Entrevistas

Ignacio Zuasnabar: dichos de Mujica sobre los Kirchner no generarán "un cambio fuerte en la forma en que el público lo ve"

Ignacio Zuasnabar: dichos de Mujica sobre los Kirchner no generarán "un cambio fuerte en la forma en que el público lo ve"

Los comentarios del presidente José Mujica sobre su colega argentina Cristina Fernández y su difunto esposo Néstor Kirchner han generado distintas repercusiones de ambas orillas del Río de la Plata. En una conferencia de prensa realizada ayer en Sarandí Grande, Florida, Mujica dijo, sin advertir que los micrófonos estaban encendidos, "esta vieja es peor que el tuerto" y luego agregó "el tuerto era más político, esta es terca". En diálogo con En Perspectiva, el politólogo Ignacio Zuasnabar, director de Equipos Mori, consideró que el episodio generado por un "notorio descuido" no implicará un gran cambio en los juicios de la opinión pública uruguaya sobre Mujica, pues las formas "particulares" del presidente "no constituyen una novedad". "Esta forma que tiene Mujica de comunicarse es al mismo tiempo uno de sus principales atributos positivos y negativos", recordó Zuasnabar, y destacó que la polémica se dio más por las formas "desacartonadas" que por la "sustancia" de sus declaraciones.


(emitido a las 7.48 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Patinada diplomática", ese es el título que elige el diario El Observador para encarar lo que ocurrió en la víspera: "Sin percatarse de que un micrófono estaba encendido, en un acto en Sarandí Grande, el presidente Mujica trató a su colega argentina de ‘vieja’ y ‘terca’, y al difunto esposo de ‘tuerto’".

La Diaria elije como título "Hasta las manos": "Comentario sobre los Kirchner, sin advertir que los micrófonos lo registraban, causó una protesta diplomática".

El País elige un enfoque casi que editorial, "Ahora sí, olvídense de Argentina", ese es el título principal en tapa, que luego cita entre comillas dos de los términos usados por el comunicado del Palacio San Martín: "inaceptable" y "denigrante". Junto a ese título una gran foto del presidente Mujica con la mano en la boca y como con un gesto preocupado.

La República titula "Mujica y el micrófono abierto: Cristina prefirió bajar decibeles".

Para examinar este episodio, para colocarlo incluso en el contexto de la opinión pública, vamos a conversar a partir de este momento con Ignacio Zuasnabar, politólogo, director de Equipos Mori y también docente universitario.

ROMINA ANDRIOLI:
Para empezar, ¿a qué atribuye el hecho que se dio ayer? ¿Podríamos decir que es propio de eso que se ha definido como "el estilo de Mujica"?

IGNACIO ZUASNABAR:
Todo indica que fue un notorio descuido, sería muy difícil interpretar esto desde otra perspectiva. En qué medida esto representa cabalmente lo que opina el presidente sobre la presidenta y el gobierno argentino, es difícil saberlo, pero está claro que uno podría catalogarlo sin mayores problemas dentro de lo que tú decías recién como "el estilo de Mujica".

EC – Hay antecedentes incluso a propósito de los propios Kirchner en declaraciones de Mujica en la campaña electoral. Por ejemplo, aquel libro "Pepe Coloquios", que también dio lugar a toda una confusión a propósito de si lo que Mujica había dicho en aquellas entrevistas con el periodista Alfredo García era para publicar o no. Lo cierto es que se publicó, y una de las frases fue "Argentina es un misterio, desde el punto de vista político es un misterio, porque además los Kirchner son de izquierda, es indudable que son de izquierda, pero una izquierda mamma mía, una patota". Tú recordás esa frase, ¿no?

IZ – Sí, sí, a mi juicio esto es un coloquio más. Pensando en los efectos que esto podría tener en la opinión pública uruguaya y en la forma en que los uruguayos ven al Gobierno y al presidente, esto no constituye una novedad. No constituye una novedad probablemente el fondo del asunto, quizás sí en Mujica, porque esta frase yo la recordaba y está presente –aunque no todos los uruguayos se la acordaban– en la opinión pública general.

De hecho Mujica había tenido una posición contrastante con la del final del Gobierno de [Tabaré] Vázquez en su forma de vínculo con el Gobierno de Argentina. Vázquez había endurecido mucho su postura frente al Gobierno argentino y Mujica había intentado una postura más dialoguista que pareció en su inicio tener resultados positivos, se logró el desbloqueo de los puentes, cosa que daba tangibilidad, soporte y legitimidad a esta postura más dialoguista con Argentina. Pero lo cierto es que a partir de ese entonces no se habían logrado mayores resultados y, en algunas circunstancias, algunos estudios de opinión mostraban que los uruguayos estaban crecientemente desconformes con lo que podría definirse como una postura más blanda del Gobierno uruguayo respecto a Argentina que en el pasado.

Entonces, dos cosas. Primero, la forma en que Uruguay se vincula con Argentina es un tema central de la agenda pública uruguaya, lo fue desde el momento en que se origina la nación uruguaya. Este tema ha estado presente siempre en nuestra historia, y además lo ha sido en el pasado reciente, muy claramente con el gobierno anterior, también con el gobierno de Jorge Batlle, en una situación bastante parecida a la actual. ¿Cómo puede afectar esto en el gobierno de Mujica? Es difícil saberlo, pero uno diría que puede afectar porque es un tema potente. Pero por otro lado, en cuanto a la sustancia, no parece que el presidente haya dicho algo que necesariamente desagrade a la mayoría de los uruguayos ni con lo que la mayoría de los uruguayos estén en desacuerdo. En última instancia lo que dijo Mujica es que es mucho más difícil negociar con Cristina que con Néstor.

EC – Sí, esa es una sensación bastante extendida en Uruguay, a propósito de lo difícil que es la relación con Argentina. Incluso creo que podemos hacer todos la comparación de lo que ha sido la cosa con Néstor Kirchner y ahora con Cristina Fernández. El fondo de lo que dijo Mujica probablemente no moleste a nadie, no genere discrepancias con nadie. El tema está en la forma, ¿no?

IZ – Exactamente, pero con lo de la forma vamos a la novedad, es decir, ¿qué se descubre? Mujica dice esto que quizás es compartible por la mayoría de los uruguayos o por una parte importante de los uruguayos, y lo dice con un lenguaje muy coloquial, inaceptable en términos diplomáticos, que resulta agraviante para la otra parte. Pero eso no necesariamente es inaceptable y agraviante para los uruguayos por dos cosas, primero porque tampoco fueron insultos estrictamente hablando, fueron formas quizás poco respetuosas y desacartonadas de referirse a la presidenta argentina y a Néstor Kirchner, pero no fueron insultos directamente.

EC – Pero perdón, decirle "tuerto" al expresidente Kirchner, ¿cómo hay que considerarlo?

IZ – Yo no sé cómo hay que considerarlo, yo no voy a emitir juicio sobre el asunto, estoy intentando reflexionar sobre qué efectos podría tener en la opinión pública. Yo no creo que la característica visual de Kirchner con una pequeña desviación en uno de sus ojos fuera una seña particular, entonces, referirse como tuerto, como decía, probablemente es inaceptable y agraviante para una parte del público uruguayo pero probablemente no para otra. Creo que el contexto es este, estas formas de Mujica, que son muy particulares, representan en términos de apoyo público una base central de la imagen positiva de Mujica para una parte de los uruguayos y también una base central del rechazo que otros uruguayos tienen a Mujica. Esta forma que tiene Mujica de comunicarse es al mismo tiempo uno de sus principales atributos positivos y negativos. Es probable que haya en este momento algunos uruguayos a los cuales no les gusta la forma de Mujica que estén pensando, sintiendo y reafirmando "no me gusta tener a este tipo como presidente de los uruguayos porque esto a mí sí me resulta inaceptable", eso está opinando hoy probablemente una parte de los uruguayos. Pero hay otra parte de los uruguayos a la cual estas cosas no les molesta, es más, probablemente le parezca jocosa, divertida, y a los que no les parezca ni jocosa ni divertida tampoco es que lo estén descubriendo ahora. No sé si hay mucho elemento como para pensar que esto va a generar un gran cambio en los juicios del público sobre el presidente uruguayo en este momento.

RA – Pero ese factor, esa forma de comunicarse y cuánto incide, ¿ha variado a lo largo del gobierno? Digo por ejemplo pensando en la acumulación, la cantidad de episodios que uno puede vincular a este tipo de hecho que ocurrió ahora.

