Interna FA

Macarena Gelman: Candidatura de Constanza Moreira recoge "inquietudes" y "sensibilidades" de grupos que están reclamando un espacio en el FA

La figura de Constanza Moreira como alternativa a la candidatura de Tabaré Vázquez dentro del Frente Amplio ha ido sumando adhesiones a lo largo de la campaña. Tal es el caso de Macarena Gelman, nieta del poeta Juan Gelman y candidata a diputada por el Grupo IR. Su particular historia de vida la ha convertido en un referente en la lucha por los derechos humanos, tanto en Uruguay como Argentina. En el marco de una nueva conmemoración de la Marcha del Silencio En Perspectiva entrevistó a Gelman. La candidata a diputada manifestó la necesidad de que exista un espacio diferente, por eso la creación del IR, "una organización política en formación, donde está todo para discutir". También cree que esta fuerza política es "muy diversa y atiende sensibilidades que quizás no se dan en otros espacios políticos".

(emitido a las 9.01 hs.)

EMILIANO COTELO:
Nadie duda de que Tabaré Vázquez será el candidato a la Presidencia que el Frente Amplio (FA) llevará a las elecciones de octubre. Las encuestas lo muestran cómodamente consolidado en la interna de la izquierda. En ese escenario, la competencia que le ha planteado Constanza Moreira suele ser vista como un desafío casi simbólico. Pero la "desafiante" no está sola.

Varios sectores respaldan su precandidatura buscando por esa vía una renovación en la izquierda. Uno de ellos es el Grupo IR, que surgió hace cuatro años y que en marzo pasado sorprendió anunciando que Macarena Gelman será su primera candidata en la lista de diputados por Montevideo.

Por su historia personal, Macarena Gelman ha estado identificada hasta ahora con la militancia en organizaciones de defensa de los derechos humanos y, sobre todo, con la búsqueda de la verdad en los casos de desaparecidos en la dictadura. Por eso, su decisión de incursionar en la política partidaria sonó como una de las novedades de esta campaña electoral.

Con ella vamos a conversar esta mañana.

¿Cómo te resulta esto de participar en la campaña electoral? ¿Te has habituado a esta nueva actividad?

MACARENA GELMAN:
Sí… uno se va habituando. Y además, por supuesto, hacer política en un colectivo que arranca con mucho entusiasmo su primera incursión en una instancia electoral tiene muchas particularidades que personalmente creo que son buenas oportunidades para aprender. Porque una característica del grupo es que, si bien hay personas que provienen del ámbito de la militancia político-partidaria escindidas de otros sectores, hay muchos compañeros que provenimos de una militancia distinta y, si bien todo en definitiva es política, no estamos acostumbrados a esta movida. Pero sí, uno se va habituando, va aprendiendo, va conociendo cómo son estas dinámicas y enfrentándolas como puede.

EC - Cansándose, supongo.

MG - Cansándose mucho. Pero hay ganas, así que no hay problema.

EC - Macarena Gelman tiene 37 años. Nació en Montevideo en 1976, en condiciones terribles. Su madre, María Claudia García Iruretagoyena, la dio a luz mientras estaba secuestrada por las Fuerzas Armadas, que la habían traído clandestinamente de Buenos Aires. Poco después, aquella niña sería entregada por los militares de manera secreta a un oficial de policía y su esposa. De su madre, María Claudia, nunca más se supo; es un hecho que la mataron sus captores, aunque los restos todavía permanecen desaparecidos. Su padre, Marcelo Gelman, también había sido ejecutado, pero en Argentina, donde figuró como desaparecido hasta 1989, cuando se localizaron sus restos.

Macarena misma fue considerada desaparecida hasta comienzos del año 2000, en el comienzo de la presidencia de Jorge Batlle. En aquel momento su abuelo, Juan Gelman, y dos periodistas uruguayos concluyeron una larga investigación que les permitió llegar hasta la familia que la había adoptado. Macarena tenía entonces 23 años.

Tu familia adoptiva no tenía nada que ver con la izquierda…

MG - Nada.

