JINGLES

Candidatos cantados: el no tan discreto encanto del jingle en las internas 2014

Análisis semiótico de la comunicación política. Con el semiólogo Fernando Andacht.

(emitido a las 10.41 hs.)

EMILIANO COTELO:
"Candidatos cantados. El no tan discreto encanto del jingle en las internas 2014", es el título de hoy.

FERNANDO ANDACHT:
Así se llama, hay obviamente un juego de palabras. Por un lado voy a ocuparme de dos candidatos que están liderando o ahí cerquita. Uno de ellos es Luis Alberto Aparicio Alejandro Lacalle Pou.

EC – Te aprendiste el nombre competo.

FA – Completo, es difícil. Y el otro lado Pedro Bordaberry. Ambos cantados, Bordaberry en el Partido Colorado sin duda y el otro muy cerca, y de eso vamos a hablar también, porque hubo una movida fuerte en el tablero político para el primero. Cantados también porque la música tiene un efecto semiótico muy interesante en dos spots recientes de estos precandidatos de la interna.

Para empezar quería hacer un nexo con una de las ideas que ya comenzamos a desarrollar en este ciclo. ¿Te acordás que hablamos de ese spot del 2008 de los Black Eyed Peas del candidato Barack Hussein Obama -ya que estamos para nombres completos-?

EC – El "Yes we can".

FA – Exactamente. Allí no hay un candidato cantado en el sentido que hoy lo voy a trabajar. El oyente se puede preguntar: "¿Qué hay entonces?, si es importantísima la canción con la que musicalizan ese famosísimo discurso", yo le llamo a eso una intervención musical.

EC – Recordemos, efectivamente aquel jingle trabajaba sobre un discurso real de Barack Obama.

FA – Exacto, por eso no querría llamarlo un jingle, para separarlo de lo que hoy vamos a trabajar: dos jingles hechos por profesionales, especialistas, no importa si son afines o no (políticamente). Hay un copamiento con y un copamiento de. Un "copamiento con" en el sentido que es obvio que ese discurso político gusta a ese grupo musical, a will.i.am que es el líder, para hacer esa acción en YouTube, que tiene millones de seguidores. Y un "copamiento de" en el sentido que la música toma la palabra normalmente dicha y la vuelve música, un sentimiento.

Hoy vamos a ver dos situaciones. Si te parece vamos a largar el primer título hablando del candidato que vamos a llamar joven: "candidatearse y no tener vergüenza de ser juvenil". Es una alusión a una canción brasileña de la que vamos a escuchar luego un trocito que se llama "Viver e não ter a vergonha de ser feliz", "Vivir es no tener la vergüenza de no ser feliz" de Gonzaguinha.

Para empezar vamos a escuchar un pedazo del primer spot de Lacalle Pou:

EC – "Somos hoy, somos ahora". Ese es el título de este jingle.

FA – Y el eslogan que va a repetir. Va a haber una cosa interesante dentro de esta pieza y no en la de Bordaberry: fragmentos, irrupciones de la palabra del candidato, en un acto o sola. Me voy a detener brevemente en eso para mostrar ese contrapunto entre el candidato cantado, lo que acabamos de oír, y el candidato hablado, que es el medio natural de la política.

Vayamos al análisis: ¿cuál sería el combate que libra ese eslogan? El idioma guaraní, de donde nada más y nada menos que viene nuestro país en el nombre Uruguay que se confunde con otra palabra guaraní cercana geográficamente (Paraguay), tiene dos palabras: una es "ñandé", que es el nosotros inclusivo, si me refiero a mí y a Emiliano, y la otra es "oré", nosotros dos y los oyentes. Son dos palabras que ayudan mucho a la vida de un político y de ahí viene mi análisis: toda esta balada folk de este primer candidato cantado es para derrotar una pieza vetusta asociada más al Honorable Directorio del Partido Nacional que a Facebook. Hoy el nosotros clásico del político está en extinción, en muerte acelerada.

