(Emitido a las 08.40)

ALFREDO DANTE:
¿Está bien decir que Montevideo es otra?

JOEL ROSENBERG:
Por el enchastre, quizás...

AD - Es impresionante: cada esquina de Montevideo, gran parte de las esquinas, muros, columnas, cordones, columnas de UTE, cajas de UTE... todo.

JR - Incluso elementos del patrimonio: faroles del Parque Rodó del alumbrado público, del enriquecimiento público, de los paseos públicos...

AD - No se salva nada, y además la Intendencia en este caso, que sería la competente para actuar, no tiene mucha forma de hacerlo. Lo cierto es que aparentemente intimó por carta a los partidos políticos a que paren la mano, a que paren las pintadas en los cordones de las veredas y columnas de alumnado público, con la advertencia de que de otro modo van a ser sancionados económicamente. Vamos a ver qué pasa.

***

Doctor Adolfo Pérez Piera, intendente interino de Montevideo, primero que nada, ¿cuál es la reglamentación en torno a estas pintadas?

ADOLFO PÉREZ PIERA:
Hay una reglamentación que prevé el tipo de publicidad política, dónde y cómo se puede colocar. Los partidos la conocen, porque no es nueva, ha regido para todas las últimas elecciones. Compartimos la preocupación de ustedes. Por un lado es entendible, estamos en un momento muy especial, en clima electoral, los partidos quieren tener presencia, es parte de las propias reglas de juego; pero por otro lado hay que tratar de evitar -nos cabe la primera responsabilidad, aunque también a los actores políticos- que la campaña se constituya en una agresión a la ciudad. Que es lo que está ocurriendo, como ustedes señalan. Y todavía tenemos por delante casi 40 días, con lo cual es previsible, si las cosas se siguen dando como se vienen dando hasta ahora, que sea mucho peor.

JR - Claro, además son los días más intensos.

APP - Por eso mismo. En esta primera etapa hemos tratado de tomar contacto con los partidos, en primer lugar informalmente, con los responsables de la propaganda y de la campaña política, advirtiéndoles sobre las consecuencias de esa situación y tratando de que no permitan que sus militantes o la gente que contratan para hacer la publicidad realicen ese tipo de actos. Hace pocos días se les mandó una nota ya formalmente...

JR - ¿Qué dice la nota?

APP - La nota reitera lo que informalmente se había dicho en el sentido de advertir que se está violentando las normas en cuanto a publicidad y que eso significa, sobre todo, como decíamos, una agresión y un daño a la ciudad que después es difícil de reparar. Porque no es sencillo despintar todas las columnas, los cordones, las veredas... Significa dinero, tiempo. En algunos casos incluso puede significar un peligro para el tránsito, se está tapando señalizaciones vehiculares en los cordones. Todo esto puede tener consecuencias muy graves. Por eso esta última advertencia que hemos remitido a los partidos plantea el tema en términos más severos y les avisamos que vamos a comenzar a aplicar medidas.

AD - ¿Y qué pasa con lo que ya se dañó? La imaginación de la gente que pinta seguramente no tiene límites, pero la ciudad ya está muy dañada. ¿Qué pasa con el daño ya provocado?

APP - Precisamente eso es lo que estamos cuestionando, y les estamos pidiendo a los partidos que se hagan cargo en el futuro de los costos que va a significar la limpieza de todo eso.

JR - Va a ser difícil, porque en un mismo cordón pinta tres veces cada uno, nadie va a querer decir que fue el primero.

APP - Tendremos tres contribuciones entonces. Esto ya se hizo en el pasado, en otras elecciones, porque también hubo desmanes de esta naturaleza. Se pidió -con distinta suerte- a los partidos contribuciones especiales para poder proceder a la limpieza. Pero más allá de eso, está prevista en la normativa municipal la aplicación de sanciones muy severas que pueden llevar a las multas máximas. Hasta ahora no la hemos aplicado, pero después de la advertencia formal que hemos realizado en estos días, si se continúa con esta actitud, serán de aplicación las multas que corresponda.

