Michelini: "Hay que desanguinettizar la política"
Para el líder del Nuevo Espacio, "vamos a vivir diez años muy buenos". "Vendrán inversores sabiendo que no hay amiguismo; vamos a poner, como a principios del siglo XX, legislaciones sociales pioneras en el mundo. En 2002 encabezamos la protesta junto al MPP, el PS y el PCU y no hubo una sola vidriera rota, aunque las expresiones de Batlle conspiraban permanentemente contra un cauce de lealtad institucional".
(Emitido a las 09.10)
EMILIANO COTELO:
Las encuestas parecen validar la estrategia del senador Rafael Michelini de regresar, después de 15 años, al entorno del Frente Amplio (FA).
Para estas elecciones, el Nuevo Espacio (NE) hizo una jugada que tenía su cuota de riesgo al regresar al entorno de la coalición de izquierdas, de la cual se habían ido en 1989, hace 15 años, cuando se escindió el PGP, que entonces encabezaba Hugo Batalla. Según las encuestas esa movida viene saliéndoles bien. Según Factum, del total de la intención de voto a Tabaré Vázquez, la lista 99000, la suya, recibe el 6 por ciento, lo que le permitiría por lo menos confirmar la banca de senador.
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Vamos a conversar con él para conocer cuál es el perfil de su sector en la oferta de la izquierda, por qué va en un mismo sublema con el Espacio 609, de Mujica, por qué utiliza un discurso tan provocativo, tan fuerte, frente a los partidos tradicionales en sus actos y en su propia campaña.
Con los datos que dábamos, ¿qué significa dentro de la izquierda este proyecto del NE?
RAFAEL MICHELINI:
Yo creo que es un elemento renovador. Pero antes quiero transmitirles que de alguna forma la izquierda ha tenido en toda su vida muchos periplos, muchos devenires y, cuando en el año 1999 termina siendo electo Jorge Batlle, tanto el doctor Vázquez -o Tabaré- como quien habla nos pusimos a conversar sobre que no era posible que la izquierda tuviera una estrategia que permitiera ganar el gobierno, generar un tiempo de bienestar para la gente y sobre todo atender a los más humildes, a la gente que está en la indigencia, que además se multiplicaron por dos durante el gobierno de Batlle.
Obviamente eso implicaba una estrategia de unidad muy fuerte, superar diferencias, diferencias que incluso podían ser importantes, y en ese sentido nos encaminamos los dos. No es la estrategia del NE, es la estrategia de la Nueva Mayoría (NM), de toda la izquierda. Lo que hace el NE es presentar a nivel electoral su perfil, que en algunas expresiones difiere del resto de la izquierda y en otras se asemeja, porque por algo hicimos un programa que llevó tres años construir. No es fácil.
EC - En esos 15 años que pasó fuera del EP y el FA el NE se jugó como una especie de "cuña" entre la izquierda y los partidos tradicionales, algo así como una bisagra, decían algunos analistas. Teniendo en cuenta ese antecedente, muchos seguramente esperarían que ahora, en esta etapa junto al EP-FA, el NE se colocara entre los grupos "moderados", como Asamblea Uruguay (AU), la Vertiente Artiguista (VA), la Alianza Progresista (AP); sin embargo ustedes integran el sublema del Espacio 609, de Mujica y el MPP. Y no sólo eso, ustedes trataron de que ese sublema fuese aún mayor, abarcando también al Partido Comunista (PCU) y el Partido Socialista (PS), cosa que finalmente no prosperó. ¿Cómo se entienden estas decisiones?
RM - Nosotros somos una expresión moderada, pero somos una expresión que hace política y somos la responsabilidad. Acá ocurrieron hechos, sobre todo en 2002, cuando se cayó todo, se cayeron todas las torres gemelas en el año 2002, y antes de que se empezaran a caer -estoy hablando de enero de ese año-, a través de una importante reunión que tuvimos los dirigentes del NE, decidimos, frente a lo que se venía en Uruguay, y naturalmente a partir de una conversación que tuve con Batlle (que notoriamente no escuchaba, no entendía lo que se venía, lo que iba a venir), construir la protesta y ponernos delante de la gente. La construcción de la propuesta era muy importante, porque había que quejarse, se estaba cayendo todo, pero implicaba evitar que se construyera la asonada. En Uruguay en el año 2002 las fuerzas de izquierda aguantaron socialmente a la gente. Estamos hablando de miles y miles de uruguayos que se iban, de miles que perdían el trabajo, empresas que cerraban, corrida financiera en los bancos, salto del dólar... Si no hubiera estado la izquierda, sobre todo cuatro grupos -lo digo con sinceridad-, PCU, PS, MPP y NE, que tuvimos conversaciones permanentes en ese tiempo para armar la protesta... A tal punto que el acto del 25 de agosto, el segundo de ese año, fue a propuesta del propio NE cuando se estaba negociando en Estados Unidos y nadie sabía qué era lo que se estaba negociando.
