Delegación brasileña considera "muy frágiles" los argumentos del Gobierno para la regulación de la marihuana
El intento del Gobierno del presidente José Mujica para regular el mercado de venta de la marihuana ha tenido muchos elogios, pero también recibió muestras de inquietud a nivel regional. En los últimos días, un grupo de brasileños llegó al país para tratar el tema en la Comisión de Salud del Senado y alertaron a los legisladores sobre los efectos de esta norma. Para conocer más sobre la visión del vecino país con respecto a este proyecto de ley, En Perspectiva entrevistó a Sergio de Paula Ramos, de la Asociación Brasileña sobre Alcohol y Otras Drogas, y al subprocurador de Justicia de Río Grande del Sur, Marcelo Dornelles, quienes manifestaron su preocupación por el hecho de tener "legislaciones tan opuestas y a la vez una realidad tan próxima" dado que Brasil está aplicando una política muy rígida al respecto. También resaltaron que "no existe ningún país en el mundo que haya liberado la marihuana y no haya aumentado el consumo", por eso consideran que "la liberación va a agravar el narcotráfico".
(emitido a las 8.55 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Desde el año pasado Uruguay es noticia alrededor del mundo por el proyecto de ley destinado a regular la producción, comercialización y venta de marihuana. Líderes políticos de varios países han saludado la idea del Gobierno de José Mujica de ensayar una alternativa nueva en la lucha contra el narcotráfico. Pero la iniciativa no recoge solo elogios, también genera preocupaciones, por ejemplo muy cerca de nuestras fronteras.
El pasado mes de agosto, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó una "moción de preocupación y contrariedad" dirigida al presidente José Mujica "respecto de la adopción de una legislación divergente y no totalmente compatible con el derecho internacional que limita el uso de narcóticos, lo que incluye a la marihuana". Brasil tiene un problema serio con el consumo de drogas y el narcotráfico y está aplicando una política muy dura en esta materia.
Ayer, una delegación brasileña compareció ante la Comisión de Salud del Senado de nuestro país y alertó a los legisladores sobre los efectos que esta norma uruguaya puede tener en su país e incluso en la región. El grupo estaba integrado por Osmar Terra, diputado federal por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el psiquiatra Sergio de Paula Ramos, de la Asociación Brasileña de Estudios sobre Alcohol y Otras Drogas, y Marcelo Dornelles, subprocurador general para Asuntos Institucionales del estado de Río Grande do Sur.
Vamos a conversar con dos integrantes de la delegación, nos acompañan Sergio de Paula Ramos y Marcelo Dornelles.
En primer lugar vamos a aclarar una confusión que se generó en los últimos días a propósito de la visita de esta delegación brasileña. ¿Fueron ustedes quienes solicitaron ser recibidos por la Comisión de Salud del Senado uruguayo?
SERGIO DE PAULA RAMOS:
Sí, el diputado Osmar Terra le propuso al senador (Alfredo) Solari esta visita y me invitó a mí, que represento a la Asociación Brasileña de Estudios de Alcohol y Otras Drogas, y a Marcelo Dornelles. Son tres instituciones distintas que vienen a Uruguay para trasmitir una preocupación, pero más que nada a intercambiar puntos de vista, información científica, etcétera.
EC - La iniciativa, entonces, fue del diputado Osmar Terra, que estuvo en diálogo con el senador Alfredo Solari, del Partido Colorado, que es el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Alta de nuestro país. Fue de esa manera que se gestionó esta visita.
