Entrevistas

Graciela Bianchi: planteo del Codicen de suspender vacaciones de setiembre "hace lo de siempre: quedarse en la superficie"

El precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou le entregó ayer al Codicen un documento con propuestas para paliar la clases perdidas por el conflicto de la educación. Graciela Bianchi, exdirectora del liceo Bauzá e integrante del equipo de asesores en educación de Lacalle Pou, explicó a En Perspectiva que la propuesta, que incluye el dictado de clases los sábados y a contraturno, pretende usar también las horas destinadas a coordinación docente, a las que calificó como "un aumento de salario encubierto, porque no se cumplen y están remuneradas". Agregó que el planteo apela a la autonomía y al "liderazgo de los equipos directivos" para instrumentar en cada centro una recuperación "focalizada en determinados alumnos o determinadas asignaturas". Para Bianchi el planteo del Codicen de suspender las vacaciones de setiembre "suena más a una especie de venganza hacia los profesores o una tomada de pelo a la población", ya que se queda "en la superficie" y no permite "ir al fondo del asunto".


(emitido a las 7.48 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Este año va camino a convertirse en el de mayor pérdida de clases por medidas gremiales de las últimas décadas. ¿Cómo recuperar los días perdidos? Ayer el precandidato Luis Lacalle Pou le elevó al [Consejo Directivo Central] Codicen una vía alternativa a las que se han conversado hasta este momento.

El uso de horas destinadas a coordinación docente, el dictado de clases los sábados y a contraturno son tres partes de este posible camino planteado por Lacalle Pou que implica además la independencia para cada centro en cuanto a cómo organizar su propio cronograma de recuperación.

Estamos en comunicación con la profesora Graciela Bianchi, exdirectora del liceo Bauzá, que desde hace un tiempo ya integra el equipo de asesores en educación de Lacalle Pou.

¿Por qué salen ustedes con esta iniciativa en este momento?

GRACIELA BIANCHI:
Porque los que estamos vinculados a la educación tenemos una preocupación desde siempre: la pérdida sistemática de días de clase, que este año fue especialmente problemática. Nosotros no hacemos hincapié especialmente en la cantidad, que por supuesto es fundamental, sino en la calidad educativa que se deprime aún más por la intermitencia, la inseguridad, la falta de certezas de cuándo se tomaban exámenes y cuándo no. Los chicos normalmente no iban a las instituciones, a veces los profesores no se adherían al paro pero los padres frente a la información de que había paros o de que estaban ocupados los centros educativos no enviaron a los chicos a clases. En definitiva se juega un año en la vida de una generación más de estudiantes que viene arrastrando problemas anteriores.

EC – El Codicen ya está manejando una fórmula de recuperación de clases, ¿no les satisface a ustedes?

GB – Con todo respeto, la propuesta del Codicen suena más a una especie de venganza hacia los profesores o una tomada de pelo a la población. En primaria las vacaciones de setiembre son dos días, uno quedó como vacación y reconocimiento del día del maestro, o sea que se estaría recuperando un día. Y en secundaria, que es una semana, en realidad serían cuatro de recuperación, uno queda de vacaciones, y es un período de exámenes, sobretodo en primer ciclo, en segundo ciclo es donde dicen que suspendieron porque era un período excepcional. En consecuencia, los profesores o están dando clase o están tomando exámenes, y se necesita una organización muy bien aceitada a nivel de cada centro para que efectivamente las clases sean recibidas, si no simplemente se convierte en algo formal. No tenemos vacaciones, el liceo está abierto, pero lo importante es qué calidad de recuperación tienen.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Por dónde pasan las diferencias entre las propuestas de ustedes y las realizadas por el Codicen?

GB – Creo que queda claro, el Codicen simplemente no tiene una propuesta, lo que hace es lo de siempre: quedarse en la superficie y no ir al fondo del asunto. Reitero, suspender las vacaciones de setiembre significa nada.

RA – Pero por ejemplo, estaba repasando ahora en un documento que había manejado hace algunas semanas atrás cuando se reunió con los sindicatos de la coordinadora de la enseñanza. Allí se planteaba utilizar el tiempo de coordinación para el dictado de clases, el tiempo que tienen los profesores de coordinación, y fortalecer el sistema de tutorías. Focalizar el curso en aquellos temas principales del programa, entre otros, y hacer especial hincapié en algunos proyectos, por ejemplo en lo que tiene que ver con aulas comunitarias. Ellos manifestaban que por esa cantidad de instrumentos también pasaban las horas de recuperación.

GB – Se responde por sí mismo, todos esos proyectos no funcionan, no están bien instrumentados, son nombres, si no, no tendríamos los resultados desastrosos que tenemos en la educación. Los que conocemos el sistema desde dentro sabemos que eso son espacios, proyectos focalizados, donde no se controla la asistencia, no existe la rigurosidad que significa el respeto de la autonomía de cada centro, que cada centro pueda instrumentar como corresponde en coordinación con las inspecciones que tampoco funciona. O sea, lo que se está buscando en este caso es un fortalecimiento de los espacios institucionales que funcionan, si el equipo de dirección lo hace funcionar con liderazgo, porque además son espacios remunerados, o sea que la diferencia es sobre todo en la responsabilidad con la que se debe enfocar. Porque la discusión se está centrando en si se van a descontar los paros o no. Y reitero que hay que conocer el sistema por dentro, y sabemos cómo funciona, no es la primera vez que pasa, lo que pasa es que este año se hizo más notorio y fueron más clases. Después todo se desgaja, porque los chicos quieren vacaciones, los profesores en su gran mayoría entraron a los liceos y a las escuelas sin alumnos porque no se adhirieron al paro pero los alumnos no estaban y en consecuencia tampoco quieren perder las vacaciones. Apelamos a algo que nosotros conocemos muy bien y que es el liderazgo de los equipos directivos para instrumentar. Las horas de coordinación son mucho más importantes porque tienen ya de arranque contenido técnico pedagógico.

RA – Un aspecto importante de la propuesta de ustedes es esa especie de contrato, de acuerdo entre los docentes y la dirección de cada centro educativo con un grado mayor de autonomía, dicen, que no sea una medida que se aplique en general a todos los centros. ¿Podemos explicar un poco más cómo operaría esa especie de acuerdo?

GB – Tenemos un Consejo de Participación creado por ley que se supone que está funcionando en todas las instituciones, y que se convierte además en un factor o un elemento muy importante para concretar esta propuesta. En el Consejo de Participación están alumnos, profesores, padres y comunidad, y es el que busca junto con la dirección las medidas concretas en los espacios remunerados o buscando también la compensación económica de decir: "bueno, no descontamos pero cumplan los que efectivamente hicieron el paro con no convertir a los alumnos en rehenes de una situación que sabemos que fue esencialmente política". El nexo es el Consejo de Participación, el equipo directivo forma parte, reitero, los profesores, alumnos y padres también, y después quien controla en el sentido técnico qué es lo que se está haciendo es el equipo inspectivo del desconcentrado respectivo, que informa a Codicen, que siempre debe ser el que tenga la evaluación final, porque es el que tiene la personalidad jurídica de la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública], no existe autonomía de los desconcentrados, cada desconcentrado no puede hace lo que quiera, menos si cumplimos con la ley.

RA – Uno de los aspectos que usted marcaba recién y en el que hacía hincapié era el tema del pago extra a los docentes que efectivamente se adhieran a estas horas de recuperación...

GB – Extra no, nosotros lo que proponemos es usar horas remuneradas que la población no sabe que existen, que son las horas de coordinación. Las hay de dos tipos: la institucional, que existe por centro, todos los docentes un día a contraturno con los directores y ahí es todo el día; y las que se otorgan a los profesores según la cantidad de horas que elijan para impartir cuando les asignan las horas. Esas horas, si no se hacen las cosas bien –y evidentemente no se están haciendo, si no, reitero, no tendríamos los resultados que tenemos–, son un aumento de salario encubierto, porque no se cumplen y están remuneradas. En consecuencia son espacios pedagógicos muy importantes porque son por asignatura, se puede hacer interdisciplinar también. Y eso no es pago extra. Se estarían usando los recursos que se deberían estar usando bien.

EC – Una de las posibilidades que ustedes manejan es el dictado de clases en días sábado. ¿Hay antecedentes de una medida así en el Uruguay?

GB – Los días sábados hasta hace poquito tiempo eran obligatorios.

EC – Está bien, usted habla de secundaria.

GB – En primaria no hay antecedentes, pero tampoco hubo antecedentes de una pérdida tan importante de clases como pasó este año y como viene pasando en los últimos tiempos.

EC – Usted señalaba, en los liceos hasta hace un tiempo había clases los sábados, mi pregunta apuntaba sobre todo a saber...

GB – Es día hábil el sábado en secundaria.

EC – Mi pregunta apuntaba a saber si como medida de compensación, como medida de emergencia, se ha dictado clases los sábados por ejemplo en escuelas.

GB – No, no, tampoco en secundaria como medida de emergencia por compensación de paros hay antecedentes, que yo recuerde en los 41 años que trabajé en secundaria. Sí tenemos la experiencia de compensar los déficits educativos que vienen de niveles previos, eso era el centro del proyecto que funcionaba en el Bauzá, o sea que en definitiva es algo bastante parecido. Tenemos que trabajar a contraturno por ejemplo, ¿cómo hacemos a contraturno?, es bastante fácil si se saben instrumentar los horarios porque los chicos tienen los boletos gratuitos hasta los 20 años y además se puede pagar alimentación, incluso en secundaria, porque hay dinero de proventas de cantina. Entonces los chicos que no pueden ir a sus casas por la distancia y deben permanecer en la institución más tiempo comen en el liceo y tienen los boletos gratis. En general además los liceos son cercanos a la zona, el caso por ejemplo del Bauzá es una excepción porque es un liceo de aluvión. Sin embargo, se puede instrumentar, porque hay dinero, y además hay dinero de la propia institución, reitero, todo lo que proviene de alquileres de cantina es proventa y las direcciones de los liceos pueden gastarla justificándola, pero sin los controles que corresponden al Tocaf.

EC – Y sobre el otro instrumento que ustedes mencionan, las clases a contraturno, pregunta una oyente, Gabriela, que dice que es profesora de Química: "¿En qué salones se haría eso? En nuestro caso, en el liceo 46, el turno tiene todos los salones ocupados. Y además, ¿con qué profesores?, porque la mayoría de los profesores trabajamos en los dos turnos".

GB – Bueno, por eso es que cada centro tiene que liderar el proceso, cada centro tiene una realidad diferente. No quiero ser autorreferencial, pero no tengo más remedio: el Bauzá tiene 106 grupos y nosotros lo pudimos instrumentar. Hay espacios pedagógicos que no son solamente los salones de clase: hay bibliotecas, hay salas de informática, hay salas de profesores. En situaciones de emergencia hay que buscar soluciones de emergencia. Es perfectamente posible, y además lo que se propone, es por eso que se necesita que sea en cada centro y a través del Consejo de Participación, es que no todos los alumnos necesitan la misma recuperación, no puede ser una medida formal como es la suspensión de las vacaciones, tiene que ser una medida analizada por el equipo docente y focalizada en determinados alumnos o determinadas asignaturas, depende de cada centro, que se necesita fortalecer. Ese es el valor de que sea de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo, porque uno de los fracasos fundamentales del sistema educativo uruguayo es que –tampoco vienen directivas de los consejos, vamos a ponernos de acuerdo– tampoco se estimula la autonomía de los centros, se coarta, está en el discurso, pero se coarta. Cada centro, cada equipo directivo, cada equipo docente, sabe en qué tiene que hacer hincapié.

EC – ¿Quedó abierto algún canal de diálogo con el Codicen a partir de esta propuesta que ustedes entregaron ayer?

GB – Esas cosas las maneja Luis Lacalle Pou, obviamente que nosotros tenemos conocimiento de cada área de trabajo porque trabajamos en equipo según los temas, suponemos que va a haber una devolución, por supuesto que el diálogo está siempre abierto. La propuesta de Luis y los que formamos su equipo es proactiva, nosotros lo que queremos es efectivamente que pequeñas grandes cosas se vayan realizando para poder superar la situación. En este caso en la educación, otros equipos, yo no opino de lo que no sé, pero hay equipos de todos los temas.

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Foto: archivo

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