En Primera Persona

Apuntes de la campaña (3): El vértigo y los votantes dudosos

Por Emiliano Cotelo.

(Emitido a las 08.20)

Tal vez sea lógico que esto ocurra, en la medida que nos estamos acercando al 31 de octubre.  Pero lo cierto es que en estos días la campaña va cambiando vertiginosamente, abriendo diferentes frentes de discusión, algunos de ellos con enfrentamientos muy crudos y otros enfrascados en aspectos laterales pero que de golpe pasan a lucir como fundamentales.

Estuvimos varios días pendientes del reclamo de debate lanzado desde el Partido Nacional (PN) al Encuentro Progresista – Frente Amplio (EP-FA).  Finalmente, la izquierda terminó de pasar en limpio su posición en esa materia: No participa en debates, y la prohibición abarca no sólo a la fórmula presidencial sino que baja también al nivel de los senadores. Así quedó claro este lunes, cuando José Mujica se vio obligado a cancelar el encuentro que había aceptado con Luis Alberto Heber.

La interpretación del episodio ha dado lugar a dos grandes lecturas.

La primera sostiene que:
a) cuando Vázquez no acepta debates, cuando limita al mínimo las conferencias de prensa y concede entrevistas con cuentagotas, el FA le está retaceando posibilidades de información a la ciudadanía. 
b) la izquierda tiene algo para ocultar y/o no quiere correr riesgos en la posición ganadora que le adjudican las encuestas. 
c) Tabaré Vázquez puso de  manifiesto su temperamento autoritario, en la medida que obligó a dar marcha atrás a un dirigente importante de su partido que ya había dado su palabra.

La otra visión, por su parte, enfatiza que:
a) en Uruguay no hay ni ley ni tradición que obligue a los debates y que la izquierda tiene derecho a fijar su propia estrategia de comunicación. 
b) al mantenerse firme en esta tesitura, el EP-FA confirma que llegó a estas elecciones con una campaña muy organizada y firme. 
c) la prohibición a Mujica es vista positivamente, como una muestra de la capacidad de control de las disidencias, incluso cuando el díscolo es el más votado del FA, un dato interesante en la eventualidad de llegar al gobierno y enfrentar discrepancias desde adentro de la propia izquierda.

¿Cuál de estas dos interpretaciones terminará imponiéndose entre la gente?
O, mejor dicho, ¿cómo impactó esta pulseada en los indecisos y los votantes dudosos, o sea, quienes, habiendo optado por un partido, aún no están del todo seguros?
Todavía no lo sabemos.  Tal vez las encuestas puedan aportar algo de información en ese sentido.

De todos modos, lo que sí queda claro es que la guerra se está librando sobre ese sector del electorado, que es el que definirá si el EP-FA llega o no al 50% el 31 de octubre.

Y en esa guerra las batallas se suceden a gran velocidad, al punto de que algunas llegan a superponerse con otras.

El lunes, cuando empezó a apagarse la batalla sobre el debate, el Partido Nacional presentó los nombres de 38 personalidades que ocuparían cargos en caso de que Larrañaga llegara a la Presidencia. 

Pero de inmediato, el martes, quien jugó el EP-FA con la publicación de sus propuestas programáticas.  El mensaje era, en síntesis: "hace meses que venimos dando a conocer nuestras ideas en diálogo con la sociedad; por si alguien tenía dudas, ahora las recopilamos". 
Los blancos no dejaron pasar ni un día.  Esa misma tarde lanzaron su crítica aplanadora, sosteniendo que aquello no era un programa y que varias de las iniciativas les habían sido plagiadas a ellos.

Cuando todos nos preguntábamos cómo seguiría el contencioso entre el PN y el EP-FA --que, como cabía esperar, habían terminado trenzándose fuerte-- el escenario nos deparó un par de sorpresas. 

Desde el Partido Colorado se lanzaron dos líneas de ataque a Mujica (y, por elevación, al Frente Amplio en su conjunto).  Primero llegaron las piezas de TV protagonizadas por el ministro de Industria, José Villar.  Y a las pocas horas el Foro Batllista intentó emitir su spot basado en el documental Tupamaros.
Como ustedes saben, las dos líneas de trabajo se concentraron en cuestionar la convicción democrática del MLN a partir de su pasado de lucha armada.  ¿Es este un debate relevante en el año 2004? ¿Qué puntos débiles y qué puntos fuertes tienen tanto los acusadores como los acusados?  Cada uno de ustedes habrá sacado sus conclusiones este jueves aquí, EN PERSPECTIVA, cuando entrevistamos a Julio María Sanguinetti y Eleuterio Fernández Huidobro.

Lo que parece evidente es que con estas movidas el Partido Colorado logró meterse en una discusión que últimamente venía quedando polarizada entre Larrañaga y Vázquez. Era notorio que en el oficialismo reinaba una preocupación seria porque las encuestas lo mostraban por debajo del 10% y por la sensación de "ballotage adelantado" que se había instalado en la población.
Ahora los colorados, y sobre todo el Foro, con Sanguinetti denunciando la censura a su spot, construyeron una oportunidad para recuperar parte del protagonismo perdido.

La jugada es, en realidad, a más de una banda.  Por un lado busca afectar las chances del EP-FA de ganar en primera vuelta.  Pero también es notorio que mira hacia el costado, procurando llevar de regreso a los simpatizantes colorados que en los últimos meses se habían ido volcando a Larrañaga.

¿Cómo le irá al PC en esta batalla que emprendió?
Y los blancos, ¿se verán obligados a modificar su estrategia?
Esas son algunas de las preguntas que nos quedan para empezar la penúltima semana de la contienda.