aprobación de ley

Rafael Michelini (FA): En el tema de responsabilidad penal empresarial "el FLS actuó con lealtad" sin "erosionar las mayorías del Gobierno"

Rafael Michelini.
Rafael Michelini

Luego de la polémica en torno a la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador, el Frente Amplio (FA) hizo uso de su mayoría parlamentaria para aprobarla, a pesar de los diferendos internos. En el día después de la larga jornada parlamentaria, En Perspectiva dialogó con el senador del Nuevo Espacio Rafael Michelini, quien sostuvo que a pesar de las diferencias, el objetivo principal era "dar la señal" de "nunca más accidentes" en materia laboral. Destacó que el propósito de la ley es bueno, pero igual advirtieron de los problemas constitucionales: "nosotros teníamos una observación de redacción que a nuestro entender blindaba el pasaje por la Suprema Corte de Justicia", concluyó el senador.

(emitido a las 7.49 hs.)

EMILIANO COTELO:
La ley de responsabilidad penal del empleador ya es un hecho. Los 16 senadores del Frente Amplio (FA) levantaron sus manos para sancionar la iniciativa tal como venía de la Cámara de Diputados. Ahora el Poder Ejecutivo debe promulgarla y luego reglamentarla.

El proyecto generó diferencias dentro del oficialismo ya que siete de los 16 senadores, los pertenecientes al Frente Líber Seregni (FLS) y a la Vertiente Artiguista, tenían reparos en cuanto a la eventual inconstitucionalidad del texto y llegaron a proponer una enmienda para blindarlo, lo que finalmente no prosperó.

Estamos otra vez en contacto con el senador y líder de Nuevo Espacio Rafael Michelini, con quien ya charlamos la semana pasada.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Por qué el FLS terminó cediendo y dando los votos para que saliera esta ley?

RAFAEL MICHELINI:
Porque había que dar la señal con respecto a nunca más accidentes, ese era el objetivo global. Somos todos conscientes que el tema de la seguridad no estaba en la agenda, pero cobra vidas todos los años y por lo tanto había que dar una señal muy fuerte. Nosotros propusimos potenciar la ley y al final la bancada entendió que no era el camino, por lo tanto hicimos un alegato en sala en pos de fortalecer los argumentos de por qué es necesaria una ley de este tipo y por qué nosotros insistimos en que tuviera los resguardos necesarios para que dentro de cuatro, cinco o seis meses, no estemos en foja cero de nuevo. Eso es lo que puede ocurrir y lo que nosotros advertimos, en ese caso no queremos que nos adjudiquen responsabilidades, porque nosotros advertimos que podría pasar, la ley tiene algunas debilidades que debimos corregir en esta etapa.

RA – Usted decía que primó el dar la señal de que nunca más se dieran accidentes laborales, de todas formas eso también se podría haber conseguido si se incluía la alternativa que planteaban ustedes, ¿verdad?

RM – Por supuesto.

RA – Usted la semana pasada cuando lo entrevistábamos decía: "vamos a negociar hasta último momento", ¿qué pasó en ese intento?

RM – Yo creo que como a veces ocurre en los partidos políticos no primó en este caso el espíritu de flexibilidad, fraternidad y amplitud que ha primado permanentemente en el FA, que es una construcción política donde hay comunistas, cristianos, batllistas, blancos independientes y gente de izquierda de toda índole. Siempre hacemos un esfuerzo más para construir los escenarios donde todos nos sintamos involucrados, no ocurrió en esta circunstancia, espero que sea una excepción. Por lo tanto el proyecto de ley en cierta medida es más frágil. Obviamente tuvo todos los votos, nosotros no vamos a fragilizar la mayoría parlamentaria porque eso generaría inestabilidad en otros campos, incluido en el tema de la economía, pero, como cualquier obra humana, al nacer no sale arropada de la forma que nosotros quisiéramos.

RA – Lo noto enojado y muy crítico con cómo se dio la discusión interna.

RM – Enojado no, fue una jornada larga. Me critico primero a mí mismo, porque nosotros estamos en esta función para que socialmente la ley que uno vota tenga larga vida. En esta circunstancia arranca con mucha fragilidad, pero no por su génesis, que tuvo una discusión muy fuerte en Cámara de Diputados, bien, y naturalmente el Sunca [Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos] ha movilizado porque muchos de los que mueren son sus propios compañeros, y está bien que estén sensibles y sensibilicen a la población en función de eso.

Lo que creo es que nosotros debimos estar en mejores condiciones de corregir la ley, tal cual nos lo decían varios de los juristas frenteamplistas, para que no tenga reparos en el futuro. Ojo, había otros juristas que nos decían que no era necesario agregar los términos, pero fíjese la diferencia: los que nos decían que no era necesario era porque ya se interpreta como los términos que le quieren agregar. Y bueno, si ya se interpreta con los términos que le queremos agregar, lo que abunda, en nuestra opinión, no daña.

No supimos convencer, no tanto en la bancada de senadores sino en la de diputados, quienes sentían que había un trabajo intenso, con muchas dificultades por acuerdos y demás, y entonces era preferible que no nos empantanáramos, salir de este tema y que, en un estado de derecho, sea otro organismo el que determine si esas debilidades son tales o no.

RA – Usted decía que sale debilitada la ley y de hecho de 16 votos siete legisladores tenían consideraciones de que era mejor votarla de otra forma. Repasando un poquito, escuchando sus argumentos y su autocrítica diciendo "no supimos convencer", ¿pesa más la disciplina partidaria que la convicción de que una ley que se está votando puede llegar a ser inconstitucional?