Tanto que en uno de los momentos que se puede ver en la pieza en internet -si uno lo escucha nada más no lo entiende- el candidato en un acto dice: "Nosotros somos hoy, somos ahora. Y nosotros nos tenemos que preparar" y ahí pasa algo, continúa: "No nosotros. Nosotros", él gesticula negativamente hacia el equipo de gobierno que está sobre el escenario y luego gesticula a entrar. Está intentando matar el nosotros mayestático, que es un nosotros jerárquico, propio del Papa, de un rey, de un príncipe, que separa violentamente no solo al político sino a la generación que es cantada.

Si querés escuchamos un pedacito porque el chiste es verdadero. Hay una línea que dice: "Ser un eterno aprendiz", y a mí me sonaba mucho eso y lo encontré en una canción de Gonzaguinha que dice exactamente eso. Escuchemos:

FA – Ahí tenemos a Gonzaguinha haciendo una canción de música popular brasileña, y lo escucharon: "a beleza de ser um eterno aprendiz" (la belleza de ser un eterno aprendiz). Esa es la esencia y es muy importante para ir con la movida que luego ocurrió de la subida o bajada, como se la quiera ver, de ese otro rival que dejó de serlo en la lid electoral del Partido Nacional, Sergio Abreu, que pasa a unirse a las fuerzas del más joven. 


Terminemos con este candidato cantado antes de pasar a ese evento. Esto del nosotros mayestático que mencionaba se refiere a una lucha que también tiene que ver con toda una "descorbatización" que vamos a ver en las dos piezas. Ninguno de los dos precandidatos usa la corbata durante casi toda la pieza.

En el caso de Lacalle Pou hay tres intervenciones. En la segunda dice: "Nosotros somos hoy, somos ahora, vinimos para gobernar hoy, vinimos para gobernar bien". Pero la parte más interesante es un trozo al final donde sí aparece más formal, con corbata, parece de más edad, y dice: "Queremos hacernos cargo", peligro a través de esa especie de irresistible nosotros que es la clase política que te deja muy lejos de la gente, sobre todo en esta época de redes sociales, y agrega: "Me quiero hacer cargo", y eso es un tuit.

EC – Pero es que él tiene ese problema de que mucha gente puede pensar: "Bueno, está haciendo un precalentamiento. Se postula para presidente pero en realidad lo que está buscando es posicionarse bien para dentro de cinco años".

FA – Exactamente.

EC – Y eso es lo que él rechaza, lo que remarca con su equipo: quiero ser presidente ahora.

FA – Es una versión electoral, si querés casera, de un viejísimo tema literario latino que se llama carpe diem, del "disfrute ahora" al "vóteme ahora, no soy una promesa", que es otro punto débil de toda política, no prometer sino hacer ahora.

EC – ¿Cómo enganchás todo esto con Sergio Abreu?

FA – ¿Qué te parece si escuchamos un pedacito de una pieza armada rápido, cuando se da esa anexión?

FA – El jingle del candidato cantado uno de hoy le da la banda sonora casi perfecta para que este de otra generación, Sergio Abreu, pueda decir "yo me asocio" en calidad de lo que yo llamé hace unos cuantos años el Principio Petirrojo, un homenaje a esa figura que acompaña al gran hombre en referencia a Batman y Robin, que en inglés significa petirrojo, y cuyo uniforme es una camiseta roja. Acá pasa algo raro, lo "normal" sería que Sergio Abreu fuese Batman, tiene experiencia, ya fue un hombre importante, sabe mucho de política exterior, y que este jovenzuelo fuese su petirrojo. Pero las palabras que elige adecuadamente hablan de aportar la experiencia, la seriedad, los años, pero también habla de que un partido se nutre de sus nuevas generaciones, ahí explica y entra el jingle con renovado sentido, porque está diciendo "ahora", no una promesa de algún día ser candidato. Esa es la proclama petirroja de Sergio Abreu para este Batman mucho más juvenil e inexperiente que su Robin, más veterano, pero igualmente leal. 

La pieza termina con un cartel que dice "Abreu se suma a Lacalle Pou", en cierto mundo uruguayo posible sería al revés, el joven habría depuesto las armas electorales y se habría unido.

