Entrevistas

Eduardo Brenta (MTSS): "Este Gobierno está en condiciones de pedir moderación" salarial para controlar la inflación

Eduardo Brenta (MTSS): "Este Gobierno está en condiciones de pedir moderación" salarial para controlar la inflación

El Gobierno presentará un contrapropuesta a los trabajadores de la bebida, que pretenden incrementar su salario en un 10.16%. La propuesta del Poder Ejecutivo implica aumentar el salario en un 8.28%, ya que considera que el aumento preacordado es "desmedido y riesgoso desde el punto de vista inflacionario". El líder de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Richard Read, dijo que esta acción es un "chantaje", y que en otras épocas la izquierda se alegraba por los logro alcanzados por los trabajadores. Para conocer la visión del Gobierno, En Perspectiva entrevistó al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, quien aseguró que el Gobierno tiene las credenciales para moderar los ajustes salariales en pos de controlar la inflación, teniendo en cuenta el aumento del salario real en los últimos años. Dijo que este Gobierno de izquierda está "preocupado por mantener el poder de compra de trabajadores, jubilados y pensionistas". En cuanto al subsidio a la bebida, el ministro considera que "el sector está en condiciones de enfrentar la situación económica sin ningún apoyo o subsidio" ya que esa protección hoy "parece innecesaria" según Brenta.


(emitido a las 7.50 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Poder Ejecutivo va a presentar una contrapropuesta a empresarios y trabajadores de la bebida, para que el sector tenga un incremento del salario real de 8.28% en los próximos tres años y no el 10.16% que habían preacordado y que las autoridades consideran desmedido y riesgoso desde el punto de vista inflacionario, sobre todo por el efecto imitación que puede tener en otros sectores.

Esta salida del Gobierno a terciar en esa negociación, y con una posición severa porque si el criterio de las autoridades no se acepta, cabe la posibilidad de retirarle a la fabricación de cerveza un subsidio con el que hoy cuenta. Esta novedad dio pie ayer a una polémica muy intensa que tuvo como protagonistas al líder de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Richard Read, y a varios voceros del Poder Ejecutivo.

El PIT-CNT asumió una posición mediadora. Se reunió ayer para tratar el tema y anunció que va a participar en las negociaciones con el objetivo de que no quede dañada la ley de Negociación Colectiva.

Estamos con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta.

¿Por qué se plantea esta preocupación en el Gobierno? ¿Cuál es el inconveniente? ¿Dónde están en este preacuerdo los detalles complicados? ¿Es el ajuste salarial previsto o la inflación prevista en ese convenio?

EDUARDO BRENTA:
El primer elemento a considerar es que este convenio fue negociado en forma bipartita y fuera de los ámbitos del Consejo de Salarios. El Poder Ejecutivo no ha tenido injerencia en una negociación de carácter bipartito entre empresarios y trabajadores de un sector, salvo que éstos lo soliciten a efectos de validar el convenio en la convocatoria al Consejo de Salarios del sector. En este caso los trabajadores y empresarios del sector presentaron una nota al Ministerio de Trabajo solicitando la convocatoria del grupo de negociación colectiva del sector de actividad bebida a los efectos de validar el convenio que habían alcanzado en forma bipartita.

La ley prevé otro mecanismo que es el registro del convenio en el cual el Poder Ejecutivo no tiene injerencia y no puede realizar ningún planteo. Pero dado que se optó por este camino, el Poder Ejecutivo evaluó la propuesta realizada en una reunión que mantuvimos con el ministro de Economía y el presidente de la República, y encontramos dos elementos que nos parecía necesario poner sobre la mesa y realizar una contrapropuesta. Primero: es el único convenio que prevé una inflación esperada, superior en dos puntos al resto de los convenios firmados, desde el 2010 a la fecha, donde se ha tomado como criterio el centro de la banda del Banco Central del Uruguay (BCU).