RM – La unidad de acción es muy importante porque significa estabilidad en el país y quien gobierna necesita que las mayorías estén sólidas, sino es un caos. Si todos los días hay mayorías diferentes y todos los días se cambian leyes para un lado y para el otro es un caos. La gente no lo puede apreciar…

RA – Pero en este caso hubiera significado simplemente que se mantuviera la situación actual y en todo caso se continuaba trabajando en otro proyecto a futuro que sí generara los consensos.

RM – No, pero no había ley y las precauciones y los esfuerzos por defender la vida y que no haya más accidentalidad quedaban en aguas de borrajas.

EC – ¿Usted dice que si el FLS se mantenía en su posición no había ley? ¿No podía haber margen para seguir negociando?

RM – Hay momentos en los que las situaciones se agotan. Si nosotros, frente a una mayoría de bancada que decía "igual votémosla", empezamos a generar el antecedente de que no importa la mayoría parlamentaria, de que cada sector, cada senador o diputado hace lo que quiere, que la unidad de acción no camina más, imagínese, seis senadores, o siete si [Enrique] Rubio se sumaba… No queríamos generar un antecedente con una ley con la que compartimos el fondo. Creemos que el propósito es muy bueno y que nosotros teníamos una observación de redacción que a nuestro entender blindaba el pasaje por la Suprema Corte de Justicia (SCJ), que va a pasar, porque la van a recurrir, y por lo tanto la lupa que le van a poner a la ley iba a poder ser sorteable. Bueno, si eso ocurre lo que decimos es que no nos adjudiquen la responsabilidad.

RA – Usted lo que está diciendo es "nosotros lo advertimos". ¿Qué costo político estiman que puede llegar a tener si efectivamente la SCJ declara inconstitucional esta ley?

RM – No hay costo político del FLS o del FA, lo que sí habrá es que el país tiene que volver a empezar en un tema que nos llevó tres años y medio por no poner dos palabras en una redacción que nos ponía a resguardo de la posible inconstitucionalidad. El FLS actuó con lealtad de izquierda, frenteamplista, decir: no vamos a erosionar las mayorías del Gobierno, el propósito de la ley es muy bueno, lo compartimos. Pero igual advertimos de los problemas constitucionales y de algunos otros que al solucionar el problema constitucional también se arreglaban de fondo. Porque uno siempre dice "esta ley es para el contumaz, que ya no sabemos qué hacer con él" y esa redacción que a nuestro entender solucionaba el tema constitucional también dejaba muy en claro que era contra el contumaz, no contra quien habiendo tenido una práctica de resguardo y de cumplimiento de toda la seguridad en el ámbito del trabajo, en alguna circunstancia, se le hace una inspección y por alguna razón se le encuentra una falta grave. Nosotros pensamos que en los núcleos de actividad siempre ocurre algo, pero ahí hay que separar entre los justos y los pecadores, los que tienen permanentemente una acción de resguardo en el tema de la seguridad o aquellos que no la tienen y les importa poco.

EC – En lo que terminó ocurriendo en la bancada de senadores, en el resultado de la votación interna, todo indica que pesó mucho la presión del Sunca. Me refiero concretamente a lo que ocurrió a comienzos de la semana pasada cuando este tema se laudó entre ustedes, los senadores. ¿Cómo observan el papel que han jugado los sindicatos, en particular el Sunca? Se lo pregunto teniendo en cuenta la opinión de alguien como Esteban Valenti, que dice que con esto no se sabe quién gobierna, si el Parlamento o el Sunca.

RM – Hay un problema de imagen que nos preocupa y en eso estamos totalmente de acuerdo: la población empieza a percibir que las decisiones no se toman donde se tienen que tomar. Ahí tenemos un problema de imagen, esperemos que esto sea una excepción, y no que sea una cuestión que se consolide. Tenemos un problema, por ahora, de imagen pública. En lo que a mí respecta, las presiones no me afectan, por una simple razón: no tomamos esta decisión por el tema del Sunca, acá había una mayoría que quería modificar el texto, se encontró con que algunos sectores le habían advertido que modificando ese texto se podía empantanar la ley en la Cámara de Diputados y por lo tanto no se quería un escenario sin ley. A partir de ahí se hizo un efecto dominó, nosotros no íbamos a postergar el tratamiento de la ley erosionando la mayoría de Gobierno, la unidad del FA, y generando un antecedente para que otras leyes, tan o más importantes que esta, que haya que sacar en los próximos meses, quedaran por el camino.

EC – Ese es un problema. Ustedes, que de algún modo representan al equipo económico, ¿tenían la inquietud de que si trancaban este tema después hubiera otros sectores de las bancadas del propio FA en ambas cámaras que bloquearan leyes del Ministerio de Economía, por ejemplo?

RM – No del Ministerio de Economía, del Gobierno todo.

EC – Está bien, pero impulsadas desde ese Ministerio.

RM – Sí, que hacen referencia a seguir con la prosperidad que tenemos, hay que tener mucho cuidado con eso, hay que dar estabilidad a los Gobiernos. Yo lo decía ayer y se enojaron los del Partido Nacional, ellos siempre dicen que son un partido de mujeres y hombres libres, está todo muy bien, pero en un Gobierno tiene que primar un sentido colectivo, no es que cada uno haga lo que quiera, porque cuando uno hace lo que quiere el país no avanza.

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