Héctor Florit: "No va a ser desafiliando exdirigentes sindicales" que Ademu va a lograr que se atiendan sus reclamos
La Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) resolvió el sábado desafiliar a cinco jerarcas del Gobierno a quienes acusan de no defender la educación estatal. El director general del Consejo de Primaria Héctor Florit, uno de los maestros desafiliados, dijo a En Perspectiva que recibió la noticia "con mucho dolor" porque considera que la medida "desacredita la tradición democrática" del gremio. Florit entiende que esta "persecución" responde a "viejos rencores" y también a la inexperiencia de los sindicalistas más jóvenes "que no tienen la tradición de lucha ni el aprendizaje que implica la vida sindical", con sus "posibilidades" y también sus "límites". "Hay que reflexionar sobre las conductas que se están tomando", dijo, destacando la necesidad de encontrar un "camino de negociación" y añadiendo que Ademu comete un error al "pensar que quien tiene como responsabilidad la administración de un servicio público (...) puede poner como primera prioridad la lucha reivindicativa de los funcionarios".
(emitido a las 7.53 Hs.)
EMILIANO COTELO:
La radicalización que se ha dado en el conflicto en la enseñanza pública tuvo en estos días una derivación inesperada y grave. Cinco jerarcas de gobierno, exdirigentes sindicales, fueron expulsados de Ademu [Asociación de Maestros del Uruguay], el sindicato de los maestros de Montevideo, acusados de no defender a la educación estatal.
Prueba de esta radicalización es que los ahora desgremializados dirigían hasta hace no mucho el gremio e incluso encabezaron varias reivindicaciones de los maestros.
Uno de ellos es el consejero de primaria, Héctor Florit, con quien vamos a conversar a partir de este momento.
¿Cuántos años estuvo usted como dirigente en Ademu y en la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM)?
HÉCTOR FLORIT:
En el año 83, todavía en dictadura, organizamos Ademu a partir de una serie de reuniones en parroquias, Paso Molino, San Ignacio, San Pedro. Finalmente el 3 de setiembre, hace ahora 30 años, un grupito de 55 maestros fundamos Ademu en el Juan XXIII y fui electo dirigente del primer secretariado de Ademu. En el 86 fui reelecto y continué siendo reelecto durante un número importante de períodos. Por suerte se abrieron cauces democráticos y en el año 85 fundamos la FUM, en julio del 85, y fui electo integrante del secretariado de la FUM. A partir del año 90 la lista 27 ganó la elección de la FUM, una elección con voto secreto y universal, y encabezaba esa corriente de opinión. Fui reelecto en 1992, en 1994, en 1996, en 1998, en 2000, en 2002 y en 2004.
EC ¿Como recibe entonces una noticia como esta, la del fin de semana pasado?
HF Con mucho dolor, con mucho dolor porque creo que es un error que desacredita esa tradición democrática del sindicato de maestros de Montevideo, democrática en el sentido de dar garantías muy firmes para que todos los maestros pudieran participar. El sindicato se preciaba de ser muy plural en su integración, lo que permitió pasar de esos cincuenta y poquitos maestros a 4.500, 5.000 maestros, lo cual demostró una trayectoria que era capaz de permitir la convivencia de diversas visiones, perspectivas, y construir el respeto recíproco que por otro lado me parece que es la tónica que debe existir en cualquier institución, en cualquier organización social.
ROMINA ANDRIOLI:
¿Y a qué entiende que responde esta decisión de Ademu?
HF No creo que haya una razón única, me parece que hay una situación de enojo, de malestar, en muchos maestros jóvenes que no tienen la tradición de lucha ni el aprendizaje que implica la vida sindical, los límites, las posibilidades. Creo que la mayoría no tiene claro que en el año 2010 se firmó un convenio por parte de los sindicatos de la enseñanza y del Codicen [Consejo de Educación Inicial y Primaria] que definió los aumentos hasta el año 2015 y que fue corregido en 2012 con un nuevo incremento nuevamente fue firmado. Es decir, ya había un programa de recuperación salarial que incluye el resto del período de esta administración.
Me parece que por otro lado puede haber algunos maestros con otra historia gremial atrás y quizás viejos rencores, como decía [José Pedro] Barrán, hayan gestado por lo menos para algunos colegas el haber promovido esta persecución.
RA Leía hoy en declaraciones que hacía Raquel Bruschera, secretaria general de Ademu Montevideo, al diario El País. Allí le preguntan por qué Ademu tomó esta decisión y ella dice que la decisión ya se había presentado varias veces y no había tenido apoyo y dice: "Yo interpreto que la gente dijo basta, ya está. Cuando estaban de este lado peleaban por lo que nosotros peleamos pero ahora no lo dicen estando en los cargos que ocupan. Por ejemplo, en el tema salarial esperábamos que el Consejo de Primaria y ANEP [Administración Nacional de Educación Primaria] tomara definiciones públicas y reclamaran que se les aumenten los sueldos a los maestros. Eso lo atamos a que el sistema se está quedando sin maestros. Ellos", en referencia a ustedes, "que son los responsables de que todas las escuelas tengan docentes, no salen a decir públicamente que estamos frente a un problema grave". ¿Usted qué responde a esas consideraciones de Bruchera?
