El diario Perfil le dedica una página en la que analiza la carrera política del ex titular de Ancap y Líder de la lista 711.
 
Como hijo del  legendario fundador de la guerrilla uruguaya Tupamaros, de 51 años y ahijado político de José Mujica, lo muestran como la cara de la renovación generacional en el Frente Amplio y uno de los nombres que se manejan para integrar la fórmula presidencial.

Afirman que en el último tiempo, su amistad personal con Axel Kicillof lo convirtió en un nuevo canal de diálogo bilateral que puede resultar clave para Mujica en su intento de recomponer el vínculo con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Afirman que los contactos por la vía diplomática formal pasaron a un segundo plano, y los pocos puentes que siguen tendidos entre ambos gobiernos son a nivel político. Es allí donde Sendic y Kicillof tienen un papel que jugar, afirma Perfil.

Relata que ambos se conocieron en la embajada uruguaya en Buenos Aires por intermedio del embajador Guillermo Pomi, amigo y compañero de militancia de Sendic padre.

Viajes y asados mediante, afianzaron su relación durante la gestión de Sendic en Ancap y de Kicillof en YPF.

 "Tenemos una relación de amistad personal y pienso que eso puede ayudar a mejorar el vínculo entre ambos gobiernos –dijo Sendic a PERFIL–.

Agregó que ambos tienen una reunión pendiente para conversar a agenda abierta.

"Hay que encarar dos o tres temas concretos para dar una señal de acercamiento y apertura. A diferencia de otros dirigentes de Uruguay que le echan toda la culpa a la Argentina, yo creo que el esfuerzo debe ser conjunto. Y Axel piensa igual que yo";, concluyó el líder de la 711.

La publicación argentina asegura que en el Frente Amplio afirman que el rol de Sendic como virtual articulador con el gobierno argentino puede fortalecerlo en la interna partidaria, en la que ya ocupa un lugar preponderante. Pero aún más importante que eso, puede darle aire a una relación que llegó a un punto límite.