El sábado pasado, el diario El País tituló en primera página: "Llega misión de Brasil para frenar ley de la marihuana". La nota que estaba en páginas interiores decía que "en la recta final de la sanción parlamentaria de la ley sobre marihuana, una delegación de alto nivel de Brasil se presentará ante la Comisión de Salud del Senado para desaconsejar la aprobación del proyecto". Informaba que el grupo estaría encabezado por "el diputado federal Osmar Terra, quien coincide con la presidenta Dilma Rousseff en su rechazo a la legalización de cualquier droga" y que también vendría "el asesor principal en materia de políticas de drogas del gobierno de Rousseff, Vitore Maximiano, que dirige la Secretaría Nacional de Políticas sobre Drogas (Senad) del ministerio brasileño de Justicia". Muy pocas horas después Maximiano aclaró que no pensaba viajar a Montevideo y descartó que el gobierno de Dilma Rousseff pretendiese "frenar" el proyecto que se discute en el Parlamento uruguayo: "Brasil respeta la posición uruguaya y no va a interferir en el curso de su política", dijo Maximiano. ¿Ustedes pueden explicar qué fue todo esto entonces?
S de PR - No lo sé, no sé de dónde viene. Jamás nos pasó por la cabeza que un brasileño impusiera sus reglas al pueblo uruguayo, que además es un país muy amigo nuestro. Aclaraba ayer que hace 25 años veraneo en Punta del Este, tengo amigos acá, entiendo bien a este país amigo, que es soberano, y jamás entraría en una delegación para imponer sea lo que sea. No sé de dónde salió esa noticia.
MARCELO DORNELLES:
Nuestra preocupación de venir aquí, lejos de querer interferir en la política que va a adoptar el vecino amigo país Uruguay, era traer las preocupaciones brasileñas y regionales del estado de Río Grande del Sur por la frontera; estamos tan cerca, estamos casi unidos, especialmente en Rivera.
EC - Sí, veo que, casualmente, los tres integrantes de la delegación son riograndenses.
MD - Los tres somos riograndenses. La localidad donde más se van a sentir las repercusiones de eventuales decisiones aquí en Uruguay es Río Grande del Sur, van a comenzar en Río Grande del Sur, y probablemente después se extiendan, avancen a lo largo de Brasil.
Entonces nuestras preocupaciones fueron dos. Primero que la legislación brasileña se está encaminando hacia una propuesta contraria a la de la legislación uruguaya, y tenemos esas cuestiones de la frontera. Y por otro lado porque la semana pasada, antes de venir para acá, estuve personalmente en toda la frontera de Río Grande del Sur y hay una preocupación declarada de las personas, de las autoridades, porque evidentemente una vez aprobada la ley aquí, la repercusión será inmediata en Brasil, especialmente en Santa Ana do Livramento-Rivera, donde la frontera es totalmente abierta y amiga. Entonces tenemos que prepararnos, al tener legislaciones tan opuestas y a la vez una realidad tan próxima. Eso es lo que hemos traído al Parlamento de Uruguay.
EC - Enseguida vamos a profundizar en esas observaciones. Para terminar esta introducción, ¿cómo podemos catalogar a esta delegación desde el punto de vista político? Porque yo decía que el diputado Osmar Terra pertenece al PMDB, un partido socio del PT en la coalición de gobierno de Dilma Rousseff. ¿Y los demás integrantes, ustedes dos?
MD - Los representantes del Ministerio Público brasileño son independientes, incluso no pueden tener partido político. Entonces no hay representación.
S de PR - Y yo soy un científico, psiquiatra, de una asociación totalmente independiente y apartidaria.
EC - Entre los parlamentarios del Frente Amplio hubo mucha resistencia ante la idea de recibirlos a ustedes en la comisión del Senado. Algunos dijeron que sería un caso de "intervención extranjera" en un asunto nacional. Finalmente, se optó por recibirlos en una sesión informal, no oficial, en la que los senadores del Frente Amplio participaron a título personal. ¿Cómo vieron eso, y cómo termino siendo la sesion? ¿Cómo fue el clima, cómo fue el ambiente de la discusión?
S de PR - Muy amable, fuimos muy bien recibidos por los colegas, algunos de ellos colegas médicos. Nos escucharon con mucho respeto, hubo preguntas pertinentes; no podría ser de otro modo, un clima muy elegante.
MD - Fuimos sorprendidos con esa decisión, llegamos, nos quedamos esperando y después supimos que estaban viendo de qué forma nos recibirían, si formal o informalmente. Pero además no había diferencia, porque si recibirnos formalmente podía crear alguna situación inconveniente, entonces fue mejor que nos recibieran de manera informal, porque nosotros lo hacemos solo para colaborar, traer información, traer las preocupaciones, traer información sobre la legislación brasileña, sobre los problemas brasileños, pero con el sentido de colaborar, jamás de provocar cualquier tipo de interferencia. Entonces para nosotros estuvo bien ser recibidos de manera informal, porque de modo alguno nos gustaría crear cualquier tipo de incidente, venimos aquí con espíritu de camaradería, de cortesía, de amistad.
***
EC - Seguimos conversando esta mañana con Marcelo Dornelles, subprocurador general para Asuntos Institucionales del estado de Río Grande del Sur, y Sergio de Paula Ramos, psiquiatra, integrante del Consejo Consultivo de la Asociación Brasileña de Estudios sobre Alcohol y Otras Drogas.
Ahora sí, hablemos a propósito del tema de fondo. Dornelles nos daba una síntesis de por dónde venían las inquietudes, pero vayamos un poco más al detalle. Había dos grandes temas que ustedes querían plantear. Uno de ellos, el contraste entre la legislación brasileña y la uruguaya que se está preparando en esta materia. ¿Cómo es la legislación brasileña?
MD - La legislación brasileña establece como crimen el uso de cualquier droga, marihuana, crack, cocaína; hay una distinción entre el usuario y el traficante...
EC - ...pero de todos modos, el consumo es un delito.
MD - El consumo es un delito.
EC - En Uruguay no, no lo ha sido tradicionalmente. Esto no es una novedad (que traiga la nueva ley). En nuestro país el consumidor en principio no es un delincuente.
MD - En Brasil es. Hay una pequeña diferencia que causa alguna confusión, porque pese a ser un crimen, no es un crimen penado con prisión, es un crimen penado con medidas alternativas, prestación de servicios a la comunidad, multas, tratamiento.
EC - Así que en Brasil el consumidor comete un delito, pero la pena no es la cárcel, son penas alternativas.
MD - Exactamente, esa es la legislación brasileña.
EC - En cambio sí hay penas de prisión para el traficante.
MD - Sí, para el traficante hay pena de prisión. Y esta misma discusión que se da hoy en Uruguay, Brasil la dio en el año 2005, y venció ampliamente la tesis de mantener la criminalización del consumo. Toda esta discusión se llevó adelante y se mantuvo la criminalización. El año pasado y este año nuevamente se discutió en Brasil y se mantuvo por amplia mayoría en la legislación la criminalización del consumo.
EC - Justamente, hubo un proyecto de ley impulsado por el diputado Osmar Terra, que estuvo con ustedes ayer aquí en Montevideo, que ya tiene media sanción en el Congreso brasileño.
MD - En la Cámara de Diputados, ahora se tramita en el Senado Federal, de la misma forma que aquí en Uruguay.
EC - ¿Qué novedades implica? ¿También va por el lado del endurecimiento de las políticas?
MD - Sí.
S de PR - La gran novedad es que en Brasil tenemos la figura de la internación involuntaria, cuando el paciente rechaza el tratamiento, los médicos tienen la autoridad de hospitalizarlo por 72 horas. Después de este plazo, el médico tiene que pedir al juez o al procurador de Justicia que autorice una ampliación del plazo. En el proyecto de ley del diputado Osmar Terra este plazo de 72 horas pasa a ser de 60 días.
EC - O sea que la internación obligatoria puede durar hasta 60 días.
S de PR - Yo preferiría decir involuntaria.
EC - ¿Por qué involuntaria? ¿Cuál es la diferencia entre involuntaria y obligatoria?