HF Una fundamentación muy pobre. Si cada vez que alguien piensa que otra persona tendría que haber dicho tal o cual cosa yo le hago un juicio sumario y la proscribo, estaríamos en un régimen totalitario e introduciendo prácticas de una intolerancia que me resulta llamativo que se puedan fundamentar con este razonamiento. Yo diría que además no es cierto. Desde el año 2010 en un documento que elevamos al Codicen establecimos criterios para mejorar los salarios de los maestros, en lo que me es personal participé muy directamente en la fórmula de aumento salarial del período anterior de 2005-2010, cuando era consejero del Codicen, y eso permitió un aumento salarial real del 46%. En el año 2013 estamos en un convenio que no firmé yo, firmaron los sindicatos de la enseñanza, y lo que sí hicimos desde el Consejo de Primaria fue proponer algunos criterios de mejora salarial, fundamentalmente algunas categorías que estaban muy postergadas, por ejemplo, mayor tiempo completo, mayor educación especial, algunas otras compensaciones, pero eso eran criterios.
En todo caso el nivel salarial que hoy tienen los maestros, reitero, fue la firma de un convenio de los coordinadores del sindicato de la enseñanza y del Codicen, por lo cual en definitiva ni el Ministerio de Educación y Cultura ni el Consejo de Primaria tienen arte ni parte en la resolución que tuvo ese convenio que se firmó obviamente por acuerdo de ambas partes, pero son ajenas al Consejo de Primaria.
RA Teniendo en cuenta los planteos que se están haciendo desde Ademu y que usted comenta, ¿cómo entiende que se sale de esta radicalización que ha tomado el conflicto?, ¿por dónde pasan las alternativas, las soluciones?
HF A mí me parece que hay que reflexionar sobre las conductas que se están tomando. Creo que hay que encontrar un camino de negociación, esto lo decimos públicamente, el camino de negociación tiene que tener como partes a representantes del Codicen y a los sindicatos de la enseñanza. Saber que cuando se firma un convenio eso compromete y que una corrección al alza de ese convenio tiene márgenes escasos. Es bastante paradójico, pero el viernes mientras que una asamblea introducía la proscripción de cinco dirigentes algunos estábamos trabajando en el Codicen viendo si había alguna posibilidad de algún tipo de reasignación.
Los márgenes del espacio fiscal, lo sabemos todos, son exiguos, las posibilidades de racionalizar algún recurso permitía dar una señal de interés de preocupación, y en eso estamos trabajando con márgenes por supuesto absolutamente ínfimos. Pero no va a ser excluyendo o desafiliando exdirigentes sindicales con una trayectoria que, queda mal que yo lo diga, pero me parece que es reconocida. Muy especialmente en el caso de la consejera electa por los propios maestros, nunca el magisterio tuvo un consejero electo directamente por los maestros; Irupé Buzzetti es una consejera que tiene 11.500 votos atrás y es inimaginable que un grupito de 200 o 300 maestros se haya arrogado la facultad de desgremializarla. Refiero lo de Irupé Buzzetti porque me parece que es una situación realmente extrema.
EC Romina iba a plantearle una pregunta que plantean algunos oyentes, por ejemplo José, a propósito de afiliación, desafiliación, dice: "Entiendo que cuando uno ocupa un cargo de gobierno naturalmente debería desvincularse del sindicato ya que es obvio que este se encuentra del otro lado del mostrador, o más de una vez va a encontrarse del otro lado del mostrador, sea un sindicato de trabajadores, de camioneros o de lo que sea. No desafiliarse implica que uno está dispuesto a ser permeable a las presiones de ese colectivo y eso no es bueno para el cumplimiento de la función que se le encarga. Tan es así que los que ahora desafilian a los jerarcas se quejan precisamente de que no atienden sus reclamos gremiales. Menos mal que no lo hacen y que se concentran en cumplir su misión, que todos sabemos, en este país no pasa por dar aumentos de sueldos a los docentes. En suma", dice José, "los propios jerarcas deberían haber pedido la desafiliación inmediatamente después de asumir". ¿Qué dice usted de esta lectura, de esta interpretación?
HF Bueno, tiene una lógica muy fuerte, tiene la lógica de que hay necesariamente una contraposición de intereses porque hay lugares institucionales distintos, no tengo dudas. Pero en magisterio esa no fue al tradición, tuvimos un presidente de primaria, [Vicente Foch] Puntigliano, que también había sido presidente de la FUM, así que yo diría que en el caso de magisterio hay una convivencia entre el carácter de sindicato con el de colegio profesional.
EC Pero en definitiva parece que sería más sano que el gremialista que pase a ocupar un cargo de gobierno se aleje por su propia voluntad del gremio, del sindicato.
HF O que el gremio le solicite dejar en suspenso la afiliación porque en los hechos es una afiliación que se mantiene en lo que hace a una contribución económica, que hace a una comprensión y un diálogo entre partes, pero que da por supuesto y por sabido que los lugares y las responsabilidades institucionales son distintas. Y quizás ese sea el error que comete Ademu Montevideo: pensar que quien tiene como responsabilidad la administración de un servicio público que se corresponde a un mandato legal y constitucional y que en última instancia tiene como cometido asegurar la educación pública de calidad a los alumnos, puede poner como primera prioridad la lucha reivindicativa de los funcionarios. Eso es un planteo extremadamente fuera de lugar que hasta ahora no se había dado. Yo quiero señalar que en el consejo anterior mantuvimos la afiliación todos los consejeros. El Consejo de Primaria también, en ese momento Edith Moraes era la presidenta del consejo, y todos damos por supuesto que la otra parte entiende que el lugar institucional implica obligaciones, responsabilidades y acciones diferenciadas.
***
Foto: archivo