EC - … Más bien era colorada y/o batllista. ¿Tu acercamiento al FA se dio cuando asumiste tu identidad real y conociste la historia de tus padres biológicos?

MG - Fue un poco antes, en el momento en que uno empieza a experimentar y a conocer cosas distintas. Porque además fui a un colegio de los 5 a los 18 años, por lo cual en ese tiempo no hubo muchos cambios. Cuando uno cambia de ámbito y hay una diversidad tan grande como en la universidad, y al entrar a la facultad, ahí es el primer contacto o me empiezo a plantear, a querer conocer opciones políticas. Además se acercaba el momento de votar. Y cuando uno no proviene de una familia en la que la política tenga un lugar preponderante, como era el caso de la mía, más allá de la filiación político-partidaria, el momento en que uno cambia y empieza a conocer otras cosas es ese y ahí es cuando uno tiene que tomar definiciones.

Se da progresivamente, en la medida que voy conociendo opciones y voy enterándome. En ese momento, estaba lejos de ser mi preocupación principal.

EC - ¿Qué votaste en la primera elección que te tocó?

MG - En la primera elección que me tocó voté en blanco. Me costó bastante llegar a una definición política. Había cosas que no me convencían y no tenía información. Sí tenía la noción, y quizás hoy pienso que fue un poco irresponsable, porque creo que las definiciones y las decisiones siempre hay que tomarlas. Pero en ese momento no estaban dadas las condiciones para que yo tomara una opción u otra.

EC - En ese momento eras Macarena Touriño.

MG - En ese momento era Macarena Touriño.

EC - No sabías nada de lo que después terminarías conociendo. ¿Entonces? ¿Cómo siguió? ¿Cuándo pasaste a considerarte frenteamplista?

MG - Primero empecé por votar una intendencia frenteamplista, esa fue la primera expresión electoral en el sentido del FA y la izquierda.

EC - ¿En qué año fue eso?

MG - Creo que fue en la segunda elección. Después todo pasó muy rápido y, naturalmente, al tomar conocimiento de mi historia, creo que al verme obligada por las circunstancias a tomar conocimiento de la historia reciente del Uruguay –cosa de la que tenía muy poca información, lo que no es algo excepcional, en general en mi generación, salvo en familias en las que el tema estaba presente, la información era muy poca, hasta hace muy poco tiempo la información era muy poca–, ahí fui consolidando una posición. Pero no parte exclusivamente del tema, sino de acercarme a toda una realidad política, que para mí además era más compleja todavía porque mi historia venía de la Argentina, no del Uruguay. A los 23 años me enteré de que no era hija de los padres de los que pensaba que era hija, que no venía de donde pensaba que venía, y me cayeron la historia del Uruguay y la historia de la Argentina, todo al mismo tiempo. Eso me ocupó la cabeza durante muchos años, y también me fui formando una opinión político-partidaria.

EC - De todos modos, durante esos años lo primero que encaraste fue militancia en organizaciones de familiares de desaparecidos tanto en Uruguay como en Argentina.

MG - Primero tuve alguna militancia estudiantil en la Facultad de Ciencias, antes que en organizaciones de derechos humanos. De hecho, la primera vez que fui a una marcha del 20 mayo fue cuando estaba en facultad.

EC - En el tema derechos humanos, has estado trabajando de los dos lados del Río de la Plata. En Buenos Aires colaborás con Abuelas de Plaza de Mayo e incluso integrás la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno de la Nación. A partir de esos antecedentes, ¿cómo fue que en el año 2010 decidiste saltar a la actividad político-partidaria cuando se creó el Grupo IR, del cual fuiste una de las fundadoras?

MG - Todo se dio simultáneamente, mi militancia en organizaciones de derechos humanos se dio también al mismo tiempo, no es que pasó una cosa y después la otra.

EC - Pero podrías haber hecho política partidaria en Argentina.

MG - Podría, pero no (se ríe).

EC - Tú estás definitivamente con un pie en un lado y otro pie en el otro.

MG - Exactamente. Empecé a prestar muchísima atención a la política argentina, allí es mucho más complicado el escenario que en Uruguay, y también eso tuvo que ver en mi interés, porque fue conocer dos realidades distintas, naturalmente tenían que ver las dos situaciones políticas, pero muy diferentes. Como llego al Grupo IR, si bien ya estaba definida por una posición de izquierda y por el FA, no había encontrado hasta el momento un espacio que me motivara a tener una participación más activa que no fuera seguir los temas medianamente y participar con el voto.

EC - ¿Y qué tiene de particular el Grupo IR que sí te motivó?

MG - Entre otras cosas porque es un espacio en formación en el que estaba todo para hacer, somos prácticamente contemporáneos todos en este momento, si bien la aspiración es ampliar el espectro etario, y había gente con la que yo había coincidido en la militancia estudiantil. Concretamente a la primera reunión del IR el que me invita es Alejandro Zavala, a quien había conocido en Facultad de Ciencias en su momento. Sabía que tenía coincidencias y en las reuniones fundacionales los acuerdos me interesaron y el proyecto que se planteaba el grupo, un proyecto a mediano y largo plazo, también. Y tiene una construcción muy linda.

EC - El FA tiene casi desde sus orígenes un problema con la proliferación de grupos y sectores. Es tanta esa variedad que para muchos, tanto dirigentes como analistas, eso es algo artificial y que complica las cosas…

MG - Las complica y las hace interesantes.

EC - … entonces, ¿se justifica la existencia de uno más?, ¿se justifica la existencia de IR?

MG - Aparentemente sí, porque ya somos unas cuantas personas (se ríe) que estamos participando en este espacio y hemos tomado este camino.

EC - ¿Qué lo diferencia de otros grupos del FA?

MG - Las estructuras político-partidarias en general son una cuestión que tiene sus dinámicas, sus años, como todas las organizaciones políticas. En particular lo que pasó y la coincidencia era que ninguno de los que hoy estamos en el IR tenía interés en estar en otro lugar. Entonces, estoy en una organización política en formación, donde está todo para discutir, en la que se llega a acuerdos; es sumamente interesante el proceso que se ha dado, motiva y mucho. Y también la coincidencia en que hace falta un espacio diferente. Si bien el FA tiene la proliferación de muchos grupos, es una fuerza política muy diversa que atiende distintas sensibilidades que quizás no se da en otros espacios políticos. Particularmente en el IR hay una coincidencia en una forma de hacer política, en la necesidad de crear un espacio nuevo en el que, como está pasando, nos sentimos profundamente comprometidos, identificados y con muchas ganas de llevar adelante el proyecto.

EC - Ustedes dicen que IR es "Izquierda con un Nuevo Sentido". ¿Qué significa eso?

MG - (Se ríe.) Precisamente, la izquierda tiene su historia, como colectivo una de las cosas que nos caracterizan es la coincidencia generacional, estamos en una franja entre veintipico y cuarentaipico de años, evidentemente hay una coincidencia y un punto de vista común…

EC - ...Son un grupo sub-40...

MG - Somos un grupo sub-40, si bien hay compañeros de más de 40. Pero fundamentalmente somos un grupo sub-40, algunos rozamos ya (los 40) (se ríe), así que vamos a tener que ampliar la definición…

EC - Allí hay un diferencial. ¿Qué más?

MG - Hay un diferencial de miradas, de experiencia, en la necesidad de hacerse un espacio en la política, que creemos que hoy no está dado o no está propiciado por lo existente.

EC - Por ejemplo, en el documento fundacional hablan de la "necesidad de que en el FA se generen ámbitos donde desarrollar el sentido crítico y autocrítico".

MG - Exacto. Esa puede ser la aspiración de muchos, el tema es que somos muchas personas que coincidimos en eso y que nos abocamos a eso. Creo que por ahí puede estar la diferencia. Una forma colectiva y con un componente profundamente colectivo de hacer política. Si bien eso puede ser de Perogrullo, los personalismos en las organizaciones políticas son complejos, lo entendemos como que cada uno tiene su rol en la organización y a algunos nos toca la representación pública, lo que no quita que otros compañeros pudieran hacerlo o puedan hacerlo en el futuro. Pero queremos estar lo más alejados posible (de los personalismos), más allá de que naturalmente en política un componente de conocimiento de la persona es importante y no lo podemos negar. La idea es además apostar a la formación de nuevos compañeros que puedan ejercer ese rol de representación pública, que se vayan formando en ese aspecto y que el recambio empiece ahora, no cuando tengamos todos 70 años y sea imperante.

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EC - Su decisión de pegar el salto a la política partidaria, y además ser candidata a la Cámara de Diputados, fue una de las novedades de esta campaña electoral. Hablo de Macarena Gelman, nieta de Juan Gelman, hija de un matrimonio argentino desaparecido durante la dictadura y localizada en Montevideo a comienzos del año 2000.

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EC - El Grupo IR tuvo un peso fuerte en el debate sobre si Constanza Moreira debía largarse o no como precandidata alternativa a Tabaré Vázquez. ¿Por qué insistieron? ¿Por qué se necesitaba otro nombre compitiendo con el candidato natural?

MG - El IR no fue de los que insistieron en la presentación de Constanza, sino de los que apoyaron. Una vez instalada su precandidatura resolvió, después de una discusión y una votación, apoyar a Constanza Moreira.

¿Por qué? Recién decías que la candidatura de Constanza parecía ser simbólica, y creo que sí, que puede llegar a ser simbólica si uno la piensa en términos electorales. Pero si uno la piensa en términos de la política, de la vida de la fuerza política, está muy lejos de ser simbólica.

EC - Desarrollemos esa idea.

MG - Creo que Constanza y quienes nos hemos concentrado alrededor de su candidatura o hemos resuelto apoyarla pensamos que hace falta un espacio distinto, que hasta ahora no existía. Nosotros somos uno de esos grupos, por eso no estamos en ninguno de los grupos que ya estaban en el Frente, creíamos que era necesario que hubiera un espacio que recogiera inquietudes, que sensibilidades, posiciones que no necesariamente son las mayoritarias dentro del FA. Y es de esperar que el FA, por ser una fuerza política tan diversa, tenga también un espectro de propuestas, de ideas también muy diversas. Creo que la candidatura de Constanza propicia esta realidad de que hay hoy en día grupos que están reclamando un espacio que hasta ahora no tenían o no tenían organizado de esa manera.

EC - Visto de otra manera, ¿qué impacto esperan que tenga la votación a favor de Constanza Moreira en el futuro del FA?

MG - Precisamente ese, que se vea la necesidad de atender otras sensibilidades que están dentro de la fuerza política, y que en el caso de no atenderla esa gente quizás se estaría perdiendo.

EC - ¿Podrías ser más precisa? ¿Cuáles son esas otras sensibilidades?

MG - Hay un espectro de propuestas que están plasmadas en los énfasis programáticos de Constanza que tienen que ver con toda la cuestión de la nueva agenda de derechos. El tema quizás está muy trillado, pero es sumamente profundo e importante, como es que a las personas les sean reconocidos nuevos derechos o que se garanticen derechos que si bien están reconocidos no se hacen efectivos. La aprobación de las leyes es algo que consideramos sumamente bueno, pero después hay que trabajar en la implementación y en que se garanticen esos derechos que se reconocen.

EC - Estás aludiendo a leyes como la de matrimonio igualitario, la despenalización del aborto…

MG - … la interrupción voluntaria del embarazo, la regulación del mercado de la marihuana. Muchos de nuestros compañeros han participado en la militancia por esa causa; creo que recién ahora puede verse cuál es la complejidad del tema y que no necesariamente los jóvenes quieren fumar porro. Los jóvenes quieren tener ese derecho, pero además esto atiende un problema inmenso como es el tema del narcotráfico. Creo que hay que verlo en esa complejidad, porque muchas veces se banalizaba este hecho. El Frente también ha avanzado muchísimo en materia de derechos, por ejemplo el reconocimiento de la licencia paternal, hay un sinfín de hechos en los que el Frente ha avanzado y necesita profundizar.

