Esa jornada de adhesión es considerada clave para dirimir si hay o no un referéndum sobre el aborto.

En el caso de los expresidentes, Sanguinetti ya expresó en más de una oportunidad que no comparte la iniciativa y prefiere mantener la ley que ya había votado en el período pasado.

No es la misma posición que tiene Batlle que firmó y concurrirá para adherir a que el tema se dilucide en las urnas más adelante.

Lacalle confirmó a El Espectador que no concurrirá, pero debido a que esa fecha tiene un compromiso en el exterior ya agendado, pero afirmó que respalda la convocatoria a las urnas.

Sobre  Vázquez, su posición es conocida en cuanto al tema de fondo. El expresidente firmó en silencio y envió las papeletas a la exdirigente colorada Glenda Rondán, que a su vez se los entregó a la exdiputada Beatriz Argimón.

El mandatario y su esposa firmaron para habilitar la consulta. Vázquez no ha querido ingresar en la polémica de fondo y recuerda cómo actuó cuando fue presidente, al vetar la ley. No obstante agregó en las últimas horas en declaraciones públicas que lo que la población decida será "punto final".

Sin embargo, allegados al exmandatario no quisieron adelantar si votará el domingo 23 o no. "Se van a enterar ese día en la noche si fue o no" dijo una fuente cercana al expresidente, no arriesgando ninguna opinión en ese sentido.

Es probable que Vázquez quiera evitar la confrontación con buena parte del Frente Amplio en un tema que divide aguas en todos los partidos. O bien podrá votar en silencio, tal como lo hizo cuando firmó.

El caso de Mujica es similar. El mandatario dijo que este tema lo debía dirimir la gente, no obstante, no firmó para la convocatoria y el Gobierno se apresta a negar la cadena a los integrantes de la comisión proreferéndum.

En el círculo cercano al presidente estiman que es "poco probable que concurra", pero él tendrá la última palabra.

La que sí confirmó que no irá es la senadora Lucía Topolansky, esposa del mandatario, quien adelantó al Espectador que "ese tema no fue conversado con el presidente".

"No tengo ningún interés, dijo," y agregó que no es una instancia obligatoria y "cada uno puede hacer lo que se le cante".

Recordó que el domingo 23 es una instancia para preguntar si la gente quiere hacer un referéndum.

La legisladora sí arriesgó una opinión en ese sentido al justificar no concurrir a las urnas.

Topolansky dijo que la gente dirimirá ese día el asunto, y al no concurrir está diciendo que no tiene interés en continuar con la polémica.

Recordó que ya hubo otras instancias en las que la población, con este mismo mecanismo, no se hizo presente y terminó dirimiendo el tema.

Esta postura no es compartida por los promotores de la consulta que señalan que hay gente que no desea que el tema se resuelva en las urnas.

El domingo 23 es la última instancia que tienen los promotores de la derogación para intentar llevar a un referéndum en octubre este tema. De no alcanzar los votos necesarios, la ley quedará firme.