EC - Usted está aportando los antecedentes de este macrosublema que estuvieron impulsando.
RM - Quizás, pero lo impulsamos mucho un año y medio antes, incluso antes de que se conformara la NM formalmente -ya estaba encarrilada-. Decíamos: "En el gobierno de la izquierda iba a haber muchas dificultades, ¿quiénes vamos a poner el lomo para que el gobierno tenga gobernabilidad?". Yo soy muy crítico con los partidos tradicionales y creo que algunos le van a hacer la vida imposible a la izquierda.
EC - "Algunos"; ¿se refiere a algunos dirigentes de los partidos tradicionales?
RM - Exacto; creo que se entendió perfectamente.
EC - Pero me parece que recién cuando estaba recordando esas gestiones o esas otras actividades desarrolladas por el NE con el PCU, con el PS y con el MPP, más bien estaba pensando en otro tipo de problemas que puede llegar a tener la izquierda si llega al gobierno.
RM - También, pero el tema es que nosotros somos muy responsables y un gobierno tiene que tener sustentos. Apoyar a Tabaré Vázquez, que es nuestro candidato, construir durante tres años un programa, que podrá ser muy bueno, lo defendemos y estamos muy orgullosos de él... Pero la política no es sólo programa; la política, es además el sustento que se le da a un gobierno cuando es electo por consejo y pedido de los sectores que lo apoyan. ¿Quién va a defender al gobierno de Vázquez? Nosotros vimos cuatro grupos que hicieron política, no sólo política electoral, hicimos política. Naturalmente hubiéramos aspirado a que esos grupos tuvieran un cauce; con algunos de ellos tenemos diferencias importantes.
EC - Son grupos que tienen todos incidencia fuerte en el movimiento sindical.
RM - Sí, mucha más que el NE.
EC - ¿Y por qué cuenta? ¿Por qué es importante ese factor? ¿Porque una parte de los problemas de un gobierno de izquierda puede llegar a venir del frente sindical?
RM - No; porque al gobierno de izquierda lo va a defender la gente. Notoriamente todos aquellos que tengan incidencia en el conjunto de la gente van a ser importantes. Naturalmente el tema sindical, pero también la iniciativa política, el elemento movilizador que para nosotros siempre es muy importante. No es que las cosas tengan que suceder como se cree que van a suceder; los líderes políticos y los movimientos políticos hacen que las cosas cambien, se modifiquen, que el curso de los acontecimientos sea distinto. El NE está permanentemente innovando, creando escenarios distintos. Si hay algo en esta elección distinto de la de 1999 es producto de que se armó una nueva mayoría en la que el NE -que no es el único- tuvo una incidencia muy grande.
EC - De acuerdo, pero hace unos minutos usted volvía a utilizar, a propósito del NE, el término "renovador", incluso admitía el otro calificativo, el de "moderado". ¿Entonces por qué ese trabajo tan cerca de los sectores más tradicionales de la izquierda, el PS, el PCU?
RM - El MPP está viviendo una renovación importantísima, el electorado lo está premiando y nuestra relación con el PS y el PCU no debería descuidarse, independientemente de que conversamos con todos. Fue producto de la experiencia en la práctica de tratar de que el país no se descarrilara. Y lo hicimos en silencio, no salimos en el año 2002 a decir: "Mire que vamos a construir la protesta". No hubo una sola vidriera rota en el año 2002, y eso no fue porque Stirling estuviera en el ministerio ni porque Batlle estuviera de presidente; es más, las expresiones de Batlle conspiraban permanentemente contra un cauce de lealtad institucional -que fue el término que se usó en su momento- para que la democracia no volara en pedazos.
