Haya: fallo no señala que Uruguay deba consultar a Argentina
Uruguay puede hacerlo en forma unilateral si así lo desea. La única referencia al tema aparece en la memoria presentada ante la Haya por nuestro país en su defensa, que toma una estimación de la DINAMA de cuanto produciría la fábrica una vez en funcionamiento, pero no implica que un aumento de la producción deba ser consultado con el vecino país.
El conflicto entre Uruguay y Argentina por la instalación de la ex Botnia, hoy UPM, tiene varios entretelones que vale la pena repasar para entenderlo.
El libro "La Ruptura, historias secretas del conflicto con Argentina"; de Editorial Fin de Siglo, publicado en 2010, da cuenta del diferendo desde el día que comenzó.
Varios años pasaron desde que la fábrica está funcionando. Si contamina o no, nadie lo puede afirmar hasta tanto no se conozcan las muestras que tomó el comité científico que acordaron ambos países cuando "dieron por superado el diferendo a fines de 2010";.
Monitoreo de la planta
"La ciencia"; como le denominó el presidente José Mujica a fines de ese año para graficar quien monitorearía la planta, no logró hablar aún y no es porque no quiera.
El comité sigue ingresando a tomar muestras a UPM, fruto de un acuerdo suscrito en setiembre de 2010, pero no puede divulgar sus resultados, porque las delegaciones de ambos países no se ponen de acuerdo y de los dos lados se acusan mutuamente sobre quien tiene la culpa.
Esto contrasta con la versión que dieron ambos presidentes, Mujica y Cristina Fernández, el 28 de abril de 2010 cuando la mandataria argentina convocó a su par a la residencia de Olivos para "encauzar el conflicto"; luego del fallo de la Haya.
Si se repasan los discursos, los presidentes coincidieron en "dotar a la CARU";, organismo valorizado por el fallo de la Haya, para que fuera el "ámbito apropiado para todas las tareas que hacen a la administración de los intereses de las aguas del río Uruguay";.
Posiblemente lo dotaron, pero lo siguen teniendo sumergido al poder político y por tanto no le permiten expresarse o moverse con libertad para cumplir el rol asignado por el mismo poder, que hoy le puso un corset.
Fernández expresaba ese día, en la sala de prensa de Olivos, que "la CARU debería vigilar la tarea de Botnia, y el impacto ambiental que pueda tener sobre las aguas del río";
Allí, la presidenta argentina introducía un factor, delante del propio Mujica, que no estaba en el fallo de la Haya, al decir textualmente ese 28 de abril de 2010 que "hay estándares ya establecidos por CARU en materia de contaminación y por supuesto, recurriremos a los mecanismo y estándares de carácter internacional en aquellas cuestiones que no estén efectivamente determinadas por lo que ya tienen en trabajo";.
Fallos de la Haya
El buen romance estaba comprometiendo a Uruguay a que todo lo relacionado con la empresa pasara por la CARU.
Hoy se invocan fallos de la Corte Internacional de la Haya para decir que un eventual aumento de producción de la ex Botnia, no es posible, porque se violaría el dictamen y se habla de volver a denunciar a Uruguay ante tribunales internacionales.
Basta una mirada por lo que se discutió, debatió y falló la Corte de la Haya para darse cuenta que no es correcta esa lectura.
Los fallos de la Haya, recuérdese, fueron tres. El primero cuando Argentina denunció a Uruguay y pidió medidas cautelares para que la fábrica no se construyera.
El fallo fue el 13 de junio de 2006 en horas de la madrugada uruguaya y por 14 votos a 1 (el único que votó en contra fue el juez ad hoc designado por Argentina) la corte consideró que el vecino país no pudo "demostrar la existencia de un daño inminente de la planta y que no existía amenaza de daño acuático, ni de daño económico y social irreparable";
El segundo fue el 27 de enero de 2007 cuando Uruguay, cansado de los cortes de ruta y luego de haber logrado fallos favorables en el Tribunal Arbitral del MERCOSUR para que se levantaran los mismos, al ver que no se cumplían, aprovechó que el tema estaba instalado en la Haya para presentar una demanda contra Argentina por este tema.
El fallo fue contundente y adverso. Esa vez fue 14 a 1 pero en contra de Uruguay. La corte señaló que "la construcción de la planta continuó a pesar de los bloqueos, por lo que no está convencida que los mismos dañen en forma irreparable los derechos que Uruguay alega";
El 20 de abril de 2010 la Haya falló definitivamente sobre el tema de fondo por 13 votos contra 1.