S de PR - Porque la obligatoria en Brasil se hace por orden del juez, la llamamos compulsiva, cuando el juez ordena al médico tener hospitalizado al paciente. Y es involuntaria cuando el médico entiende que por un tema de exposición pública es recomendable proteger al paciente. Ahí es involuntaria.
EC - O sea que lo que va a ocurrir con el proyecto del diputado Terra es que ese período de internación involuntaria va a ser más largo, está autorizado que sea más largo.
S de PR - Más largo y decidido por el médico. Otro punto es que la pena para el narcotráfico es ampliada, son más severas las penas.
EC - ¿Y estas disposiciones que están por aprobarse en el Congreso brasileño valen para todo tipo de drogas?
S de PR - Sí, para todo tipo de drogas ilícitas.
EC - No se hace distinción, por ejemplo, entre la marihuana por un lado y drogas más duras por otro.
S de PR - No, lamentablemente se hace distinción hasta este punto entre alcohol y tabaco y las demás, pero todas las demás ilícitas son tratadas de la misma forma por la ley.
MD - En la legislación brasileña, en ese proyecto del diputado Terra, la cuestión de la criminalización del consumo no cambia nada, va a ser mantenida. Se discutió, porque los opositores querían colocar esa liberación, pero la ley hoy ya prevé, siempre previó, la criminalización del consumidor, y el proyecto nuevo continúa previéndola.
EC - En Brasil, hasta ahora el consumo sigue siendo delito, y con este proyecto de ley que está a consideración del Congreso eso no cambia, el consumo de todas las drogas seguirá siendo un delito, con penas alternativas, pero delito al fin. ¿El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff está de acuerdo con este proyecto que se está discutiendo en el Parlamento?
MD - Sí, porque la base de apoyo al Gobierno apoyó el proyecto, el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados con amplia mayoría, con el apoyo de todos los partidos que apoyan a la presidenta Dilma.
EC - Ahí viene entonces la observación que usted hacía hace unos minutos, una de sus preocupaciones es el contraste que va a haber entre esa legislación, la que ya rige y la que se está modificando en Brasil, y esta otra que se está aprobando en Uruguay. Recordemos, en Uruguay ya había una diferencia con la política brasileña, porque en Uruguay el consumo de ninguna droga es delito; este proyecto que se está votando ahora da un paso más, y para el caso de la marihuana establece la regulación del Estado de la producción y comercialización: pasa a habilitarse una forma de venta, de distribución en la que el Estado incide; la producción y la comercialización de la marihuana salen del ámbito de la clandestinidad.
S de PR - La preocupación que tenemos, dando soporte técnico, científico al proyecto de Omar Terra, es que hemos estudiado todos los países que de cierta manera ablandaron sus leyes con la marihuana, el caso de Portugal, Australia, Reino Unido, Holanda y algunos estados de Estados Unidos; en todos hubo aumento del consumo. En Portugal, que es la experiencia más longeva, hace 10 años que se cambió la ley, se duplicó el consumo, se duplicó el consumo juvenil de menores de 18 años. Si usted duplica el consumo, duplica todos los problemas derivados del consumo, no existe ningún país en el mundo que haya liberado la marihuana y no haya aumentado el consumo. Lo más grave es que todos los datos científicos disponibles inducen a la comprensión de que la marihuana funciona en el cerebro juvenil como una puerta de entrada para otras drogas. Hay un estudio muy reciente publicado ahora en julio en Nueva Zelanda que da cuenta de que un usuario juvenil de marihuana tiene 60 veces más chances, más posibilidad, de involucrarse con otras drogas que un no usuario de marihuana. Por ahí estamos autorizados a sospechar que la liberación de la marihuana va a agravar el narcotráfico, y no disminuirlo. En el Reino Unido, por ejemplo, la criminalidad aumentó, no disminuyó, tanto que en 2008 volvieron para atrás, se prohibió nuevamente.
