Entrevistas

Mónica Xavier (FA): "Lamentablemente Argentina sigue viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio"

Mónica Xavier (FA): "Lamentablemente Argentina sigue viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio"

El sistema político uruguayo manifestó en general su respaldo al Gobierno ante la decisión del presidente José Mujica de autorizar el aumento de producción de pasta de celulosa de UPM. Consultada por En Perspectiva, la presidenta del Frente Amplio (FA), Mónica Xavier, afirmó que la voluntad de negociación de Uruguay "es inquebrantable" pero que "en algún momento hay que tomar decisiones". Negó que el escenario que se abre ahora tenga como telón de fondo un cambio de estrategia en las relaciones con Argentina y destacó que Uruguay "ha sido extremadamente responsable durante todos estos años" con respecto al monitoreo de la contaminación del Río Uruguay, pero que de parte de Argentina "no hay comprensión". "Lamentablemente Argentina sigue viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio", dijo, al tiempo que consideró que el argumento de que fue UPM quien presionó para que se autorizara el aumento de producción "es parte de la actitud de denostar la decisión" del Gobierno.


(emitido a las 9.11 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Tres de los cuatro expresidentes del período posdictatorial manifestaron con matices su respaldo a la posición del presidente José Mujica que ayer autorizó un aumento de la producción de celulosa de la empresa finlandesa UPM.

El antecesor de Mujica y candidato presidencial por el Frente Amplio (FA), Tabaré Vázquez, manifestó hablando con Búsqueda su respaldo absoluto a la resolución: "Por supuesto, apoyo totalmente lo actuado por el señor presidente de la República que, por otra parte, no me toma por sorpresa". La nota recuerda que Vázquez fue presidente en el período 2005-2010 y mantuvo una relación tensa con el gobierno kirchnerista precisamente por la instalación de Botnia en Río Negro, sobre el margen oriental del río Uruguay. Ahora sostuvo que Mujica expresó una posición equilibrada, defendiendo en primer lugar los intereses de los uruguayos y procurando mantener una relación amistosa con el gobierno argentino. Y añadió: "Yo ya estaba informado acerca de la posición del gobierno, el presidente estuvo en mi casa antes de su viaje a Estados Unidos y me comunicó que ya había adoptado esta decisión".

Por su parte, Julio María Sanguinetti, dos veces presidente, entre 1985 y 1990 y entre 1995 y 2000, opinó que Mujica finalmente adoptó una decisión impuesta por los tratados y por la lógica. "Estimo que igualmente no tendría por qué hacer ninguna concesión a la Argentina, donde solo ha encontrado intransigencia y donde se ha anunciado que no tolerarían ni una tonelada más de aumento de la producción. Lamento que haya llegado a esta solución luego de tantas contradicciones, pero en este momento es lo que se impone", declaró Sanguinetti hablando con Búsqueda.

Luis Alberto Lacalle, que fue presidente por el Partido Nacional en el período 1990-1995, fue terminante: "Yo sigo la divisa de que en el error o en el acierto estoy con mi país, y esto es un acierto. O sea que en materia de defensa de los intereses nacionales nunca voy a vacilar en cuanto a estar junto al gobierno de mi país, sea cual sea ese gobierno".

Finalmente la nota alude al expresidente Jorge Batlle y dice que se encontraba en el exterior y al cierre de la edición del semanario no pudo ser ubicado.

Ya hablamos esta mañana en En Perspectiva con el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, hablamos con el doctor Didier Opertti, excanciller de la República, canciller en el momento mismo en que se inició todo el proceso vinculado con la instalación de la planta de Botnia, al final del gobierno del doctor Jorge Batlle. Nos interesa ahora conversar con el Frente Amplio (FA), y para eso estamos en diálogo con la presidenta de la fuerza política, senadora Mónica Xavier.

Concretamente, para empezar, ¿pudo, debió haberse seguido negociando?

MÓNICA XAVIER:
La voluntad de negociación de Uruguay es inquebrantable, siempre vamos a apelar a la negociación. Ahora, en algún momento hay que tomar decisiones, y esas decisiones no interrumpen el diálogo, lo podrían continuar; obviamente tiene que haber de ambas partes la voluntad de hacerlo. Creo que en este caso Uruguay ha tomado todas las precauciones, incluso la de una decisión que puede revocarse si las condiciones que se le exigen a la planta de UPM no son cumplidas, como esas dos medidas técnicas de enfriamiento del agua y de disminución del vertido de determinadas sustancias.

Esto se hace con un muy meditado seguimiento, con mucha evidencia científica, y me parece importante esta reseña que usted hacía del posicionamiento de los fundamentales líderes políticos de todas las colectividades en Uruguay, que apoyan este camino. Esto muestra que no es una cosa que no haya tenido la valoración, la ponderación, y se toma en defensa del interés nacional con la certidumbre de que no se está afectando ningún tema que es esencial para Uruguay. Somos muy conscientes de que un daño al ambiente luego es muy difícil de reparar, por lo tanto lo primero es evitarlo. Pero no hay comprensión, habrá que seguir manteniendo voluntad de diálogo cuando esta sea respondida de la otra parte.

