Mujica en Galicia en la última parte de su viaje a España
Durante la visita oficial a España, el presidente José Mujica visitó en el País Vasco, Guernica y durmió en el pueblo de sus ancestros, Muxika, en lo que fue denominado como "un encuentro consigo mismo", según relató el embajador Francisco Bustillo. Conoció la Universidad de Mondragón y la Coorporación Mondragón, una experiencia cooperativa que solicitó expresamente visitar, con quien el gobierno firmó varios acuerdos.
El mandatario se mostró consternado en su visita por Guernica y visiblemente emocionado en el pueblo de sus antepasados, donde participó de un breve acto, según dijo a El Espectador el embajador uruguayo en España, Francisco Bustillo.
El presidente llegó este sábado, proveniente de Roma y se trasladó a Guernica, algo que no estaba en agenda pero que se agregó a última hora.
Luego se trasladó a la ciudad de sus ancestros, Muxika, donde pernoctó, recorrió sus calles, y donde incluso se emocionó. El mandatario se está trasladando en un avión del gobierno español lo que facilita sus recorridos.
Bustillo se refirió la "excelentísima experiencia" en el viaje a España que, según consideró, ayudará a seguir consolidando la relación entre los dos países.
"Si bien ha sido una agenda intensa y agotadora, reconforta ver la acogida fantástica que ha tenido el presidente en este periplo por España toda y por el País Vasco en particular", destacó Bustillo.
La Corporación Mondragón y el Ministerio de Industria, Energía y Minería de Uruguay suscribieron un acuerdo de colaboración cuyo objetivo principal consiste en el intercambio de programas y experiencias orientadas a impulsar el sistema cooperativo uruguayo.
Según explicó Bustillo, la visita fue sobre todo "académica" y muy nutritiva en cuanto al aprendizaje de la experiencia cooperativista y de autogestión de empresas de Mondragón "que servirá para ser aplicada en su momento" en Uruguay.
Mujica finalizó su paso por Euskadi con un encuentro con la colonia uruguaya que vive en la Comunidad Autónoma Vasca.
Allí lo esperaban cerca de 50 personas. Entre risas y llantos, Mujica fue recibido con efusivos abrazos en un pequeño consulado honorario ubicado en esa localidad del País Vasco.
El presidente conversó con sus compatriotas sobre la situación de América Latina y les transmitió un mensaje esperanzador ejemplificando con su experiencia personal de vida.
"Ahora soy un viejo y mi peripecia personal es un espejo de lo que estoy diciendo, quisiera ser más sabio y tener más fuerza para restituirle a mi pueblo todo lo que le debo", subrayó.
Se mostró comprensivo con el deseo que tiene todo emigrante de volver a morir donde nace y, al mismo tiempo, los exhortó a no dejarse llevar por el consumismo económico al que se llega buscando llenar el vacío emocional que provoca la lejanía.
El mandatario se trasladó a Galicia, donde mantuvo una reunión con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo.
Foto: Mujica junto a Alberto Núñez Feijóo (EFE)