EC - Pero estos acercamientos, estas tratativas con sectores de la propia izquierda, fueron acompañados al mismo tiempo de otras gestiones del NE hacia fuera del FA. Ahí estaba el proyecto de la NM, ahí ponía uno de sus énfasis. ¿Concretamente hasta dónde llegaron en los partidos tradicionales con la captación de dirigentes o de sectores, por ejemplo en el interior del país, que creo que fue una de las líneas de trabajo que se fijaron?
RM - Siempre transmitimos que la NM no se quedaba en una unión electoral entre EP, FA y NE conformando esa NM. Salimos a conversar con dirigentes blancos y colorados en el interior que no estaban comprometidos con esta política económica -es más, la rechazaban- y notoriamente eran muy proclives a construir esa NM. Hay casos bien interesantes.
En Rivera, el segundo suplente de Tabaré Viera (quien es ahora el candidato a vicepresidente con Stirling- en la intendencia, el doctor Luis Oliva, a los seis meses de que empezó la gestión de Tabaré Viera se fue. Nunca dio las razones, él se las calla y creo que tiene razón, porque lo que vio no le gustó nada. Nosotros conversamos con él y nos dijo: "Acá hay que limpiar la casa y el cambio de elenco que va a ser el EP-FA-NM va a ayudar muchísimo". En eso estamos, es nuestro candidato a diputado en Rivera.
Ricardo Alcorta en Maldonado, una figura muy conocida en ese departamento. Si hubiera cerrado los ojos, si se hubiera callado la boca hoy tendría todos los premios por parte del Partido Nacional (PN), sin embargo ha actuado con mucha firmeza, es muy crítico de la Intendencia de Maldonado y tenemos, él y yo, una preocupación adicional porque no sabemos si las finanzas de esa intendencia se están manejando con toda corrección.
EC - En los ejemplos que usted acaba de manejar sobrevuela el fenómeno, el temor o la sospecha de la corrupción. Usted dijo "hay que limpiar la casa"...
RM - Por supuesto, es de las tres cosas por las cuales vamos a evaluar dentro de tres o cuatro años si el gobierno fue bueno. Una es sacar a los niños del hambre; no estoy hablando de los 800 mil pobres de Uruguay, sino de los 70.000 niños en la indigencia. Lula dijo delante de Tabaré, del Polo Gargano y de quien habla: "Ojalá tuviéramos sólo 70.000 niños con hambre". Pero lo cierto es que en Uruguay hay y a nadie se le mueve un pelo. La izquierda está sensibilizada con eso, si dentro de tres años no hemos logrado sacar a esos niños de la indigencia habremos hecho un mal gobierno.
El otro tema es el shock de empleo, necesitamos un shock de empleo que se construye con inversión y seguridades. Por eso creo muy importante lo que ha hecho Tabaré Vázquez en sus recorridas por el exterior. Muchos no se han dado cuenta de que Tabaré Vázquez mientras va haciendo campaña electoral dedica parte de su tiempo a preparar el 1º de marzo y llamar a inversores extranjeros y nacionales a que vengan a invertir en Uruguay. Necesitamos empleo y el empleo viene a partir de las inversiones.
Y el tercer punto es la transparencia. Si no limpiamos la casa, si no logramos que la política se haga con austeridad, que la gente vuelva a confiar en quienes administran los dineros públicos... O en su defecto, si algún compañero talentoso, capaz, a quien le dimos la confianza, confunde el manejo de los dineros públicos con su bolsillo, lo vamos a mandar a la Justicia por más buen compañero que sea y por más afecto que le tengamos.
EC - Está bien, eso es lo que usted anuncia para el caso de que el FA sea gobierno, pero ahora, en plena campaña, lo que hace es sobre todo lo otro, poner un acelerador fuerte en la denuncia de la corrupción o en el señalamiento de que la corrupción está mucho más extendida de lo que la gente cree e involucrar en ese tipo de conductas a dirigentes de los partidos tradicionales, colorados y blancos. Usted conoce cuál es la reacción: ...
RM - Pero no nos han escuchado.
EC - ...la reacción es "Están cortando grueso, están simplificando. Los buenos están del lado del Frente, del otro lado son todos corruptos o gente que está en manejos turbios". ¿Cómo es esto?
RM - Primero no han escuchado nuestros discursos, hemos hecho cientos de actos pequeños en los que hablamos más del cuidado que tenemos que tener en el gobierno para que no aparezca la corrupción que de las denuncias en la situación presente.
Seguro, yo soy muy crítico, si usted me habla de la Intendencia de Maldonado o de la Intendencia de Canelones, soy muy crítico. Pero no soy crítico porque alguien tenga la tentación de hacer algo irregular, soy muy crítico porque los partidos tradicionales no han tenido los anticuerpos necesarios para evitar ese tipo de prácticas. ¿Cuánto tiempo han llevado la ley cristal, la ley de financiación de los partidos políticos ...? No hay una conducta militante activa en cuanto a que ése es uno de los temas cruciales.
EC - Pero una de las respuestas que usted y otros dirigentes del EP reciben cuando manejan estos temas es: "Suspendamos lo de las sospechas lanzadas al voleo. Si hay datos, si hay información a propósito de hechos de corrupción presenten las denuncias. ¿Dónde están las denuncias?". Usted aludió a la Intendencia de Rivera y después a la de Maldonado; ¿estamos hablando de casos que han sido denunciados?
RM - Vamos a poner ejemplos. Viene el gobierno de Batlle; UTE y Antel llaman a licitación para el manejo de la publicidad; en Antel se presentan 23 empresas para ver si pueden manejar la publicidad del ente y en UTE se presentan cuatro. Los niveles presupuestales de los dos organismos eran parecidos; ¿por qué en uno se presentaron 23 y en el otro cuatro? Yo no lo puedo demostrar, ¿pero por qué en uno se presentan 23 empresas y en el otro sólo cuatro? Cuando usted les pregunta a las diferentes empresas de publicidad dicen: "Yo no pierdo el tiempo". Sic. En Uruguay se ha contribuido a generar una situación en la cual el amiguismo, el acomodo, el curro terminan generando una suerte de descreimiento de que se puede trabajar e incluso hacer negocios sin tener padrinos, eso ya no es posible.
EC - Es demasiado etéreo esto que usted señala, ¿no es eso estar sembrando enchastres con una cierta frivolidad?
RM - ¡Qué enchastres! La política no es un problema de enchastres, no es un problema de la Justicia, la política es conectar con los sentimientos profundos de la gente. Un gobierno que no da respuestas en muchos planos y que la gente siente que sólo gobierna para un grupo de amigos.
Ojo, es de lo que yo he hablado en términos de "desanguinettizar" la política uruguaya, algo que ni Lacalle ni Batlle lograron hacer. Es ese sentido de medriocridad, ese sentido gris, de que mejor que nada pase, mejor que Uruguay no tenga petróleo ni grandes inversiones, ni algunas figuras de gran fortuna que puedan hacer inversiones importantes en el país, eso de ponerse todos en el arco aunque nunca podamos gritar un gol. Aquella frase de Sanguinetti que decía: "Los gobiernos se juzgan por lo que evitan, no por lo que hacen".
EC - Cuando usted hace este tipo de denuncias, cuando en sus discursos va por este tipo de lados, una de las réplicas que recibe viene a propósito de la propia campaña del NE. En esta elección por segunda vez el NE toma la iniciativa y difunde los números de su presupuesto de campaña electoral, un gesto que lo diferencia de otros partidos. Pero en esos mismos números aparece que van a gastar 577 mil dólares.
RM - Es lo presupuestado.
EC - Desde sectores de los partidos tradicionales se responde: "¿Cómo es eso? ¿Tanto dinero para un único sector del EP? ¿De dónde salen esos recursos?".
RM - Muy fácil: una parte es endeudamiento hasta que vengan los dineros de la Corte Electoral, y otra parte proviene de nuestros instrumentos de venta de bonos; a esta altura hemos vendido como 200 a mil dólares; no es una cifra menor. En eso hacemos activismo político y activismo de recaudación de finanzas, y ponemos los nombres de las personas que colaboran, somos transparentes. No tenemos ningún problema, la política y el dinero en general se llevan mal y nosotros creemos haber hecho un equilibrio en el cual una persona por aportarnos mil o dos mil dólares no nos puede reclamar nada.
EC - De todos modos, ¿no es demasiado dinero? Dejando de lado cómo se obtiene el dinero, ¿no es demasiado para la campaña electoral de un grupo del FA?
RM - En estos días he visto algo de televisión e incluso nuestros militantes nos dicen que estamos muy poco en televisión. Tenemos siete, ocho, diez menciones diarias, contando los canales más importantes, mientras que algunos grupos de los partidos tradicionales salen esa cantidad de veces en una hora en la suma de los tres canales. Algunos aspirarían a que gastáramos más, pero no tenemos ese dinero.
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EC - Volviendo al posicionamiento del NE y su lista 99000 en estas elecciones 2004, ¿cómo ubica el diferencial de su sector en la interna de la izquierda, en la interna del EP?
RM - Hay aspectos programáticos y aspectos de articulación política que hacen a la diferencia de nuestro sector, más allá de la renovación y de muchas figuras jóvenes que tiene el NE. Aspectos programáticos porque aportamos una cantidad de ideas y de técnicos muy importante a lo que va a ser el nuevo gobierno. Eso se sabe, siempre ha sido así. Porque quizás gente más joven tenemos la cabeza mucho más abierta y en algunas cosas creemos entender mejor que otros lo que pasa en el mundo real, más moderno, más descontracturado y naturalmente con ideas más creativas.
Y por otro lado el tema de la articulación política. Creemos que cuando se busca un objetivo hay que articular políticamente, hay que ser activos en esa articulación, y nosotros permanentemente estamos buscando aliados. Le dije que salimos a buscar figuras del PN y el Partido Colorado y me quedaron varias en el tintero, por ejemplo Dighiero en Paysandú, y otros de la misma talla que pueden ser nombrados. También hemos construido el Espacio-Proyecto 99000, 15 grupos conforman el Espacio-Proyecto 99000, algunos más pequeños y otros más importantes que de alguna forma respaldan la figura de Rafael Michelini y creen en la historia, el presente y el futuro de la lista 99000. Fue toda una articulación política bien importante, además del sublema con el MPP. A la hora de elegir a quién votar, aquí hay gente joven, con una gran capacidad técnica, de programas y notoriamente con un sentido moderno -mucho más moderno que el de otros- de lo que es el mundo. Y por otro lado el elemento de articulación política. Creemos que somos buenos en eso, en articular políticamente tanto a nivel de la izquierda como de tirar puentes hacia el futuro con el resto de los partidos.
EC - En las últimas semanas usted ha hecho varias declaraciones que no pasaron desapercibidas, varias declaraciones de tono fuerte que despertaron polémica, incluso algunas que generaron interrogantes. Por ejemplo ésta: en el semanario Brecha, 24 de setiembre, dando como seguro el triunfo de Tabaré Vázquez, usted auguró: "Ahora que se vienen diez años lindos, diez años muy locos, en el mejor sentido de la palabra...". Para empezar habla de diez años, lo que da a entender que da como un hecho el triunfo de Vázquez ahora y la reelección dentro de cinco años. ¿Pero qué quiere decir esos de años "muy locos"?
RM - Vuelvo a usar el término: en un país que está gris, sin color, sin esperanza, sin sueños, con la gente que se va, con la familia fragmentada, donde de nada se puede hablar, donde todo está trancado, gana la izquierda, se desempata esa situación de empate y notoriamente hay una cantidad de cosas que estaban como prohibidas, que no se podían hacer, que no nos animábamos a hacer que ahora el conjunto del país va a hacer. La vida hay que vivirla, no hay que vegetarla, y creo que vamos a vivir diez años muy buenos, no sólo en lo económico. La gente va a poder venir a invertir sabiendo que no hay amiguismo político. Además estoy absolutamente convencido de que en otros planos sociales, o sea no sólo en el de la solidaridad, sino en apertura mental, vamos a poner, como quizás Uruguay tuvo en su oportunidad, a principios del siglo XX, legislaciones sociales adelante del resto del mundo. En una cantidad de cosas, por ejemplo en la discriminación, en el tema del género, en una situación de entender a la gente joven. Uruguay está atrasadísimo, conservador, aburrido. Creo que viene una efervescencia que va a permitir...
EC - No va a decir "algo divertido"...
RM - No, no el término "divertido" en el sentido del gobierno que iba a hacer Batlle. Yo soy muy crítico de Batlle, pero mire que no lo critico porque un día el presidente de Argentina se tomó un helicóptero y se fue de la Casa Rosada, como no lo criticaría si un día le viene una locomotora encima, nada tendría de culpa si le viniera una locomotora encima. Lo que critico es que no sacó al país de las vías, no saltó, no dio el salto, se quedó inmóvil y la locomotora nos arrolló porque es un hombre que no escucha, lamentablemente no escucha.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni