La legisladora dijo que los agravios confirman el grado actual de intolerancia de algunos sectores radicales, "cobardes que se esconden en el anonimato".

Al retornar a Tacuarembó en la noche del viernes, Montaner descubrió que todo el frente de su casa estaba cruzado de pintadas negras donde se la acusaba de "fascista". El mensaje estaba firmado por grupo que se identificaron con el anarquismo.

La secretaria general del PC aseguró que en realidad se trata de una prueba más del clima que vive en el país, donde grupos vinculados al FA retomaron practicas autoritarias que le hicieron daño a la democracia en los momentos previos al golpe de 1973.

"No tengo dudas, en cualquier lugar lo puedo decir, hace 25 años que vivo en Tacuarembó hago política y jamás me rompieron ni una lamparita. Ahora me ensuciaron el frente de mi casa tildándome de fascista y como si fueran anarquistas, cosa que no son, porque los anarquistas actúan de otra manera. Son cobardes que agreden en el anonimato. Esto marca la intolerancia que existe".

La legisladora efectuó la denuncia ante la Policía, que investiga el caso.
Montaner recordó que días atrás, varios legisladores del FA habían minimizado sus dichos, acusándola de "agitar fantasmas":

"Los fantasmas se están haciendo realidad, porque difamar a una persona política que piensa diferentes que marca que, anónimamente, es un hecho repudiable. No se puede cuando uno llega a la casa encontrarla pintada y llena de difamaciones".