Trece procesados por compras fantasmas en la Armada
El juez de Crimen Organizado, Néstor Valetti, resolvió procesar a tres militares y 10 proveedores por la causa en la que se investigaban compras falsas en la Armada. Entre los procesados está el exjefe de la Marina, Hugo Viglieti.
El comandante retirado Viglietti fue procesado sin prisión por el delito de abuso de innominado de funciones, según dijo el magistrado Valetti a El Espectador, quién indicó que no fue procesado con prisión por que no se probó que hubiera tenido provecho económico.
De acuerdo al Juez, fue distinta la situación del teniente de navío, Carlos Barrero, procesado con prisión, junto a uno de los proveedores, por un delito continuado de fraude.
El militar, que tenía un alto cargo, fue responsabilizado por armar la estafa que les permitió quedarse con miles de dólares.
A su vez, entre los proveedores procesados, Valetti distinguió entre los que crearon empresas fantasmas para participar de los hechos delictivos sin entregar jamás mercadería, de quienes vendían alguna mercadería a la Armada e inventaban una parte.
Según explicó el Juez, la maniobra fue millonaria y "se pudo establecer que se presentaron a esas licitaciones ficticiamente creadas a propuesta del militar que también fue procesado con prisión y obtenían un 10% del total de la licitación. Hablamos de sumas muy importantes. En otros casos, lo que hacían era plantearle a los proveedores que no requerían de la mercadería que habían registrado y les planteaban que les devolvieran el dinero. Luego lo usaban para beneficios personal o para cubrir necesidades de la Armada".
El tercer militar procesado fue el capitán de fragata, Ricardo Rossi, adjunto a Viglietti y procesado por el mismo delito que el exjefe de la marina.
En el caso de Viglietti, el Juez decidió procesarlo sin prisión, igual que a su ayudante Rossi, porque no se pudo probar que obtuvieran de las compras falsas beneficios para ellos o terceros.
El magistrado dijo que Viglietti era plenamente conciente de las maniobras. "Se procesó de un modo diferente, no como un delito de fraude, sino por un delito continuado de abuso de funciones. En este caso no se pudo probar que hubiera un beneficio economico para ellos o terceros. El accionar habría sido de forma arbitraría, apartándose del marco legal cambiaron los objetos de las lictaciones por otros de acuerdo a las necesidades que ellos entendían", finalizó Valetti