EC – O sea que en este caso estaríamos hablando de un 5%, porque la banda va de 4 a 6.

EB – Exactamente. En todos los convenios se adopta un 5%, en este se preveía un 7%, no sabemos por qué se tomaba este elemento, dado que todos los convenios tienen un ajuste de la inflación a determinada etapa del período, normalmente anual. Se ajusta la inflación, con lo cual se asegura el mantenimiento del salario real del sector. En este caso la previsión de inflación del 7% es un elemento que veíamos negativamente en la medida que generaba una expectativa inflacionaria superior a la que habían aceptado, yo diría sin debate, en general los empresarios del resto de los sectores, y particularmente en esta donde la inflación está ubicada por encima de esta banda, más allá de que las expectativas del Gobierno es que haya un descenso de la misma de aquí a fin de año.

Y el segundo elemento tiene que ver con el incremento salarial previsto, donde hemos sugerido que se tomara en cuenta diversas posibilidades: un indicador macro combinado con un indicador sectorial para tener en cuenta el crecimiento económico de la economía en su conjunto y particularmente del sector, de forma tal de que el crecimiento salarial no opere como un elemento negativo en la evolución del sector. Pongamos otro ejemplo: el sector curtiembres se ha visto afectado por la crisis europea, dado que el destino de nuestros cueros de mejor calidad es la industria automotriz europea que está sufriendo la crisis. Este sector ha acordado por segunda vez un convenio en donde el único elemento salarial en juego es el mantenimiento del salario real, o sea se ha tomado el centro de la banda y un indicador de ajuste que va a asegurar que los trabajadores no pierdan salario, pero que tampoco tengan un crecimiento en la medida en que el sector está en una situación difícil. El indicador sectorial se convierte en un elemento que acerca, se toma como referencia para evaluar la situación del sector y ver como los salarios pueden evolucionar si son sectores que les va bien, regular, o que no están en condiciones de enfrentar un incremento. En cada una de las rondas de negociación se ha trabajado sobre esto y se han construido indicadores. El ejemplo del sector bancario es bastante claro, donde los trabajadores presentaron un indicador, la Asociación de Bancos presentó otro, tomar los distintos elementos en referencia al sector, estos indicadores daban notoriamente diferente, el Poder Ejecutivo hizo una propuesta intermedia y se terminó construyendo un indicador a partir de los tres indicadores anteriores que serán mecanismo de ajuste. Esto asegura que en el convenio de aquí a tres años el sector evolucione en función de un indicador variable que permita adaptarlo y por tanto que no haya impactos de crecimiento del salario que actúa sobre el empleo. Es un elemento principal a preservar.

EC – ¿Qué constatan en el caso concreto de la bebida?

EB – En el caso de la bebida constatamos, según la información proveniente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), un sector con caída de productividad y en forma simultánea con la adopción de un criterio de un indicador fijo que no tiene la flexibilidad necesaria para enfrentar los avatares eventuales que surjan de aquí a tres años, el período de tiempo que el convenio ha adoptado. En función de esto, el Poder Ejecutivo en su derecho y en el marco de lo que la ley de Negociación Colectiva establece, está perfectamente habilitado a realizar una propuesta y también puede suceder que esta propuesta sea rechazada.

EC – Tengamos en cuenta que en estas negociaciones del Consejo de Salarios el Poder Ejecutivo no tiene poder de veto.

EB – No tiene veto, no tiene poder de homologación, como tuvo la primera convocatoria a la ronda de negociación de Consejo de Salarios en 1985, donde el Poder Ejecutivo estableció una pauta y no homologaba los convenios con lo cual el resultado era válido sólo para las empresas firmantes del convenio, integrantes de la cámara, no para el resto del sector. La homologación de los convenios desapareció con la aplicación de la ley de Negociación Colectiva (ley 18.566) y el Poder Ejecutivo establece lineamientos para que las partes las consideren.

