Colorados y PIT-CNT reunidos

"El arte de vivir en sociedad implica sentarse a hablar con personas que a priori piensan diferente a uno"

Fernando Pereira. Archivo
Fernando Pereira Archivo

Los integrantes de la fórmula del Partido Colorado se reunieron con la central de trabajadores en una reunión que, en principio, suscitó gran expectativa por los temas a tratar, acuerdos y diferencias entre ambas partes. En diálogo con En Perspectiva, el coordinador del PIT-CNT Fernando Pereira valoró como positivo este encuentro con los candidatos porque "sentarse a hablar con alguien que piensa igual es la tarea más fácil de cualquier persona" pero hacerlo "con personas que a priori piensan diferente sobre buena parte de los temas es el arte de vivir en sociedad".

(emitido a las 7.44 hs.)

ROMINA ANDRIOLI:
En la proclama del acto del 1° de mayo, el PIT CNT dejó en claro que sería "independiente pero no indiferente" en este proceso electoral, marcando en lo previo un posicionamiento a favor del Frente Amplio. Por eso generaba cierta expectativa el encuentro que ayer la central tenía previsto con la fórmula del Partido Colorado.

Pedro Bordaberry y los principales dirigentes de esa colectividad fueron a la sede del PIT-CNT para presentar su programa e intercambiar ideas ante un eventual triunfo en octubre.

Del encuentro surgieron algunos puntos de acuerdo en cuanto a ciertas propuestas del candidato colorado referidas al IRPF y a otorgarles aguinaldo a los jubilados.

Las diferencias, en cambio, estuvieron al marcar las partes sus respectivas posiciones en cuanto a la baja de la edad de imputabilidad y a la participación de los trabajadores en los organismos públicos.

El líder colorado describió en su cuenta de Twitter el encuentro como "una linda mañana de trabajo que nos vuelve a traer ese Uruguay del diálogo que queremos".

Para ver como se vio desde el otro lado, estamos en comunicación con el coordinador del PIT-CNT, Fernando Pereira.

¿Cómo surgió este encuentro?

FERNANDO PEREIRA:
Surge de una sociedad como la nuestra que tiene la firme convicción de que el diálogo entre los actores, entre el mundo de la política y el de las organizaciones sociales es fundamental, independientemente de la cantidad de votos que tenga cada partido político. Para el movimiento sindical siempre fue importante la interlocución con los distintos sectores del Parlamento, y cada vez que se ha querido tener una reunión con Bordaberry o con el PC se ha hecho, y cada vez que se ha querido tener una con el Partido Nacional, se ha hecho, y claramente con el Gobierno se ha tenido una relación más que fluida.

Esa interrelación, poco común en el mundo, en Uruguay es bastante común, pero no por ello hay que dejar de destacarla. La vocación de diálogo de los actores políticos y sociales sigue siendo un rescate profundo del valor democrático que tiene para Uruguay el diálogo entre actores que muchas veces piensan distinto pero se animan a sentarse en una misma mesa e intercambiar posiciones.

RA – ¿En este caso surgió a raíz de un planteo de Bordaberry?

FP – En este caso sí, aunque ya le habíamos anunciado a Bordaberry la posibilidad de que se hicieran charlas con los tres candidatos: del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou; Bordaberry y del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, a los efectos de comentar un documento que el PIT-CNT está terminando en estas horas que va a ser entregado a cada uno de los sindicatos. El documento se va a someter primero a un plenario de dirigentes sindicales que se va a hacer en los primeros días de setiembre en El Galpón a los efectos de darle una aprobación formal. Contendrá unas 30 ó 40 medidas que el sindicalismo tiene para proponer en materia de educación, salud, desarrollo productivo, desarrollo humano y otros temas que están vinculados a cómo construir un país con mayores niveles de igualdad, disminución de la brecha entre ricos y pobres y al mismo tiempo un país que permita a todos los uruguayos acceder al máximo de educación.

Hemos verificado que en aquellos países en los que los niveles de igualdad son los superiores son aquellos que logran disminuir las brechas entre ricos y pobres y que logran que la población en general tenga más años de educación formal o complementada con capacitación para el mundo del trabajo o técnica tecnológica.

