas reuniones de la comisión conjunta. Hay una dentro de pocos días, ¿qué se entiende que puede tener en materia de avances?

JR - Hemos tenido reuniones TIFA en los últimos años anualmente. La reunión que tenemos pendiente, la próxima, va a ser en los próximos meses, no en los próximos días. Hemos desarrollado con la Cancillería una agenda para avanzar en varios temas, en intercambio en asuntos de e-commerce, en asuntos de tecnología, en asuntos comerciales de agricultura, por ejemplo. Hay proyectos muy particulares y asuntos que tenemos pendientes, y queremos avanzar en algunos que hemos tenido pendientes por varios años.

EC - ¿Para usted con una reunión anual de la comisión conjunta alcanza?

JR - Sí, porque muchos de los proyectos avanzan solos, estas cosas de intercambios comerciales son asuntos que hay que dejar que funcionen a su manera. Cuando hay proyectos y cuestiones macro, en que el gobierno debe tomar una decisión, obviamente hay que tener una reunión cara a cara con funcionarios de alto nivel. Pero no es un asunto que implique que tengamos que estar en contacto todos por estos proyectos. Con una reunión anual creo que es suficiente, hay gran interés por parte de la agencia que maneja estos asuntos, que es el representante de Comercio de Estados Unidos, de seguir las reuniones con Uruguay para avanzar y poder expandir los parámetros del TIFA.

EC - El diario El País en el fin de semana pasado publicó algunos números de cómo viene la relación comercial. En el primer año del gobierno de Tabaré Vázquez (2005) las exportaciones de Uruguay a Estados Unidos totalizaron 765 millones de dólares y las importaciones 256 millones de dólares, o sea que hubo además de volúmenes muy interesantes del intercambio en su conjunto un saldo favorable para Uruguay de 507 millones de dólares. Estados Unidos era el primer socio comercial de Uruguay en esa época. Luego, sobre todo a raíz de la crisis que golpeó a Estados Unidos a partir de 2008, además de precios de la carne que resultaron más favorables en la Unión Europea, los números cambiaron de manera muy sensible. Ya no hay superávit con Estados Unidos. En 2011 el déficit fue de 434 millones de dólares. Las exportaciones están en 243 millones, 70% menos que en 2005. ¿Qué pasa? ¿Qué posibilidades hay de corregir esto? ¿Dónde ve usted alternativas, herramientas, instrumentos que se puedan emplear?

JR - La relación comercial con Uruguay en mi opinión es mucho más interesante de lo que los números reflejan. Nosotros somos uno de los principales –si no el principal– inversionistas en Uruguay. Tenemos inversiones en diversos aspectos de la vida económica uruguaya, desde agricultura hasta compañías tecnológicas, de internet, asuntos energéticos. Usted no puede imaginar las cosas en que empresarios de Estados Unidos están invirtiendo aquí de una manera muy fuerte. Eso a nivel de inversión. En cuanto a intercambio Uruguay ha avanzado en contactos que tiene a nivel global con socios comerciales, eso es positivo para Uruguay, ha diversificado y tiene acuerdos y relaciones comerciales con muchos más países, principalmente con países de Asia que ayudan y están comprando los productos uruguayos. Para mí es algo muy positivo.

Obviamente queremos incrementar el intercambio comercial entre Estados Unidos y Uruguay, eso es parte de mi agenda acá, por eso cada vez que puedo invito a corporaciones norteamericanas que vengan aquí a ver todo lo positivo que hay en Uruguay. Es un trabajo de marketing y de buscar que más personas conozcan lo que está pasando acá. Pero la relación es muy diversa, muy importante, no se limita a números de intercambio básico de comercio y de bienes y esos asuntos.

EC - Hay un rubro particularmente trancado en las exportaciones uruguayas a Estados Unidos, que es el de los cítricos. Usted ha dicho en estos días que va a hacer todo lo que pueda para favorecer el ingreso de los cítricos uruguayos a Estados Unidos. Sus colegas anteriores dijeron lo mismo, y lo cierto es que ya van 18 años de bloqueo. ¿Esta vez sí entiende usted puede haber novedades concretas?

JR - No sé lo que dijeron mis antecesores, yo sé lo que yo sé, lo que yo puedo hacer. Estoy en comunicación continua con colegas en el Departamento de Agricultura en Estados Unidos para mover la agenda bilateral en estos asuntos, particularmente con el proyecto de los cítricos. Sé que es muy importante para Uruguay, es uno de los temas más significativos, más importantes en términos de la relación bilateral, y porque es tan importante para Uruguay haré todo lo posible para resolver cualquier aspecto que pueda impedir el avance de ese tema, usando lo que esté en mis manos. Es un asunto complicado, porque hay varias federales envueltas, no es un proyecto del Departamento de Estado, entonces tengo que trabajar con mis colegas en el Departamento de Agricultura en los Estados Unidos, ellos están satisfechos con la posibilidad de mover eso. Es una prioridad para mí, claro que sí, pero no es un asunto fácil, no es nada que se pueda resolver de un día para el otro.