JR - Pero ¿cómo hacen para aplicar esas multas? Hay una persona pintando en la calle; ¿un inspector la detiene o se acerca a ella? ¿Cómo se apercibe de esa multa?

APP - Esa puede ser una posibilidad, pero no es sencillo porque no hay inspectores para cubrir todos los lugares de la ciudad donde se está pintando.

JR - Una persona puede decir que lo hace porque le gusta y nadie la mandó del partido, ahí hay otra dificultad.

APP - En principio hay una responsabilidad de los partidos; después tendrán que demostrar que no fue así. Cuando se realiza publicidad no electoral, de otro tipo, son sancionables tanto la empresa que realiza la publicidad como los propietarios de la firma para la cual se hace la publicidad. Trataremos de detectar en primera instancia "en vivo y en directo" a aquellos que están realizando estos desmanes.

JR - ¿Tienen inspectores para eso, tienen capacidad?

APP - Tenemos un cuerpo de inspectores, pero usted se dará cuenta de que no es suficiente para cubrir toda la ciudad. Trataremos de hacerlo donde se pueda y luego se aplicará sanciones a los partidos políticos. Tendrán que demostrarnos que no tienen nada que ver con las pinturas, que son ajenos a la responsabilidad y demostrar la falta de contralor que puedan tener sobre aquellos que están haciendo propaganda para ellos.

Ustedes hacen bien en publicar este tipo de preocupaciones, como los diarios, hay que crear conciencia. Más allá de las sanciones que llegado el momento serán aplicadas, todos tenemos que crear conciencia de que en definitiva estamos preservando la ciudad que nos corresponde a todos, y que el daño es también para todos por igual, porque los costos que insuma la limpieza de esto, más allá de lo que significa como agresión, van a ser pagados por todos los montevideanos.

AD - Incluso desde el punto de vista turístico...

APP - Desde el punto de vista turístico, desde todo punto de vista. Hay que buscar un equilibrio. Naturalmente es un momento especial, los partidos quieren tener presencia, es legítimo y sano, pero hay muchas posibilidades de hacerlo sin dañar el patrimonio público. Se ponen pasacalles, en las columnas hay cantidad de afiches, carteles, cartelones... Todo eso está permitido, no es agresión, a través de eso se puede hacer presencia y propaganda; incluso yo diría que es mucho más eficiente que esas pintadas salvajes, que no sé si no generan rechazo en la propia población que es consciente de lo que significan como agresión a la ciudad.

JR - Disculpe que insista en el daño ya causado: ¿hay alguna estimación, se puede evaluar cuánto va a gastar la Intendencia para recuperar los cordones, las columnas, los monumentos?

APP - No, todavía no tenemos cifras en esa materia. Sin duda ya hay agresiones realizadas y daño ocasionado; ahora procuramos que esto se frene drásticamente y evitar que en adelante continúe. Porque además es como usted dice: pinta un partido, otro pinta arriba, pinta el tercero... es una situación incontrolable.

AD - Los colores favorecen: los blancos pintan blanco y celeste, y viene la gente del Frente Amplio (FA) y encaja el rojo arriba.

APP - Sí, es así.

JR - ¿Con la gente del EP-FA-NM no hay línea directa? Es una Intendencia del EP-FA-NM...

APP - Por supuesto, y hemos tomado contacto con sus autoridades; la misma nota que se mandó a los otros partidos se ha mandado también al EP-FA-NM.

JR - No les han hecho mucho caso.

APP - Si no hacen mucho caso serán sancionados como corresponde. En ese sentido estamos actuando como la Intendencia de Montevideo, no como la Intendencia del EP-FA-NM.

JR - ¿Los vecinos tienen alguna instancia para llamar? Yo, por ejemplo, bajé de mi apartamento y vi pintar las columnas, uno atrás del otro, porque vienen casi en fila. ¿Hay un teléfono, un lugar donde denunciar eso?

APP - Sí, se puede denunciar en los centros comunales y en la Inspección General; no tengo el teléfono aquí, pero se los puedo suministrar después para que lo difundan por la radio. Agradecemos a los vecinos que denuncien ese tipo de situaciones para, en la medida de lo posible actuar, sobre el hecho en el momento.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón