"¿Y si el remedio contra la pobreza y el desempleo, no fuese la redistribución sino más prosperidad? ¿Y si los trabajadores no tuvieran necesidad de una oligarquía sindical para vivir mejor? ¿Y si hace más de 100 años que vamos por el camino equivocado, ignorando los caminos de libertad y prosperidad? ¿Y si el liberalismo no fuese combatido por ser ineficaz, sino porque es una amenaza para quienes utilizan al Estado en provecho propio o de su ideología?" Éstas y otras preguntas aparecen consignadas en la página del Partido Liberal Libertario del Uruguay, un nuevo movimiento político que comenzó a trabajar hace un año y que considera que el espectro político no debe medirse de izquierda a derecha, sino desde liberalismo a estatismo. Desde su perspectiva, cada persona sabe lo que es mejor para ella misma, y nadie debe entrometerse. Por eso, la ley fundamental que debe regir y cumplirse es el principio de no agresión; y el Estado debe reducirse a su mínima expresión. Algunas de las propuestas que aparecen en su página: liberalización del sistema bancario y educativo, despenalización del comercio de sustancias psicoactivas y estupefacientes, libre porte de armas, libre emisión y competencia de monedas, entre otros. En entrevista con Suena Tremendo, Gustavo Sosa y Rafael Gibelli, integrantes de la mesa directiva, dieron algunas pistas de cómo sería un Uruguay libertario.