NICOLÁS BATALLA:
Bordaberry definía el encuentro en su cuenta de Twitter al encuentro como "una linda mañana de trabajo que nos vuelve a traer ese Uruguay del diálogo que queremos". Para usted, ¿cuál es la evaluación del encuentro?

FP – Es una evaluación positiva porque parto de la base de que sentarse a hablar con alguien que piensa igual es la tarea más fácil de cualquier persona. Con todos los prejuicios que uno puede tener, sentarse a hablar con personas que a priori piensan diferente sobre buena parte de los temas es el arte de vivir en sociedad, de convivir, de encontrar puntos en común o de buscar soluciones. Lo que yo pienso individualmente tiene poco valor, lo que la institucionalidad PIT-CNT piense es el valor que tiene la reunión.

RA – Se da también en un momento particular de la campaña política, donde la situación está bastante caldeada.

FP – Nosotros nunca nos hemos escondido, la mayoría de nosotros decimos qué hacemos en la vida, decimos que somos primero militantes sindicales, hemos concluido en nuestros congresos que somos independientes de los partidos políticos, de los Gobiernos y de los Estados, pero que no somos indiferentes del proceso de cambio. Nos sentimos parte de un bloque social y político de los cambios, representamos a la totalidad de los trabajadores uruguayos con una afiliación de 360.000 personas, que en relación a la población económicamente activa es la más alta de América Latina. En los últimos nueve años, con dos Gobiernos progresistas, se ha registrado la mayor conflictividad en relación al resto de América Latina. Aún así muchos se han encargado de plantear nuestra afinidad con el Gobierno, nuestra postura oficialista, etcétera, a pesar de estos datos que te estoy dando, que demostrarían lo contrario.

Lo que no hacemos es no reconocer que en nuestras filas hay militantes del Partido Nacional, de Partido Colorado, del Partido Independiente, religiosos y ateos, esa pluralidad es la que permite que en Uruguay haya una central única de trabajadores. Atender a cada uno de los candidatos, escuchar con seriedad cada una de sus propuestas, coincidir con aquellas con las que el movimiento sindical lo puede hacer, porque lo tiene resuelto, y discrepar con aquellas que considera que son negativas para una construcción social como la que pretendemos, me parece que es una obligación del movimiento obrero.

RA – ¿Y puede marcar una inflexión en lo que viene siendo la campaña, marcar un elemento de agenda, mostrar de alguna manera cuál es el camino?

FP – Nosotros no nos creemos maestros de nadie, cada cual hace lo que puede dentro de la sociedad. Nos creemos herederos de un movimiento sindical unitario que tiene valores nacionales, que es hijo de la sociedad uruguaya, no es ajeno, y por lo tanto tiene sus virtudes y sus defectos. Nos parece que este camino de conversar con todos los organismos, con todas las organizaciones no gubernamentales, nosotros no tenemos problema de atender a cada uno de los estudiantes que están haciendo tesis de grado o de posgrado y están estudiando las relaciones laborales, o atender a una ONG que apenas tiene cuatro miembros. Nosotros nos reunimos con todo el mundo, algunas reuniones tienen más alto perfil y son noticia, y otras, tan importantes como esta, tienen bajo perfil pero también tienen mucha importancia en el seno de la sociedad.

Me parece que un movimiento sindical que se abre a la sociedad siempre tiene posibilidades de incidir en la vida cotidiana de la gente. Eso es mejorar la condición de trabajo y de salario o de salud, discutir qué educación pretendemos los uruguayos, ir más allá de la tarea que se nos asigna, que sería la defensa a ultranza de los derechos de los trabajadores, y poder mirar por el bien común, de la sociedad en su conjunto. Esa apertura ha transformado al movimiento sindical en un movimiento que además de defender a los trabajadores intenta ser escudo de los débiles.

