Situación en los puertos

Alberto Díaz (ANP): La nueva dificultad portuaria impuesta por Argentina "es preocupante" porque hay "cambio en las reglas"

Puerto de Nueva Palmira. Administración Nacional de Puertos
Puerto de Nueva Palmira Administración Nacional de Puertos

La Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina resolvió revocar la habilitación a un embarcadero en la isla de La Paloma que iba directo al puerto de Nueva Palmira, creando así un nuevo conflicto portuario entre ambos países. En Perspectiva consultó al respecto a Alberto Díaz, presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), quien explicó el funcionamiento de dicho embarcadero y las posibles repercusiones de esta nueva medida. Díaz ya manifestó su preocupación a las autoridades, con quienes se reunían en la mañana de este lunes para definir como proseguir. A priori, una posibilidad que manejó es derivar las barcazas a que esperen en Fray Bentos.

(emitido a las 7.50 hs.)

EMILIANO COTELO:
Mientras el Gobierno intentaba avanzar en la solución de los numerosos problemas que están pendientes en la agenda bilateral con Argentina, la semana pasada se conoció una decisión de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de ese país que agregó nuevas complicaciones, y que, en especial, vino a entreverar a la actividad portuaria nacional.

El jueves fue revocada la habilitación a un embarcadero ubicado en la isla La Paloma, del lado argentino del río Uruguay, que era utilizado hasta ahora por las barcazas que, cargadas con granos procedentes de Paraguay, amarraban allí a la espera del acceso al puerto de Nueva Palmira. Esta resolución se suma a otras tomadas últimamente por el Gobierno argentino que han impactado negativamente en los intereses portuarios uruguayos. En este caso le pega específicamente a Nueva Palmira y podría afectar sus ventajas para la recepción de las cargas que bajan a través de la hidrovía.

En las últimas horas el Poder Ejecutivo se abocó al diseño de alternativas que permitan enfrentar esta situación. Esta mañana habrá una reunión de alto nivel para considerar el tema. Por eso vamos a conversar con el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz.

Para ubicar el asunto, ¿cómo funcionaba este embarcadero de La Paloma?, ¿de qué manera le servía al puerto de Nueva Palmira?

ALBERTO DIAZ:
Vamos a pensar que es el amarradero de barcazas, lo que venía bajando del Paraná lo hacía en barcazas, algunos de estos convoyes de las barcazas quedaban en La Paloma y otros seguían al amarradero que tiene la ANP. Nosotros tenemos un amarradero que construimos hace dos años y lo empezamos a hacer funcionar hace unos tres meses.

EC – ¿Dónde está ubicado?

AD – Un poco al norte de nuestro puerto. Lo único que cuando lo creamos, después de trabajar el protocolo de seguridad, no lo pusimos al servicio de todos, era un amarradero para los barcos que trabajaban en la ANP. Hay que ver que ahí tenemos un complejo portuario de tres terminales donde solo una es de la ANP.

EC – Sí, las otras dos son operadas por privados, ¿no? La terminal de Corporación Navíos y la de Ontur.

AD – Exactamente. Hasta ahora las barcazas que trabajaban con Corporación, por ejemplo, quedaban en La Paloma y las iban trayendo a medida que necesitaban descargar y después se llevaban las vacías para allí.

EC – Esos amarraderos son un estacionamiento a la espera de lugar para operar en el propio puerto.

AD – Sí, además imagínese que viene un convoy de 12 barcazas acopladas entre sí, después cuando van a operar con los barcos tienen que venir de a una o de a dos, entonces tiene que haber un lugar donde se pueda soltar el amarre e ir trasladándolas a la zona de operación.

EC – Y a esos efectos se utilizaba la isla de La Paloma del lado argentino.

AD – Sí, un emprendimiento privado, no sé de qué nacionalidad, pero era como un puerto argentino que trabajaba al servicio de la actividad de Nueva Palmira.

EC – La primera pregunta que me surge es: ¿por qué Nueva Palmira dependía tanto de ese embarcadero argentino? ¿Por qué no se había desarrollado una infraestructura propia para bancar ese movimiento?

AD – Se estaba desarrollando.

EC – Usted contaba recién un ejemplo, pero parece claro que hacían falta otros, ¿no?

AD – Sí, es más, nuestro amarradero no nació como una solución para el trasbordo paraguayo o boliviano, lo pensamos porque empezaron a haber barcazas en el río Uruguay y también teníamos que tener dónde amarrarlas. Con ese concepto se fue trabajando. Corporación Navíos está haciendo el suyo, no está terminado, y hay pedidos del sector privado de instalar nuevos en una zona un poco más al norte todavía, en Punta del Arenal. Porque hay que ver que las barcazas tampoco tendrían que obstaculizar el canal de navegación, tienen que quedar en un lugar protegido pero sin dificultar la navegación.

Hay proyectos para aprobar por distintas dependencias y ahora estamos evaluando cuántos convoyes podemos tener amarrados nosotros a la vez.

EC – Una pregunta antes de continuar: ¿esta medida argentina complica, efectivamente, las cosas para Nueva Palmira?

AD – Sí, otra vez, a los sectores que son más dependientes de las barcazas del trasbordo les crea por los menos la necesidad de coordinar con la ANP, cosa que antes no lo tenían por qué hacer.

EC – ¿Qué porcentaje de las barcazas queda afectado?

AD – No sé, tenemos un cálculo primario. No hice la cuenta, pero un convoy barcaza son 12 barcazas, un poco más de 15.000 toneladas y un barco tiene 30.000. O sea que por cada barco que se carga en Nueva Palmira son por lo menos dos convoyes. Eso para tener una idea de lo que hay que tener en reserva: si uno tiene un barco y está trabajando solo con trasbordo tiene que tener lugar para por lo menos 24 barcazas.

EC – ¿Y cómo justifica Argentina esta medida que tomó?

AD – La resolución -no la tengo a la vista, sino se la leía- revoca la habilitación por incumplimientos de esa empresa en su plan de inversiones y de seguridad del amarradero.

EC – Eso implica que desaparece la posibilidad de ese servicio, ¿por cuánto tiempo?

AD – Ahora sabemos que en nuestro sector privado se está hablando con los dueños de este amarradero y van a hacer sus descargos en Vías Navegables.

EC – Pero en principio la decisión ya se ejecutó, ese embarcadero quedó inhabilitado.

AD – Sí, la decisión ahora funciona así. Aparentemente ahí hay unas 30 barcazas y estarían haciendo su último viaje a Nueva Palmira. O sea, las que están se despachan, no recibe más.

El otro tema es que va a empezar la zafra, ahora es un momento de menos actividad, y los convoyes que vengan, si no los podemos recibir todos, va a haber que derivarlos a otro lugar, con sus respectivos costos. El otro lugar claro para nosotros es Fray Bentos. La otra cosa que pasa es que nos obliga a coordinar mejor las operaciones de espera de los barcos.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cómo tomaron desde el Gobierno esta nueva dificultad portuaria impuesta por Argentina?, ¿qué evaluación primaria hicieron?

AD – Es preocupante, cualquier cambio en las reglas de un día para otro para nosotros es malo. En ese sentido, hicimos todas las comunicaciones pertinentes y supongo que el sector privado también habrá hecho las suyas. Le comunicamos de la situación inmediatamente a los ministros de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, y de Relaciones Exteriores, Luis Almagro. En un ratito tendremos una reunión para charlar más sobre esto.

RA – ¿Entienden que existe una intención de Argentina de quedarse con la carga que llega de Paraguay al puerto de Nueva Palmira como sostienen algunos operadores privados?

AD – No sé, el interés de Argentina en captar la carga paraguaya ha sido manifiesto en notas periodísticas, en eventos, o sea, de eso no caben dudas. Pero nosotros también queremos manejar las cargas paraguayas, y los paraguayos quieren que manejemos su carga. Veremos cómo evoluciona.

