Entrevistas

Pablo Abdala (PN): Detrás del proyecto de desafiliación de las AFAP "hay discusiones de carácter político o ideológico"

Pablo Abdala (PN): Detrás del proyecto de desafiliación de las AFAP "hay discusiones de carácter político o ideológico"

Entre los proyectos de ley que tratará el Parlamento esta semana se destacan dos vinculados a la seguridad social: el de extensión de beneficios por maternidad y paternidad, que cuenta con un amplio respaldo del sistema político, y el de desafiliación de las AFAP, fuertemente cuestionado desde la oposición. Con respecto al primero, el diputado nacionalista Pablo Abdala dijo a En Perspectiva que se trata de un "avance" que posiciona a Uruguay "a la vanguardia" de la legislación social, sobre todo en materia de equiparación de derechos entre trabajadores privados y públicos y entre dependientes y no dependientes. Sobre el proyecto de desafiliación de las AFAP, el diputado consideró que no se ha dado "el tiempo necesario" en la interna del Parlamento para analizar una reforma "que es la más importante que se vaya a aprobar en los últimos años". Planteó el trasfondo "ideológico" que a su juicio tiene el tema por el "enfrentamiento" histórico del Frente Amplio con las administradoras de ahorro.


(emitido a las 7.49 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En plena vorágine por ese inminente fin del plazo constitucional para aprobar determinado tipo de leyes, la agenda parlamentaria de esta semana incluye varios proyectos, pero en particular dos vinculados a la seguridad social.

Por un lado está la extensión de beneficios por maternidad y paternidad a los trabajadores del sector privado, una iniciativa que cuenta con la unanimidad del sistema político y que ha sido destacada por todos los partidos como una ampliación de los derechos que vale la pena saludar. Pero por otro está la norma que habilita la desafiliación de las AFAP a aquellos que se hayan incorporado al sistema mixto de seguridad social de forma voluntaria, un texto que va a ser aprobado solo con los votos del Frente Amplio y que ha sido fuertemente cuestionado desde la oposición.

Vamos a detenernos en estas dos leyes que se vienen conversando con el diputado Pablo Abdala, de Alianza Nacional, Partido Nacional, que integra la comisión de la Cámara de Diputados que aborda estos asuntos.

ROMINA ANDRIOLI:
Comencemos si le parece con el proyecto de licencia por maternidad y paternidad, ¿cómo se ve desde el Partido Nacional esta iniciativa?, ¿qué destaca usted en particular del texto que aparentemente sería aprobado definitivamente esta semana sin mayores complicaciones?

PABLO ABDALA:
Nosotros vemos positivamente ese proyecto que ya ha recibido la media sanción, en el día de ayer en la Cámara de Diputados, por supuesto a partir de un tratamiento más veloz de lo que sería aconsejable para un análisis parlamentario detenido. De cualquier manera veníamos haciendo ya el seguimiento de este tema que en el Poder Ejecutivo fue objeto de análisis, de distintas versiones que fueron siendo sustituidas unas por otras hasta que se llegó a este resultado que pudimos por lo menos analizar en la Comisión de Población y Desarrollo Social la semana pasada. Creemos que es un avance en la legislación social. Hay una mejora en la licencia por maternidad, en el subsidio por maternidad, porque se extiende de 12 a 14 semanas. Hay también una mejora gradual en cuanto a la licencia por paternidad que hasta el 2016 se establece un aumento progresivo en la cantidad de días de licencia por concepto de paternidad, hoy son tres días, va a llegar a diez en el año 2016. Después está esta innovación del subsidio de cuidado que en los hechos implica el medio horario compartido u opcional entre padre y madre. Creemos que está bien en la medida que las arcas del Estado permitan financiar este tipo de soluciones a partir de que se proclama la mejora en las cotizaciones del Banco de Previsión Social (BPS), en su recaudación, y por lo tanto la salud financiera del mismo, que se destine parte de esos recursos con estos fines. Sin, por supuesto, gravar adicionalmente al sector privado, sin aumentar los tributos, cosa que no acontece en este caso, porque como se sabe, esto se financiará con recursos del BPS y la asistencia de Rentas Generales si fuera necesario.

