El discurso "racional" colorado "no es simpático" ni provoca emoción
Vicepresidente Luis Hierro: Pagamos por hablar de lo que se necesita para el crecimiento, cuando una mayoría grande de los uruguayos quieren más Estado, más gasto público, más funcionarios, más corporaciones, más sindicatos. Es más atractivo prometer jubilaciones de $3.000, nadie advierte que el plebiscito del agua es una locura... Querría decir que ganamos, pero leo las encuestas todos los días.
(Emitido a las 07.35)
EMILIANO COTELO:
"Carencias en discurso colorado", dice El País; "Hierro y las carencias en el discurso colorado. Autocrítica del vicepresidente", dice El Observador, en sendas crónicas que recogen las declaraciones formuladas ayer a Radio Carve por el vicepresidente de la República, Luis Hierro.
"El vicepresidente de la República, Luis Hierro, reconoció ayer 'carencias en el discurso del Partido Colorado', y sostuvo que la imagen del presidente de la República 'es polémica'. No obstante, aseguró que esa colectividad política tendrá una elección 'decorosa' en octubre", dice El Observador. "El vicepresidente y dirigente del Foro Batllista vaticinó que los colorados tendrá una votación que oscilará entre el 15% y el 20%. Las encuestas le otorgan hoy entre 9% y 11%", agrega.
El País, por su parte, lo sintetiza así: "El vicepresidente de la República, Luis Hierro López, afirmó que 'seguramente hay carencias' en el discurso del Partido Colorado y que eventualmente sería la colectividad la que perdería la elección".
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¿Qué quiso decir, cuál es el análisis sobre la ubicación del Partido Colorado en la campaña? Se lo preguntamos al propio Hierro. ¿A qué se refirió con "carencias en el discurso del Partido Colorado"? En esas declaraciones manifestó que ese discurso "rebota".
LUIS HIERRO:
Sí, porque... me llama la atención la repercusión que tuvo esa expresión, porque es muy claro en todo el contexto de lo que se dijo allí, en esa entrevista: apunta a que la prédica del Partido Colorado, permanente prédica en torno a los temas económicos, a la necesidad de que el país crezca, a la necesidad de organizar las formas de crecimiento económico, es mucho menos simpática que la del reparto, de la distribución, de la promesa que se hace desde otras tiendas. Eso fue dicho en la entrevista reiteradamente, y no fue tan titulado en la mañana de hoy.
El tema del Uruguay es el tema del crecimiento económico, de cómo organizamos un país más competitivo, con menos costo del Estado, con menos impuestos, con más capacidad para generar inversión y trabajo, y con más inteligencia para exportar. Esta es la cuestión principal que está planteada entre nosotros; no es -aunque sean cuestiones muy importantes- el asunto de ver cómo gastamos U$S 300 millones, o 100, en combatir la pobreza. Porque a esos 100 millones que se gaste se los va a gastar muy rápidamente y la pobreza seguirá existiendo si Uruguay no logra afianzar un ciclo permanente de mayor independencia respecto a la región, de mayor competitividad, de mayor agresividad para conseguir mercados. Y eso fue lo que dije ayer en Radio Carve.
EC - Claro; pero a partir de esa visión del momento del país y de sus perspectivas, ¿cuáles son los problemas que usted detecta en el discurso del Partido Colorado, llegada la campaña electoral?
LH - No sólo en el discurso del Partido Colorado; es en lo que la gente entiende o presume que entiende, y lo que la gente quiere que le digan. Es mucho más fácil organizar una prédica a partir de la crítica y de la permanente resistencia a los cambios, que una propuesta a partir de los cambios necesarios.
EC - Pero desde el punto de vista de una estrategia de campaña esos son puntos a tener muy cuenta, a cuidar cuando se elige las palabras, los términos, los temas. ¿Cómo observa a los candidatos a la Presidencia y a la Vicepresidencia, Guillermo Stirling y Tabaré Viera, a los referentes de los principales sectores colorados en esa materia?
LH - Ah, muy bien; creo que están haciendo el discurso que deben hacer; es un discurso que apunta a esos temas. Ahora: no son, aparentemente, los temas que hoy promueven los sectores y las personas que, por ejemplo y según las encuestas, están en condiciones de aprobar una reforma de la Constitución para estatizar los servicios del agua y del saneamiento. Aparentemente hay una mayoría grande de los uruguayos que quieren esas cosas: más Estado, más gasto público, más funcionarios, más corporaciones, más sindicatos; aparentemente, ¿verdad? Y eso es lo que están indicando las encuestas: yo no dije ninguna cosa novedosa respecto a la situación del Partido Colorado.
EC - Las crónicas recogen que usted se preguntó si la elección la ganaría el Encuentro Progresista o la perdería el Partido Colorado.
