Entrevistas

Verónica Alonso (PN): "El Estado no está preparado" para fiscalizar y regular el mercado de la marihuana

Verónica Alonso (PN): "El Estado no está preparado" para fiscalizar y regular el mercado de la marihuana

Si el proyecto de ley de regulación del mercado de la marihuana prospera y se convierte en ley, Alianza Nacional anunció que saldrá a recolectar firmas para intentar convocar un referéndum derogatorio de la norma. En diálogo con En Perspectiva, la diputada Verónica Alonso, perteneciente a ese sector del Partido Nacional (PN) e integrante de la Comisión de Adicciones, aseguró que el oficialismo está "recorriendo el camino equivocado" y consideró que la iniciativa incorpora "un problema nuevo" en materia de drogas en lugar de solucionar otros ya existentes, como el consumo problemático de alcohol o pasta base. La diputada entiende que "no existió un verdadero debate acerca de la conveniencia de este proyecto" y opinó que legalizar el acceso a la marihuana es una forma de "darle mayor aceptación social" a esta droga. Añadió, además, que "el Estado no está preparado" para regular ese mercado. "Para nosotros la alternativa es seguir apuntando a una política integral de drogas", indicó.


(emitido a las 7.45 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Desde Alianza Nacional anuncian que si se aprueba la ley de regulación del mercado de la marihuana, saldrán a juntar firmas para derogarla.

A un año de las elecciones internas, la diputada nacionalista Verónica Alonso reunió a su agrupación en la sede de Alianza Nacional para analizar y diagramar el cronograma de trabajo de cara a las próximas instancias, las de junio del año 2014. Entre otros temas ese movimiento reafirmó su posición contraria a la iniciativa del Gobierno de aprobar en el próximo mes el proyecto de ley sobre la marihuana. La diputada Alonso aseguró que recorrerá departamento por departamento dando la otra campana sobre el tema y, contando con el apoyo del candidato de su sector, Jorge Larrañaga, iniciará una campaña para levantar firmas buscando la derogación de la ley si esta se aprueba.

Estamos con la diputada Verónica Alonso en este momento.

En primer lugar una pregunta, ¿qué participación ha tenido la oposición, qué tipo de diálogo, que clase de intercambio ha existido, con el Partido Nacional en este caso, a propósito del proyecto que sigue su trámite en Diputados?

VERÓNICA ALONSO:
Como integrante de la Comisión de Adicciones he venido trabajando en el proyecto que presentó la bancada oficialista que modificó aquel proyecto único, que era realmente preocupante, en un proyecto que ustedes saben, tiene 36 artículos pero todos lamentablemente recorriendo el camino equivocado. Nosotros entendemos que no existió un verdadero debate acerca de la conveniencia de este proyecto. Ellos, como lamentablemente ha ocurrido durante este período legislativo, con sus mayorías absolutas han impuesto este proyecto y poco han dejado a la oposición para introducir modificaciones o propuestas alternativas.

EC – Lo de la mayoría del Frente Amplio en este caso estuvo en peligro. Había dos diputados en particular que planteaban objeciones y que hacían dudar de que el proyecto saliera, por lo menos contando solo con los votos del oficialismo. Estoy hablando del diputado Doreen Ibarra, del Fidel [Frente Izquierda de Liberación Nacional], y del diputado Darío Pérez, de la Liga Federal de Maldonado. Pero las últimas noticias, estaba mirando hoy el diario La República, indican que se habría logrado consensuar con ellos también, que el proyecto ya tendría entonces el aval de por lo menos 50 diputados.

VA – Ellos han trabajado esas diferencias internas y han logrado a partir de algunas propuestas que tanto Doreen Ibarra como el diputado Darío Pérez se incorporarían, y eso sí nosotros desconocemos, porque el proyecto de ley no ha tenido discusión real en la Comisión de Adicciones. Allí solamente hemos recibido a las distintas delegaciones que han venido: las diferentes cátedras de Toxicología, de Farmacología, la Sociedad de Psiquiatría, la Facultad de Medicina, el informe del Sindicato Médico del Uruguay, la ciencia, y se puede ver en la versión taquigráfica de la Comisión, se pueden leer, que todas han planteado su preocupación y su posición contraria a este proyecto. Sin embargo esas manifestaciones, esas alternativas que incluso han planteado algunas de las delegaciones que han venido, han quedado en una simple expresión de preocupación, porque la bancada oficialista no ha tomado en cuenta estas propuestas que planteaban en las distintas instancias.

EC – ¿Qué es lo que a usted en particular le genera rechazo del proyecto tal cual está redactado a esa altura?

VA – Nosotros sentimos que no es conveniente para nuestro país una ley que promueva la comercialización o producción, salvo uso estrictamente medicinal y que esté comprobado. Pero además acá no se le ha dado dimensión, nosotros pretendíamos que hubiera una política integral de drogas que lamentablemente no se ha hecho. Creemos que se ha parcializado el tema, sobre todo tomando en cuenta la gran cantidad de problemas que ya tenemos instalados en relación a este tema. Lo que llama la atención es que el Gobierno le haya dedicado una cantidad tan importante de tiempo y de recursos para difundir este proyecto de ley cuando existe una cantidad enorme de problemas asociados a las drogas que lamentablemente siguen postergados.

EC – ¿Por ejemplo?

VA – Voy al proyecto que nosotros habíamos planteado en múltiples oportunidades que tiene que ver con una política nacional que combata el consumo abusivo del alcohol. Eso nosotros se lo hemos transmitido a las autoridades de la Junta Nacional de Drogas y al día de hoy sigue sin presentarse en el Parlamento. Y esto creo que es una necesidad vital porque está comprobado, y así lo han manifestado también en distintas oportunidades a la Comisión de Adicciones, que el principal problema que tenemos instalado en nuestro país tiene relación directa con el consumo problemático del alcohol. Nosotros sentimos que con este proyecto eso no se soluciona, y yo me hago la pregunta que seguramente se hagan muchos, ¿qué solucionamos con este proyecto de marihuana?, ¿mejoramos la seguridad?

EC – Bueno, usted conoce algunos de los argumentos que ha manejado el Gobierno. Por ejemplo, sin defender el consumo de marihuana, lo que se busca es tener, entre comillas, controlado al sector consumidor, saber quiénes son, de modo por ejemplo de que si alguien se percibe que está consumiendo demasiado pueda ser derivado a algún tipo de asesoramiento o tratamiento. Para empezar, además, la marihuana sería de buena calidad, y no las distintas opciones que hoy se ofrecen en el mercado, muchas veces mezcladas con todo tipo de elementos. ¿Sobre esos argumentos de tipo sanitario, qué señala usted?

VA – Podemos enumerar cientos de problemas asociados a las drogas, por ejemplo lo que se argumentó por parte del Gobierno: el narcotráfico, la calidad de las drogas, las garantías de los consumidores, pero ninguno de estos, ni todos juntos, superan los índices de afectación social que provoca el consumo problemático de las mismas. Nosotros sentimos que hay que enfocar la categoría de consumo problemático en la principal incidencia que provoca el consumo adictivo. Las drogas son un problema, porque son sustancias tóxicas y adictivas que generan múltiples consecuencias familiares, sociales, individuales, colectivos, que sanitarias, que le generan un costo enorme al país.

Nosotros entendemos que acá se naturaliza el consumo, eso es una realidad. Lo que más me preocupa como legisladora, pero especialmente como ciudadana y como madre, es que el mensaje del Gobierno ha sido naturalizar el consumo. Por buscar esa defensa o libertad del consumidor, estamos afectando a todo un sector de la población que lamentablemente siente que consumir marihuana ya ni siquiera es tan malo, prácticamente no pasa nada. Creemos que ahí el Gobierno puso la mira en el lugar equivocado.

Los datos que da la Junta Nacional de Drogas son preocupantes. Lo que me preocupa, vuelvo a insistir, son los consumidores problemáticos de drogas ilegales a los cuales no les encontramos la salida, el Gobierno no da respuestas a la cantidad de adictos que hoy tenemos en el país. Siento que se está incorporando un problema nuevo en lugar de solucionar problemas ya instalados: caso alcohol, caso pasta base, y no sentimos que esto solucione definitivamente los problemas ni de seguridad, como fue en un principio el planteo que se hizo desde el Gobierno, porque esto era dentro de las medidas para combatir y contrarrestar la inseguridad ciudadana. No mejora la seguridad ni mejora la salud, ni mejora sanitariamente ni socialmente.

EC – Pero por ejemplo, el otro argumento, dice el Gobierno: teniendo en cuenta que la marihuana es de las drogas menos nocivas, evitemos que el consumidor de marihuana tenga que tratar con el narcotraficante, habilitémosle canales formales, controlados, para evitar que ese consumidor termine tratando con quien después quizás lo introduzca en otras drogas, por ejemplo la pasta base, la cocaína, etcétera. Si se mantiene la prohibición, si se mantiene ilegal el mercado, la comercialización de marihuana, esos riesgos existen. ¿Qué dice usted?

VA – Que no creo que sea así, no consideramos que legalizar mejore el narcotráfico, ni que impida que la gente consuma otras drogas, ni que colabore frente a la inseguridad. Creo que legalizar el acceso a este mercado es una forma de avalar, de darle mayor aceptación social, y por lo tanto brindarle mayor accesibilidad al público. Es verdad que se puede aumentar la calidad, pero lo han dicho quienes han venido a la comisión: hoy está comprobado que los grados de tetrahidrocannabinol, que es la sustancia que contiene el cannabis, han aumentado su potencia y por lo tanto los efectos que genera. Todos resultados que conspiran contra la percepción de riesgo y sabemos que a menor percepción de riesgo de una sustancia mayor es su consumo, eso también está comprobado. Y nosotros no sentimos que ese camino evite que exista y siga existiendo el mercado negro.