NB – Entre los puntos de acuerdo que se destacaban ayer aparecieron las modificaciones al IRPF y el aguinaldo para las jubilaciones más sumergidas. Casualmente hay quienes han visto, en este último anuncio hecho por Bordaberry días atrás, fuegos de artificio en campaña electoral. ¿Cuál es la posición de la central sobre este tema, cómo lo han visto ustedes?

FP – Nosotros venimos reclamando aguinaldo para los jubilados desde que yo tengo memoria, porque entendemos que hay un sector de jubilados que a pesar de que ha tenido avances importantes en materia de ingresos es claro que todavía tiene un déficit importante. Si alguien lo propone con una forma de financiamiento -que será posible o no, eso será parte de la discusión política entre los candidatos- el movimiento sindical no tiene otra alternativa que decir que está de acuerdo con que se les pague aguinaldo a aquellos jubilados que tengan una pensión o una jubilación menor a 10.000 pesos. Esto no nos convierte en nada, en esa posición estamos de acuerdo, será otro el que le pregunte cómo lo financiará.

Él ayer dio un primer pantallazo de financiamiento.

RA – Dijo que serían 144 millones de dólares que se financiarían gestionando mejoras de las empresas públicas, cambiando la operativa del Banco Central en el manejo de pesos y dólares, dejando de pagar 50 millones de dólares en cargos de confianza y dejando de cubrir el 25% de las vacantes en la administración pública.

Veía que también Bordaberry a la salida del encuentro decía que "los trabajadores tienen derechos pero también tienen deberes" y que insistía en este punto por el lado de que "hay mucho para avanzar en ese sentido", en los deberes de los trabajadores. En el PIT-CNT, ¿están de acuerdo en esto?

FP – Hay mucho para avanzar en los derechos, ¿no?

RA – Bueno, él decía en los deberes también.

FP – Sí, pero yo voy a empezar por los derechos, porque el deber de un trabajador nosotros lo estamos tratando de trabajar día a día. Cuando discutimos sobre la cultura del trabajo, la importancia del vestuario en la construcción de un trabajador comprometido con el mundo del trabajo y con la salvaguarda del puesto de trabajo, cuando referimos a que el trabajador tiene que conocer la empresa igual que el dueño porque cuando va a defender sus intereses tiene que conocer el funcionamiento en detalle, que un dirigente sindical tiene que tener muchos años de formación sindical para alentar, que el sindicato más fuerte es aquel que tiene los trabajadores más conscientes de lo que hacen en sus lugares de trabajo y más conscientes de lo que significa el colectivo de trabajadores, estamos trabajando en los derechos y en los deberes de los trabajadores, no estamos trabajando en una única dirección.

Pero es difícil pedirle a un trabajador que tenga esa conducta si su salario está en el entorno de los 10.000 pesos. 800.000 trabajadores uruguayos están por debajo de los 15.000, hay una cantidad importante de ellos que apenas supera los 10.000. Cuando se plantea el deber de ese trabajador hay que tener presente que sus ingresos son muy limitados como para acceder a aquellos bienes imprescindibles. De forma tal que yo diría que en una sociedad en la que tenemos esos guarismos, a pesar de que existió 50% de recuperación salarial en nueve años, deberíamos discutir al mismo tiempo derechos y deberes.

No obstante, es obvio que el movimiento sindical ya lo ha planteado en dos años consecutivos: la cultura del trabajo y la necesidad de construir una sociedad donde el trabajo sea central requiere de compromisos importante del movimiento obrero y de cada uno de los trabajadores. Pero es muy difícil motivar a un trabajador si usted le paga 10.00 pesos.

Hace poquito hubo una charla de expertos noruegos que plantearon que uno de los problemas que tiene Uruguay es que hay un vasto sector de trabajadores que ganan por debajo de lo que deberían ganar.

RA – ¿Pero ese sería un impedimento para avanzar en el tema de los deberes?

FP – No es ningún impedimento, pero mi principal tarea es conquistar derechos.

RA – Veía algunos mensajes de los oyentes, por ejemplo Heber de Ciudad del Plata que dice: "Por lo visto siempre exigen sus derechos pero no quieren asumir deberes y responsabilidades".

FP – Al contrario, yo estoy diciendo que desde hace dos años en cada 1° de mayo venimos planteando la necesidad de la cultura del trabajo: que cada uno de nosotros llegue en hora a su trabajo, que cumpla la tarea de la mejor forma, que se capacite de la mejor forma. Mucho más cuando los cambios científico-tecnológicos que se han dado en los últimos 20 años superan a los de los 100 años anteriores, probablemente esta revolución sea muy superior incluso a la Revolución Industrial. Para ese nuevo mundo del trabajo es necesario construir una nueva cultura de trabajo que tome todos estos valores, inclusive la formación a lo largo de toda la vida. Hoy es imposible pensar que un dirigente sindical pueda ejercer su tarea si no tiene varias horas de estudio diarias, porque está discutiendo temas de agenda que tienen que ver con la tecnología, con la innovación, con la modernidad de los derechos laborales, con una legislación que en algunos casos es de 1915, como la ley de salud o la de ocho horas, hay normas en las que todavía hay mucho para trabajar, y eso es cultura del trabajo, trabajar sobre los deberes.

¿Estamos diciendo que estamos en contra de trabajar sobre los deberes? No, estamos diciendo que los deberes tienen que ir acompañados con derechos, como el de tener un salario que le permita vivir a la persona. Me parece que cualquier oyente tiene que comprenderlo, por más anti sindicato que sea, si una persona que vive al lado de mi casa vive con 10.000 pesos yo me imagino que no le da el salario para vivir dignamente.

NB – ¿Qué hablaron de lo que pueden ser los Consejos de Salarios en un eventual Gobierno de Pedro Bordaberry?

FP – Nosotros habíamos largado una idea preliminar, un bosquejo de lo que venimos analizando hace años: la posibilidad de discutir por cadenas de valor. Por supuesto que esto no se puede aplicar ni a todas las ramas de actividad, ni hacerlo de una sola vez, ni pensar que es una solución mágica. Requiere de una negociación tripartita con el empresariado y el Gobierno que salga elector para encontrar mecanismos que permitan además de la distribución de la riqueza la distribución del ingreso en cada cadena de valor.

Hemos dado como ejemplo la cadena láctea, que va del peón de tambo y a quien reparte los productos lácteos. Si uno analiza esa cadena va a encontrar salarios muy bajos y salarios medianos, ¿es posible discutir allí salarios que de alguna manera intenten mejorar los salarios que están más disminuidos, por ejemplo el del peón o el del distribuidor? ¿Es posible generar un debate que integre a todo el valor y que estudie la productividad del sector y otros elementos para generar condiciones mejores para los trabajadores, pero también para la industria?

Ya hemos obtenido respuestas negativas del sector empresarial sin haber escrito el documento: antes de que nos pongamos a analizar ya hay una respuesta negativa.

RA – ¿Bordaberry también dio una respuesta negativa?

FP – No, Bordaberry quedó en estudiarla, está claro que nosotros la vamos a formular de una manera prolija, la está analizando el Instituto Cuesta Duarte. Pero lo que queremos es colocar temas de agenda que sean de debate, no conviene ser tan reactivos: escuchar una propuesta un lunes y rechazarla el martes.

Esta fórmula no va a servir para muchas ramas de actividad, hay que ver cuáles son las cadenas de valor que se pueden conformar, pero probablemente para otras ramas sí sirva. Analizarla con detenimiento y cuidado sería la mejor receta para construir una negociación colectiva moderna. Los países van cambiando, la cultura del trabajo también, el mundo del trabajo como se conoce hoy no tiene nada que ver con el que había cuando se crearon los Consejos de Salarios en 1943, en 70 años del teléfono por cuadra pasamos al teléfono por bolsillo, de la comunicación por carta que demoraba 20 días a la comunicación on line a cualquier parte del mundo.

Estos cambios también se dieron en el mundo del trabajo, no analizar estos cambios es retardatario, porque más tarde o más temprano estos procesos van a llegar y va a haber que discutirlos. Es imposible pensar que una negociación seria tenga 230 subgrupos, deberíamos ir a una negociación más acotada con grandes grupos de actividad tratando de generar lo que está en el imaginario uruguayo: una sociedad más igualitaria.

Hoy el 20% más rico de los uruguayos se queda con el 50% de la riqueza, el 20% más pobre se tiene que conformar con el 5%, esto trae desigualdades que provocan distorsiones de todo tipo en la construcción social ideal, por lo menos la que tenemos los trabajadores. El 1% más rico de los uruguayos se queda con el 14% de la riqueza, si analizáramos al 1% más pobre sería 0 coma algo.

Estudiar estos temas y un factor esencialmente redistributivo y generador de igualdad como es el Consejo de Salarios, intentar modernizarlo y mejorarlo no es solo responsabilidad del movimiento sindical, es también del sector empresarial y de los partidos políticos.

Quería agregar otra cosa. Nosotros también le hemos planteado con claridad a Bordaberry y en el seno de la sociedad nuestro no a la baja de la edad de la imputabilidad. No lo hacemos sin razón, lo hacemos porque estamos altamente convencidos de que este cambio en la legislación uruguaya produciría un retraso en la convivencia y que en todo caso habría que trabajar, le hemos dado algunas experiencias, sobre cómo insertar en el mundo del trabajo a muchachos que han tenido problemas con la ley o con el delito, cómo generar condiciones para que aquellas personas que salen de prisión o de un centro de adolescentes privados de libertad tengan acceso al trabajo y cómo es el trabajo el que finalmente los recupera para una vida social activa y positiva. En este tema nosotros le hemos pedido a Bordaberry que reflexione sobre el daño que podría generar en la sociedad un cambio de este tipo.

RA – ¿Llegaron a conversar algo más a propósito de eso?, ¿qué dijo sobre esas iniciativas?

FP – Está claro que hay posiciones distantes.

RA – Sí, ese claramente es uno de los puntos donde no surgió acuerdo, había claramente posiciones diferentes, al igual que en el tema de la participación de los trabajadores en los organismos públicos.

FP – Ese es otro tema, porque por ejemplo durante mucho tiempo se escuchó sobre la importancia de darle el doble voto al presidente del Codicen porque aparentemente las corporaciones docentes bloqueaban el funcionamiento de los organismos de la enseñanza. ¿Usted sabe cuántas veces se usó ese voto doble? Ayer se lo dijimos a Bordaberry: ninguna, o sea que ese obstáculo no existía.

Son dos temas centrales. El primero se trata ni más ni menos de cómo convivimos como sociedad, yo adhiero mucho a las palabras del arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, al decir que no se puede romper porque sí un protocolo que en algún momento se construyó para vivir en sociedad. Porque los 18 años para la mayoría de edad en cierta manera es un acuerdo social de que a esa edad las personas empiezan a ser socialmente responsables. Modificar eso modifica toda la estructura de convivencia nacional. El segundo tema es ni más ni menos que la participación de los trabajadores, no para defender el interés corporativo de la clase sino para tener una mirada general desde el punto de vista de los trabajadores en algunos organismos que son centrales para las políticas que abarcan a la mayoría, y los trabajadores en Uruguay son más de 1.5 millones, era necesario contar con participación sindical. En este tema claro que tenemos diferencias, pero Bordaberry no ha planteado la no participación sino algunos cambios a la norma.

Igualmente tenemos esa diferencia y vamos a pelear para que la representación genuina de los trabajadores la mantenga el PIT-CNT. Fijese usted que cuando se le da un miembro en un Directorio al Partido Nacional o al Partido Colorado nadie plantea que se elija con el voto directo y secreto de sus miembros, cuando se le da una participación en el Directorio a los trabajadores nadie discute que la única organización de trabajadores en Uruguay es el PIT-CNT, sin embargo hay un entrevero para ver si hay que elegirlo por el voto secreto directo, si lo tiene que designar el PIT-CNT… Hay unas contradicciones que en algún momento el mundo político va a tener que laudar, porque de la única manera que el mandante sea el PIT-CNT es que el PIT-CNT elija a su representante, y la única forma de que siga siendo ese mandante es que elija a un trabajador independientemente de la rama de actividad para defender el interés general.

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