El canciller Luis Almagro retornó desde Londres – donde participó en los últimos días en una cumbre de Naciones Unidas – con un desafío concreto: la nueva escalada de conflicto por parte de Argentina ante la autorización concedida por el Gobierno a la pastera UPM para llevar el tope de su producción anual a 1,3 millones de toneladas.

En la tarde del viernes y en un durísimo comunicado firmado por el ministro de Exteriores argentino, Héctor Timerman, la Casa Rosada advirtió que recurrirá "en forma inmediata"; esta decisión ante la Corte internacional de Justicia, de La Haya. 

El jerarca aseguró  que la autorización a UPM había sido concedida "hace seis días"; pero que su gobierno recién tomó conocimiento el pasado jueves a través de una nota presentada ante la CARU por parte de la delegación uruguaya.

Carta argentina

En la carta digerida a Almagro, Timerman señaló que "se trata de un gesto inamistoso de parte de su gobierno, en una tema que desde 2013 ha surgido como una nueva etapa de la controversia entre nuestros países en torno a la violación por parte del Uruguay del Estatuto de Río Uruguay";.

Timerman agregó que "esta nueva medida uruguaya confirma la ruptura unilateral por parte de su gobierno del mecanismo de información y consulta previa establecidos en los artículos 7 al 12 del referido estatuto, que se encontraba en pleno desarrollo en octubre de 2013 cuando fue interrumpido en forma arbitraria por su gobierno";. 

Intima a Uruguay a "dejar de inmediato sin efecto esta nueva resolución y se atenga al cumplimiento estricto y de buena fe"; del mencionado estatuto. Puntualiza además que su gobierno "ha decido recurrir en forma inmediata a la CIJ ante el incumplimiento uruguayo del propio estatuto y de la propia sentencia del tribunal del 20 de abril de 2010, para lo cual he dado instrucciones de comenzar los procedimientos correspondientes";.

"Por último, le comunico que el Gobierno argentino procederá a reevaluar todas las políticas de relacionamiento bilateral con el Uruguay, así como el funcionamiento de las respectivas comisiones binacionales", concluye.

Carta uruguaya

Ante esta situación, Cancillería respondió formalmente y a través de una carta firmada por el canciller Luis Almagro en donde expresa la "sorpresa"; del país ante la posición argentina de "reevaluar"; la relación bilateral. 

Es que el incremento del tope de producción a 1,3 millones anuales había sido solicitado por UPM a principios del año pasado. Esto desató la ira de Argetina, ante lo cual Uruguay optó por el "camino del medio";,  y concederle a la empresa la mitad de lo pedido, llevando el tope a 1,2 millones, condicionado a nuevas exigencias de inversión ambiental como la reducción de los niveles de fósforo en los efluentes que la pastera vierte al agua.

Así lo planteó el ministro de Medio Ambiente, Francisco Beltrame, que hasta el momento fue la única voz "oficial"; sobre el tema. 

El ministro recordó además que el Gobierno uruguayo estaba convencido ya en 2013 que el incremento solicitado por UPM no iba a tener impacto en el entorno . 

Por su parte y en declaraciones a Telemundo 12, el vicepresidente Danilo Astori señaló que Argentina no puede manifestar sorpresa ante esta última decisión uruguaya. 

A lo que le teme el Gobierno es a la segunda parte del comunicado argentino. Timerman advirtió en la carta que su país "procederá a reevaluar todas las políticas de relacionamiento bilateral con el Uruguay, así como el funcionamiento de las respectivas comisiones binacionales";.

En ese sentido en Cancillería esperan una problable "arremetida en todos los frentes"; de la relación bilateral, en represalia por esta situación. En noviembre, poco después del incremento concedido a UPM, vino la nueva política portuaria del vecino país, con severos perjuicios para la actividad nacional.

A su vez las fuentes señalan la casi certeza que Argentina "le ponga una lápida"; a los proyectos a estudio de los diveros organismos binacionales, o incluso el propio relacionamiento entre ambos países en esas entidades.