EC – ¿Por qué?

VA – Porque si hay algo que nosotros hemos visto en nuestro país y esto lo podemos ver en distintos ámbitos, es que existe un problema de control y de fiscalización por parte del Estado. El Estado si tiene una debilidad tiene que ver con ese control y esa fiscalización. Sentimos que el Estado no está preparado para controlar, fiscalizar y lamentablemente regular en particular esta droga.

EC – O sea que desde su sector político está resuelto que en caso de que este proyecto avance y se convierta en ley se va a intentar derogar la ley por la vía de un referéndum, se saldrá a recolectar firmas para intentar la consulta popular, ¿proponiendo como alternativa qué? Supongamos que en ese referéndum se logra derogar esa ley, suponiendo que ésta a su vez se apruebe primero, si ustedes logran derogar la ley, en materia de marihuana o de drogas, ¿cuál es la alternativa?

VA – Nosotros en primer lugar vamos a iniciar una recorrida previo a esto que tu mencionabas. Así como la Junta Nacional de Drogas ha iniciado una campaña promoviendo los beneficios de esta ley, nosotros vamos a ir por distintos lugares, iniciamos el próximo 12 de junio una campaña que se llama "Por vos, por todos", explicándole a la gente, por supuesto desde el punto de vista técnico, científico y político también los perjuicios que nosotros entendemos que tiene en caso de aprobarse esta ley. Hay un recorrido previo.

Nosotros esperábamos que las diferencias internas hicieran que esta ley no prosperara y que [eso provocara que] el Gobierno dedicara las energías en cosas que creemos que tienen prioridad como las que mencionábamos hace un rato. En el caso de que se apruebe nosotros iniciaremos una campaña, vamos a buscar el apoyo de las otras colectividades políticas, porque sabemos –y los datos nos han reafirmado– que esto va en contra de lo que la gente quiere, la ciudadanía está en contra. Uno de los últimos datos que teníamos era que el 66% de la población está en contra de este proyecto de comercialización y producción de marihuana, que dentro de ese mundo hay un porcentaje muy importante de la colectividad de blancos y colorados que se oponen a este proyecto y también un número muy importante del propio Frente Amplio. Y para nosotros la alternativa es seguir estableciendo mecanismos que apunten a una política integral de drogas. El Gobierno ha establecido lo que se llama la reducción de daños y nosotros entendemos que con esa política no se apunta directamente a donde tenemos que atacar.

EC – Pero entonces, concretamente, para el consumidor de marihuana, ¿qué es lo que ustedes proponen?

VA – En mi caso en particular, y aquí hablo en nombre personal y no de mi colectividad política, porque ustedes saben que dentro del Partido Nacional hay quienes promueven proyectos como el autocultivo...

EC – Sí, sí, caso por ejemplo del diputado Luis Lacalle Pou, que ahora es el precandidato presidencial de Unidad Nacional y otros sectores.

VA – Exactamente. Bueno, en mi caso, y por eso digo en nombre personal, yo voy a un estadio anterior, lamentablemente en nuestro país está habilitado su consumo. Digo eso porque yo considero nocivo el consumo de drogas, incluida y particularmente desde la propia marihuana. Hay quienes dentro de mi colectividad consideran que el autocultivo le permite cierta libertad a ese consumidor y planteaban esa alternativa. Desde mi lugar yo estoy en contra del propio consumo y por lo tanto me voy a oponer a cualquier ley que habilite no solamente el consumo (que no es el caso, porque en Uruguay está habilitado el consumo de marihuana) sino que la posibilidad y la disponibilidad, y en este caso que el Estado sea el que produzca y comercialice.

EC – O sea que la posición es absolutamente drástica...

VA – No, no tan drástica. En esto sabemos que no podemos desconocer la realidad. El argumento del Gobierno de "las drogas vinieron para quedarse" me parece bastante de resignación y de "tiro la toalla". Creo que hay que buscar políticas que apunten a la reducción del consumo y de la demanda, y no solamente la de la oferta.

EC – ¿De qué manera, cuáles serían los instrumentos?

VA – Prevenir, educar, buscar mecanismos. Lamentablemente en este proyecto, como en los proyectos alternativos que hemos visto, no se le da la suficiente fuerza a la prevención. Estamos hablando de buscar todos los mecanismos a partir de la educación, por ejemplo, desde los primeros años en el currículo escolar obligatorio, buscar mensajes dirigidos especialmente a los jóvenes en nuestro país, buscar mecanismos que nosotros no hemos visto en estos tiempos en este Gobierno y por supuesto la rehabilitación, la prevención, la educación y la rehabilitación a la gran cantidad de adictos.

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Foto: archivo