Allí reconoció que Uruguay violó el tratado del río Uruguay al no consultar a la Argentina para la construcción de la planta. Ese fallo no tiene dos lecturas. Pero no lo condenó, ni aplicó ninguna sanción sin embargo.
La Corte señaló, dado que la fábrica ya estaba funcionando, que "no encontraba relación entre la instalación de la planta y el daño ecológico que reclamaba Argentina";.
"No hay evidencia que apoye la legación de Argentina de que la planta de Botnia no cumple con las mejores tecnologías en términos de efluentes para cada tonelada de celulosa que produce";. Párrafo no menor en lo que está en discusión hoy en día sobre el aumento de producción.
Concluyeron que la fábrica podía seguir "manteniendo los estándares actuales de contaminación"; lo que no quiere decir de producción, esa es otra discusión.
Por tanto, el fallo en sí no habla de la producción de la empresa, ni consultas ante Argentina para otorgar un eventual aumento. La confusión o no, que esgrime el gobierno de Cristina Fernández nace en los elementos señalados y también en una posición que sustentó Uruguay durante el proceso.
La "memoria" uruguaya
Argentina denunció y presentó sus alegatos contra Uruguay por la instalación de Botnia ante la Corte Internacional de Justicia en la Haya.
Uruguay debió presentar sus "descargos";, algo que se conoció como la "memoria";, a lo que Argentina retrucaba con su "contra memoria";.
En la "memoria"; uruguaya, la DINAMA señalaba que la fábrica podrá producir 1,1 millones de toneladas. Fue una estimación que realizó, pero que no se percibe en los documentos, como tampoco el compromiso de Uruguay para que esa fuera la cifra establecida a la fábrica, sino que fue un estimativo y eso cancillería uruguaya lo sabe.
El tema a dirimir en la Haya fue la contaminación y se definió cómo seguía el monitoreo en el río, no otra cosa.
En buen romance, Uruguay puede autorizar cualquier aumento de producción a UPM si así lo desea.
Si eso va de la mano de un aumento de la eventual contaminación de la fábrica, entonces allí las alertas se dispararán y es en ese escenario, no en otro, que Uruguay quedará vulnerable y expuesto a volver a la Haya. Mientras eso no se pruebe y no ocurra, son fuegos de artificio.
El conflicto entre los dos países dejó, además de enconos, pérdidas millonarias. Cientos de familias destruidas en Fray Bentos por el bloqueo al puente y la transformación de Río Negro en el departamento con mayor desempleo en esos años. El país gastó más de 10 millones de dólares sólo en abogados internacionales para que lo defendieran en la Haya. Si sumamos los perjuicios por los cortes de ruta la cifra es más que importante.
Operaciones contra Uruguay
Argentina, no hay que olvidar, encabezó dos operaciones fuertes contra Uruguay durante el conflicto. La primera fue la reunión de Néstor Kirchner con el rey Juan Carlos, antes de la facilitación, por la cual el monarca intervino ante ENCE y la empresa terminó desistiendo de la inversión meses más tarde, confirmada en el libro "La Ruptura"; por el ex Jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
La segunda fue cuando Kirchner pidió a Vázquez 90 días de detención de las obras, que vendría acompañado de un supuesto levantamiento de los cortes de ruta, pero que en el fondo encerraba un operativo para lograr que las acciones de Botnia cayeran en la bolsa de Nueva York y las perdidas millonarias provocaran que el proyecto volara por el aire.
La ex Botnia, por otra parte, fue siempre un palo en la rueda en la relación entre ambos países.
Basta repasar la actitud que tuvo cuando se había logrado un entendimiento entre ambos gobiernos, en 2006, y la empresa lo dinamitó.
A todo esto, mientras volver a la Haya se termina de concretar, los cancilleres de ambos países cruzaron declaraciones y cartas en las últimas horas.
El Ministro de RR.EE argentino, Héctor Timerman, profundizó su amenaza a Uruguay asegurando que su país revisará la relación, "ministerio por ministerio";.
En tanto, el canciller, Luis Almagro, respondió por carta a su par, sobre esta nueva posibilidad de terminar en la Haya, y señaló que volver a la corte es "desproporcionado, infundado y atenta contra el principio del cumplimiento de buena fe de los tratados internacionales";.
Auguró que el planteo de revisar la relación no signifique el abandono del diálogo en forma unilateral y lo retrotraiga a la "peor época";.
En tanto, la oposición apoya al gobierno en este tema, tal como lo hizo durante el conflicto entre ambos países, cuando Tabaré Vázquez era presidente.