RA – ¿Significará una erogación importante de las arcas públicas o cómo se ve desde ese punto de vista?

PA – No estoy en condiciones de dar una cifra exacta pero puedo darle sí una aproximación. El BPS gasta aproximadamente en forma anual 42 millones de dólares por concepto de subsidio por maternidad, promedialmente, de acuerdo a la cantidad de mujeres que son trabajadoras y quedan embarazadas. A partir de allí podemos sacar un cálculo estimativo de cuánto puede representar esto en la medida en que hay una extensión de dos semanas en el subsidio por maternidad. Con un agregado interesante, que a mi juicio es un elemento de equidad importante, y es que se incorporan las trabajadoras no dependientes. Eso me parece que es saludable porque trabajadoras son todas y naturalmente aquellas que son titulares de empresas unipersonales o monotributistas está bien que puedan acceder al mismo resultado. Es un beneficio para los trabajadores pero yo diría que hay que inscribir esta solución en una mirada más amplia desde el punto de vista de las políticas demográficas, del fomento de la natalidad en términos de hacer conciliable el cuidado de los niños con el trabajo remunerado. Es decir, facilitar el sistema de cuidados de un colectivo vulnerable como es el de los niños y el de los menores de edad con quienes al mismo tiempo desarrollan una actividad laboral remunerada y viven de su trabajo. Así que por todas estas razones es que se registró ayer esa coincidencia unánime en la Cámara de Diputados que supongo que se repetirá hoy en el Senado.

RA – ¿Y cómo nos deja este proyecto y estos cambios que acaban de obtener media sanción en relación a la normativa en otros países respecto a este tema?

PA – Yo le diría que Uruguay en esto sin ninguna duda se ha caracterizado por haber desarrollado históricamente una legislación de avanzada. En ese sentido yo diría que en esto no vamos nosotros a la retranca de lo que ocurre en otros países sino que más bien vamos a la vanguardia. Tenemos que valorar el hecho de que esto representa un avance para los trabajadores uruguayos pero además sobre todo una equiparación de derechos, ese es el otro elemento, entre trabajadores privados y públicos. Había una inequidad importante en cuanto a determinados beneficios de esta naturaleza respecto de los cuales los trabajadores públicos gozaron de los mismos desde hace muchísimos años, en particular hubo un impulso importante en la década del 90 en cuanto a la mejora de los derechos de los trabajadores del Estado en términos del subsidio por maternidad y del medio horario. En ese sentido creo que lo de ayer representa, fundamentalmente para las trabajadoras y los trabajadores privados, una suerte de equiparación importante que a nuestro juicio incorpora un elemento de equidad en ese plano como así mismo en el que ya mencionamos de la equiparación entre trabajadores dependientes y no dependientes.

RA – Pasemos, si le parece, al otro proyecto que está siendo considerado por estas horas, que es el de desafiliación de las AFAP para aquellos que se hayan incorporado al sistema mixto de seguridad social de forma voluntaria, sin tener la obligación de hacerlo, con el que ustedes no están de acuerdo. ¿Cuáles son los principales problemas, qué les preocupa de esta iniciativa?

