Jorge Larrañaga: "Creo haber luchado lo suficiente en mi vida como para merecer ser el candidato único del PN"
El senador Jorge Larrañaga encabeza cómodamente las preferencias internas en el Partido Nacional (PN) para quedarse con la candidatura única hacia las elecciones de 2014. Entrevistado por En Perspectiva afirmó que dicha postura lo enfrenta al "desafío enorme de la responsabilidad" para crear un PN que pueda ser "la alternativa al Frente Amplio (FA)". Consideró la pluralidad de precandidaturas dentro de su partido como una "expresión de democracia interna" y se refirió al alejamiento de Sergio Abreu y de Javier García de Alianza Nacional como "contingencias respetables que se dan en la actividad política". El senador también explicó las causas que han motivado su cambio de relacionamiento con el presidente José Mujica y su administración. Criticó al partido de gobierno por castigar "fuertemente" a la clase media en materia impositiva y hacerla "soportar la ineficiencia del Estado". "Hay determinados temas en los que se advierte que el FA es un barco sin timón y sin ancla", sentenció.
(emitido a las 8.57 Hs.)
ALEJANDRO ACLE:
"El reciente episodio del impuesto a la concentración de la tierra es un ejemplo más de desprolijidad, soberbia y falta de rumbo del discurso del país productivo del gobierno. ¿Qué opina Tabaré Vázquez, el candidato de los silencios prolongados, sobre el actual debate entre los equipos económicos del Gobierno? El Frente Amplio (FA) se ha puesto en dirección a la caza de la clase media uruguaya."
Si nos atenemos a estas declaraciones, podría decirse que el senador Jorge Larrañaga ha dejado hace mucho de ser el dirigente de la oposición que mejor trato tiene con el Gobierno. La frase que comentábamos pertenece a una columna publicada el domingo por el líder de Alianza Nacional (AN) en el sitio web oficial del sector. Es una demostración más del senador Larrañaga de su decisión de confrontar fuertemente con el Gobierno, luego de que al comienzo de la actual administración se mostrara muy cercano al presidente José Mujica, y sobre todo dispuesto a llegar a acuerdos amplios con el Poder Ejecutivo. Esa etapa, sin embargo, parece haber quedado en el pasado, al tiempo que el senador Larrañaga se prepara para enfrentar la que posiblemente sea su pelea partidaria más dura hacia las elecciones internas de 2014.
Para conocer en qué etapa de esa carrera se encuentra, pero también para consultarlo sobre otros temas de la actualidad política nacional, vamos a conversar con el senador Jorge Larrañaga aquí en estudios.
Empecemos por lo primero que mencionábamos en la introducción. El año pasado usted dio por finalizado el acuerdo que se había alcanzado con el Gobierno y los demás partidos con representación parlamentaria en torno a la educación y anunció que empezaría una nueva forma de hacer oposición, más confrontativa. ¿Cómo analiza estos meses que han pasado desde entonces en ese plano?
JORGE LARRAÑAGA:
Yo no diría exactamente eso de "una política más confrontativa". Nosotros apostamos fuertemente al diálogo, a los entendimientos y a la búsqueda de soluciones para los grandes temas del país. Los exploramos en materia de seguridad, brindamos respuestas, soluciones. En el ámbito de la educación otro tanto, pero naturalmente, cuando advertimos que los acuerdos educativos no se iban a cumplir, expresamos al Poder Ejecutivo y al presidente de la República que no íbamos a seguir recorriendo ese camino, que íbamos a tener una posición firme con respecto a los temas que se den, aunque si puntualmente teníamos alguna coincidencia, no íbamos a dejar pasar ese camino de diálogo que siempre me parece más fructífero que el enfrentamiento para construir sociedad y para construir respuestas.
Hay determinados temas y coyunturas en los que se advierte que el FA es un barco sin timón y sin ancla, porque no tiene rumbo, no tiene dirección y no tiene ancla para frenar, para tener los tiempos necesarios frente a determinadas contingencias políticas. Lo está probando en los últimos días cuando no le gustan los fallos de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), los cuestiona fuertemente en los medios de comunicación, cuando hay situaciones que involucran respuestas que hacen a la autonomía del Poder Judicial, como el traslado de una magistrada, que puede ser recurrido por la propia magistrada, que cuestiona también de manera muy dura.
Esto es lo que ha cambiado, y no me parece correcto, porque además el FA tiene mayorías parlamentarias que lo obligan a tener una conducta de mayor responsabilidad. Además ha venido golpeando sistemáticamente a la clase media uruguaya, porque es la que soporta con los impuestos y con la ineficiencia. La clase media paga los impuestos, aporta a una educación pública, pero tiene que recurrir a la privada; paga por una seguridad pública y a veces tiene que recurrir a mecanismos de seguridad privada; contribuye para las respuestas en materia de salud pública y tiene que acudir a los servicios privados, soporta la ineficiencia del Estado. Yo he llegado a la conclusión de que lamentablemente el FA castiga fuertemente a la clase media, que es la que más aporta a la "solidaridad" del FA.
AA - Están claros sus cuestionamientos, sus diferencias con los rumbos que ha marcado en algunas materias el FA. Si volvemos por un minuto a la relación con la fuerza política, con el Gobierno, pero en particular con el presidente José Mujica, usted ha tenido varios encuentros con él, ha tenido una relación muy cercana; desde estos últimos cambios que mencionábamos, ¿ha vuelto a reunirse mano a mano con él?
JL - No, no hemos tenido reuniones, más allá del encuentro formal cuando fui invitado, como presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales, a la recepción que se hiciera al presidente de México [Enrique Peña Nieto]. En esa oportunidad conversamos en una mesa de varios integrantes, en la que estaban el presidente de la SCJ [Jorge Ruibal Pino], el vicepresidente de la República [Danilo Astori], el canciller [Luis Almagro], los dos presidentes.
Me parece que lo que ha fallado y lo que ha cambiado en el Gobierno es la forma en que el presidente se relaciona con las distintas fuerzas políticas. Aquel presidente que en el 2010 acudía al Parlamento, conversaba con los legisladores de todos los partidos, buscaba conciliar, hacía encuentros como los del Conrad para convocar a inversores con la promesa de que no se iban a cambiar las reglas de juego ha pasado a ser un presidente que necesariamente tiene que confrontar por las diferencias internas enormes que se dan. Hoy todos analizamos las declaraciones del vicepresidente Astori oponiéndose de manera tajante a la reforma constitucional, posición con la cual estoy de acuerdo, no estoy de acuerdo en modificar la Constitución con fines impositivos.
Pero advierto que al presidente Mujica los radicales le han torcido el brazo, le han torcido el brazo en materia educativa, en materia impositiva. Tenemos un equipo económico oficial que está actuando con deficiencias y un equipo económico alternativo, que es el de la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto), que actúa de manera yo diría temeraria. Esas son las motivaciones que han determinado cambios en nuestro relacionamiento, porque además juegan a ocupar toda la cancha. El presidente dice "quiero modificar la Constitución, porque no puedo imponer impuestos a la concentración de la tierra", y por el otro lado el vicepresidente de la República dice "no estoy de acuerdo con ese camino". Quieren hacer la gran jugada peronista de la República Argentina, donde son Gobierno, son oposición y son frente sindical. Esa mezcolanza le hace mal al país y le hace mal al Gobierno.
Se terminaron los tiempos de crecimiento económico alto, ahora vamos a andar en crecimientos económicos que no van a superar o superarán levemente el 3% del producto. Lamentablemente este Gobierno se ha gastado todos los recursos económicos, y ahora tenemos un déficit fiscal realmente importante, que anda en la cercanía del 3%. Esto puede comprometer la situación económica del país, que tiene que ser precavida para tiempos de dificultades y de problemas.
Esto es lo que motiva nuestro cambio de relacionamiento, porque verdaderamente advertimos que conversando con el presidente no arreglamos con todo el Gobierno. El presidente muchas veces no tiene las manos libres para llevar adelante sus iniciativas con relación a muchos de los temas que pretende arreglar, laudar, y que después por distintas circunstancias no puede llevar adelante.
ROMINA ANDRIOLI:
Si pasamos a otro ámbito, a la disputa interna dentro del Partido Nacional (PN) de cara a las próximas elecciones, está claro que hasta el momento quien encabeza cómodamente las preferencias dentro del PN es usted, de acuerdo a las encuestas hoy usted sería el precandidato por el PN. ¿Qué desafíos representa esta situación para usted?
JL - Es el desafío enorme de la responsabilidad. Yo siempre he tomado la política como un ejercicio de responsabilidad, no creo que el poder político genere derechos, engendra responsabilidades, siempre he tomado la política con ese sentimiento y con esa forma de actuar. Creo haber luchado lo suficiente en mi vida como para merecer ser el candidato único del PN. Por supuesto que eso lo dirá la gente en las urnas, porque hay otros muy buenos compañeros que están compitiendo por la misma posibilidad y por el mismo derecho. Veremos, en consecuencia, qué es lo que resuelve la gente en las urnas. Para mí lo importante y trascendente es que en el PN el candidato único a la Presidencia lo elige el soberano, lo elige el pueblo en las urnas. Esto ha acontecido así desde la reforma de 1996.
Con respecto a cuál es el posicionamiento en las encuestas, creo que la encuesta que importa, la única que importa, es la del 1º de junio del año que viene, cuando se abran las urnas y se determine quién es el candidato único de los blancos. Yo fui candidato único del PN en el 2004 y tuvimos la mejor votación del PN desde 1984 a la fecha, porque perdiendo y con un solo candidato tuvimos más votos que ganando y con tres candidatos en el año 1989. Ahora tenemos otro desafío, el desafío de llevar adelante una propuesta de un partido nacional, popular, de un partido con mucha fuerza, que además creo que es la alternativa al FA y que va a determinar un nuevo tiempo político, porque estoy profundamente convencido, por muchísimos factores, de que ningún partido va a tener mayorías parlamentarias en primera vuelta.
Esto va a inaugurar, el 1º de marzo del 2015, cuando se instale ese Gobierno, un desafío enorme: el desafío de construir mayorías parlamentarias, el desafío de gobernar sin mayorías en el Parlamento, el desafío de conciliar con los otros partidos. Creemos tener la endurance suficiente, la experiencia requerida, la fortaleza de convicciones para ser el candidato único de los blancos e intentar ser el presidente de todos los uruguayos.
RA - En el PN hay varios candidatos que están siendo impulsados: Concentración Republicana Nacional tendrá como candidato a Jorge Saravia, el senador Sergio Abreu se postulará como candidato por el sector Dignidad Nacional, y Unidad Nacional (UNA) está en proceso de elegir a su candidato, aunque Luis Lacalle Pou parece ser quien lidera por ese lado. ¿Cómo observa esta dispersión que parece haber dentro del PN? ¿Cree que eso lo favorece?
JL - Son muy buenos compañeros, muy buenos candidatos, y no es dispersión. Nadie pretende ser candidato de un partido, nada menos que a la Presidencia de la República, si ese partido no tiene posibilidades. Me parece que hay que rescatar esta expresión de democracia interna, más allá de que algunos sostienen que puede desgastar y generar rispideces que después son dificultades para afrontar la etapa final de la segunda parte o el segundo tiempo del partido hacia la elección legislativa y presidencial de primera vuelta de octubre del año que viene. Me parece que es muy importante, porque ahí no incide el poder cupular. En el partido no existe la verticalidad del mando, los compañeros son dueños de sus decisiones, compañeros y compañeras en todo el país se suman a proyectos políticos, y esto hace, o debe hacer, a mi juicio, a la unidad del partido para construir a partir de la diversidad. Me parece que eso es verdaderamente trascendente. Creo que hoy más que nunca nosotros practicamos política hablando con los medios, a cara descubierta, expresando nuestro pensamiento sobre todos los temas, en el error o en el acierto.
