Entrevistas

Jaime Trobo (PN): viaje a las Malvinas como observador electoral del referéndum "no significa convalidar" su resultado

Jaime Trobo (PN): viaje a las Malvinas como observador electoral del referéndum "no significa convalidar" su resultado

Los diputados del Partido Nacional (PN) Jaime Trobo y José Carlos Cardoso viajaron este fin de semana a las islas Malvinas para participar como observadores del referéndum que se está llevando a cabo ayer y hoy, en el cual los habitantes decidirán si quieren o no seguir siendo parte del Reino Unido. En conversación con En Perspectiva, Trobo explicó que en su caso viajó respondiendo a una invitación de una ONG canadiense y aclaró que su presencia "no tiene nada que ver con el tema de la soberanía argentina" sobre las Malvinas "y la posición que Uruguay ha tenido históricamente" al respecto. Indicó que su rol se limita a observar que se cumplan "plenamente" los procedimientos electorales que los kelpers mismos han fijado. "Escuchar y ver qué es lo que ocurre no significa legitimar nada", dijo, y añadió que Uruguay no debe "cerrarse" a la realidad de las islas y que la relación comercial y cultural entre ambos territorios "debe analizarse con otra profundidad y otra responsabilidad".


(emitido a las 9.00 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"¿Desea usted que las islas Falklands retengan su actual estatus político como territorio de ultramar de Reino Unido?". Esa es la pregunta que los poco más de 1.600 habitantes de las islas Malvinas están respondiendo, entre ayer y hoy, en un referéndum que ha generado una fuerte polémica internacional y que ha tenido repercusiones en nuestro país.

Dos diputados uruguayos, representantes del Partido Nacional (PN), están en este momento en las Malvinas participando como observadores de esta votación. Se trata de Jaime Trobo y José Carlos Cardoso, ambos pertenecientes a Unidad Nacional (UNA).

Esa presencia ha despertado críticas en Montevideo. El sábado, en declaraciones a la agencia argentina Télam, el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, recordó que la posición oficial y tradicional de Uruguay es el apoyo a la reivindicación argentina sobre las Malvinas y cuestionó el viaje de los dos legisladores blancos: "Es una grandísima vergüenza. Van a convalidar con su presencia este disparate que es el referéndum de los ocupantes". Y agregó: "Nos tienen acostumbrados a estas actitudes vergonzosas. Siempre han sido cipayos de la causa latinoamericana, y hoy lo confirman".

¿Por qué son los únicos parlamentarios de nuestro país que ofician como observadores? ¿Qué información están recogiendo en el lugar?

Vamos a conversar con el diputado Jaime Trobo, a quien ubicamos a esta hora en Puerto Stanley.

El diputado José Carlos Cardoso y usted son los únicos legisladores uruguayos que aceptaron viajar como observadores a este referéndum, pese a que la Embajada del Reino Unido en Uruguay había cursado una invitación genérica a los parlamentarios que quisieran concurrir. En su caso, usted ha aclarado que no viajó accediendo a esa invitación, sino a otra de una ONG internacional. ¿Cómo es exactamente el caso?

JAIME TROBO:
En primer lugar, aprovecho para señalar enfática y brevemente que las palabras de Fernández Huidobro son absolutamente impertinentes, son una muestra de un estilo de debate político que han querido instaurar en Uruguay agentes radicales, en el sentido de que para hablar hay que insultar y para opinar también hay que poner calificativos gruesos. Bajo ningún concepto voy a admitir que juzgue mi posición y la de mi partido, y mucho menos que generalice sobre la actitud del PN a lo largo de la historia, que es claramente demostrativa del sentido que tenemos por las cosas de nuestro país y de nuestra América. El señor Fernández Huidobro no va a ser el juez que determine si el PN es un partido leal y serio, o sea que eso no corresponde.

En segundo lugar, respondiendo a su pregunta, efectivamente, integramos una misión internacional de observación que tuvo su origen en una organización canadiense que tiene apoyo de la defensa civil de ese país. Esta organización ha conformado un grupo de representantes de diversos países de América (Chile, México, Brasil, Uruguay y otros) y nos ha invitado en calidad de observadores en una instancia cívica en la que una población de aproximadamente 3.000 personas con 1.700 habilitados para votar se expresa democráticamente sobre una cuestión política de alto interés como lo es para ellos el estatus del territorio en el que viven, la patria de ellos. La invitación en calidad de observadores es para que eventualmente podamos confirmar que los procedimientos electorales que se llevan adelante, de acuerdo a las normas que ellos mismos se han fijado, se cumplen plenamente.

Nosotros venimos a ver y a conocer un lugar cercano geográficamente al Uruguay, sobre cuyo destino hay tanta controversia y que tiene una relación histórica que Uruguay podría sin duda aprovechar muchísimo más. Ese para nosotros es un imperativo. Creo que es bueno que los uruguayos conozcamos, además de toda nuestra América, este territorio que está en el Atlántico sur y que está tan ligado a Uruguay por la historia.

EC - ¿Esa organización canadiense que usted mencionaba invitó a otros dirigentes políticos uruguayos?

JT - No, en Uruguay solo yo recibí la invitación de esta organización canadiense. La embajada británica en su momento trasmitió una invitación de la Asamblea Legislativa de las islas que llegó a la presidencia de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores. En mi condición de presidente de la comisión de la Cámara de Diputados puse la nota a disposición de la comisión, respondí señalándole al presidente de la Asamblea Legislativa de las islas que no se aceptaba la invitación oficial por razones políticas y que, sin perjuicio de ello, los legisladores, por supuesto, como siempre ocurre en el Uruguay, tenían el derecho y la posibilidad de aceptar esa invitación u otras para viajar en esta ocasión o en otra, como lo han hecho muchos uruguayos a lo largo del tiempo. Así quedaron las cosas, hubo otras invitaciones, otros colegas dijeron que iban a venir y después dijeron que no podían venir por diversas razones, por esa razón estamos hoy aquí el diputado Cardoso, que aceptó esa invitación, y yo que acepté la invitación de la organización canadiense.

EC - Ayer consultamos al presidente del Directorio del PN, Luis Alberto Heber, quien puntualizó que tanto usted como Cardoso aceptaron la invitación a título personal, que no representan al PN. ¿Usted hizo consultas con el partido o con su sector, UNA?

JT - Formalmente, este tipo de instancias no se consultan en el partido. Sí hemos conversado con compañeros del PN, con dirigentes, con legisladores, como corresponde a una vida política activa que nos tiene como protagonistas desde hace mucho tiempo y que nos obliga, por razones de lealtad partidaria, a conversar estos temas, que no son decisiones de carácter estrictamente personal, son recursos que se deben poder tomar y que tienen interés para el Uruguay.

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EC - Jorge Larrañaga, por su lado, aclaró que su sector, Alianza Nacional, resolvió expresamente no aceptar la invitación para concurrir como observadores al referéndum. Y si salimos del PN, no solo en el Frente Amplio (FA), sino que también en el Partido Colorado (PC) tanto Vamos Uruguay como Propuesta Batllista decidieron expresamente no concurrir. En todos los casos, los dirigentes que consultamos invocaron para esa resolución el hecho de que Uruguay, como país, ha apoyado tradicionalmente el reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas. ¿Cómo les resulta a ustedes dos ser los únicos representantes del Parlamento uruguayo allí?

JT - Esta presencia no tiene nada que ver con el tema de la soberanía argentina y la posición que Uruguay ha tenido históricamente sobre este tema. Creo que nadie tiene derecho a negarle a un ser humano que se exprese mediante voto secreto sobre las perspectivas de su tierra, de su país o de sus condiciones de vida. Escuchar y ver qué es lo que ocurre no significa legitimar nada, significa asistir a una realidad que no podemos negar.

Este es un tema de vieja discusión, de muy difícil solución, por tanto dar opiniones sin saber ni poder interpretar cabalmente qué es lo que ocurre me parece al menos un poco apresurado. Los políticos tenemos obligación de conocer las realidades, en este caso yo tengo muy claro que Uruguay tiene muchos intereses que pueden fortalecer su relación, su economía, su comercio, sus relaciones sociales y culturales con estos territorios, me parece que Uruguay no puede bajo ningún concepto cerrarse al punto de ingresar en el camino del bloqueo, de decir "esto no existe, por tanto no le prestamos ningún tipo de atención". Al menos yo no lo encaro con esa perspectiva, creo que debe analizarse con otra profundidad y otra responsabilidad. Me encantaría poder hablar de este tema con mayor extensión, porque creo que es un tema de mucho valor para el Uruguay. Es más, periodistas uruguayos visitaron estos territorios hace un tiempo, empresarios uruguayos de distintas áreas visitaron estos territorios el año pasado, conversé con ellos antes de venir precisamente porque estaba buscando elementos que dieran sustento al interés político en conocer qué es lo que está ocurriendo aquí. Y he recibido opiniones unánimes en el sentido de lo importante que es que Uruguay no desconozca esta realidad.