Está claro que hay que tener la infraestructura, no es muy complejo tener amarraderos de barcaza, lo que hay que tener es bien dimensionada y resuelta la logística para tener las terminales que trabajan con estas barcazas.

EC – ¿Qué alternativas se manejan? Una posibilidad que usted manejó es derivar las barcazas a que esperen en Fray Bentos.

AD – Sí. En el corto plazo la solución es usar el amarradero de la ANP al servicio de los puertos vecinos, Corporación Navíos y Ontur, ese es un ofrecimiento que ya lo hicimos, cuando vengan van a pedir servicio.

EC – ¿Alcanza el amarradero que ha construido hasta ahora la ANP?

AD – Nosotros lo construimos pensando en el río Uruguay y también ante reclamos de Paraguay de hace unos dos años cuando estaba activo en la hidrovía, después dejó de estarlo y ahora volvió a estar. Su reclamo en el Comité de Hidrovía era que Uruguay tenía que tener amarraderos. Para cumplir con ese requerimiento fue que la ANP hizo el suyo.

Sabemos que Corporación Navíos está fabricando el de ellos y ahora hay que evaluar en cuánto tiempo lo pueden tener pronto.

Además tenemos otros pedidos para instalar amarraderos en la zona de Punta Arenal, a unos 20 kilómetros de Nueva Palmira. El plazo para la ejecución puede variar, pero en este último caso me dicen que en unos tres meses podrían estar instalados. Hoy tenemos lugar, supongo que para cuatro o cinco convoyes, no más.

EC – El diario El Observador aporta hoy otra alternativa, ¿Romina?

RA – Usted mencionaba el plan que tiene Corporación Navíos para crear un nuevo amarradero. El diario El Observador publica este lunes que Ontur estudia una alternativa similar para barcazas en Nueva Palmira porque analiza un amarradero en su muelle tras este nuevo obstáculo de Argentina, una decisión que ya la venían considerando, pero que esto aceleraría.

EC – Si entiendo bien implica utilizar el propio muelle de Ontur.

AD – Sí, nosotros también valoramos más o menos lo mismo, no leí El Observador todavía. Nuestros muelles tienen una zona externa y una interna con una dársena interior, estamos valorando cuántas barcazas podemos poner del lado interior, que era una zona de maniobra y no de estacionamiento de barcazas. Podemos llegar a poner nueve, más o menos, es lo que nos están diciendo.

En este momento vamos a recurrir a toda la imaginación posible para que las barcazas puedan estar, pero nosotros también necesitamos rotación, necesitamos que las barcazas no se queden a vivir, que trabajen su barco y se vayan. Lo más importante para mí es que nos trae un actor a escena que antes era el que esperaba y ahora pasa a ser un actor importante a la hora de saber cuándo vienen las barcazas. Antes venían y esperaban y uno coordinaba solo los barcos grandes, ahora hay otro actor que también ocupa espacio, que hay que saber con quién y cuándo va a operar, de repente viene el barco de barcazas y el barco grande que se va a llevar la carga está desfasado en el tiempo. Nos genera un cambio en la logística que es lo que vamos a intentar trabajar con el sector privado, ya que les estamos ofreciendo nuestro amarradero.

Si Ontur hiciera un amarradero público o para ellos mismos bienvenido sea, porque en este momento creo que lo que se necesita es independizarse del amarradero de La Paloma.

EC – ¿Usted está convencido de que llegan a tiempo para bancar la zafra de granos?

AD – No sé, realmente no era una cosa que tuviéramos demasiado arriba nosotros, era una cosa que no nos daba problemas. Ahora vamos a intentar saber cuánta carga viene y cómo es la secuencia de llegada. Obviamente que vamos a tener que contar con el apoyo de muchos para intentar tener bolsas de amarre a lo largo de nuestro río, y seguras, porque tampoco es cuestión de amarrar y después tener problemas con los vecinos o con la navegación. No es cualquier cosa, hay que hacerlo bien.

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