EC – Puede pasar que el Poder Ejecutivo vaya con esta posición al Consejo de Salarios, la parte empresarial y la parte sindical no la compartan, se mantengan en el preacuerdo alcanzado y sea ese finalmente el convenio.

EB – Exactamente. Esa posibilidad es válida, lo cual deja al Poder Ejecutivo la posibilidad de utilización de mecanismos de política económica que está en juego con la negociación colectiva.

EC – ¿Efectivamente se ha planteado la posibilidad en ese caso de retirar esa forma de subsidio que tiene la fabricación de cerveza en Uruguay?

EB – Si el sector tiene una situación de caída de la productividad, un sector donde además existe un nivel de concentración importante de la producción, si esta situación permite otorgar un aumento de estas características, la evaluación del Poder Ejecutivo es que el sector está en condiciones de enfrentar la situación económica sin ningún apoyo o subsidio, por lo cual el total de los uruguayos que sustenta este subsidio puede decidir que no tiene sentido que esté apoyando una actividad económica que está en condiciones de enfrentar incrementos salariales por encima de los criterios que el Poder Ejecutivo ha determinado.

EC – Una puntualización, ¿cuál es ese subsidio? Porque hay varios oyentes que se han sorprendido al enterarse de que existe este factor en juego.

EB – Creo que los detalles del subsidio es un elemento que debe responder el MEF, nosotros no intervenimos en la fijación de ese tipo de mecanismos, pero existe una protección al sector que puede ser retirada por parte del MEF, la situación planteada en un sector que tiene esa protección en función de elementos que fueron homologados en su momento y que hoy parece como innecesaria si es que se concreta esta situación. Distinta es la situación si frente al Poder Ejecutivo se abre un diálogo para reconsiderar la posición del Poder Ejecutivo y se establece una posibilidad de intercambiar y encontrar modificaciones a este criterio.

Por señales que han sucedido durante la jornada de ayer, creo que hay voluntad de las partes, fundamentalmente del Gobierno y de parte del sector trabajador también, por lo que ha sido la intervención del presidente. Dado que la inflación es el elemento más importante y la generación de expectativas de inflación por encima de las previsiones que el Poder Ejecutivo ha realizado, constituye un elemento que no se explica y además atenta contra los intereses de los trabajadores.

EC – Usted dice que es posible negociar, que hay espacio para eso en función de las señales que se conocieron en el día de ayer. Pero las primeras señales que se conocieron fueron las declaraciones de Richard Read, de la FOEB, molesto, incluso utilizando un tono que no es el habitual en las declaraciones de dirigentes sindicales. Por decir un ejemplo, Richard Read calificó la acción del Gobierno como un "chantaje", dijo que el mensaje es muy claro, "si sos blando con el sindicato te sancionamos", dijo también que él venía de una época en la cual cuando los sindicatos conseguían conquistas para los trabajadores la izquierda festejaba, se ve que aquella costumbre ya está en desuso, dijo.

EB – De 2005 a la fecha se ha producido una recuperación del salario real del orden del 40% y Uruguay es el país donde el salario real ha crecido en forma más importante en toda la región de América Latina y el Caribe, según informes de CEPAL o de la propia OIT. Cuando la coyuntura internacional nos prende una luz de alarma y cuando a nivel nacional existe una serie de factores, y el salario no es el único pero es uno de los componentes de una situación de crecimiento de la inflación que hemos vivido en los últimos meses, no hay nadie con más credenciales que este Gobierno de izquierda que ha impulsado fuertemente el crecimiento del salario real y esto no está en discusión. Me parece que este Gobierno también está en condiciones de pedir moderación a los efectos de cuidar los avances en materia de recuperación de salario real que han obtenido los trabajadores uruguayos en los últimos siete años, y esto me parece que es un elemento importante. Eso da credenciales para demostrar cual ha sido la orientación en materia de política salarial.

Pero lo cierto es que la política salarial es parte de la política económica, y una parte importante es como contribuyó fuertemente a la reducción de la pobreza y la indigencia en estos últimos años. En este momento tiene que haber un aporte a la consolidación de un proceso que atienda el fenómeno inflacionario para que la inflación no comience a deteriorar la recuperación real que han obtenido trabajadores,  jubilados y pensionistas, además que tienen sus jubilaciones asociadas al crecimiento del índice medio de salarios. Entonces nos parece que adoptar una actitud responsable es parte de una visión de un Gobierno de izquierda preocupado por mantener el poder de compra de trabajadores, jubilados y pensionistas.

EC – ¿Cómo vio otras de las frases de Richard Read ayer cuando dijo, impulsando la ratificación del acuerdo, que no iban a aflojar? "Si confirmamos el acuerdo se la van a tener que comer doblada", también señaló en otro momento, "en el Gobierno o son incapaces o tienen mierda en la cabeza".

EB – Yo creo que hay apreciaciones que se hacen en momentos de nervios y luego se piden las disculpas del caso. Hemos conversado con distintos representantes de los coordinadores del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, hemos mantenido intercambios distintos, buscando soluciones a este tema, el PIT-CNT ha manifestado su preocupación por la situación de la inflación, también ha dicho con razón que el salario no es el único elemento a considerar, y de hecho el Gobierno ya ha adoptado una serie de medidas monetarias, medidas vinculadas a la negociación con los actores, con las grandes superficies.

Y va a adoptar nuevas medidas para contener este impulso inflacionario que hemos tenido sobre fin de año, y creo que en el día de hoy va a haber alguna instancia concreta de intercambio que permita encontrar un camino que modifique este criterio adoptado, que no comprendemos ni compartimos, más allá de las declaraciones que prefiero no comentar porque creo que no aportan nada, aquí hay que poner ideas sobre la mesa y no calificaciones o adjetivaciones que la verdad que no contribuyen a nada. Hay que ser responsable en un momento difícil del país que no está ubicado fuera del planeta, y por tanto está recibiendo impactos negativos provenientes de una crisis económica que, como todos sabemos, campea por buena parte del hemisferio norte.

EC – Yo le preguntaba por la reacción a nivel sindical que fue muy clara. En el día de ayer las declaraciones fueron abundantes a través de distintos medios de comunicación, nos interesaba recoger las reacciones a nivel empresarial, pero no nos fue posible, por lo menos a la producción de En Perspectiva. Pero igualmente hicimos otras averiguaciones.

ROMINA ANDRIOLI:
Nos comentaban que no estaban de acuerdo con el aumento que se había preacordado del 10,16 a lo largo de los tres años, pero sostenían que desde los sindicatos prácticamente se los obligó a aceptar esas condiciones, incluso decían que les sorprendió que el Gobierno planteara esto ahora cuando ya estaba preacordado y se preguntaban por qué no se hizo antes, durante la negociación cuando esto hace meses que se conocía. ¿Qué dice usted?

EB – Los empresarios optaron por negociar fuera del Ministerio de Trabajo y no tener en cuenta los lineamientos del Poder Ejecutivo puestos sobre la mesa, que no tienen un carácter imperativo como ya lo hemos aclarado, pero evidentemente son una orientación para la negociación dado que el Poder Ejecutivo tiene un conjunto de información respecto a la realidad global y sectorial, y estos elementos enriquecen la negociación colectiva. En este caso los empresarios también optaron, pero ahora no vale la pena quejarse cuando uno en realidad asistió al Ministerio de Trabajo con el objetivo de validar un convenio y convocó al Consejo de Salarios exclusivamente para votar. El sector empresarial posee todas las posibilidades para negociar en el marco del asesoramiento que brinda el Ministerio de Trabajo, no sólo a través de sus propios negociadores que cumplen un papel muy importante, sino también con el apoyo de otros organismos del Estado como el Ministerio de Ganadería, Ministerio de Industria, MEF, para enriquecer y aportar elementos adicionales que permiten tomar decisiones más acertadas. Yo creo que en relación a como fue negociado el convenio, la misma responsabilidad cabe a trabajadores y empresarios.

RA – Le consulto porque desde hace tiempo diversos analistas económicos venían advirtiendo de que esto podía suceder con los aumentos salariales que se estaban dando, y se marcaba la necesidad de ser más cautos en los incrementos, mientras desde el Gobierno se pedía cautela pero no se veía con gran preocupación la incidencia que podía tener el factor salarial en la inflación. ¿Por qué ahora se cambia de actitud? ¿Qué actitud va a tomar el Gobierno en las próximas negociaciones de otros sectores?

EB – Los primeros en plantear cautela y moderación al inicio de esta ronda de negociación fuimos nosotros. Fuimos criticados por plantear un escenario que ya visualizábamos muy complejo, particularmente para algunos sectores y en su momento mencionamos cuáles eran los sectores que nos parecían enfrentaban situaciones más complejas. En este sentido creo que dimos un lineamiento claro con los componentes del lineamiento del Poder Ejecutivo, íbamos a un escenario en el cual el salario real de los trabajadores iba a continuar creciendo, pero a niveles más moderados que los anteriores dado que la economía uruguaya también crece a niveles menores que los años anteriores, como consecuencia de un escenario claramente desfavorable.

Mientras en Europa se discute sobre la base de 25% de desempleo en España y una caída notoria de derechos y conquistas de los trabajadores, en el Uruguay estamos discutiendo cual es el porcentaje de incremento del salario real, y esto vale la pena, con una desocupación que es de las más bajas de la historia del país. Fuimos los primeros en plantear esto y solicitar moderación. Y en esta ronda de Consejo de Salarios que analiza los convenios afectados ha habido una preocupación por tener evaluaciones moderadas de la evolución de cada sector, desde aquellos que han establecido el crecimiento de la inflación para mantener el poder de compra del salario, hasta aquellos que han establecido incrementos entre 2 y 3%, que han sido los incrementos reales anuales que se han acordado en casi todos los convenios. Estos crecimientos asociados a sectores estaban en condiciones de asumir un incremento de estas características, además de algunos beneficios no salariales.

RA – Pero lo que se le advierte desde el Poder Ejecutivo a los demás sectores es que si no se tiene en cuenta este contexto más adverso, ¿puede haber un impacto en el tema de empleo y desocupación?

EB – Claramente. En su momento dijimos que no creíamos que los ajustes de salarios que estuvieran por encima de las posibilidades del sector tuvieran un impacto en pérdida de puestos de trabajo. En situaciones de crisis como la que hemos vivido, por ejemplo en el año 2008-2009, uno de los elementos que se ha destacado a nivel internacional ha sido la actitud del Gobierno uruguayo en materia de empleo para preservar los puestos de trabajo y generar instrumentos de política económica que han permitido el seguro de paro parcial y otros mecanismos que permitieron que el puesto de trabajo no se destruya, el trabajador no se desvincule del sector y cuando la actividad económica se recupere, el trabajador esté ahí para arrancar. Esto ha sido destacado en el discurso de apertura del director general de la OIT en el año 2010, analizando la crisis del 2008-2009. Entonces me parece que debemos conservarlo.

EC – Estamos concentrados en este preacuerdo alcanzado en el sector de la bebida. Pero el economista Andrés Masoller, jefe de la Asesoría Macroeconómica del ministerio, en su exposición del lunes en las jornadas del BCU, también habló de la construcción, otro convenio que preocupa. Acá aparece nuevamente la sorpresa, porque se había advertido en distintos momentos a propósito de que los guarismos de ajuste que se habían incluido en ese acuerdo eran desmedidos.

EB – Este es un caso diferente, es un convenio firmado en el año 2010 sobre la base de otros lineamientos que establecimos en ese mismo año con un contexto internacional diferente al actual, y es un convenio que tiene vigencia hasta el año 2013, en un sector donde los salarios estaban bastante deprimidos, donde se puso el acento en una mejora salarial con indicadores variables que han dado como resultado un incremento importante este año. Cuando este convenio culmine en el año 2013 habrá que discutir sobre un escenario nuevo.

EC – Pero ahora el economista Masoller dice que el sector de la construcción atraviesa por un problema similar al que se estaba analizando en el caso de la bebida, y es un área clave para el Gobierno porque se traslada los costos a las obras de infraestructura, a las obras públicas.

EB – Exacto. La diferencia que allí no se estableció por parte del economista Masoller es que acá hay un convenio firmado que el Poder Ejecutivo va a respetar hasta la finalización del mismo, y luego va a convocar a los actores a discutir sobre un nuevo escenario que se ha profundizado a partir de este año.

EC – O sea que en el sector de la construcción no se va a intervenir.

EB – No, porque hay un convenio vigente que el Poder Ejecutivo va a respetar y los actores sociales también, salvo que hubiera algún planteo de renegociación del convenio, mecanismo que podría plantearse. Pero por ahora por parte del Poder Ejecutivo no hay ninguna decisión de intervenir en este sector dado que merece un análisis distinto, más allá de que las conclusiones que el economista Masoller extrae de esta situación son reales, el contexto es absolutamente diferente y merecería un análisis distinto porque es un sector dinámico de la actividad económica donde en buena parte de las categorías donde hay niveles de calificación de medios hacia arriba hoy se están pagando salarios por encima de los laudos, o sea que hay cierto impacto del convenio salarial pero también hay un impacto muy fuerte del mercado que está demandando trabajadores calificados por encima de la cantidad de trabajadores disponibles en el sector, y por tanto hay un efecto demanda que hace que los salarios de la construcción estén ubicados un 2% promedio por encima de los laudos, entonces habría que intervenir con instrumentos diversos a los efectos de lograr un objetivo, compartido por todos los actores, por los empresarios de la construcción, por los trabajadores de la construcción y el Gobierno, y lograr abaratar el costo del metro cuadrado de construcción a los efectos de dar un fuerte impulso a la vivienda social, una preocupación central del Gobierno. En ese sentido es que se va a trabajar, buscando mecanismos diversos. Yo creo que el salario es un elemento más a considerar en un conjunto de aspectos que han incidido muy fuertemente en un incremento del costo del metro cuadrado de construcción que afecta al Gobierno por las obras de infraestructura, pero sobre todo afecta en el tema de la vivienda que es un elemento que nos preocupa fuertemente.

EC – Cuándo se van a conocer esos instrumentos, de qué otra manera es que se piensa actuar.

EB – Se está trabajando sobre eso, fundamentalmente junto al Ministerio de Vivienda para tratar de darle impulso a la vivienda social, de hecho ya se han presentado en la Agencia Nacional de Vivienda un conjunto importante de proyectos dado que comienza a haber en el crecimiento de la actividad de la construcción la zona del este fundamentalmente producto de lo que ha sido una desaceleración de la inversión de los argentinos, fundamentalmente en la zona de Maldonado y Colonia, y hay algunos emprendimientos muy importantes como el de la empresa Montes del Plata cuyas obras estarían previstas su culminación para mediados del año próximo. Por tanto hay que ir trabajando sobre esta situación con tiempo para lograr generar instrumentos que permitan potenciar el mercado intermedio para también sostener los niveles de empleo de un sector que tenía históricamente entre 30 y 35.000 trabajadores registrados y hoy tiene 70.000 por lo cual estamos frente a una realidad muy diferente que mencionábamos anteriormente del caso de la bebida.

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Foto: Archivo