EC - Eso ha estado en la información y en el contexto en estos últimos meses, pero ahora, cuando aparecen las críticas a la participación de ustedes como observadores, lo que se señala en distintas tiendas políticas –porque lo dijo Fernández Huidobro, pero también, por ejemplo, lo dijo ayer el senador Ope Pasquet, del Partido Colorado, cuando lo consultamos– es que al concurrir se está convalidando con la presencia esto que se considera incluso un disparate, que el referéndum se haga con los ocupantes. Por ejemplo, el senador Pasquet decía que desde que comenzó la descolonización en el mundo, al finalizar la segunda guerra mundial, se han hecho muchos referéndums de autodeterminación, pero siempre consultándose a los pobladores originarios, no a los ocupantes. "Es claro que en este caso la población de Malvinas (los kelpers) son pobladores traídos de Gran Bretaña. No tiene sentido que ellos sean consultados al respecto." ¿Qué dice usted sobre esto de la convalidación de este tipo de consulta?

JT - No, no, la observación electoral no significa convalidar nada, la observación electoral significa ver a la luz de las condiciones que la propia gente se pone para emitir una opinión o un juicio electoral si esas condiciones se cumplen plenamente. No significa compartir el resultado. Cuando cualquiera de los que han hablado o que en el futuro puedan hablar van de observadores a alguna elección en algún lugar del mundo, no van a convalidar el resultado, van a "justificar" que realmente se han cumplido ciertos extremos que legitiman la forma en la que se emite la opinión. Entrar en el capítulo de que la presencia de parlamentarios uruguayos significa la convalidación de una tesis –de las que hay varias– sobre la soberanía de este territorio es apresurado, resultado de un análisis muy breve y superficial de la realidad, y para mí no tiene sustento, no tiene fundamento.

El derecho humano a expresarse mediante el voto lo tiene cualquier ciudadano del mundo, no hay personas de primera y de segunda categoría. Aunque algunos justifican que haya ciudadanos que no voten en un sistema de partidos, sino en un régimen de partido único, como muchos de los regímenes que apoya alguno de los que han hablado sobre este tema, sobre todo la gente de la izquierda. Esa visión del senador Pasquet y de quienes han dicho que esto es una instancia en la que se expresan personas que han sido trasladadas aquí poco menos que a la fuerza y que están aquí prisioneras para no dejar este enclave está muy alejada de la realidad. Yo no he visto eso, he conocido gente cuya familia vive acá desde 1840, 1850, 1870, quizás el mismo tiempo que tienen nuestras familias en Uruguay. Así que realmente creo que el tema da para una profundización.

EC - ¿Para usted entonces es válido este referéndum, esta consulta hecha en estos términos en las islas Malvinas?

JT - ¿Cómo no va a ser válido que unos individuos se expresen sobre lo que quieren para su territorio en el futuro?

EC - Me refiero a si es válido desde el punto de vista de la definición de la soberanía.

JT - Que luego eso sea reconocido por los demás es otra cosa. Yo no puedo creer que alguien ponga en duda que alguien tiene derecho a expresarse sobre algo.

EC - Sin duda que el derecho a expresarse lo tienen. La pregunta es si el resultado de una consulta de ese tipo es vinculante, si tiene incidencia en el debate a propósito de la soberanía de las Falklands o Malvinas.

JT - Ese es otro tema, es un tema de derecho internacional, es un tema de conflicto, es un tema de negociación y es un tema que se resolverá en algún momento. Acá lo que hay que tener en cuenta es si estos señores que viven aquí tienen los mismos derechos que tenemos nosotros a expresarse, y luego, cuando la comunidad internacional conozca esa expresión, le dará el valor que le quiera dar, pero no hay derecho a impedirles que lo hagan. Nosotros hemos venido a ver de qué modo ejercen esa libertad de hablar y de qué modo se contabiliza, y obviamente le daremos un valor a la opinión, que cualquiera tiene que dársela.

EC - Menciono otro argumento en la línea de este debate proveniente de sus propias filas. El doctor Alberto Volonté en una carta que dirigió al Foro Malvinas, que está integrado por un grupo de personalidades y políticos uruguayos y argentinos convocados por la embajada argentina en Uruguay, decía el mes pasado: "Nadie atestiguará la ‘limpieza’ de un referéndum ya que el mismo no tiene legitimidad. Concurrir a las Islas aceptando una invitación, cualquiera sea su procedencia, es un acto irrelevante; pero quienes de buena fe y libremente la acepten, deben cuidarse de no terminar siendo instrumentos publicitarios que protegen los intereses del gobierno británico, que busca por todos los medios justificar el dominio de facto que ejerce sobre las Islas Malvinas". ¿Qué responde usted?