LH - Y... si uno pierde, no gana; cuando uno pierde otro gana. Tampoco veo ninguna novedad. Eso en realidad fue una pregunta de [el periodista Jorge] Burel: me dijo que algún senador del Encuentro Progresista - Frente Amplio había dicho hace pocos días que había que preguntarse si la ganan ellos o la pierde el Partido Colorado. Bueno: uno pierde y otro gana una elección, pero eso no es lo importante. Sí me parece de interés reiterar un asunto que tiene que ver con la situación electoral... según algunas encuestas el EP-FA podría tener mayoría el 31 de octubre...
EC - Mayoría absoluta y el triunfo en la primera vuelta; parece una posibilidad cada vez más cierta.
LH - Y yo señalé que cualquier instancia electoral, sea para el Partido Colorado, el Nacional, el EP-FA o el que sea, en esas condiciones puede ser negativo para el destino del país. Porque este es un país muy transado, muy equilibrado, muy negociado, y una mayoría de ese tipo para un partido que no tiene experiencia de gobierno, y que algunos de sus antecedentes van en la mala dirección... como cuando (es un único asunto, pero en todo caso es un asunto) en la Junta Departamental de Montevideo se impidió la creación de una Comisión Investigadora, el FA tenía la mitad más uno de los ediles según lo que indica la Constitución: en el año 1992 o 93 la oposición reclamó la creación de una comisión investigadora por la sospecha que había del abuso, o mal uso del fondo del boleto, asunto en el que pudo haber irregularidades importantes, en el que pudo haber (yo no tengo la confirmación), en el que pudo haber un manejo poco claro de las cuentas públicas, en el que pudo haber un asunto muy raro en materia de transparencia, que es lo que tanto se invoca por parte del EP-FA, y allí impidió con la aplicación de la mayoría automática que la oposición investigara.
EC - Usted sabe cómo se contesta a ese tipo de advertencias: "La reforma constitucional se diseñó para impedir o postergar el triunfo de la izquierda, que ya se veía como inminente; ahora que podemos ganar con el triunfo en primera vuelta, como la Constitución lo permite, se echan a correr, se alimentan temores, se crean cucos"...
LH - Yo no echo a correr ningún temor: es un dato histórico. Tengo derecho a decir que una mayoría de esa índole puede provocar un antecedente similar a este que estoy mencionando. Ese no es un temor, ni un cuco.
EC - ¿Es por ese motivo que el Partido Colorado tiene como uno de sus objetivos en esta campaña (se desprende de algunas declaraciones, incluso suyas) llegar al máximo posible en la franja entre el 10 y el 20%, como forma de evitar un triunfo en primera vuelta del EP-FA?
LH - No, no. Nuestro propósito es siempre ganar la elección, que Stirling sea el candidato más votado en la primera y en la segunda vuelta.
EC - Pero usted mismo admitió ayer que el Partido Colorado estará entre el 15 y el 20%.
LH - No; yo no dije eso; no sé de dónde surge. Me preguntaron porcentajes y dije "Mire: ¿yo qué sé cuál es el porcentaje?". Lo que dije, sí, y me interesa reiterarlo, fue que en las elecciones internas todas las encuestas nos dieron la mitad de lo que votó el Partido Colorado siendo que en la elección interna del Partido Colorado la votación fue magra, como es notorio (porque no hubo competencia y no hubo dos candidatos o tres) en esa medida no hubo un atractivo en el cuerpo electoral para participar de la elección del Partido Colorado. Las encuestas están dando una votación para el partido que... indudablemente viene de atrás, digamos.
EC - A lo sumo 10% es lo que están dando hoy. Y según las crónicas que recogen sus declaraciones de ayer, usted habría hablado de un horizonte de 15 a 20% como una expectativa interesante.
LH - Sí; fíjese que en 1999 el Partido Colorado estuvo en el 32%, el Partido Nacional en menos del 20%, y con eso el Partido Colorado llegó a la segunda vuelta. Yo interpreté allí que las encuestas la habían errado, algunas de ellas por la mitad, lo que es un error enorme... Porque todos hablamos de ""¡Ah, las encuestas!" y "Las encuestas dicen..." pero le erraron por la mitad; parece una cosa grosera. Y algunas dicen que estamos en el 10, otras que estamos en el 12, otras que en el 15%... bueno: tengo derecho a decir que el partido tiene por lo menos un 15 a 20% para crecer, y más.
EC - Pero le preguntan hoy en Crónicas Económicas al senador Wilson Sanabria cuánto sería una buena votación para el Partido Colorado en octubre, y contesta "Arriba del 17% que asegura el balotaje. El Partido Nacional, con el 33%, no lo asegura. Si nosotros superamos el 17% habrá segunda vuelta, y en ese camino estamos". Como que reconoce que no existe la posibilidad de que el Partido Colorado esté en la segunda vuelta, pero busca contribuir a que haya segunda vuelta: a que el EP-FA no llegue al 50% y el Partido Nacional pueda competir en una segunda instancia. ¿Es en esos términos que ven hoy la campaña en este mes de octubre?
LH - En los términos en que las encuestas están interpretando la situación, y en los términos en que los medios de comunicación la explican, sí; en esos términos, sí. Porque ni Sanabria ni Hierro ni nadie dicen nada distinto a lo que se viene diciendo todos los días.