IZ – El punto es que en última instancia los gobiernos se terminan evaluando más por los resultados que por las formas. Mientras haya resultados que la gente valora positivamente, estas formas de Mujica no representan un problema; ahora, si la ciudadanía uruguaya valora que no hay resultados, que no hay logros, que no hay concreciones, y además el presidente se sale de algunas formas medianamente aceptadas, entonces pueden ser un problema. Pero me resulta difícil pensar que las formas de Mujica vayan, ahora, en este momento, a generar un cambio fuerte en la forma en que el público lo ve, porque más de la mitad de los uruguayos lo votó como presidente conociendo sus formas, entonces no creo que la forma sea hoy por hoy la razón principal por la que los uruguayos juzgan al presidente o al gobierno.

EC – Quizás la pregunta de Romina venía porque últimamente ha habido varias ocasiones, y diría que en muy pocos días, en las que el presidente ha hablado de manera muy polémica, ha utilizado expresiones particularmente polémicas. Una de ellas precipitó incluso una denuncia por difamación e injurias que presentó un abogado cuando Mujica se refirió a los abogados, los economistas, diciendo que estaban infestando el país. Es de las más recientes, pero va en esa línea, por eso la pregunta de Romina...

RA – Iba por el lado de la acumulación.

IZ – Por el lado de la reiteración real.

EC – Esto de ayer en principio fue dicho off the record, pero on the record con los micrófonos y ante los periodistas, hay varias situaciones de estas en los últimos tiempos.

IZ – Sí, todo tiene su límite, por supuesto. No estamos diciendo que sea una regla inmodificable, que esto sea una especie de colchón que amortigua los juicios sobre Mujica, puede tener repercusiones. Todos tenemos muy presente lo que fue alguna etapa del período de Jorge Batlle donde pareció entrar también en un proceso en el que "no daba pie con bola", incluso también en la relación con el gobierno argentino. Si Mujica entra en un proceso parecido, entonces es posible que pueda tener efectos. La opinión pública hoy, por lo menos hasta las últimas encuestas que tenemos disponibles, no parece estar sintiendo que estamos ante un presidente muy distinto al que conocían en el pasado, pero es perfectamente razonable la hipótesis de Romina de que si esto continúa entonces podría darse un desenlace en términos de opinión pública más negativo para el Gobierno.

RA – Por otro lado, respecto a la relación con Argentina, tú mencionabas recién el estilo diferente que utilizó Mujica desde que comenzó el gobierno con respecto al que había utilizado Vázquez, pero este episodio, ¿muestra de alguna forma el fracaso de ese modelo de relacionamiento?

IZ – De alguna manera el fracaso estaba siendo visible por goteo. Me parece que desde la opinión pública uruguaya ya se venía sintiendo que no había muchas más señales, muchos más gestos de cariño y de acercamiento, más allá de una intención de solucionar algunos temas comerciales que la propia Argentina había generado.

***

EC – Retomando lo último que señalaba Ignacio Zuasnabar, hay una pregunta para hacerse. Lo que Mujica dijo ayer off the record, en una conversación privada e informal con el intendente de Florida [Carlos Enciso, Partido Nacional], ¿indica que hay un cambio en su actitud frente a la República Argentina en la forma de negociar, de plantarse, o no? Quizás lo que puede interpretarse es otra cosa, que lo que hizo Mujica ayer, sin querer, fue transparentar la forma como ha visto siempre la relación con Argentina. Mujica se ha posicionado en ese estilo que él mismo llamó en algún momento de "paciencia estratégica", excesiva paciencia según la oposición que lo ha cuestionado tanto, pero, ¿cuál era el telón de fondo?, ¿por qué lo de paciencia estratégica, por qué tanta calma y moderación y no tirar de la cuerda? Porque era difícil con Argentina ¿y por qué era difícil?, por esto, porque Cristina Fernández es terca e incluso más complicada que su marido y expresidente Néstor Kirchner.

Quizás lo que simplemente ocurrió ayer es que ahora sabemos, dicho por el propio Mujica, de qué manera analiza las dificultades de ese vínculo, pese a lo cual durante todo este tiempo decidió ir por el camino de "un poquito más, un poquito más, volvamos a plantear, no rompamos los lazos".

RA – De todas formas creo que esa paciencia había cambiado un poco, creo que empezó con gran entusiasmo y los resultados fueron mostrando que, por lo menos en eso de aproximarse más a Brasil, había que ir por otros caminos.

***