EC - ¿Y Tabaré Vázquez no garantiza esa profundización?

MG - Quizás no hace esos énfasis, no es que no los garantice.

EC - ¿Juega en contra de él el haber vetado la ley de despenalización del aborto?

MG - Naturalmente, eso no es un detalle, es algo a lo que todos estuvimos y estamos atentos. Si bien él ha mencionado que es una decisión ya tomada y que no habría revisión de esa decisión, marca un dato de la realidad su posición al respecto, que en este caso está planteada diferente. También hablamos de lo que hace a la reconsideración del presupuesto de las Fuerzas Armadas, hablamos de un sistema nacional de cuidados, en lo que ahora sí hay acuerdo, pero en el espacio que se concentra alrededor de Constanza hay mucha acumulación en ese sentido y creemos que esto debe ser tenido en cuenta. En lo que hace a temas medioambientales, pensamos que hace falta la creación de un Ministerio de Ambiente y además darle otra importancia a la cuestión ambiental, que hasta ahora por lo menos no ha tenido. Todas estas cosas de las que partimos son cosas que hasta ahora no se han dado.

Por supuesto que el doctor Vázquez va a tener que atender, hay cuestiones que están dentro del programa del FA, pero no tiene sus énfasis puestos en esos temas. Creemos que esta candidatura les da una voz a esos grupos que son minoritarios pero que están dentro del FA y forman parte de la fuerza política, y algo que debe caracterizar a la fuerza política es escuchar a todos sus integrantes. Además se ha logrado instalar temas en la agenda que hasta ahora estaban más relegados.

EC - Por ejemplo, uno de los argumentos que el propio Tabaré Vázquez está usando en la campaña ahora es el de lo ya hecho, de lo que la ciudadanía ya conoce, de la experiencia, de los equipos con los que el FA cuenta a partir de lo que han sido estos dos períodos de gobierno. Para ustedes, curiosamente, eso no es necesariamente una ventaja.

MG - No deja de ser una ventaja, pero creemos que hay que hacer muchísimo más y ver los problemas en una clave distinta, en una clave de derechos. Lo ya hecho es muy bueno pero se tiene que seguir profundizando.

EC - ¿Ustedes ven que por haber gobernado dos veces el FA corre el riesgo de ponerse más conservador? ¿Algo de eso hay? Es lo que destilan algunos de los planteos de Constanza Moreira y de varios de los dirigentes que la acompañan.

MG - Además de tener naturalmente un desgaste. Reivindicamos y planteamos la necesidad de repensar problemas o aspectos de problemas que nos hemos encaminado a resolver pero en los que todavía tenemos mucho camino por andar. Hace falta repensarlos, verlos en otros marcos, por supuesto con la experiencia acumulada, pero también con la idea de renovación, que es muy fuerte pero a veces puede resultar banal. La renovación no solo es de personas, no solo es poner jóvenes; por supuesto, implica jóvenes y mujeres, que son sectores de la población que no están ampliamente representados en la estructura política actual, pero también volver a discutir problemas que ya tenemos y que ya hemos discutido, hacerlo con esa mirada crítica, autocrítica y pensando soluciones diferentes para cosas que quizás no han funcionado.

EC - ¿Cuál sería la meta desde el punto de vista electoral, de porcentaje dentro del FA? ¿Con qué proporción de la votación del FA entienden que Constanza Moreira efectivamente implica un sacudón?

MG - De acuerdo con lo que está planteado en las encuestas –y quizás la votación sea mejor de lo que indican las encuestas, por muchísimas variables–, ya es algo a atender.

EC - Las encuestas le están dando 10%.

MG - Un 10%, 11, 15… Las predicciones en las elecciones internas son bastante difíciles, la interna que concita mayor atención es la del Partido Nacional. Uno de los grandes desafíos es motivar a los frenteamplistas a votar y expresarse en esta elección. Creemos que Constanza puede votar un poco mejor que eso. También hay una cuestión de estructura que la limita...

EC - Hay poco aparato político-partidario detrás.

