"En la historia humana sabemos que Mozart era un genio y lo era desde niño, pero también sabemos que el primero que derrotó a Napoleón tenía más de 80 años".

En ese sentido expresó: "El saber y la sabiduría y la sensibilidad son esquivos lo que no significa que haya que afirmar a los viejos y trancar a los jóvenes, sino que hay que buscar por todos los caminos la esquiva sabiduría".

Mujica indicó que se habla mucho de cambios, pero hay que especificar qué tipos de cambios. "También se puede cambiar para empeorar y aquí la cuestión es siempre tratar de sumar y tratar de cambiar para mejorar", expresó.

Por otro lado, indicó que "hay una fuerte tendencia humana a ver las realidades de acuerdo a como nos va en la feria y esto también es inevitable".

"Es legítimo que honradamente exista gente desconforme con aquellas políticas que buscan por todos los medios acortar las distancias económicas que existen entre los núcleos más ricos de nuestra sociedad con los mas pobres", estableció



Para Mujica hay matices intermedios. "Los dogmatismos cerrados que todo lo quieren igualar y que por lo tanto todo lo ven negro, limitado y pobre. Y por lo tanto se tiñe de un discurso pesimista por un lado chocan aunque se refuerzan estas dos tendencias, la una a la otra, en la visión que vuelcan hacia la sociedad".


"Son enormes los desafíos y ya nada será igual por eso nuestras creencias mas hondas hay que enfocarlas con espíritu critico y limitado pero no es poca cosa que en un pequeño país luchemos casi desesperadamente por convivir y hemos de entender lo elemental para convivir hay que construir por luchar por la racionalidad de la sociedad", sostuvo.


Para el presidente los sectores más ricos deberían entender que la convivencia no solo debe ser garantizada por un clima de respeto al derecho. "Hay que buscar que la gente viva hoy su vida lo mejor posible pero no ha de ser arrancándose los ojos unos a los otros".

"Todos vemos televisión y una cosa que impacta es la cantidad de gurises abandonados en esos campos de refugiados en Siria", reflexionó.

"¿No podríamos recoger un puñado de esos gurises? ¿No valdrá la pena que nuestra sociedad levante un poco la cabeza y seamos capaces de intentar socorrer en algo a los niños por ahí abandonados que están como costo de la guerra que esta muy lejos de tener solución? Me van a preguntar por que no me ocupo de los niños uruguayos, pero creo que la mayoría tienen cariño estos ni eso".