EC - ¿Cómo observa ese análisis que está realizando el gobierno argentino y difundiendo a través de sus voceros en cuanto a que el gobierno uruguayo actúa presionado por UPM? Ayer, por ejemplo, en la conferencia de prensa que dio el canciller Timerman ese era un argumento casi central, de algún modo el malo de la película es UPM y no Mujica. Pero ojo, también acá dentro del país, incluso en algunos sectores de la propia izquierda se habla de que el gobierno quedó embretado por UPM que hace algunas semanas planteó algo de este estilo: "Si no se me autoriza el aumento de la producción, tengo que parar la planta por un mes, hasta empezar el nuevo año en el que corre el nuevo tope de producción". Y una parada de un mes tiene una serie de consecuencias graves en materia de empleo, de actividad económica. ¿Qué dice usted?

MX - No creo que haya ningún condicionamiento, me parece que es parte de la actitud de denostar la decisión decir "acá son las grandes empresas las que condicionan las decisiones del gobierno". En este tema ha habido suficiente trabajo desde el punto de vista del gobierno en sus diferentes dependencias, ha habido unanimidad, porque son desarrollos económicos que no habían existido en el país y que requieren de una mirada muy atenta desde todo punto de vista. Y acá básicamente está en cuestión el tema ambiental. Entonces no hay ningún condicionamiento, hay un desarrollo al cual hay que atender, porque vendrán otros, por suerte, para Uruguay y su gente.

EC - El argumento que se ha escuchado –incluso, le repito, dentro de la izquierda, lo plantean algunos oyentes que aclaran en sus mensajes que son frenteamplistas– es por qué UPM generó el hecho consumado, por qué se largó a producir a la nueva velocidad con eficiencia mejorada y generó esta situación de brete ante la que el gobierno tuvo que expedirse ahora, en este momento.

MX - Justamente, porque es una empresa que ha venido superando su producción y la condición en la que esta se va generando, y es un acumulado, es un proceso que se mide cuando se pasa raya al año, entonces a la parada tradicional anual para ajustar las cuestiones técnicas se sumaba este incremento de la producción producto de una mayor eficiencia. Y es natural que así se dé, yo no creo que exista de esta empresa o de otra ningún condicionamiento que obligue a que el país resuelva. Ha habido mayor productividad, hay que tomar una decisión.

El problema no es con una empresa que se vuelve más eficiente, sino tener las garantías de que en ningún momento se está dañando aquello que no se debe dañar, que es el ambiente, que es nuestro y de las generaciones futuras. Me parece que no es parte de un razonamiento lógico sino de una argumentación para denostar un poco más la actitud del gobierno que se ve "avasallado" por una empresa. De ninguna manera es así, se ha sido extremadamente responsable durante todos estos años, creo que es bueno que nuestra región discuta estándares ambientales, Uruguay ha avanzado en ese sentido; lamentablemente en la República hermana, en la Argentina, no, sigue viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Y me parece que perdemos nuevamente si se entra en el mismo camino que hace algunos años, perdemos nuevamente la posibilidad de ayudarnos entre todos con estándares ambientales mucho mejores para el conjunto de nuestras sociedades.

EC - Romina, ¿otras preguntas?

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cómo evalúa la fuerza política el cambio de estrategia que significa este punto de inflexión en la relación con Argentina?

MX - No creo que signifique un cambio de la estrategia con Argentina. Significa tomar una decisión cuando se han relevado todos los puntos que se deben relevar, y no ha habido respuesta diferente del otro lado, pero no es un cambio de estrategia, un cambio de estrategia implicaría otras cosas. En este caso hemos continuado con rigor el monitoreo de esta situación, porque, insisto, Uruguay tiene que plantearse el mejor monitoreo de todos estos grandes emprendimientos, porque en una senda de desarrollo, puede ser este, pueden ser otros, están planteados varios emprendimientos y el impacto sobre el ambiente es natural, por tanto hay que intentar prevenir situaciones irreparables o de difícil reparación. Entonces acá no hay un giro, acá hay una decisión lógica...

EC - Creo que Romina aludía al hecho de que Mujica se ha caracterizado por tener mucha paciencia en la relación con Argentina, y por eso mismo ha sido cuestionado por la oposición. Acá dio un giro en ese sentido, dijo "no va más, resuelvo y punto, que pase lo que pase".

MX - Creo que esto no constituye un giro de estrategia, sino la necesidad de tomar una decisión que no se podía dilatar más una vez que el país llega a la conclusión de que no está haciendo ningún daño y además le está colocando determinadas condiciones a la empresa, había que tomarla. Si la contraparte no evoluciona en la valoración sino que sigue emperrada en la misma mirada, poniendo datos que no se condicen con otras evaluaciones, ahí se dará la situación de confrontación o la falta de diálogo, que en estas horas parece estar trancado. Pero no hay un cambio de estrategia sino una decisión que siempre se tomó de acuerdo con el interés superior del país y que no tiene el beneplácito de la contraparte.

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Foto: archivo

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Transcripción: María Lila Ltaif