Sin embargo tenemos al precandidato del FA que es el candidato de los silencios, de las incógnitas, que no se sabe bien qué piensa en los distintos temas del país. ¿Qué piensa el doctor Vázquez sobre el intento de reforma constitucional del presidente Mujica? ¿Qué piensa el presidente doctor Tabaré Vázquez de la suerte de asonada que ocurrió en la SCJ frente al acto de traslado de la jueza Mota? ¿Qué piensa el expresidente doctor Tabaré Vázquez sobre el déficit fiscal que el país tiene y que compromete definitivamente su situación económica? O sobre la seguridad pública, o sobre la pésima educación que tenemos en el Uruguay, que está hipotecando el presente y el porvenir de miles de compatriotas, que debe preocuparnos a todos, porque, paradójicamente, tenemos una ecuación de rezago, porque tenemos mayor inversión, pero tenemos malos resultados en materia educativa.
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AA - En el último año, AN perdió al menos dos dirigentes y los sectores que los respaldan. Me refiero al senador Sergio Abreu, que en las elecciones nacionales pasadas tuvo el segundo lugar al Senado en la lista de Alianza, y al diputado Javier García, que encabeza la lista 40, una de las listas más votadas en Montevideo en las elecciones internas del 2009. ¿Qué reflexión hace sobre esos dos movimientos?
JL - Son contingencias respetables que se dan en la actividad política. Las puertas de un sector político, de un partido, son giratorias, hay gente que entra y gente que se va. De la misma forma que algunos compañeros se han retirado para elegir un proyecto político, también hemos tenido incorporaciones de compañeras y compañeros, la diputada Verónica Alonso me parece una incorporación importante, y va a haber otras de trascendencia en todo el país. Esto se determinará en función de los apoyos políticos. Vamos a las urnas, y que las urnas se pronuncien. Eso es lo más trascendente, y son lógicos los reacomodamientos. AN es un sector político que nació con mucha fuerza al influjo de intendentes del interior, tenemos una prestigiosa y calificada delegación de intendentes que integran nuestro sector, diputados y senadores, dirigentes de todo el país, y tenemos una enorme fortaleza, un enorme caudal. Eso nos da mucha tranquilidad y mucha fuerza para continuar nuestro camino, respetando a todos los compañeros de todos los sectores, porque ese ha sido nuestro objetivo y nuestra forma de actuar, incluso cuando fui presidente del Directorio del partido, presidente de la Agrupación Parlamentaria, candidato único a la Presidencia, después candidato a la Vicepresidencia, y ahora, con 56 años, de nuevo precandidato para intentar, ahora sí, que nuestro partido político alcance el Gobierno en las próximas elecciones.
AA - En la reunión que UNA llevó a cabo a fines del mes pasado en La Paloma se propuso elaborar un programa de gobierno conjunto del PN antes de las elecciones internas. ¿Cómo evalúa esa posibilidad? ¿En qué aspectos cree que pueden generarse acuerdos entre los distintos sectores del partido?
JL - Creo que no hay nada nuevo en esto, porque el partido tiene que comparecer con un programa único a la elección interna, lo indica la Constitución nacional. De hecho, los sectores hemos concurrido a las elecciones internas con un programa sectorial y después hemos intercambiado los programas para terminar haciendo un programa único del partido. Creo que se pueden hacer lineamientos generales, pero hay que preservar los matices, las diferencias que va a haber entre los candidatos y los sectores. Esto es evidente, es fundamental, no se podrá conciliar todo, ni en todas las posiciones vamos a estar enteramente de acuerdo. Va a haber matices, va a haber diferencias.
RA - ¿En qué aspectos se puede coincidir, por ejemplo?
JL - Hay muchos aspectos en los que se puede coincidir, pero hay otros en los que se va a discrepar. Vamos a tener posiciones comunes en materia de educación, seguramente en política económica, podemos tener algunas diferencias en materia de seguridad, podemos tener algunas diferencias con respecto a megaemprendimientos como el tema de la minería. Tiene que haber un ámbito de discusión, de análisis, donde nos podamos poner de acuerdo en lineamientos generales, y dejemos los matices para ser laudados en la propia elección interna, habida cuenta de que quien termine predominando en una elección interna seguramente tendrá más fuerza para incidir más fuertemente en la conformación del programa.
RA - Por otro lado, esta mañana está previsto que se lleve a cabo una conferencia de prensa conjunta de los diputados Javier García y Luis Lacalle Pou en la que se oficializará la alianza entre la lista 40 y Aire Fresco, y seguramente se conocerán las razones del alejamiento de García de AN, que hasta ahora no han sido explicadas. Sin embargo, algunas pistas parece haber dado Rodrigo Goñi, dirigente de la lista 40, cuando renunció a la dirección de la Corporación Nacional para el Desarrollo a pedido expreso suyo. Ahí Goñi decía que su actitud al haber tomado esta decisión podía ser percibida como una mala señal de conducción política que contradice la voluntad renovadora aprobada unánimemente en los organismos partidarios. Incluso en diálogo en El Espectador, Goñi agregó que se trata de una práctica que responde a una política vieja, que precisamente el partido ha decidido superar y cambiar. ¿Qué responde usted?
JL - No voy a hacer muchos comentarios sobre este tema, creo que corresponde a compañeros de otros sectores que han emitido sus propias decisiones. Yo creo que nadie puede invocar "prácticas políticas viejas" cuando se trata de cargos por designación política, por criterio político, por discrecionalidad política. Nadie ingresa a cargos de designación directa por los sectores y los partidos por un concurso de oposición y méritos, se necesitan idoneidad y confianza. Esos son elementos determinantes, no es ni viejo ni nuevo el hecho de que cuando un sector pierde la confianza en un dirigente político lo sustituye, eso pasa por distintos motivos en el Poder Ejecutivo, pasa en todos los partidos. Entonces, nadie puede llamarse a sorpresa cuando por un lado solicita ser nombrado en un cargo originariamente y después cuando es cesado recurre a ese tipo de explicaciones.
No voy a entrar en polémica sobre esos temas, porque se han dado mucho y se van a seguir dando, porque está bien que se den. Yo acabo de hacer sustituciones y voy a seguir seguramente por ese camino, llevando adelante alguna sustitución más. Y eso no significa que sean prácticas políticas viejas. Cuando un intendente municipal sustituye a un director en un cargo de confianza no está acudiendo a prácticas políticas viejas, está acudiendo a un criterio político que me parece elemental llevar adelante.
RA - ¿Cree que la candidatura de Luis Lacalle Pou puede generar la impresión de "una nueva forma de hacer política"?
JL - No voy a hacer comentarios sobre candidaturas o precandidaturas de otros compañeros. Lo dije al principio: respeto a todos los compañeros en su legítimo derecho a presentarse a la próxima instancia interna. La gente va a resolver cuál es el mejor camino para nuestra colectividad política. Nosotros hablamos de nuestro proyecto, hablamos de cuáles son nuestras fortalezas, hacemos la autocrítica de nuestras propias debilidades y nos sometemos a la decisión de la gente. Veremos qué es lo que sucede.
Nosotros hemos apostado muy fuertemente a la renovación del PN. Yo presidí el Directorio del PN del 2005 al 2010, hicimos la elección de jóvenes una idea originariamente del anterior presidente del Directorio, el doctor Lacalle, he puesto personas jóvenes en los distintos cargos de responsabilidad, ahora una mujer, la contadora Elena Baldoira, una persona de idoneidad y de una enorme capacidad, va a ocupar por primera vez en la historia el cargo de directora nada menos que de Ancap.
Entonces, con toda franqueza y todo respeto, no tengo que dar cuenta de cuánto le he aportado al partido en renovación, en transformación, en participación, en estímulo para que lo jóvenes sean grandes protagonistas. Desde mis tiempos de intendente municipal mis equipos siempre han estado constituidos con una base promedial de gente muy joven. En aquel momento yo fui el intendente más joven de la historia del país, después me ganó Villanueva Saravia en esa condición, pero yo con 32 años fui intendente municipal, y mi equipo tenía un promedio de 33-34 años. Siempre he apostado a la renovación y siempre he dado espacios y ámbitos para lograr la evolución del partido. Y nadie tiene el patrimonio de cómo llevar adelante estos caminos, la cédula no es garantía de absolutamente nada con respecto a ser moderno, ser impulsor de prácticas de transformación de la política y a través de la política de la sociedad.
AA - En una entrevista que publicó el semanario Búsqueda el 31 de enero pasado usted dijo que sería el único candidato que puede ganarle a Tabaré Vázquez, en caso de que Vázquez se presente como el candidato del FA. ¿Por qué piensa eso? En 2004 usted perdió frente a Vázquez en las elecciones. ¿Por qué en esta oportunidad mejorarían sus posibilidades?
JL - Es cierto, perdimos frente al doctor Tabaré Vázquez, pero tuvimos la mejor votación del PN desde 1984 a la fecha. Perdimos contra el mejor FA, porque era el FA que quería ganar por primera vez, que tenía que enfrentar el desgaste notorio de los partidos tradicionales. Encima de todo ello, veníamos nada menos que de la crisis del 2002, y además sufrimos en ese momento la caída, tremendamente pronunciada, del Partido Colorado (PC), que terminó en una cifra que apenas llegó al 10%. Por esas razones perdimos en el 2004.
Pero esta instancia electoral del 2014 va a ser completamente diferente, porque el Frente va a acumular 25 años de desgobierno en Montevideo, porque va a acumular 10 años de gobierno nacional, durante el cual, teniendo toda la bonanza a favor, tenemos peor educación, peor salud, peor seguridad, y la clase media está sufriendo, a mi juicio, ser el sostén, la columna vertebral de la sociedad, soportando todo lo que tiene que ver con la pretendida "solidaridad" del FA. Esta es mi visión, de la cual me hago cargo.
Por eso creo que es un tiempo completamente distinto el de la próxima elección. Todas las elecciones son diferentes, y en función del menú estarán las opciones de la gente. Esto es una realidad creo que incuestionable. Yo creo en la política de tercios del sistema político uruguayo, porque además en realidad hay cuatro partidos políticos, el FA, el PN, el PC y el Partido Independiente, al que también hay que respetar. No creo en el esquema de los 50%, en el que el Frente es un 50% y el resto somos elementos metidos en una bolsa que conforma el resto del sistema político. No estoy de acuerdo con esa práctica, lo he dicho reiteradamente, no estoy de acuerdo con las políticas fusionistas de partidos para enfrentar e intentar derrotar a otra colectividad política.
Por esas y por muchas otras razones, por el desgaste, por la ecuación de rezago que el país va a tener en educación, salud, seguridad, con las incertidumbres enormes que van a sobrevenir en lo que va de este año y en el comienzo del que viene en el tema económico, la gente va a advertir que la opción va a ser o más y peor FA o el PN, que va a ofrecer una respuesta contundente incluso frente a la necesidad de encontrar mayorías parlamentarias que no se van a dar en la próxima elección.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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