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EC - Aparte de la relación comercial, aparte del tema inversiones, el presidente Mujica habla con frecuencia de la conveniencia de acentuar el intercambio en materia académica y educativa. Hubo unas declaraciones del embajador uruguayo en Washington, Carlos Pita, que señalaba que nota tres ámbitos de cooperación importantes, al menos del lado uruguayo: biotecnología, biocombustibles y, fundamentalmente, geociencias. ¿Usted como embajadora de Estados Unidos coincide?

JR - Coincido en el nivel macro. El presidente Mujica me ha expresado directamente, y también se lo expresó a la secretaria Clinton, su gran interés en avanzar en los intercambios educativos, particularmente invirtiendo en apoyo al estudio de la ciencia, la matemática, las ciencias puras. Ya hemos comenzado a avanzar en esa agenda, estamos trabajando por ejemplo cercamente con la ANII para dar becas a estudiantes uruguayos para hacer posgrados en Estados Unidos en ciencias. Creo que esta semana vamos a anunciar ciertos becarios. También estamos en negociaciones muy directas con universidades muy importantes en Estados Unidos para tener acuerdos formales entre esas universidades y las universidades de Uruguay para avanzar en ese tipo de intercambios académicos en las ciencias, matemáticas, ingeniería, ese tipo de estudio en esas áreas.

EC - El embajador Pita mencionaba geofísica sobre todo teniendo en cuenta los desarrollos que están previstos en cuanto a exploración y eventualmente explotación petrolera, para lo cual Uruguay necesita formar profesionales, y es un área en la que Estados Unidos tiene su experiencia.

JR - Sí, esas son áreas de interés, creo que incluso tenemos personas que están por estudiar, por hacer posgrados en esa área.

EC - ¿Y Estados Unidos tiene algo que aprender en Uruguay?

JR - Siempre hay posibilidades de aprender, es un intercambio. Obviamente la idea es que personas uruguayas puedan estudiar en los Estados Unidos porque tenemos muy buenas universidades, en mi opinión tenemos las mejores universidades del mundo. Pero acá hay también bastante avance, por ejemplo en el asunto alimentario y en la agricultura hay unas ciencias acá bastante avanzadas, incluso vienen acá a menudo profesionales académicos de Estados Unidos a trabajar mano a mano con expertos y académicos uruguayos particularmente en esas áreas.

EC - Se habla muchas veces de que Estados Unidos considera a Uruguay como un país importante dentro de la región. ¿Qué es lo que hace a Uruguay un país clave para Estados Unidos? Se lo pregunto más allá de lo que son frases habituales de la jerga diplomática, que Uruguay es un país democrático, una economía abierta, de mercado... ¿Dónde está la relevancia?

JR - Todo eso que acaba de decir, que es democrático, que es un país económicamente abierto, es importante, es la verdad, entonces obviamente también se suma a las razones por las cuales para Estados Unidos Uruguay es importante. Nosotros consideramos a Uruguay como un país muy estable, muy próspero en términos de desarrollo económico, desarrollo institucional y democrático.

A nivel práctico Uruguay es un gran socio de Estados Unidos en las Naciones Unidas, tenemos varios proyectos en los que Estados Unidos y Uruguay coinciden en términos de los votos y del apoyo a diferentes crisis del mundo. Porque no es solamente un asunto bilateral, ahí es un asunto multilateral, y tenemos un gran respeto por el trabajo que hace Uruguay en las Naciones Unidas, no solamente en los votos, sino también en asuntos como las misiones de paz, que son sumamente críticas para la estabilidad del mundo, y es un papel que Uruguay juega y que pocos países del mundo juegan. En ese sentido, en algo tan particular como eso, tenemos una muy buena relación y queremos seguir apoyando a Uruguay en todos los proyectos. Es un país que ha contribuido bastante al mundo, no solo a América del Sur, a esta parte del mundo. Entonces un Uruguay próspero y un Uruguay que continúe siendo tan democrático como es, es de gran interés para Estados Unidos.

EC - Pero en la región, ¿por dónde viene la importancia que tiene Uruguay para el vínculo de Estados Unidos con la región?
    
JR - Uruguay es uno de los países más respetados en la región de América Latina. Para simplificar un poco, en el aspecto de derecha o de izquierda creo que sin excepción todos los países de América Latina y del Caribe respetan a Uruguay. Ese nivel de respeto que le tienen los vecinos nos ayuda, es importante para nosotros tener amigos en la región que son amigos de otros y de todos. Obviamente tenemos buenas relaciones en la región como también relaciones que ni existen, pero Uruguay no está en esa situación, entonces nos ayuda a entender lo que está pasando a nivel de América Latina sin esos aspectos politizados que tienen algunos otros países.

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Transcripción: María Lila Ltaif