EC - Lo remarco porque es de una franqueza poco frecuente; que un partido admita que no va estar en la definición de la Presidencia de la República.
LH - A las elecciones, hay que verlas. Faltan más de 20 días, creo que en estos días habrá cuestiones importantes, habrá una definición respecto a los debates... Este asunto que parece más semántico, lateral y adjetivo, es un tema importante porque le va a dar a un grupo de electores que pueden ser muy decisivos la versión real de quiénes quieren o aceptan discutir y quiénes evitan permanentemente la confrontación de ideas y de argumentos porque tienen temor a mostrar sus carencias enormes y sus contradicciones... Esto es decisivo a pocos días de las elecciones, y puede cambiar la corriente para un lado o para el otro, y en esa medida no abdico del ensueño y la esperanza de que el Partido Colorado esté en la segunda vuelta. Ahora: veo las encuestas todos los días, como usted las ve, escucho a los periodistas radiales y televisivos y de medios escritos, todos los días, y más o menos tengo la sensación de lo que la gente está pensando.
EC - Pero es bastante fuerte que un partido que ha tenido el gobierno durante tantos años en la historia del país y en el pasado reciente, esté hoy aspirando a llegar a ubicarse entre el 15 y el 20%, que ese sea su objetivo. Hace poco, el presidente de la República hico declaraciones parecidas en cuanto a cómo le iba a ir a Partido colorado y levantó una gran polémica y hasta malestar dentro del partido y en el propio Foro Batllista.
LH - Si, pero yo no entiendo su sorpresa. Se invoca una situación en la cual aparentemente el Partido Colorado hoy tendría que estar diciendo "Vamos a ganar la elección". Si yo le digo ahora "El Partido Colorado gana, por tales y cuales motivos", ¿qué me dice usted?: "Mire, Hierro, las encuestas dicen exactamente lo contrario", y no una: todas.
EC - Seguramente le respondería eso. Pero por ahí suele ser el discurso; el discurso tiende a un tono triunfalista, es lo que estamos acostumbrados a escuchar.
LH - Nosotros somos un partido (hemos pagado las consecuencias de ello, y es sustancialmente lo que dije ayer, no sé cómo es el título porque llegué muy tarde y muy cansado de la gira y recién me levanto) vinculado a la razón. Los temas del crecimiento económico, de cómo hay que hacer para crecer, decir que hay que bajar el costo del Estado, que hay que bajar el número de funcionarios, que el país no puede seguir dividido en corporaciones tipo Aebu, etcétera, etcétera, eso no es simpático, no genera mucha votación, no provoca grandes emociones. Esos argumentos que el Partido Colorado ha manejado siempre, y que hoy tiene la imperiosa necesidad de reiterar en la medida en que vamos a establecer en la Constitución de la República nada menos que el agua y el saneamiento serán estatales y darle un golpazo a las inversiones, y en que no hay quien se pare en el medio de la cancha y diga "Oigan: miren que esto es una locura total, miren uruguayos que esta es una cosa que no tiene ningún sentido a la búsqueda de la corriente electoral y de los votos"... Es el discurso que eventualmente significa que no tengamos todo el encanto que tienen decir "Vamos a poner las jubilaciones a 3.000 pesos".
EC - "Yo no sé si votar a Stirling o a Larrañaga", dice un oyente (Alvaro, desde el Parque Rodó). "Me gustaría un debate entre ellos, o entre otros representantes del Partido Colorado y el Partido Nacional", y le pregunta qué dice de esa responsabilidad.
LH - Sería muy interesante. Personalmente, creo que el Partido Colorado y el Partido Nacional, que votaron juntos en la segunda vuelta de 1999, tienen muchas diferencias y puntos de vista diversos como, por ejemplo, en este tema del plebiscito del agua donde Larrañaga tiene una posición y Stirling tiene otra. Pero se ha generado todo el asunto por el cual la discusión es entre el EP-FA y el Partido Nacional, y donde aparentemente no se quiere que tercie el Partido Colorado.
EC - ¿Usted vería con buenos ojos un debate Partido Colorado - Partido Nacional?
LH - Sí, sí, porque los debates no tienen por qué ser agresivos, personalizados, insultantes; los debates son para esclarecer el fondo de las ideas. Es una campaña un poco extraña, en la cual se debate mucho más del subsidio de un candidato o de su vida privada, que los temas de fondo que hacen a la conducción del país. ¿Cómo es el tema internacional de Uruguay, cómo es el tema del Mercosur, el tema de Estados Unidos, cómo es el tema de los factores de crecimiento, por qué hay gente que está a favor de un puerto y otros en contra, qué vamos a hacer con las empresas publicas, con un petróleo a 52 dólares el barril: vamos a seguir con una refinería de Ancap atados a un monopolio estatal...? Me parece que son temas de enorme interés, y que un debate podría dilucidar así fuera un debate entre Stirling y Larrañaga. No sé si ellos lo han planteado, no estoy en condiciones de hablar en nombre de ninguno de los dos, pero los debates son siempre interesantes.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón