(emitido a las 7.47 hs.)

ROMINA ANDRIOLI:
El viernes pasado, los principales dirigentes de Batllistas de Ley se comprometieron a respaldar a Germán Coutinho como candidato a vicepresidente. A pesar de los gestos de unidad, desde ese sector se sigue cuestionando la conformación de la fórmula colorada y ahora incluso se pone en duda que esté en el balotaje.

El senador y líder de ese sector, José Amorín, lo dio a entender hace pocos días en un acto político. Ante un grupo de militantes dijo que al elegir a Coutinho "Pedro no apostó por la unidad" con lo que le "hará un daño" al partido desde el punto de vista electoral.

Apuntó que a los que le dicen que no quieren votar a Bordaberry presidente en octubre, les contesta: "No estás votando a Bordaberry, estás votando a senadores y diputados. Si a vos realmente te parece que Bordaberry estuvo mal, ayudá al Batllismo para que tengamos una gran bancada parlamentaria".

En referencia a qué pasará en octubre admitió: "no la veo fácil. Después les voy a decir quién va ganar". De inmediato aclaró: "El que hace la bandera". Así dio a entender que los colorados no estarán en la definición y que el triunfador será Luis Lacalle Pou.

Un día antes de la Convención colorada que nominará oficialmente a Coutinho, estos comentarios obviamente generaron un cimbronazo en Vamos Uruguay. Es por eso que estamos en línea con el diputado de ese sector, Fernando Amado.

¿Cómo cayeron estas declaraciones del senador Amorín?

FERNANDO AMADO:
Obviamente las expresiones cayeron mal. Ya hoy en los diarios hay algunas referencias positivas de los líderes del otro sector del partido y es algo que hay que dejar atrás lo antes posible. Mañana tenemos un día muy importante para el Partido Colorado (PC) de cara a los 79 días que quedan para la elección, tenemos la Convención Nacional en la que vamos a proclamar a nuestra fórmula con Germán Coutinho como candidato a la vicepresidencia por el PC.

Después queda la recta final de la campaña electoral, en la que se van a definir muchas cosas. Nosotros obviamente estamos convencidos de que se puede, de que el PC va a estar en el balotaje.

NICOLÁS BATALLA:
Si bien desde ayer Pedro Bordaberry intentó bajarle el perfil a la discusión usted a través de Twitter salió duro al cruce de declaraciones con Amorín. "El senador Amorín con sus dichos deja claro la calaña de 'colorado' y 'batllista' que es. Nada que agregar. No lo vale". ¿Cómo se zurce después de estos cruces de declaraciones?

FA – Ustedes ya me conocen, yo soy frontal, yo digo lo que pienso. Sigo pensando lo mismo, pero poco importa lo que piense yo, o incluso en este caso el senador Amorín, ante el desafío y la responsabilidad histórica del PC en estas horas frente a una elección nacional, a un momento en el que se juegan tantas cosas importantes para el país. Es menor lo que significa lo que pueda decir un actor más dentro del partido en una reacción natural a las declaraciones de Amorín, importa muy poco comparado con todo lo que tenemos para hacer y con la responsabilidad histórica que tiene el partido para tratar de mejorar las cosas en el país.

Yo digo lo que pienso siempre, es algo a lo que no voy a renunciar, es la forma en que uno es, pero así como digo eso digo que evidentemente hay que mirar para adelante y en estos 79 días hay que seguir en el trillo en el que nosotros hemos estado en este tiempo, que es creer que se puede cambiar la realidad. Nosotros no nos concebimos como administradores de la realidad sino como transformadores. Es una actitud de vida que también traspasamos a la política, no nos entregamos a manos de los acontecimientos del destino o a lo que otros van a decidir, nos gusta agarrar las riendas de la construcción de lo que puede llegar a pasar y justamente transformar la realidad.

Desde que yo estoy en el PC, desde 2001, nada ha sido fácil. Empecé a militar muy joven, en el peor momento del PC, ser colorado y todavía muy joven en ese momento era como un acto de auto flagelamiento. Nada ha sido fácil en todos estos años, pero siempre hemos logrado cambiar las cosas en vez de administrar o aceptar lo que nos decían que iba a pasar: que el PC no iba a levantar, que iba a dejar de existir, que era imposible que Vamos Uruguay se transformara en la fuerza política triunfadora en la interna del PC porque todavía estaban los sectores tradicionales encabezados por los ex presidentes…

RA – Usted además de ser dirigente de Vamos Uruguay es politólogo, ¿cuánto incide en este tramo de la campaña que uno de los referentes hable de ese modo sobre las posibilidades de pasar a segunda vuelta?

FA – Como politólogo obviamente no voy a hablar…

RA – Hacía referencia al impacto que puede tener. Políticamente este no es un hecho habitual.

FA – No, no es habitual. No sería el deseable quizás. Pero justamente, cuando los politólogos hacemos ciencia política tratamos de entender y echar luz a las fotos que se van dando en el escenario político y manejar hipótesis de distintos escenarios, etcétera.

Nosotros abrazamos la causa de la acción política, somos políticos, y lo que hacemos es justamente tomar las riendas de esas hipótesis y tratar de lograr lo que queremos. En ese sentido nosotros estamos convencidos de que el PC está en condiciones, como no lo estaba hace muchos años, de estar definiendo la elección en el balotaje. Estamos convencidos de que estamos en carrera con el piso de 15% que hoy nos están dando las encuestas, que es el doble de lo que nos daban en la elección pasada y que después la realidad demostró que el PC votó un 70% más de lo que las encuestas daban.

Estamos convencidos con la fórmula que tenemos, con Pedro Bordaberry y Germán Coutinho. Para nosotros es una dupla que representa la cara más linda de los últimos diez años del partido, es la cara de la recuperación después del desastre. Son los auténticos embajadores del sí se puede del PC.

RA – ¿Pero no teme que la conformación misma de la fórmula, así como quedó planteado, excluyendo a un sector del PC, genere una fuga de votantes que, ante el resultado de las encuestas o comentarios como los que hacía Amorín, decidan ya en esta primera instancia votar a Luis Lacalle Pou?

FA – Me hace acordar a Hugo de León: colorado vota colorado, en octubre el colorado tiene que votar al PC si está convencido de que es el mejor partido porque al mismo tiempo se eligen diputados y senadores. Pero además porque en 2014, en el año que estamos viviendo, realmente el PC tiene serias chances de salir segundo y poder estar disputando la Presidencia en el balotaje.

Nosotros no excluimos a nadie, elegimos para completar la fórmula al que creemos que es el mejor candidato a la vicepresidencia. Pasó que es de Vamos Uruguay, pero es un dirigente del PC, yo no tengo que pasarle la mano por el lomo a Germán Coutinho, se la pasa la ciudadanía cuando dice que es el intendente con mayor aprobación de todo el país. Además es el complemento perfecto para un Pedro Bordaberry que se enfrenta a su segunda instancia presidencial, un candidato presidencial que es la alternativa: serio, equilibrado, en la edad perfecta. Tiene la experiencia de haberle puesto el hombro al país siendo ministro en los peores momentos y que luego también demostró sus dotes de entrega partidaria a nivel electoral, y como senador de la República cero falta y lleno de propuestas.

NB – ¿Qué molesta más de un episodio como el de ayer? ¿El derrotismo de dar la elección prácticamente por perdida, o tratar de sacar a partir de esta situación una ventaja para la votación parlamentaria? Parte de lo que decía Amorín era "No estás votando a Bordaberry, estás votando a senadores y diputados. Si a vos realmente te parece que Bordaberry estuvo mal, ayudá al Batllismo para que tengamos una gran bancada parlamentaria", como que la competencia va más hacia la interna del PC que a tratar de captar votos de afuera.

FA – Yo siento que estamos haciendo un fenomenal esfuerzo desde hace muchos años para levantar la bandera del PC, esa histórica bandera que representa una cantidad de valores que queremos que sigan estando bien presentes en el sistema político y en la sociedad uruguaya. Yo creo que en realidad lo que molesta más es el plantearse escenarios que uno realmente no se plantea: yo no voy a votar a Lacalle Pou, voy a votar a Pedro Bordaberry con Germán Coutinho, esa es la actitud de vida nuestra frente a una campaña y estamos convencidos de que es posible que se dé. No es un capricho creer que el PC puede pasar a segunda vuelta.

Seguramente ustedes mismos u otros colegas muchas veces le deben haber preguntado a Lacalle Pou en la campaña rumbo a las internas si iba a aceptar ser candidato a vicepresidente de Jorge Larrañaga. El escenario planteaba que Larrañaga iba a ganar sin problemas y todas las encuestas daban ese resultado. Si Lacalle Pou hubiera adoptado esa forma de encarar las cosas y se hubiera quedado en esa postura de entregarse mansamente a lo que parece que va a ser, no hubiera pasado lo que pasó, que fue que Lacalle Pou ganó la elección, porque puso primero su objetivo, estaba convencido, trabajó para él, y en vez de administrar la realidad la cambió.

Nosotros hace diez años que venimos enfrentándonos a quienes solo quieren administrar la realidad, porque nosotros la queremos cambiar. En su momento en 2005, cuando todos los líderes montevideanos le sacaron el cuerpo a ser candidatos a la Intendencia de Montevideo por el PC, uno dijo "yo doy un paso adelante y voy a ser candidato y voy a levantar el PC del 8% a todo lo que se pueda", ese fue Pedro Bordaberry, fue la actitud de vida y de entrega al partido. Hicimos lo mismo cuando fundamos Vamos Uruguay, fue contra viento y marea, no fue fácil, en aquel momento las preguntas naturales de ustedes iban por lo difícil que iba a ser lograr ganar en una interna en donde nos enfrentábamos con los dos sectores tradicionales del partido encabezados nada más y nada menos que por los dos ex presidentes que todavía tenían una presencia muy fuerte. Sin embargo el trabajo y el convencimiento de que se podía y de la propuesta hizo que fuéramos los preferidos en 2009 y que en 2014 se nos renovara ese contrato de predilección del electorado colorado con un porcentaje un poco mayor. Es una actitud de vida que traspasamos a la actividad política, creo que es la gran diferencia por la que podemos dividir a hombres y mujeres entre aquellos que se entregan mansamente a que otros decidan y cambien la realidad, o no, y los que decidimos agarrar nosotros las riendas de los desafíos.

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