EC - Ustedes saben cuáles son los principales argumentos que maneja el Gobierno uruguayo para impulsar este proyecto. Por un lado, se pretende que el consumidor de marihuana no tenga que estar tratando con narcotraficantes, porque se supone que tratando con narcotraficantes después puede pasar a otras drogas más graves. Por otro, que el consumidor de marihuana tenga acceso a un producto controlado en su calidad, porque el que compra en el mercado ilegal no se sabe nunca qué contiene. Y tercero, el proyecto tiene unas cuantas disposiciones para trabajar en la prevención, en la disuasión en cuanto al consumo de marihuana, con políticas educativas, con distintos planes sanitarios en ese sentido, prohibiendo la publicidad del producto marihuana. O sea, el Gobierno insiste en que lo que se está haciendo no es promover el consumo de marihuana, sino acotarlo y que en todo caso se desarrolle en las mejores condiciones, reducir el daño.
S de PR - Con todo respeto, me parece una línea de argumentación muy frágil. Vamos a ver lo que pasa, al menos en Brasil, con el tema del alcohol. No sé qué pasa en Uruguay... ¿Es infrecuente acá que los menores de edad consuman bebidas alcohólicas?
EC - No, lamentablemente termina ocurriendo; pese a que está prohibida la venta a menores de edad, igual los menores consumen.
S de PR - ¿Y por qué pensar que con la marihuana será diferente? Tenemos una dificultad absurda de controlar el consumo de bebidas alcohólicas y vamos a controlar el consumo de marihuana.
EC - Una de las medidas que se piensa instrumentar a esos efectos es el registro, los consumidores que compren marihuana en esos establecimientos controlados por el Estado van a estar registrados, se va a seguir su evolución, va a haber un máximo que pueden comprar, etcétera.
S de PR - ¿Cómo piensa el Estado controlar el número de plantas de marihuana en las casas, si son tres, seis, 12? Entonces me parece una argumentación muy frágil. Y tenemos un ejemplo internacional en las bebidas alcohólicas, ¿cómo un Estado que no consigue evitar que menores de 18 años beban pretende controlar la marihuana? Este es el punto central.
***
EC - ¿Qué temas plantearon en el Parlamento, en la Comisión de Salud del Senado ayer, estos representantes brasileños que fueron recibidos a partir de la aprobación que hizo a su iniciativa el presidente del grupo, el senador Alfredo Solari, del Partido Colorado? Eso es lo que estamos averiguando en nuestra entrevista central hoy en En Perspectiva.
***
EC - Están con nosotros Marcelo Dornelles, abogado, subprocurador general para Asuntos Institucionales del estado de Río Grande del Sur, y Sergio de Paula Ramos, psiquiatra, que representa a la Asociación Brasileña de Estudios sobre Alcohol y Otras Drogas.
Ustedes señalaban los dos grandes capítulos que querían discutir. El que explicaron recién era el contraste que va a haber entre las legislaciones de Uruguay y Brasil si acá si se termina aprobando y se promulga el proyecto de ley para regular la distribución, comercialización y producción de marihuana. Pero decían que hay otro punto: lo que en principio puede ocurrir en la frontera, y en particular cómo puede afectar una norma como esta en Uruguay al estado de Río Grande del Sur. Vayamos a este asunto. ¿De qué se trata?
S de PR - Hace 25 años que veraneo en Punta del Este, que es una ciudad muy hermosa y muy atractiva para los brasileños. Probablemente se va a establecer ahí un turismo de droga, un turismo de marihuana, porque para los brasileños será muy simpático venir a Punta a consumir marihuana libremente.
EC - Según se ha anunciado en el Gobierno, entre el proyecto de ley y la reglamentación va a quedar claro que solo pueden acceder a la compra de marihuana en los comercios habilitados aquellas personas que sean uruguayas o tengan residencia en Uruguay, deberán tener cédula de identidad uruguaya. Y además, se enfatiza, esas compras van a quedar registradas en sus respectivas fichas, que a su vez tendrán un tope máximo de adquisiciones, etcétera.
S de PR - Se permite la plantación de marihuana en las casas.
EC - Eso va a estar habilitado, aparte de los comercios que podrán vender marihuana, se podrá hacer autocultivo y podrán existir clubes de membresía, agrupaciones de consumidores que plantan marihuana para compartir.
S de PR - Y estas casas se van a alquilar en verano.
EC - ¿Por ahí viene la principal preocupación?
S de PR - Una de ellas. Yo asistí en Suiza hace 20 años a la liberación de las drogas en una plaza de Zúrich; no me gustaría ver de nuevo aquellas escenas en Punta del Este.
EC - ¿Cómo entienden ustedes, pasando en limpio, que los brasileños que vinieran a Uruguay terminarían viendo facilitado el consumo de marihuana? ¿Por el lado de las plantaciones particulares?
S de PR - Del autocultivo, incluso hay que preocuparse por la autorización para comprar marihuana, porque esa autorización se puede "alquilar" a los brasileños. A mí me gusta mucho Punta del Este, y estoy muy preocupado por el tema.
MD - Otro lado que se coloca es que es un tema simbólico también, por la proximidad. En Brasil es muy claro que la prohibición de consumo de cualquier droga tiene un contenido preventivo general para que especialmente los niños, los adolescentes no se vean atraídos por la experimentación por el miedo a lo prohibido, al crimen.
EC - Pero...la prohibición también implica, para muchos, una atracción. Lo clandestino seduce también.
S de PR - En una encuesta brasileña la respuesta más frecuente a la pregunta "¿Por qué ha probado marihuana?" es "Por la presión del grupo y por curiosidad". Y a la pregunta "¿Por qué usted no ha probado marihuana?", "Porque hace mal para la salud y porque está prohibido".
MD - Ese contenido simbólico de la liberación aquí, en un país tan próximo, especialmente a Río Grande del Sur, Uruguay, creó un sentimiento, especialmente en las familias, en los educadores, en los policías, en la seguridad, de que en nuestro estado los adolescentes van a decir "si allí pueden, ¿por qué aquí no se puede?". Nosotros trabajamos mucho ese contenido preventivo, de rechazar el uso, hace mal, está prohibido. ¿Cómo explicar que del otro lado, atravesando la calle en Rivera, puede y del lado de acá no puede, si el contenido es el mismo, el perjuicio es el mismo? Eso crea un sentimiento negativo con respecto a esa prevención, se hace difícil explicar, decirles a nuestros jóvenes que esos contenidos hacen mal y que están prohibidos. Si aquí al lado se puede, por lo tanto no está mal y no está prohibido, ¿cómo establecer ese diálogo con nuestros jóvenes? Se está creando así una sensación de dificultad.
S de PR - Me parece que el tema principal es la percepción del riesgo. Los americanos han demostrado muy bien que cuando baja la percepción de riesgo aumenta el consumo. Esto pasa acá, allá y en todas partes.
MD - Ustedes saben que el proyecto que se impulsa acá ha sido saludado, ha sido bendecido por distintas personalidades de otros países del mundo, incluso por autoridades de organismos internacionales. Pienso en José Miguel Insulza, el secretario general de la OEA, que no le dio el visto bueno a este proyecto, pero dijo que no estaba mal, que se veía con buenos ojos que Uruguay probara otro camino. El expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso se ha mostrado coincidente con esta iniciativa que impulsa el Gobierno del presidente Mujica. Lo que está detrás de esas opiniones favorables o tolerantes que se han escuchado es la convicción de que las políticas prohibicionistas han fracasado, no han dado los resultados que se esperaban. ¿Qué dicen ustedes, que tienen el otro tipo de política?
S de PR - Tienen otra percepción del tema. Hay sólidos intereses económicos ahí detrás. Cuando leí en el periódico que el presidente Mujica fue a Nueva York y se entrevistó con George Soros y Rockefeller y ambos saludaron la política uruguaya me quedé muy preocupado. Hicimos esto con la industria del tabaco, la industria del tabaco fue liberada en el inicio del siglo XX y demoramos un siglo en frenar las cosas malas que el tabaco produce. Esta industria está ociosa, tiene experticia en la fabricación de cigarrillos, si Soros está muy interesado... los grandes inversores internacionales están viendo ahí una oportunidad de hacer plata. Este es el tema principal, la marihuana en este momento dejó de ser un tema de salud y pasó a ser un tema de intereses de grupos económicos. Ayer era el tabaco, los tabaquistas, las industrias del tabaco, ahora es la marihuana.
MD - Mucho se dice que la política de la guerra a las drogas inspirada en el modelo americano fracasó, movió muchos recursos públicos, financieros y fracasó, y por tanto, si esa política de enfrentamiento a las drogas fracasó, vamos a hacer lo opuesto, liberar las drogas para ver cuál es el resultado. El problema es que esa opción de liberar para ver qué pasa tiene ejemplos concretos ya, como el caso de Portugal, y allí el resultado fue el aumento del consumo. Simplemente se opta por un modelo inverso porque el actual no parece ser efectivo, hacemos lo opuesto, cuando también se sabe que no es efectivo, porque las experiencias mundiales comprueban el aumento en todos los casos, lo que nos parece complicado.
El doctor Sergio tiene una tesis: que la alternativa puede ser la cuestión de enfrentar cada vez más el alcohol, el retraso de la experimentación del alcohol. Porque todo es una secuencia: alcohol, marihuana, cocaína... las investigaciones muestran que el alcohol y la marihuana son puertas de entrada, de acceso a las otras drogas más graves. Por lo tanto el retraso en la experimentación implica el retraso de todas las otras, porque la formación cerebral ya está dada, y la formación incluso de la personalidad, cuando el inicio se retrasa la personalidad ya va a ser otra. Entonces la política que es posible es la de trabajar cada vez más en el retraso de la experimentación del alcohol por los jóvenes. Ahí sí hay una alternativa que no es la liberación.
EC - Para terminar, todo indica que este proyecto de ley se va a aprobar, que el Parlamento lo va a sacar adelante y el Poder Ejecutivo lo va a promulgar: va a ser ley en Uruguay la regulación del mercado de la marihuana. ¿Qué reacciones cabe esperar? ¿Cómo van a proceder ustedes en Brasil?
S de PR - En la línea del deseo, me gustaría muchísimo que fueran contratados organismos internacionales de investigación independientes para monitorear los datos. Digo internacional independiente, por lo que pasa en Portugal, si usted toma artículos "científicos" portugueses, uno de ellos se titula "Un espectacular suceso", y otro del partido de la oposición, "Un rotundo fracaso". Cuando organismos internacionales de la comunidad europea fueron allí a investigar encontraron que el consumo se fue al doble, cosa que las autoridades portuguesas no reconocían. Lo que siento es que si no hay monitoreo de los datos, ¿qué se puede hacer? ¿Un círculo de sufrimiento, como hacíamos con el tabaco?
MD - De nuestra parte, evidentemente percibimos que la intención del Parlamento es la aprobación. Intentaremos adaptarnos, especialmente en la cuestión de las fronteras, porque son legislaciones contradictorias. Vamos a adaptarnos, vamos a intentar acompañar y aprender de la situación, porque va a ser una novedad en América del Sur, probablemente Brasil va a sufrir presión para también encaminarse en ese sentido. Nuestra idea es acompañar a distancia, hinchando por que los resultados sean positivos, porque en verdad no es una tesis sí o no, podemos aprender de esa experiencia también. Vamos a acompañar a distancia y trabajando en nuestras fronteras según nuestra legislación.
***
Transcripción: María Lila Ltaif