Vamos a contrastar ahora, porque creo que tal vez no lo pensaron: la otra campaña interna, la de Pedro Bordaberry, es casi un espejo exacto de esta. Ya van a ver por qué. Escuchemos un trozo de su jingle:

FA – Voy a apoyar con un análisis serio que los dos precandidatos son uno al espejo de otro. En Estados Unidos, no sé si en Uruguay, cuando aparece Jimmy Carter, con una presencia bastante fuerte en los medios por sus diversas funciones casi diplomáticas, se habla del "presidente Carter", no del "ex", el prefijo que le daría fecha de caducidad no se usa.

EC – Esa es una costumbre que se da en varios países, en Uruguay no, cada tanto se intenta eso con alguno de los ex presidentes pero siempre suena raro.

FA – Exactamente. En el signo de identidad de Lacalle Pou hay un reflejo genealógico interesante y positivo, viene de un linaje presidencial. Del otro lado hay un problema, por eso le llamé a esta parte: "un candidato cantado pasa por un bautismo, no de fuego sino de merengue. Nace Pedro Afecto".

La oposición sobre todo ha señalado una ausencia que brilla por sí misma: la del apellido. Escucharon el eslogan que dice "Vamos con Pedro". Les voy a relatar dos o tres imágenes muy interesantes, sobre todo la del final, que parecería contradecir mi discurso, pero en realidad lo confirma. Realmente Pedro a secas es un signo huérfano que carece de esa cosa telúrica, indigenista, de "Tabaré", que parece la leyenda patria, tiene una asonancia interesante, que Pedro o Juan, no tienen.

Esta pieza trata de subsanar esa ausencia de un signo de identidad, esa incompletitud, completando lo que en francés se denomina nom de guerre, el nombre con el que uno no solo va a la guerra sino que sale a cualquier contienda. Luego de esta pieza aparece casi como un Pedro de Hamelín, como el flautista que dirige a los niños y los jóvenes. En este caso aparecen los músicos de este merengue tan interesante, este ritmo que realmente no deja a nadie quieto, siendo llevados hacia algún lado desde la afectividad.

Doy mi palabra de que hice este análisis antes del abrazo que se dio Pedro Bordaberry con Tabaré Vázquez.

EC – Que fue todo un acontecimiento político el fin de semana.

FA – Exactamente, pero parecería ir en esa dirección, la de alguien que no solo tiene una afectividad -todos la tienen- sino que la demuestra. Es él que toma la iniciativa de subir y el otro tiene la obligación de saludarlo, obviamente, se suben y se dan un abrazo, modesto, pero abrazo al fin.

El spot tiene imágenes muy impregnadas del interior, como las de Lacalle Pou, por eso lo del espejo es interesante. Aparecen Colonia del Sacramento y el Puente de las Américas, pero acá no está pintando nada ni haciendo ninguna cosa, salvo un casi bailar, sobre todo unirse a toda esa gente y recibir ese afecto en vivo y en directo. Por eso así como se menciona a Doña María, que a diferencia de él no necesita apellido, se lo podría llamar Pedro Afecto o Cariño, o Melódico, o Bailador, porque ese es el que va siendo su signo de identidad en este bautismo.

Hay dos camisetas, unas blancas que dicen "Yo estoy", de los jóvenes y otras rojas que dicen "Pedro presidente" y bien al final de todo, parecería la contradicción de este análisis, va acallándose ese merengue y aparece un niño sin camiseta que está al aire libre sobre un pasto. Pedro le da la bandera de Uruguay y el niño se va alejando mientras se acalla la música. Es un momento melancólico. Arriba dice "Muchas gracias a todos", como si fuera la rúbrica, y ahí aparece "Pedro presidente" bien grande y abajo, ocupando la cuarta parte, sobre un fondo azul, "Bordaberry". Es como una especie de oscilación semiótica de su obvia genealogía, él también viene de un presidente pero en condiciones problemáticas comparado con Lacalle Pou, y ahí aparece por fin ese nombre que dudo que pueda rápidamente ser incorporado con plenos derechos en su discurso electoral.

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EC – Los oyentes también hacen sus aportes, te menciono dos para que te los quedes pensando. A propósito de Lacalle Pou y la frase "ser un eterno aprendiz" hay más de uno, como Leonidas o Luis, que dicen: "Ese es un término masónico. La búsqueda permanente de la sabiduría". Y a propósito de Abreu definido como el petirrojo: "¿no será que habría que cambiarle el nombre y sería el Principio Alfred?"

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