PA – Acá hay una primera objeción que es de carácter formal y eso no la hace menos grave o importante, sino al revés: el hecho de que este proyecto se apruebe en la Cámara de Diputados, como se aprobará, ya no digo en tiempo récord sino apenas durante el transcurso de una sesión o de una jornada de trabajo parlamentario. Estamos hablando de una reforma del sistema de seguridad social que es la más importante que se vaya a aprobar en los últimos años. El primer cambio sustantivo se aprobó en esta misma legislatura en 2010 cuando se diversificaron las alternativas de inversión de las AFAP y ahora se produce este nuevo cambio, que cualitativamente es importante. No es razonable que la Cámara no tenga el tiempo necesario y suficiente como para analizarlo, profundizarlo, meditarlo y en última instancia actuar libremente. La votación de hoy va a ser de ratificación, como dije ayer yo en el ámbito de la cámara cuando se mocionó para convocar a una sesión en el día de hoy. Realmente creo que esto en algún sentido desconoce el fuero del Parlamento y termina por violar la propia independencia del poder legislativo. Estamos hablando de un cambio que va a impactar, sin duda, en la realidad del sistema de seguridad social y en el régimen de las AFAP por la opción que se establece con carácter voluntario para que los afiliados puedan volver al sistema de reparto. Eso nosotros podemos llegar a compartirlo como punto de partida, sin embargo no estamos en condiciones de medir bien si la solución que se ha encontrado, esa franja que se ha establecido entre los 40 y 50 años, es correcta o eventualmente puede llegar a generar dificultades al sistema de seguridad social y puede llegar a inducir a error eventualmente a los propios administrados.

Yo no tengo claro si aquí el verdadero objetivo es favorecer a los afiliados activos, a los trabajadores que aportan al sistema para que hagan su mejor opción para que al momento de jubilarse lo hagan de la mejor manera, o si detrás de esto hay otro tipo de tensiones o de discusiones de carácter político o ideológico. Me temo que algo de eso hay, porque como todos sabemos en la izquierda con relación a este tema ha habido claramente un enfrentamiento político ideológico que ni siquiera se ha disimulado.

RA – Yendo a uno de los puntos que usted marcaba, el tiempo que se les dio en el Parlamento, ayer cuando entrevistábamos al director de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Roberto Baz, él decía que entiende que no es pertinente ese argumento de que ha existido poco tiempo teniendo en cuenta que hace dos años que se viene discutiendo esta posibilidad de habilitar la desafiliación de las AFAP en el Diálogo Nacional sobre Seguridad Social y que allí ha habido participación de todos los partidos políticos e incluso en su caso del Partido Nacional. Entonces ¿cómo se explica este argumento?

PA – Nada de eso, ninguna instancia que se realice fuera del Parlamento sustituye el análisis parlamentario, eso me parece tan evidente como notorio, por más diálogo social que haya habido. Diálogo en el que el Partido Nacional participó pero por cierto allí no llegó a ningún acuerdo con nadie porque además las decisiones que se toman en el Parlamento las tienen que tomar los parlamentarios, y para eso hay que procesarlas desde el punto de vista del trabajo en las comisiones. Ese ámbito que se generó fue diálogo a veces pero muchas veces se convertía en monólogo. Nosotros participamos en algunas de esas jornadas y es notorio que a lo que le llaman diálogo es a un ciclo de charlas o de ponencias donde quienes concurríamos simplemente asistíamos silenciosos a los puntos de vista, explicaciones y desarrollos que realizaban distintos actores sociales o políticos.

RA – ¿Ustedes no habían hecho ningún planteo en esta línea sobre este tema de la desafiliación?

PA – Por supuesto que nosotros oímos hablar de este tema y siempre dijimos que darle libertad al trabajador de poder optar en su propio beneficio nos parecía bien, correcto, fundamentalmente contemplar situaciones como las de los que se encontraban en una situación intermedia desde el punto de vista generacional cuando comenzó el nuevo sistema, es decir, los que superaban los 40 años y por lo tanto van a registrar menos años de cotización al momento de su jubilación. Tal vez esos segmentos de aportantes se vean perjudicados por las cuentas individuales y les convenga más volver al sistema de reparto. A todo eso estábamos abiertos, pero obviamente sobre la base de que cualquier fórmula que se presentase debía ser analizada por los diputados y los senadores que, vamos a entendernos, salvo alguna excepción como puede haber sido la mía o la de algún colega, la enorme mayoría no concurrió al diálogo social. Postular que el Parlamento es una especie de pronto despacho o votación de ratificación de lo que actores sociales a los que la ciudadanía no votó acordaron en un ámbito paralelo, me parece que no resiste el menor análisis.

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Foto: archivo