MG - Exactamente, eso también hay que tenerlo presente. Pero si con todas esas limitaciones, estamos hablando de un 11, un 15%, es algo que hay que atender. Esta expresión que se ha dado, más allá de esos porcentajes, ha tenido una repercusión muy importante, entonces para nosotros eso ya está en parte. Por supuesto que nos gustaría votar muchísimo mejor, sin duda, para eso uno se presenta a una elección, pero creemos que consolidar e instalar la necesidad de que sean atendidos estos otros énfasis, en la profundidad y la complejidad que planteamos, ya es un logro, y es algo en lo que hay que seguir trabajando. Nadie piensa en lo inmediato, por lo menos en lo que hace a nuestro grupo. Tenemos que atravesar la instancia electoral, pero al IR no le va la vida en ella y no va a terminar su vida después de octubre. Al contrario, la idea y lo que está más fuerte es pensar un proyecto a largo plazo, a 30, 50 años, entonces hace falta ir paso a paso pero firme y no detenernos.

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EC - Casualmente estamos haciendo esta entrevista un 20 de mayo. Hoy habrá una nueva Marcha del Silencio. La primera luego del fallecimiento de tu abuelo, Juan Gelman. Supongo entonces que no es un 20 de mayo cualquiera. Ya que estamos hablando de la campaña electoral, ya que estamos hablando de Constanza Moreira en competencia con Tabaré Vázquez, ¿qué balance hacés de lo actuado por el FA en cuanto a la búsqueda de detenidos desaparecidos?

MG - Sin duda en los gobiernos del FA se dieron "los avances", porque decir "los mayores avances" es poco. Antes del FA prácticamente no había un enfoque serio de este tema, sino por el contrario, era algo que se trataba de silenciar. Así que respecto a lo actuado, creo que ha estado bien…

EC - ¿Pudo haberse hecho más?

MG - … que se ha avanzado, que se pudo haber hecho y que puede hacerse más. Hay aspectos centrales que están en un conflicto claro hoy, como es el caso de la justicia. La justicia no está actuando como debiera, entonces es evidente, más allá de reclamar y reclamar que se haga justicia, y no solamente por este tema, la necesidad de una reforma del sistema judicial. Creo que eso hace muchísima falta, por este tema y por tantos otros. Basta con ir al juzgado para darse cuenta de que esto no es personal. Por supuesto que son poderes independientes, pero el Estado es uno solo y como tal tiene que comportarse, por tanto hacen falta medidas en el sentido de favorecer el avance de los procesos judiciales. Lo que ha habido es una investigación histórica, que es muy buena y que creo que tiene que seguirse haciendo, pero hace falta otro tipo de investigación que nos revele dónde están los compañeros desaparecidos. Eso es central.

También el abordaje o el tratamiento del tema. Este ha sido y es un tema muy doloroso, para la izquierda también lo es y como tal ha costado muchísimo encararlo, más allá de la voluntad. Hace falta un abordaje un poco menos tenso, más allá de la complejidad, y abordarlo desde un punto de vista más comunitario, más social, que no necesariamente se reduzca a la necesidad de un grupo de familiares que buscan a sus desaparecidos. Reclamamos precisamente que se avance, no quedarse en el pasado, pero para avanzar hay que hacer estas cosas.

Lo que se ha hecho hasta ahora por supuesto que significó enormes avances, pero hace falta pensar esta cuestión en clave de futuro e ir cerrando determinadas cuestiones, lo cual no implica desde ningún punto de vista perder la memoria. Precisamente, la memoria es uno de los temas que debieran trabajarse muchísimo mejor, si bien se está trabajando. En este 20 de mayo se está hablando de Marcas de la Memoria, que es una iniciativa muy buena. Es uno más de los temas en los que se ha avanzado, pero hace falta profundizar y repensar en términos muy concretos que hagan a un avance real y a que podamos estar tranquilos con nuestras conciencias. Y además que necesariamente vaya en el sentido de las garantías de no repetición, que es una obligación del Estado.

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Transcripción: María Lila Ltaif