JT - La tesis del bloqueo es una tesis que lamentablemente algunos usan para un lado y otros usan para el otro. Creo que el Uruguay no puede desconocer esta realidad, creo que Uruguay no tiene que pedirle permiso a nadie para conocer las realidades circundantes y de otros lugares del mundo, creo que los políticos uruguayos tenemos que estar informados. De acuerdo a la tradición, al cúmulo de posibilidades que Uruguay tiene con relación a estos territorios, estén bajo la tutela de quien estén, no podemos estar lejos. Tenemos que estar cerca y mucho más cerca todavía.

No voy a opinar ahora sobre lo que he visto, porque me he impuesto dejarlo para el final, cuando llegue a Montevideo voy a trasmitir con lujo de detalles mi impresión. Por ahora estoy dentro del "cono de sombra" de la observación electoral y no me puedo expresar sobre el fondo del asunto. Sí he querido responder los agravios, porque me parece que se están cometiendo errores y sobre todo se está influyendo en la opinión pública uruguaya para que se convalide una actitud que es determinar que esto no existe, que acá no hay nada y que nosotros tenemos que ser absolutamente ajenos a esta realidad.

EC - Usted decía que todavía no puede hacer un informe sobre lo que está observando desde el punto de vista electoral. De todos modos, ¿puede contarnos qué actividades está desarrollando, cómo es su agenda, hasta cuándo permanece allí?

JT - Sí, permanecemos hasta el sábado, porque por razones políticas aquí llega solamente un vuelo por semana, un vuelo que sale de Punta Arenas, hace escala en Río Gallegos, en el sur de Argentina, y llega aquí a las islas. Para llegar aquí tuvimos que viajar de Montevideo a Santiago, de Santiago a Punta Arenas, de Punta Arenas a Río Gallegos y de Río Gallegos a Puerto Stanley. Si hubiese un vuelo de Montevideo, ese vuelo hubiese sido de tres horas y media; aquí ya le estoy dando un dato de la importancia que puede tener la relación de Uruguay con este territorio, más allá de la discusión sobre el tema de la soberanía.

Estamos participando en esta misión, escuchamos primero todas las informaciones que nos han brindado las autoridades locales sobre el procedimiento que se lleva adelante y cómo se ejercita. La elección se desarrolla en dos jornadas, ayer fue la primera y hoy es la segunda. Hay mesas estancas, ubicadas en locales públicos, y meses volantes, circuitos que van en un vehículo con tres funcionarios oficiales y observadores, que para en determinados lugares donde la gente sale de los campos o de las estancias o de los lugares donde trabaja para hacer fila y votar. Esta noche se va a hacer el conteo de los votos, luego de confirmar que en todos los circuitos han ocurrido las cosas de acuerdo a las normas, para que se proclame el resultado. Allí termina, con los informes que hagamos nosotros y las otras personas que están, la instancia de observación electoral.

EC - Usted viaja invitado por una ONG de origen canadiense. ¿Cuál es esa ONG?

JT - La organización se llama Canadem.

EC - ¿Con qué tiempo se han encontrado? ¿Cómo son las condiciones climáticas a los efectos del desarrollo de una actividad como esta de la votación?

JT - Ayer fue un día muy frío, con viento y algo de lluvia. Hoy es un día un poquito más benévolo, aunque está muy frío. Ayer, al menos en el circuito volante que yo acompañé, todas las personas que tenían que votar emitieron su voto. Hoy estamos haciendo la ruta que hicieron otros observadores ayer con otro circuito para ver si en los lugares donde se establece el circuito no ha llegado ninguna persona que ayer no pudo emitir su voto o eventualmente alguien que debió emitirlo en otro lugar y pide para emitirlo (como el voto observado en nuestro país). El procedimiento de controlar si el individuo votó o no en otro circuito se hace mediante llamadas telefónicas a los efectos de determinar si el individuo puede emitir su voto o no. Como es una comunidad de apenas 3.000 habitantes y unos 1.700 habilitados para votar, la movilización o la característica de la votación es bastante lejana de la que tenemos nosotros cuando dos millones y medio de personas se movilizan para votar.

EC - De modo que usted no está solo en Puerto Stanley, por lo que acaba de señalar.

JT - No, en este momento estoy yendo para un circuito en el interior. Estamos parando en puntos predeterminados y vamos a hacer una ruta de unos 165 kilómetros, más o menos.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Foto: archivo