Hace 40 años, un día como hoy los militares emitían los comunicados 4 y 7, en donde desconocían como nuevo ministro de Defensa a Antonio Francese, nombrado por el entonces presidente constitucional Juan María Bordaberry.

Allí dieron la pauta demás que sus intenciones eran "no solo aportar seguridad para el desarrollo nacional, sino también participar en la reorganización moral y material del país".

La marca atrás de Bordaberry significó en la práctica un quiebre institucional, que se oficializaría el 27 de junio, cuando el presidente disolvió el Parlamento.

A 40 años de aquel hecho, varios legisladores colorados reivindicaron el papel de dos de sus figuras en la resistencia al golpe y en defensa de la Constitución

"A cuarenta años del aquel Febrero Amargo del 73, Viva Amílcar Vasconcellos, Viva la democracia, viva la Constitución", señaló en su cuenta de twitter el senador Ope Pasquet (VU).

Vasconcellos era legislador y en ese entonces denunció casi en solitario en el Parlamento que el pronunciamiento militar era el principio del golpe.

"Hubo colorados y blancos que se equivocaron, pero el Batllismo siempre estuvo contra el golpe", aseguró.

"En aquel momento, muchos olvidaron que no hay lugar para violaciones a la Constitución", dijo por su parte José Amorín (Proba).

Recordaron asimismo al contralmirante Juan José Zorrilla, quien en su papel de comandante en Jefe de la Armada cercó la Ciudad Vieja ofreciendo apoyo a Bordaberry, que lo rehusó.

"Batllista de ley, defensor de la Constitución" dijo Amorín de Zorilla.

Por su parte el diputado Gustavo Osta (Proba) recordó que Vasconcellos y Zorrilla "defendían la Constitución atacada por militares golpistas, apoyados por la mayoría del FA y de la CNT".